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Desayunamos de nuevo nuestra comida en el bonito Hostel y recogimos las cosas.
El día amaneció lluvioso, lo cual nos venía bien para que se limpiara un poco el coche, ya que hoy lo devolvíamos.
Aprovechando que estaba incluído en la Pass, fuimos a ver el último castillo del viaje, el Newark Castle ("B"), que está a las afueras de Glasgow. Está bastante bien por dentro, se conservan unas vigas decoradas en una de las habitaciones y unas “camas plegables” de madera. Nos gustó, por estas curiosidades.
La idea a continuación era ir a Glasgow, devolver el coche y pasar una noche allí, pero tuvimos un problema con la reserva así que decidimos un cambio de planes: ya que habíamos leído que no tenía mucho que ver, decidimos pasar el día y coger un bus por la noche para volver a Edimburgo y así pasar las tres últimas noches en Escocia con mi amiga.
Lo primero que hicimos fue ir a la estación de autobuses Buchanan a comprar 2 billetes para las 9 de la noche; dejamos el equipaje en la consigna de la estación (todo esto a toda pastilla porque habíamos puesto ticket en el coche y me quedé muy corta de tiempo).
A continuación dimos 2000 o 3000 vueltas para encontrar una gasolinera ya que el coche lo teníamos que devolver lleno. Por supuesto, lo de encontrar un lavado de coches lo dimos por imposible, pero con la lluvia ya estaba bastante bien.
También pasamos unos “momentos de tensión” ya que unos días antes habíamos descubierto que uno de los retrovisores estaba roto; no recordábamos habernos golpeado con nada, y mirando las fotos que tomamos el día que recogimos el coche en Edimburgo, vimos que ya estaba roto allí, lo que pasa es que nadie se dio cuenta y claro, no estaba anotado en la hoja que te dan con los desperfectos… yo dispuesta a enseñarle la foto al chico de la oficina de Glasgow por si nos decía algo, pero al final ellos tampoco se dieron cuenta… Recomendación: revisad muy bien el coche cuando lo alquiléis.
Como la oficina de devolución estaba cerca de la parte de los nuevos “Quays” (muelles) del río Clyde, nuestra visita a Glasgow empezó con un “picnic” en un banco a orillas del río. (Había dejado de llover en esos momentos… los Highlanders nos seguían protegiendo).
Fuimos caminando hacia el centro, paseando por las calles y siguiendo el recorrido a pie que indican en la guía pero del revés, empezando por la Catedral; como en el foro recomendaban entrar al Museo de las Religiones que hay frente a la Catedral, ya que tiene baño y es gratis, allá que fuimos, y da la casualidad de que nos pareció muy interesante, como su nombre indica, tienen símbolos de muchas religiones, explican un poco los rituales de las religiones: nacimiento, matrimonio, la muerte… nos gustó mucho este museo. De allí fuimos a la Catedral (incluída en la Pass), recomiendo ver la cripta; y también vimos esta vidriera, porque en Escocia, los angelitos ¡tocan la gaita!
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Al salir de la Catedral estábamos haciendo fotos a una casita muy bonita y nos dimos cuenta de que era la casa más antigua de Glasgow, que también se puede visitar (gratis). Está bien, tiene muebles antiguos y los techos bajos y allí vivían los deanes de la Catedral. Al salir llovía de nuevo, así que fuimos paseando de nuevo hacia el centro y paramos en un café a tomar unos capuccinos.
Ese día eran las graduaciones de la universidad, así que había muchos jóvenes con sus familiares todos muy elegantes, haciéndose fotos por las ciudades. L@s universitari@s, encima de su ropa, llevaban una túnica negra con la banda de color, supongo que de cada facultad. Era muy curioso de ver.
Seguimos paseando por la ciudad y paramos cerca de la estación de buses en un pub irlandés muy grande, de varias plantas y muy bonito, con árboles tallados en madera dentro, y también decorado como una abadía; ahora buscando por internet creo que era el Waxy O’Connors en 46 West George Street, pero entramos por una callejuela de detrás. Allí cenamos… ¡adivinad! Pechugas de pollo rellenas de ¡haggis! Y 2 pintas de Guiness.
Cogimos el bus a Edimburgo, que tarda aprox. 1h30’
En la estación de autobuses de Edimburgo había una práctica máquina de paraguas plegables a 3libras, jeje.
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Volvimos con mi amiga al Standing Order en George Street, el primer pub que estuvimos en Escocia… el círculo se cerraba.