Lluvia, lluvia y más lluvia. Es que no para.
Hoy es nuestro último día en Yangshuo y en la China de verdad.
Si no hubiera llovido quizá podríamos haber cogido de nuevo la bicis para ir a la zona de los puentes, pero con este día, volver a capachos no tiene mucho sentido.
Así que tranquilamente nos vamos al centro a desayunar. Tanto ayer como hoy fuimos a una pastelería que hay hacia el principio de la West St. que por las noches hacen donuts en la calle. El café está bueno y la bollería es variada.
Nos volvemos, hacemos las bolsas y nos vamos a la estación. Como ya de costumbre, no es preciso buscar el bus, alguien te dirá algo o te buscará o lo que sea...así que nos montan literalmente en un bus rumbo a Guilin. Si al menos allí no llueve mucho podremos hacer algo de turismo.
Pero que va. Llueve igual o más que en Yangshuo. Bueno, esto es lo que hay, no?
Al del bus le habíamos dicho que si paraba en la estación de tren (cuidado porque creo que hay 2, igual que 2 estaciones de bus), y nos dijo que si, a todo nos dicen que si en todos lados!!
El caso es que en cuanto entramos en Guilin estuvimos atentos y en cuanto vimos la estación le dijimos que parara.
Nos bajamos y fuimos hacia la consigna, que está a la derecha de la entrada a la estación. Nos cobraron 15yuan por ambas bolsas.
Y nos ponemos a caminar. Compramos un mapa en un hotel para estar un poco más seguros de hacia donde íbamos. Realmente esta ciudad creo que no tiene mucho que ver, al menos no monumental porque solo ver a la gente como en el resto de China ya es entretenido, claro está!
Bueno pues si sales de la estación y sigues toda la calle a la izda llegas a las 2 pagodas que son el símbolo de la ciudad.
Seguimos dando un buen paseo por la zona de los lagos y su ribera, bajo una lluvia intensa; lo único interesante son los diseños de los puentes que te vas encontrando. Son copias (como todo aquí) de puentes de todo el mundo. Es que esta gente es la leche, lo copian todo! Sin duda es algo que hay que ver porque es parte de su cultura y su idiosincrasia.
Bueno la ciudad no da para mucho más, y además no para de llover y estamos cansados. Nos vamos a comer y ya finalmente nos acercamos a la estación con bastante tiempo a espera el tren.
Compramos algunas mierdas para pasar el rato y engañar al estomago. Hay una cosa que habíamos visto que parecen trozos de turrón blando; los hay de distintos colores y sabores. Pues lo compramos para probar y la verdad es que son como polvorones...fatal!
Nos compramos para cenar unos botes de noodles. Los que elegimos para cenar no estaban nada mal y casi no picaban. El agua lo cogimos en la sala de espera de un depósito que hay para estos menesteres.
Buenos, ya llega el momento de embarcar en el tren. Nos toca en un vagón lleno de "chavales" que parecen estudiantes. Ya nos sentamos y al poco empiezan a hablarnos (hablaban bastante bien inglés). Al final resulto ser un grupo de trabajadores de LG que estaban en una especie de convivencias. Pero claro como son tan delgaditos, con esos cuerpos sin formar y sin barba....pues es que parecían estudiantes! La verdad es que muy majetes; estuvimos charlando un buen rato.
A las 22,30 nos apagaron las luces y a dormir.