Lo primero es dar los datos técnicos del viaje, nos lanzamos al viaje un grupo familiar, nada menos que 8 miembros, y contratamos la estancia en el Hotel Iberostar Solaria en Hammamet en régimen de Todo Incluido, vuelo de línea regular con TunisAir con salida el sábado 4 de Diciembre a las 18:25 horas de Madrid-Barajas. Excursiones y demas serían contratadas en destino.

Así comenzaba nuestro viaje, desayunando en Alicante a las 09:30 horas con esta portada en el diario, hay que decir que estuvimos desde la tarde anterior pendiente de la radio, televisión, internet, esperando noticias acerca del caos de los controladores, así que mas miedo que otra cosa, desayuno fuerte y cuatro horas y media estimadas de carretera delante nuestro para llegar a Barajas. Todo ello con múltiples llamadas con nuestra gestora de la Agencia de Viajes que estuvo preocupándose e informándose desde el día anterior con mayoristas y empresas y nos iba pasando las noticias casi en tiempo real.
Después del control de avituallamiento correspondiente en Albacete, y tras pasar una hora en mitad de la A-3 parados por un accidente, momento en el que se informa por la radio que el espacio aereo se abría a las 17:00 horas, llegamos a Barajas a las 16:00 horas y..... nuestro vuelo es de los escasos 12 que salen en las pantallas!!!!
Nuestro gozo duro hasta el momento en que llegamos a los mostradores de facturación de TunisAir, nos informa la responsable de facturación de la compañía que tendrían prioridad los pasajeros del vuelo cancelado del día 3 y, si quedaba sitio en el avión, empezarían a entrar los del día 4. Este dato os puedo asegurar que no lo había vivido nunca, generalmente tienen prioridad los pasajeros del día, y si hay plazas se acomoda a los del vuelo cancelado de días anteriores, bien, TunisAir decidió hacerlo al revés, la situación que siguió a esta información fue dantesca, colas, gritos, empujones, informaciones a ráfagas, al final, la responsable se saca una lista de la manga en la que ya había 15 personas apuntadas por si quedaban plazas disponibles en el avión y que no era posible apuntarse a la misma, todo ello después de varias idas y venidas de dicha responsable del mostrador de facturación al de la compañia que estaba a escasos 30 metros.
Imaginaros, 8 personas de la misma familia en una barahúnda de gente enfrente de tres mostradores de facturación en los que sólo pasaban pasajeros del día anterior, pero aquí llegó el movimiento hábil de la jornada, mi mujer decidió convertirse en un defensa central del Milán de Sacchi, marcaje individual a la responsable de la compañía, en un momento esta persona entrega la lista a un pasajero para que se apunte y se aleja 5 metros, sólo dejó la lista durante 20 segundos, la lista ya tenía 25 personas cuando volvió a manos de la responsable, con la consiguiente protesta ya que no era posible apuntar a 8, que nos apuntáramos 4 nada mas, la respuesta de la defensa central fue si quería quedarse al cargo de una persona mayor de 76 años o de un menor de edad de 15, el siguiente movimiento fue dejar la lista para que se apuntara todo el mundo en ella.
Pero lo mas gracioso fue que si esta encargada hubiera estado hábil, o nosotros hubiéramos contado a la gente que allí estábamos al borde de la histeria colectiva, nos habríamos dado cuenta que todos teníamos sitio en el vuelo, avión de 160 plazas y allí estábamos alrededor de 150, en efecto, todos los allí presentes nos encontramos varias horas después en el Aeropuerto de Túnez-Cartago, para ser mas exactos, a las 00:30 del día mas largo y complicado de los que me ha tocado vivir en esto de los viajes.
El día acabó con traslado al hotel, llegada alrededor de las 02:00 horas, cena fría cortesía de Iberostar y lucha con los camareros que nos querían cobrar las bebidas, al final, después de una ardua negociación conseguimos explicarles que con el Todo Incluido no teníamos que abonar dichas bebidas, que al fin y al cabo, no eran mas que agua y cerveza de barril.