A las 6 de la mañana sonó la alarma, costó un poco pero nos levantamos. Nos pillamos las mantas con las que habíamos dormido y nos las echamos por encima porque hacía bastante frío. Aun era de noche pero a lo lejos se veían las primeras luces del amanecer. Tardó casi una hora en amanecer realmente pero mereció la pena sin duda.
Después de desayunar nos estaban esperando los camellos que habíamos contratado para volver al pueblo. Como broma está bien pero sinceramente creo que fue un error. Lo hicimos para aprovechar un poco más el día en el desierto, ya que nos parecía que irnos a primera hora del desierto era desaprovechar un sitio tan especial. La ruta que en coche seguro que hubiera llevado 15min, en camello se hizo eterna, casi 2 horas; es incomodo pero también es cierto, que te permite ver el camino con tranquilidad.
Otro problema fue que al llegar al pueblo ya se había ido el bus que sale por la mañana a Petra (nos dijeron que es el único que hay al día). En la oficina nos ofrecieron un taxi pero por JD40, lo cual nos pareció una burrada. Nos acercamos al centro de visitantes para ver si encontrábamos algo más barato o quizá otros turistas para compartir un taxi. Finalmente, nos llevo un taxi por JD20 (nos dijo que solo nos cobraba ese precio porque era de Petra y tenía que volver... Vete tú a saber).
Una vez en Petra, en el hotel y tras una duchita, acabamos bajando a la piscina. Realmente habíamos pillado el hotel en Petra por dos razones, una que estaba cerca de la entrada del sitio arqueológico y otra porque tenía una piscina para poder relajarnos después de la pateada. Como todo en ese hotel resultó ser una autentica m..... El agua estaba helada, literal, y no te podías meter (a unos alemanes que se metieron, la gente les aplaudió).
En la propia recepción nos vendieron unas entradas para el espectáculo de la noche (parece ser que algún cliente se las había dejado colgadas). También pedimos información de buses para volver a Aqaba dos días después. Nos dijeron que nos podía reservar asientos en un bus para las 11 de la mañana, lo cual no nos venia mal, para poder ir un rato por la mañana el segundo día de visita a Petra.
Hacia las 7pm o así nos fuimos a la entrada y empezamos a bajar el camino a través del Siq acompañados de farolillos. Y por fin llegamos al Tesoro. Ufffff que impresión, no me podía creer que estábamos allí. El espectáculo en si no me parece nada interesante, pero el marco es impresionante.
Una vez en Petra, en el hotel y tras una duchita, acabamos bajando a la piscina. Realmente habíamos pillado el hotel en Petra por dos razones, una que estaba cerca de la entrada del sitio arqueológico y otra porque tenía una piscina para poder relajarnos después de la pateada. Como todo en ese hotel resultó ser una autentica m..... El agua estaba helada, literal, y no te podías meter (a unos alemanes que se metieron, la gente les aplaudió).
En la propia recepción nos vendieron unas entradas para el espectáculo de la noche (parece ser que algún cliente se las había dejado colgadas). También pedimos información de buses para volver a Aqaba dos días después. Nos dijeron que nos podía reservar asientos en un bus para las 11 de la mañana, lo cual no nos venia mal, para poder ir un rato por la mañana el segundo día de visita a Petra.
Hacia las 7pm o así nos fuimos a la entrada y empezamos a bajar el camino a través del Siq acompañados de farolillos. Y por fin llegamos al Tesoro. Ufffff que impresión, no me podía creer que estábamos allí. El espectáculo en si no me parece nada interesante, pero el marco es impresionante.
Tras salir, cenamos algo rápido y nos fuimos a dormir ya que al día siguiente queríamos levantarnos pronto para entra a Petra.