¡TAILANDIA EN CHANCLETAS! ✏️ Blogs de Tailandia

28 de julio

La visita a los templos de la ciudad la hicimos en dos días no consecutivos.

Después de la visita a Patara decidimos quedarnos en Chiang Mai y ver templos. Algunos, sólo algunos, porque hay para dar y vender. Más de 100. En cualquier calle, callejuela, entre grandes edificios, en parques, en cualquier sitio te puedes encontrar un templo. Y todos preciosos, diferentes, más o menos grandes, pero sin duda que no pasan desapercibidos.

Esta gente entiende la espiritualidad de una forma muy diferente a nosotros. Hay cosas que son sagradas y las veneran profundamente sin, por ello, entrar en el fanatismo. Yo no he visto lo que aquí lo que entendemos por un meapilas. Incluidos los monjes, que no sé muy bien cuál es su función ni cómo funciona el sistema de monjes.

Otra cosa que allí es profundamente respetada es la monarquía. Se ven fotos del Rey en todas las calles, en todos los edificios públicos, en todos los templos y muchísimos negocios. Vamos en cualquier sitio. Al final del diario dedicaré una serie de fotos a la figura real.

Así pues, una vez decidido el programa del día, salimos a la calle y cogimos el primer tuc tuc que había aparcado a la puerta del hotel. Rápidamete llegamos a un acuerdo en el precio para que nos acompañara a ver templos hasta la hora de comer, creo que le pagamos 200 baths y estuvimos unas tres horas y media. ¿Qué templos ver? Los que el considerara más bonitos…

Empezamos por el Wat Phra Singh, que no está mal para empezar. No se vosotros, pero yo me quedo sin palabras. Con la boca abierta. Mudo.





Es espectacular, impresionante. Es un concepto totalmete diferente a lo que entendemos por templos en la cultura occidental, en la que todo es mucho más serio, solemne y hasta fúnebre, además de frio y oscuro.

Aquí los templos están llenos de luz (ya sé que el clima es otro) y de color y como muestra de lo que supone la integración del templo en la vida cotidiana, en esta foto en la que podemos ver a los monjes comiendo en un lateral del templo.



Y no son pocos. Están debidamente ordenados, no sé si por edad o por jerarquía. Quizás por ambas cosas. Ellos van a lo suyo y se comportan como si estuvieran solos. Y el público igual, nadie se mete con ellos, como mucho una foto.




A la puerta del templo está instalada la cocina. No entiendo muy bien como puede estar tan limpio, cocinando en el suelo y con tan pocos recursos.



Las figuras y representaciones de Buda se amontonan alrededor de la figura principal y es muy curioso ver como entre otras figuras suelen intercalar una de cera con un nivel de realismo espectacular. En alguno de los primeros templos pensé que era un monje vivo meditando… luego ya vi de lo que iba.




El siguiente templo fue el Wat Chedi Luang, el que quizás habría sido en su tiempo el templo más importante de Chiang Mai. Fue destruido por un terremoto y parcialmente reconstruido. Había albergado el Buda Esmeralda, que hoy tiene su propio templo en Bangkok. Hoy sólo cuenta con una reproducción.



Aunque en este impresionante complejo y a pocos metros unos de otros, se encuentran tres templos.
El lío que te puedes hacer con los nombre Tai es enorme, al menos en la primera visita, por ello, no extrañéis de que alguna foto esté mal rotulada, os pido disculpas. No por ello, los templos pierden su encanto.







Este recinto cuenta con un buda reclinado, aunque no de las proporciones del de Bangkok







A estas alturas lo iba pasando realmente mal con el enfoque de mi cámara. El barro del elefante me estaba pasando factura y hacer una foto era muy complicado, porque tenía que disparar varias veces antes de conseguir un enfoque sólo regular.




Wat Chedi Luang





En el recorrido, aún paramos en otro par de templos que estaban cerrados.


Esto fue más bien una estrategia del señor del tuc tuc, que a toda costa insistía en llevarnos a visitar sus tiendas amigas.

cansados ya de tanto templo nos fuimos a comer y por la tarde relax piscina y compras.

A la vuelta de Patara, llamamos al taxista del primer dia, para que nos llevara al Doi Intianon y completara el día con otras visitas. Quedamos para el dia 29, a las 8 de la mañana. Y puntual se presentó a la cita.

El Doi Inthanon es la montaña más alta de Tailandia, 2565 metros. Y para hacer honor a su rango, a nosotros se nos escondió entre las nubes. El tiempo fué empeorando a medida que nos acercábamos.

Después de más de una hora de viaje, llegamos a unas cataratas y paramos para la visita de rigor.
Tailandia, o al menos el norte, está lleno de cataratas. Lógico en un país con tanta lluvia y como consecuencia, con tanta agua. Estas son bonitas, que ¿cómo se llaman? pues así: ( no me hagáis hacer contorsiones con la lengua)




Vista desde la parte superior, se ve la cantidad de vapor de agua que se genera y que ducha generosamente a los visitantes. Se agradece la ducha, porque cuando sale el sol, el calorín es importante.



Un poco más arriba hay un pequeño salto de poco interés, pero que te obliga a hacer un empinado paseo que sirve para estirar las piernas.



Y nos despedimos de la catarata, que por muchas fotos que hagamos, hay poca diferencia.



Es curioso que en este país, aprovechan cualquier árbol para poner una orquídea, Son parásitos, que no afectan a la salud del árbol. Más que parásitos, son inquilinos, plantas que aprovechan la estructura del árbol como soporte. Pero nadie las toca.




Desde aquí hasta la cumbre no hay mucha distancia, se llega en poco tiempo. Pero al llegar empieza a jarrear hasta dejarnos empapados.



Llevábamos chubasquero, pero lo que no tapa el chubasquero...



Menos mal que aquí entre pantalones cortos, chancletas y que la temperatura es agradable, pues el agua no molesta. Sólo en lo que respecta al aspecto estético, que no pudimos disfrutar del paisaje ni de las fotos.

En la cima de la montaña se han construido dos templos para conmemorar el 60 cumpleaños del Rey y de la Reina. El Rey los cumplió en 1987 y la Reina en 1992. Total que le Rey ya tiene 84. Quien lo diría, con lo bien que aparece en las fotos..








al terminar la visita, empezó a aflojar la tormenta. Cuando nos íbamos...

Bajando del Doi Inthanon, fuimos a ver otra catarata:



Esta aunque lleva menos caudal y es más pequeña de altura, no deja de tener su encanto por estar mas encajada entre rocas.



Aquí nuestro taxista nos hace de modelo.




Justo al lado, había cuatro casas donde nos prepararon una sabrosa comida.



Sopa, pollo, tortilla, etc. El recipiente de la sopa, es como mínimo curioso. Con una especie de tubo en el medio, como el molde de un roscon de reyes, pero en este caso se utiliza para guardar brasas con las que mantener la comida caliente.




Llegando a Chiang Mai, fuimos a visitar otro templo, no preguntéis el nombre, porque a estas alturas ya estoy perdido.





Junto al templo había un embarcadero en que te podías dar un paseito por el río. El Mae Ping River Cruise. Fue un paseito relajante por el río hasta llegar a un sitio extraño, que pretendía tener animales, plantas, bar... sin ser ni una granja ni un vivero de plantas, ni siquiera un bar. Sirvió para tomar un refresco, descansar un poco y volver a embarcar de regreso. Total un par de horas.

Aquí le dijimos al taxista, antes de embarcar, que dábamos por concluido el día, que después del paseo en barca regresaríamos al hotel en tuc tuc. Que no hacía falta que se esperara.




Había hasta un esqueleto de elefante



Por la tarde la rutina de siempre, paseito por el mercado, cena y masaje. En este o en otro orden.

30 de Julio.

Dado que la experiencia del rafting me había encantado, el año pasado, cuando lo probé en Costa Rica, este año, en Tailandia, no quería dejarlo pasar.

Por ello, para este día contratamos en una agencia de la calle, en la primera que vimos, delante del hotel, un rafting. No confundir con lo que aquí llaman un rafting bambú, que no es mas que bajar un tramo de riachuelo sobre una balsa hecha con ocho cañas de bambú entrelazadas. Esto también lo probamos al dia siguiente, pero evidentemente no tiene nada que ver. Ya os lo explicaré mas abajo.

En este caso el rafting era lo que se espera de un rafting.
Después de muchas dudas, que si, que no, finalmente Rosalía decidió quedarse en el hotel y en la piscina. Necesitaba un dia de relax…
En mi caso, como que no era así, pues al rio.!
Me vinieron a buscar a 9 con una hora de retraso. Estas recogidas no son muy precisas, ya que ponen un monovolumen y van recogiendo gente por los hoteles. Si te toca el primero, pues te tragas una hora de callejear en la furgo, y si te toca el último, te pasas la hora esperando en el hotel.

Después de otra hora de viaje, llegamos al rio y lo primero, como es habitual, es almorzar. Almuerzo campestre de comida tai, sin lujos pero sin problemas.
A continuación pasamos a la equipación, chalecos, cascos. Yo estuve un buen rato tratando de buscar una buena ubicación para colocar una cámara GoPro que quería probar en el agua, antes de llegar a Koh Tao. Finalmente optamos por instalarla en el casco, atada con unas cuerdas, al final resultó un fiasco, por que el emplazamiento quedó enfocado demasiado alto y lo único que filmé fueron las copas de los árboles y las nubes. Además de comprobar que la hermeticidad de la carcasa deja mucho que desear, por que me entró una cantidad importante de humedad, que acabó tapando medio objetivo. Lección aprendida. Hay que buscar soluciones para cuando la meta en el mar.

Una vez equipados, cogimos las barcas y al rio. Pero que rio?
Pues no lo se. Aquello es Tailandia, no hay letreros y si los hay están en tai. En la propaganda no dice nada. En el mapa no me aclaro, está todo lleno de ríos y mas ríos. Y si preguntas, entre mi poco inglés y lo ambiguo de la respuesta, no se como se llama el rio. Pero que mas da.



El tramo de rio es de 10 km. Y a pesar de que al principio es bastante suave, muy suave diría yo, al final la cosa se anima llegando a meternos en una situación, que si no se puede considerar de peligro, si que nos hizo emplear a fondo.




Había un sitio, en el que una buena parte del caudal se encajonaba entre dos rocas, con una corriente importante al hacer, además, un pequeño salto de agua. Las barcas que eran bastante mas anchas que el espacio disponible, tenían que comprimirse para poder pasar. Esto, al ser neumáticas, no es ningún problema, la barca se dobla.



Ibamos pasando en fila por el estrechamiento, dejando un espacio entre barcas, cuando la que iba delante de nosotros, se giró, no se porqué, y se quedó atravesada entre las dos piedras. Nosotros que veníamos detrás, arrastrados por la corriente, no pudimos evitar meter la barca debajo de la que estaba atascada.


La corriente nos metía con fuerza cada vez mas, debajo de ellos. Y ellos no podían hacer nada por salir de allí, porque cada vez estaban mas encima de nuestra barca.
Con muchos esfuerzos, empleándonos todos, pudimos sacar nuestra barca para atrás y así ellos pudieron maniobrar para encarar el paso estrecho y a continuación lo hicimos nosotros.
La anécdota, una vez superada, no pasó de ser el motivo de risas y comentarios para el resto de la jornada.
Y en el fondo, de no haber pasado esta anecdota, lo habría calificado de aburridillo. Aportó la necesaria adrenalina para elevar el caché de la actividad.
Hizo que termináramos el recorrido con muy buen sabor de boca.
Por otra parte, como en otros raftings, en los tramos de rio calmados, se aprovecha para todo tipo de salto, baños y juegos.


Desgraciadamente, en este caso, la organización no tuvo la precaución de hacer fotos durante el trayecto, con las que inmortalizar la jornada. Y a mi, el experimento de la go pro me salió rana, por ello, de las únicas fotos que dispongo son las que sacaron unos holandeses, que gentilmente me pasaron.
Un buen dia, en definitiva.

Por la noche, mercado nocturno y masajito, como cada día.




31 de Julio

Ante la falta de oferta de actividades que se ajustaran a nuestros gustos, de los dos, nos decidimos por probar un dia relajado de multiactividad: rafting bambú, paseito en elefante y treking.

Para ser objetivos el dia estuvo entretenido, pero ni el rafting tine nada que ver con un rafting. Ni el paseo en elefante tampoco es lo que habíamos vivido en Patara y el treking..na de na, no pasó de ser un paseito entre arrozales, pero en conjunto estuvo entretenido.

Al salir del hotel, por la mañana, estaba lloviendo y nos encontramos esta curiosa estampa de un transporte de monjes. Sin comentarios.



al llegar al destino, nos reciben con los consabidos tenderetes. Es que tenemos una cara de compradores que no se puede aguantar.!



y empezamos por el treking. Como ya he dicho, arrozales. Pero que bonitos son!



puentes colgantes, la Maewang Waterfall




y divertidas pasarelas de bambú.




depende de para quién, no tan divertidas. Esta francesita lo pasaba realmente mal a causa del vertigo.



al final del paseo, nos tomamos un refresco y vuelta por la pasarela.




otro paseito hasta llegar a donde estaban los elefantes.
Y aquí se monta diferente a lo conocíamos. Emplean una especie de estructura, o silla para elefantes, metálica, para albergar a dos personas.



A que me caigo?



Mira, mira...



cada loco con su tema..



del rafting bambú no tengo fotos, porque mi cámara entró en uno de esos momentos de atasco absoluto. De vez en cuando se negaba a enfocar. Pero esto que veis aquí era lo que se hacía. Es otro grupo al que captamos desde el puente.



En definitiva, el día estuvo entretenido, pero nada extraordinario. Pasamos el rato en compañía agradable, pero concluyo como he empezado: ni el rafting es un rafting, ni el treking es un treking ni el paseo en elefante tiene el caché de Patara. Eso si, el precio de la excursión creo que fueron 700 baths.






Dia 1 de Agosto

El dia amanece lloviendo a cántaros. Es el inicio de las importantes lluvias que han inundado recientemente el norte de Tailandia.
Por lo que decido investigar que es lo que se puede hacer con mi cámara en Chiang Mai. Estoy incluso, dispuesto a comprar otra igual, dado que tengo cuatro baterías para esta cámara y una carcasa para bucear con ella, que vale mas que la cámara.

Paseando bajo la lluvia...en tuc tuc


Primero voy al centro comercial mas próximo, el Plaza y me recorro todos los chiringuitos de fotografía.
Negativo. No arreglan cámaras y no disponen de una igual que la mia. Me dicen que vaya a otro centro comercial, en el aeropuerto. Otro Plaza..
Y como el dia no está para nada mejor, pues para allí que voy, pero el resultado es el mismo.
Allí me vuelven a mandar a una tienda de reparación de cámaras, que está en el primer centro comercial. El primer Plaza..
Vuelta para atrás. La de la tienda me dice que la deje y que al dia siguiente estará reparada.....?....

Al dia siguiente vuelvo y que casualidad ! . En ese momento estaba allí, el que le reparaba las cámaras, que venía a buscarla. Le explico lo que me pasa, lo prueba... y a que adivinais el resultado? En ese momento la cámara funciona bien. El síndrome del dentista. Me la tuve que llevar a la espera de que volviera a fallar.
Total, que me veo debajo del agua sacudiendo la máquina para que enfoque..como así fué.





2 de Agosto



El último día en CM, lo dedicamos a ver mas templos urbanos. Todos, es imposible.
Por la mañana hicimos el check out en el hotel y les pedimos que nos guardaran las maletas. Sin problemas.
Ya en la calle, negociamos con el primer tutukero que nos encontramos. Resultó ser una chica, que por cierto hay pocas. Y a la hora de negociar el precio, la debimos apretar bastante, porque nos pasó una anécdota curiosa:
Creo que fijamos el precio en 200 baths hasta la hora de comer, y que nos llevara por los templos que quisiera. Y si ya lo habíamos visto, pues a otro.






En los templos es habitual encontrarse con estos recipientes donde depositar los donativos. Evidentemente se hace en monedas pequeñas, si se quiere depsiitar en todos, o unos cuantos.








A la puerta de este templo estaban estan señoras, vendiendo pájaros...para soltarlos. Parece ser, o eso fué lo que entendí, que la gente compra los pajarillos y los libera a la puerta del templo. Debe tener un significado.





Una vez visto el primer templo vamos a la salida y la conductora… no está. Dimos vueltas, la buscamos, la esperamos y preguntamos.
Nos dijeron que había cogido a otra gente y se había largado.
Nos había dejado plantados y sin cobrar..! parece ser que es relativamente frecuente, que si has ajustado mucho el precio, en la espera, si les sale un buen trayecto, se largan sin mas.. No lo entendía.




Pero como tuc tucs son lo que sobra, pues a por otro.



Pues el segundo no fue exactamente igual, pero también tuvo su gracia.
Después de visitar varios templos, le dijimos que queríamos comer en algún restaurante que estuviera bien. Nos llevó a las afueras, a la orilla del rio, a un restaurante que a la vez era tienda de antigüedades. Y nos preguntó si queríamos que nos viniera a buscar después de comer. A lo que respondimos que si. Quedamos a las tres de la tarde, pero no se presentó, nos dio plantón. Solución: coger otro. Aunque este si había cobrado.

En la orilla del rio, ya se veía el principio de las grandes inundaciones que ha padecido Tailandia este mes. Y como todo el mundo sabe, a rio revuelto ganancia de pescadores. Ahí tenéis uno.


En la terraza del restaurante, el agua estaba un peldaño por debajo de la terraza donde comimos.




Comimos muy bien y en el café tuvieron este curioso detalle, pusieron una ramita de canela, con la punta superior envuelta en papel de aluminio, para que hiciera la función de cucharilla y aromatizara el café. Se quedaron con nosotros.




A la salida, y después de esperar infructuosamente al del tuc tuc, nos fuimos con otro.
Y de paso al hotel, nos quedamos en este precioso templo.









Los gongs son para tocarlos. Este tenía dos mazas, la mas grande no era apta para señoras. Como estaba empapada de agua, había que emplearse a fondo. Pesaba una barbaridad.