Después de las Changs de la noche anterior, nos cuesta una barbaridad salir de la cama. Miro el reloj y son las 11.00!!!


Llegamos al estadio y allí estaba June, quien nos presenta a su entrenador y a otro chico de Tahití (Que habla español perfectamente pero con acento Argentino). Estuvimos allí probando cositas en el ring, y escuchando las historietas del entrenador, que nos contaba sus batallas en el Estadio Nacional de Bangkok. Nos echamos unas buenas risas y cuando nos cansamos fuimos a tomar unos zumos naturales a un bar.
June nos dijo que nos iba a llevar a comer a su restaurante favorito, así probaríamos la auténtica comida tailandesa. Así que animados por experimentar nuevos gustos en nuestro paladar, fuimos paseando al famoso restaurante favorito de June, bajo un sol que apretaba con ganas. Llegamos al restaurante... más que un restaurante era un local con mesas de plástico, taburetes de plástico y una mujer cocinando todo al aire libre, con un montón de ollas gigantes. Nos dice que es comida típica de Isan (zona nordeste de Tailandia). Nos pedimos una especie de fideos con verduras y ensalada, y un poco de pollo a la barbacoa. Nos trae los cuencos de las especies, con todas las clases de guindillas habidas y por haber, y empezamos a comer. El pollo estaba riquísimo pero los noodles?? Madre mia eran fuego! y eso que no le había echado ninguna especie, y era "Mai Pet/No spicy/Sin Picante!" Jesús estaba como un tomate y no quería mas, y yo, que me gusta el picante, intenté terminarlos, pero no pude. Ella se los comía y le añadía mas guindilla, puesto estaban poco picantes

Vimos algunos templos, de estos que son gratuitos donde van los tais a rezar, pero que al final te parecen todos iguales, porque hay uno en cada esquina. Después fuimos a ver la Thapae Gate, que aún no la habíamos , y paseamos por el parque junto al canal, alucinando con la cantidad de peces que había. Ya se acercaba la hora de irnos, puesto nuestro avión salía a las 18:30, así que fuimos al Mickey's Bar a tomarnos la última cerveza de Chiang Mai, a recoger las maletas, y dirección al Aeropuerto por 50 Baths con un Songthaew.
Una vez en el Aeropuerto, todo perfecto, es pequeño y llegamos una hora antes del vuelo. Facturamos las mochilas, pasamos el control, y al poco rato estamos ya subidos en el nuestro autobús con alas de Air Asia! Nada que ver con los de Emirates, pero estaba súper nuevo. Somos los únicos europeos en el vuelo, todos son tais, chinos, koreanos o malayos. Llegamos a la hora prevista o incluso antes a Hat Yai, y había estado lloviendo todo el día. Al bajar del avión, vemos que ya nada tiene que ver con el norte. Todas las chicas llevan velo, son casi negros, delgados y no hay tan buen rollito como en el norte.
Salimos del Aeropuerto y pregunto cuanto vale un Taxi a Pak Bara (Muelle desde donde sale el Speedboat a Koh Lipe) y me dice que 2500 Baths!!!

En la minivan estuvimos charlando con un chico de Malasia, el cual me explico que en Hat Yai no había nada, mas que un mini mercadillo nocturno y un poco de fiesta con chicas por la noche. Me explicó que era una ciudad de paso para todos los malayos que viven en el norte de Malasia, puesto que Kuala Lumpur queda lejos. El conductor nos deja en el Cathay Guest House, y nos dice que aquí podemos comprar el ticket de minivan+ferry a Koh Lipe, pero que ahora esta cerrado y tiene que ser por la mañana en la Agencia de viajes. Subimos de todas formas a ver si tiene habitaciones, pero esta lleno. Vemos otro enfrente que se llama Metro y allí vamos. Vale 600 Baths la noche, con aire acondicionado y Tv por cable. El tipo dice que no se pueden ver las habitaciones, y nos enseña una foto, pero queremos cenar, son casi las 22:00, así que le pagamos y rezamos para que este bien. Subimos a la 5 planta, y al abrirse el ascensor, parece que estamos en una cárcel, todo pintado en verde, y no pinta muy bien la verdad, pero al abrir la puerta de la habitación, aún nos sorprendió, estaba bien, las camas eran cómodas, ducha correcta, el aire funcionaba bien... lo único que nos llamó la atención fue que la puerta tuviera 5 cerrojos, la cual cosa hizo que cogiéramos todo lo de valor y nos lo lleváramos a cenar con nosotros.
Íbamos por la calle, y pasaban unas ratas como perros, y nosotros en chancletas.. todo lleno de basura, no había nadie apenas, todo oscuro, y la verdad que no daba muy buen rollo. Pero bueno giramos un par de calles y de golpe todo cambió, una plaza, el mercadillo ... y un Mc Donald's... así que visto el panorama, hoy tocaba hamburguesa. Todo estaba lleno de chinos y malayos, mucho velo y musulman, en el mercadillo, se palpaba una atmósfera totalmente distinta a la del norte, te sentías inseguro la verdad. Montón de tuk-tuks ofreciendo chicas... así que nos fuimos al hotel rápido, que habia que madrugar para comprar nuestro billete a Koh Lipe a primera hora. Vimos un 7 Eleven y compramos agua, zumos y galletas para desayunar.