Para hoy teníamos previsto ir a Xel-Há pero mi madre hacía días que nos había avisado de que cuando entregáramos el coche, a ella no la movían más del hotel hasta que la vinieran a buscar para ir al aeropuerto A mi hermano le daba igual ir o no porque ya habíamos hecho snorkel en varios sitios y nosotros ya lo habíamos visto en el viaje anterior por lo que decidimos quedarnos en el hotel.
Mi madre ya se encontraba bien así que aprovechamos la mañana para hacer un reconocimiento exhaustivo del complejo. Fuimos hasta la playa del kantenah y recorrimos todo el paseo que bordea la costa hasta llegar al bar "Las Rocas". El lugar es muy relajante: las camas balinesas, la música, las vistas al mar... ¡precioso!
Mi madre ya se encontraba bien así que aprovechamos la mañana para hacer un reconocimiento exhaustivo del complejo. Fuimos hasta la playa del kantenah y recorrimos todo el paseo que bordea la costa hasta llegar al bar "Las Rocas". El lugar es muy relajante: las camas balinesas, la música, las vistas al mar... ¡precioso!
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Seguimos por el paseo junto al mar. Hay sitios muy bonitos para unas fotos.
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Cuando termina el paseo, estábamos frente al puente que lleva a las Royal Suites, a las que no se puede pasar, salvo que seas huésped.
Tomamos el camino de madera en medio del manglar que lleva hasta el lobby del Riviera aunque antes paramos en la zona de los cocodrilos. Nos entretenemos un rato viendo a unos pájaros pescando ¡impresionantes!. Nos quedamos flipados. El pez era 5 veces mayor que su cuello y aún así se lo tragó
Tomamos el camino de madera en medio del manglar que lleva hasta el lobby del Riviera aunque antes paramos en la zona de los cocodrilos. Nos entretenemos un rato viendo a unos pájaros pescando ¡impresionantes!. Nos quedamos flipados. El pez era 5 veces mayor que su cuello y aún así se lo tragó
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Al lado del teatro del Riviera, decidimos esperar al catamarán para hacer un paseo por el lago. Está muy bien: paran en la zona de los cocodrilos, puedes ver la recepción de las Royal Suites (supongo que para ponerte verde de envidia ), bordeas la piscina principal del Riviera-White Sand... Nosotros nos bajamos en el lobby del White Sand aunque si quieres puedes seguir hasta el punto de partida.
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Cogemos el tren que para en todos los lobbys para volver al kantenah y nos vamos a la piscina "silenciosa" a darnos un chapuzón. Es más pequeña pero mucho más tranquila que la principal.
Después de almorzar, decidimos acercarnos a Playa del Carmen a hacer unas comprillas aunque la mayoría lo habíamos comprado en Chichén Itzá. Queríamos comprar unas botellas de tequila así que antes de Playa del Carmen, pararemos en "Centro Maya", el centro comercial que había recomendado la guía de Travelplan.
El trayecto hasta allí en van nos costó 25 pesos cada uno. Está a la altura del primer semáforo que te encuentras de camino a Playa y hay que cruzar "caminando" la carretera. El "Centro Maya" es un centro comercial como los de España: diferentes tiendas y restaurantes y un hipermercado con todo lo necesario. Aproveché para comprar unas cholas de playa "ipanema" en una tienda de deportes puesto que las mías estaban a punto de romperse (180 pesos).
Dentro del supermercado estuvimos un rato mirando la fruta, la verdura... Esta es otra de las cosas que me gustan de los viajes. ¡Tenemos cosas tan diferentes! Si alguien se pasa con las compras, dentro del súper venden bolsos y maletas. Al final compramos algunos productos para el pelo de la marca que uso normalmente y que no hay en España y una botella de Tequila Agavia por 162 pesos. Había muchas marcas donde elegir pero yo no soy mucho de Tequila y sólo quería una pequeñita de adorno para poner junto a los chupitos que me había traído en 2008.
Después de almorzar, decidimos acercarnos a Playa del Carmen a hacer unas comprillas aunque la mayoría lo habíamos comprado en Chichén Itzá. Queríamos comprar unas botellas de tequila así que antes de Playa del Carmen, pararemos en "Centro Maya", el centro comercial que había recomendado la guía de Travelplan.
El trayecto hasta allí en van nos costó 25 pesos cada uno. Está a la altura del primer semáforo que te encuentras de camino a Playa y hay que cruzar "caminando" la carretera. El "Centro Maya" es un centro comercial como los de España: diferentes tiendas y restaurantes y un hipermercado con todo lo necesario. Aproveché para comprar unas cholas de playa "ipanema" en una tienda de deportes puesto que las mías estaban a punto de romperse (180 pesos).
Dentro del supermercado estuvimos un rato mirando la fruta, la verdura... Esta es otra de las cosas que me gustan de los viajes. ¡Tenemos cosas tan diferentes! Si alguien se pasa con las compras, dentro del súper venden bolsos y maletas. Al final compramos algunos productos para el pelo de la marca que uso normalmente y que no hay en España y una botella de Tequila Agavia por 162 pesos. Había muchas marcas donde elegir pero yo no soy mucho de Tequila y sólo quería una pequeñita de adorno para poner junto a los chupitos que me había traído en 2008.
A la salida del centro comercial cogimos un taxi por 30 pesos para que nos llevara a la 5ª Avenida. La mayoría de las compras ya las habíamos hecho en Chichén Itzá pero hay que ir a Playa del Carmen aunque sea un rato. Aún así picamos e hicimos unas cuantas comprillas más
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Cuando empezaba a caer la tarde fuimos al lugar de donde salen las van para regresar al hotel. No se preocupen si no saben donde está, preguntas a cualquiera por allí y te lo indican.
Esa noche queríamos cenar en el Mexicano y como ya sabíamos que nos tocaría esperar una hora fuimos a apuntarnos, nos dieron el beeper y nos fuimos a la habitación a prepararnos. Estaba el mercadillo montado así que ya que estábamos, echamos un vistazo.
Cuando volvimos para entrar al restaurante, estaban por allí los fotógrafos sacando fotos con 2 chicos vestidos de mayas. Para no variar, nos sacamos una de grupo
Sobre el restaurante, en este sí que hay unanimidad ¡Nos encantó! El servicio, el ambiente, la comida...¡TODO!. Aquí tuvimos otro de los "momentazos" del viaje. Había un dúo tocando, como no, canciones mexicanas y les pedimos una canción que habíamos escuchado en nuestro viaje anterior que me traía muy gratos recuerdos. La tocaron al lado de nuestra mesa ¡Precioso!
Esa noche queríamos cenar en el Mexicano y como ya sabíamos que nos tocaría esperar una hora fuimos a apuntarnos, nos dieron el beeper y nos fuimos a la habitación a prepararnos. Estaba el mercadillo montado así que ya que estábamos, echamos un vistazo.
Cuando volvimos para entrar al restaurante, estaban por allí los fotógrafos sacando fotos con 2 chicos vestidos de mayas. Para no variar, nos sacamos una de grupo
Sobre el restaurante, en este sí que hay unanimidad ¡Nos encantó! El servicio, el ambiente, la comida...¡TODO!. Aquí tuvimos otro de los "momentazos" del viaje. Había un dúo tocando, como no, canciones mexicanas y les pedimos una canción que habíamos escuchado en nuestro viaje anterior que me traía muy gratos recuerdos. La tocaron al lado de nuestra mesa ¡Precioso!
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Después de la cena no duramos mucho más y nos fuimos a la cama Mañana nos esperaban los delfines