Después de contratar un traslado a Phuket Town y un ferry hasta Phi Phi Don, nos vemos prontito por la mañana yendo hacia el puerto de Phuket, dónde cogeríamos un barco que nos dejaría en la isla bien prontito por la mañana.
Allí conocemos a una pareja americana muy maja, con la que pasaríamos el día posteriormente, y nos fuimos a buscar una playa hasta que llegasen las 3. El agua era increíblemente cristalina, algo exagerado, tanto que si os pongo una foto de un cangrejo bajo el agua diréis que al igual, que estaba en la arena. El paisaje era realmente bonito. La marea estaba muy baja a esas horas y había que caminar mucho para poder llegar a hundirte. El agua estaba llena de peces, cangrejos y langostas pequeñillas que se escabullían entre las rocas.



Y se acabó el relax. Teníamos reservado desde casa una excursión con camping en Maya Bay. La excursión básicamente trataba de recogernos en Phi Phi, donde la llegada hasta allí corría de tu cuenta, sobre las 3 de la tarde. Nos llevaban a ver varios sitios de interés en barco, como Monkey Beach, una playa llena de monos (cuando no hay turistas en ella), demás sitios paradisíacos, y te dejan hacer snorquel en Loh Sama Bay.
Resulta que nos presentamos en el sitio acordado a la hora acordada, y nos encontramos el siguiente letrero: SORRY, NO CAMPING (keep smiling).
Se nos cayó todo al suelo. Al no tener internet, no habíamos recibido el aviso y nos habíamos plantado allí como tontos sin saber que no se podía acampar en Maya Bay. Después de discutir un rato, resulta que el parque nacional había cerrado el asunto por unos días por razones desconocidas.
En resumen, que estábamos en Phi Phi sin alojamiento, sin excursión y sin saber que hacer. Aún estábamos a tiempo de coger el ferry de vuelta a Phuket, pero después del pastizal que vale (35€ ida y vuelta por persona) pensamos que ya que estábamos allí, pues aventura.
Nos devolvieron el dinero y contratamos la misma excursión pero sin acampar, más de la mitad de precio, y nos fuimos a buscar un alojamiento barato para pasar la noche en Phi Phi. Un hostal de mala muerte llamado Tara Inn, por 600 baths la noche (100 menos que en Siri House pero ni punto en comparación, realmente no sé ni porqué empleo la palabra comparación…). Al menos tenía unas buenas vistas, y WiFi.

Volvemos a la agencia ya para salir a hacer la excursión y nos llevan al embarcadero, cogemos un barco y hacemos todo el itinerario que antes he explicado. Monkey Beach (snorquel), Loh Sama Bay (Snorquel) y finalmente nos hacen subir por una escalerilla pequeñita en esa misma bahía daba acceso al interior de la isla de Phi Phi Leh. Vamos nadando hasta ella y subimos, y nos encontramos dentro de un espacio oscuro y lleno de vegetación, con un camino bien marcado.


Aquí montaron sus instalaciones los de la productora responsable de la película "La Playa" de Leonardo Di Caprio. La verdad es que les envidio. Tuvieron que estar una buena temporada viviendo aquí mientras rodaban la peli. Imagino que les costó irse.

Continuamos por el mismo camino que recorrió Di Caprio antes de llegar a la famosa playa y si, está ahi. Y es increíble. Lo siento mucho por la gente que contrata un tour de un día entero para ver sitios hiperchulis llenos de turistas. Aquí quedaban 4 gatos a la hora que era, empezaba a oscurecer y definitivamente nos quedamos solos. Todo para nosotros!



Aprovechamos los 45 minutos de luz que nos quedaban para sacarnos fotos que muy pocos pueden presumir de tener, y nos bañamos en el agua calentita y cristalina. Hasta la hora de volver al barco.
Nadar toda la Bahía Maya (aproximadamente un kilómetro) hasta el barco fue una odisea. Yo cargado con la cámara de agua y nuestras cámaras réflex en una canoa para no mojarse.
Llegamos reventados y la cena ya nos estaba esperando a bordo. Arroz y pescado. Típica comida en un barco. A oscuras, en Maya Bay.
Cuando se cierra la noche del todo, la gente empieza a tirarse al agua ya que se dan unas particularidades un poco curiosas aquí. El plancton se vuelve brillante con el movimiento y al ser noche cerrada y haber poca luz se podía ver bastante bien debajo del agua.
De vuelta a la isla de Phi Phi Don, las discotecas ya están en auge, nuestra habitación parece formar parte de ella y decidimos ir a tomarnos un helado o unos batidos por ahí.
Del cansancio, no sé si me dormí bailando en aquella cama-pedrusco o simplemente caí rendido.