Un poco antes de la hora que habíamos quedado llegó en bus que nos llevaría al aeropuerto. Fuimos recogiendo a más gente y en 45min llegamos al aeropuerto (mucho antes de lo que esperábamos). Total que nos acercamos a la fila de turkish, y ya allí nos empiezan a hacer preguntas, que si a donde íbamos, que íbamos a visitar... Nos dan el ok y facturamos las maletas. Como habíamos oído que suele haber mucho lío al pasar los controles en este aeropuerto, nos fuimos directamente pero sinceramente a penas tardamos unos minutos y follón ninguno.
Bueno, llegamos a Israel, que bien! Pasar el control tampoco fue ningún lío, más preguntas y ya está. No nos sellaron el pasaporte y nos dieron una tarjeta azul que equivaldría al visado. Recogidas las maletas, nos dirigimos a la estación de tren del aeropuerto siguiendo las indicaciones. Tuvimos que bajarnos tras una sola parada en la estación de tren de HaHagana. Como sabíamos que la estación de buses estaba al lado, aprovechamos para acercarnos y comprar el bus nocturno para el día siguiente con destino a Eilat. Es un poco lío de estación, así que básicamente seguimos las indicaciones de Egged, que es la compañía que baja a Eilat (subiendo dos pisos). Después salimos a la acera de en frente y cogemos el sherut 16 que nos llevaba a la estación de bus de Carmelitas que está junto al hotel (desde la parada en la que te deja el bus en la calle, seguir recto tres o cuatro calles y se llega a la calle del hotel Eden). En el camino vemos la playa, que chulada!
Bueno, llegamos a Israel, que bien! Pasar el control tampoco fue ningún lío, más preguntas y ya está. No nos sellaron el pasaporte y nos dieron una tarjeta azul que equivaldría al visado. Recogidas las maletas, nos dirigimos a la estación de tren del aeropuerto siguiendo las indicaciones. Tuvimos que bajarnos tras una sola parada en la estación de tren de HaHagana. Como sabíamos que la estación de buses estaba al lado, aprovechamos para acercarnos y comprar el bus nocturno para el día siguiente con destino a Eilat. Es un poco lío de estación, así que básicamente seguimos las indicaciones de Egged, que es la compañía que baja a Eilat (subiendo dos pisos). Después salimos a la acera de en frente y cogemos el sherut 16 que nos llevaba a la estación de bus de Carmelitas que está junto al hotel (desde la parada en la que te deja el bus en la calle, seguir recto tres o cuatro calles y se llega a la calle del hotel Eden). En el camino vemos la playa, que chulada!
Nada más llegar nos encantó el hotel, aunque luego nos dijeron que realmente estábamos alojados en otro de los edificios que tienen en la zona. El hotel está situado en el barrio yemení; se trata de un barrio de casitas bajas bastante bohemio, con mucho verde y desde luego con muchísimo encanto. Hay un montón de terrazas y sitios para comer y además está al lado del Mercado del Carmel.
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Como nuestra habitación aun no estaba lista nos fuimos a dar una vuelta por la zona. El Carmel es un mercado vivo y ameno. Está lleno de gente de allí que van a comprar sus cosas del día a día, no hay tiendas de souvenirs...vamos totalmente recomendable. Después nos fuimos a comer a la misma calle de nuestro hotel en una terraza. No sabíamos muy bien que pedir y casualmente el camarero hablaba español ya que había vivido en España. Nos comentó que estábamos en un garito con las de 70 años de vida, con bastante fama en la ciudad por su humus. Nos pedimos un humus básico con garbanzos, huevo y cebolla y otro con una salsa de tomate y huevo, unos platitos pequeños que no pudimos acabar porque llenan muchísimo. Va acompañado de pan y cebolla (usan la cebolla a modo de cuchara para comer el humus). Es un sitio totalmente recomendable y sin duda fue el mejor humus que comimos en todo nuestro viaje.
Volvimos al hotel y nos dieron la habitación en otro edificio en una calle perpendicular al hotel principal. Descansamos un poco para bajar la comida en la terraza que tienen para usos comunesy empezamos a pensar que hacer, ya que teníamos pensado visitar Jaffa esa tarde; pero es que la idea de ir a la playa era bastante apetecible. Acabó ganando la idea de la playa y dejamos visitar Jaffa para la noche, que no sería lo mismo, pero...
La zona de la playa es muy moderna y se parece a cualquier resort en cualquier parte del mundo. Hay gente pero no es agobiante. Se ve claramente la diferencia entre los judíos que se comportan como nosotros, totalmente occidentalizados, y los árabes que van en pequeños grupos, completamente vestidos y mirando a las chicas... Empezamos a ver las diferencias del país. Hay varias personas con perros en la playa, preguntamos y nos dijeron que realmente no estaba permitido en esas playas pero que no solían poner multas. Pasamos allí la tarde hasta que casi anocheció.
La zona de la playa es muy moderna y se parece a cualquier resort en cualquier parte del mundo. Hay gente pero no es agobiante. Se ve claramente la diferencia entre los judíos que se comportan como nosotros, totalmente occidentalizados, y los árabes que van en pequeños grupos, completamente vestidos y mirando a las chicas... Empezamos a ver las diferencias del país. Hay varias personas con perros en la playa, preguntamos y nos dijeron que realmente no estaba permitido en esas playas pero que no solían poner multas. Pasamos allí la tarde hasta que casi anocheció.
Nos volvimos al hotel a ducharnos y salimos rumbo a Jaffa caminando. Está como a 15min y es un paseo con la playa muy agradable. Empezamos a caminar y nos sorprende la gran cantidad de gente que hay en el parque frente a la playa. Nos damos cuenta que son todos árabes y que en grupitos tienen montados el chiringuito con barbacoas, sillas, mesas... Al principio creíamos que debía de ser algo habitual, pero que va, seguían celebrando celebrando la fiesta del cordero, y vaya fiestón que tenían montada! Seguimos camino a Jaffa y nos dimos una vuelta.
Supongo que nos perdimos bastante de la zona ya que todo estaba cerrado pero aun así el área es muy bonita, todo de piedra, bien iluminado.
Cenamos por la zona y nos volvimos en el bus 25 que nos deja en la intersección de Allenby y Carmel, a un paso del hotel.