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Tras despertarnos tranquilamente hicimos las maletas y check out, luego nos acercamos al centro de buceo para despedirnos y recoger nuestros carnets. El servicio de recogida en hotel que incluía nuestro billete al parecer no podía adentrarse en donde estaba nuestro hotel, así que teníamos que caminar como 10 min. Hasta donde pudieran recogernos... Total que para caminar 10 ya caminábamos 15 y directos al muelle.
El barco desde Koh Tao hasta Chumphon a pesar de ser un catamarán speedboat se meneó como si le fuese la vida en ello, y una vez llegados al puerto de Chumphon un bus nos recogía directamente para llevarnos hasta Bangkok.
Tras un largo viaje llegamos a Khao San road, Bangkok a las 02:00 de la madrugada. Check in en el hotel Rambuttri Village Plaza(que estaba a apenas 5 min de donde nos dejó el bus), y a dormir. Reservamos la habitación más cara(1200 Bahts/30€) y mereció la pena, porque tenía aire acondionado, minibar y dvd(donde de paso pudimos probar nuestras adquisiciones en los diversos mercados de DVD's piratas que recorren la ciudad).
Nuestro primer día en Bangkok, decidimos recorrer la zona turística a pie. En unos 25 min. Nos plantamos en el Palacio Real, donde con la entrada (500 Bahts) te prestan ropa larga por si no vas adecuadamente vestido. El palacio, muy grande, muy dorado, muy bonito y muy lleno de gente... He de reconocer que tras 30 dias viendo templos y palacios, uno ya se impresiona poco. Nos gustó más aún sin embargo, el Wat Poh, a apenas 10 min. del palacio, donde yace un gigantesco Buda tumbado(reclining Buddha), y además el templo tiene muchos chedis, págodas y estatuas.
Habíamos comido algo en un mercadillo junto al palacio y tras el Wat Poh nos entro algo de modorra, así que nos fuimos al hotel, a echar la siesta y probar la piscina, luego dimos una vuelta por la popular Khao San road, y la cual sin embargo nos decepcionó un poco... Esperábamos garitos de perdición y un mundo de descontrol, y sin embargo a parte de los vendedores de carnets falsos(te hacen un carnet de conducir, o periodista, o estudiante, falso en 20 minutos y por 20€), no hay mucha diferencia de los mercadillos que ya habíamos visto. En lo que a juerga y locura se refiere, nada comparado con lo que ya habíamos visto en la playa de Patong(Phuket), así que tras cenar algo barato y comprar alguna chorrada en los puestecillos nos fuimos a dormir.
A la mañana siguiente queríamos visitar el mercado flotante. Con calma nos dirigimos al muelle n.9(tras el palacio) de una red de barcos que funciona cual servicio de autobús, haciendo varias paradas a lo largo del río Chao Praya. Allí habíamos visto el día anterior que hacían tours por el mercado flotante, así que contratamos uno(900 Bahts barco privado) que decían que iba al pequeño, y que el grande estaba fuera de Bangkok. El recorrido entre los canales de la ciudad nos encantó, si bien lo que llaman mercado flotante pequeño son 3 señoras en una piragua cada una, vendiendo cerveza, abanicos e imanes... Obviamente al servicio de la compañía de tours para justificar que eso era un mercado flotante. En fin, para otra vez iremos al grande aunque esté lejos.
Tras recorrer los canales pusimos rumbo a las asfixiantes calles del barrio chino. Una muchedumbre ocupa los estrechísimos callejones, y era muy difícil andar. Junto al mismo el templo del gran Buda dorado. Aunque la mayoría de los Budas en Thailandia están pintados de dorado. Este resulta ser de oro macizo... Bastante bonito sin duda.
Al salir picamos algo rápido y comenzamos nuestra rocambolesca historia en Bangkok.
Volviendo hacia chinatown, un tipo con aspecto de vigilante de seguridad nos dice que está cerrado hasta las 18. Nos hace las típicas preguntas sobre de donde somos, nuestro viaje, etc. Y nos recomienda visitar varios sitios que nos marca en el mapa. Nos para un tuk tuk que pasaba por la calle y se despide. Hasta aquí nada sospechoso, ya que mucha gente en Tailandia se muestra muy amigable(no todos por supuesto, pero algunos incluso desinteresadamente). Le pedimos al Tuk Tuk que nos lleve al punto mas cercano que este tipo había marcado en nuestro mapa: el buda negro, aparentemente desconocido.
Al llegar a un templo vacío, sin turistas, nuestra alegría es suprema. Encima el tuk tuk nos ofrece esperarnos gratis para llevarnos a donde quisiésemos luego. El templo es bastante bonito, y allí encontramos a un señor de mediana edad, que nos cuenta ser el arquitecto del templo, que había trabajado por todo el mundo y había acabado aquí. Nos pregunta que queríamos ver en Bangkok y le mostramos nuestro mapa, indicándole el segundo punto marcado por el primer "vigilante" una especie de exposición de antigüedades y productos manufacturados, y zas... Nos suelta el anzuelo. Nos cuenta que precisamente ahí él acostumbraba a comprar un par de joyas cada vez que viajaba ya que se venden muy bien en el extranjero, y el sacaba hasta el doble de su valor vendiéndolas en Dubai. Precisamente nuestro próximo destino. Cuan afortunados nosotros! El arquitecto nos recomienda entonces ir a una tienda llamada Color Gems donde nos ofrecerán rubíes de primera y con muy buenos descuentos. Nos emocionó tanto tal casialidad que no nos importó que el Buda negro estuviese en reparación y no se pudiese ver.
Saliendo del templo le pedimos al tuk tuk que nos llevase a esta exposición. Durante el viaje, y a pesar de nuestra ilusión por poder hacer un buen negocio, le menciono a Raquel, que aunque iríamos a echar un vistazo, anduviésemos alerta ya que recordaba un poco a aquella escena de "Los Tramposos" con Antonio Ozores y Tony Leblanc haciendo "el timo de la estampita". Sin embargo, para que negarlo a mi los ojos se me hacían chiribitas ante ese tipo de negocio.
Al llegar a esta exposición, resulta ser una tienda, bastante elegante(aunque con tintes horteras al estilo Thai), nos reciben invitándonos a un vaso de agua y nos empiezan a enseñar anillos y joyas, materiales de los cuales nuestros conocimientos son nulos. A Raquel le gusta un anillo, el negocio parece serio, estable(no parecía que pudiesen desmontar dicha tienda, si no más bien que llevaban ahí años) y nos muestran su propio taller diciéndonos que lo adaptan a medida en 20 minutos, al igual que nos entregan un certificado de la pureza del Rubí incrustado. El precio 22.000 Bahts, que con el descuento queda en 19800(450€). Nos decimos a nosotros mismos que si es verdad que lo vendemos sacamos buena tajada, y que si no era un buen recuerdo. Tras comprarlo nos ofrecen más, y nos tenemos que contener diciéndonos que si funciona, ya volveríamos a hacerlo a mayor escala.
Tras esto queríamos ir al Pantip Plaza, un dantesco centro comercial con miles de puestecillos, todos ellos dedicados a la electrónica, desde dvd's y teléfonos móviles piratas, a ordenadores y componentes. En éste nos entro la locura consumista y acabamos volviendo con un fantástico mini ordenador para conectar a la tele en casa, teclado y cascos inalámbricos, y un samsung galaxy S3(telefono cósmico) que aunque tan falso como económico prometía buen resultado.
Total, que en el día le pegamos un gran mordisco a la tarjeta de crédito, así que nos fuimos al hotel con nuestras 10 bolsas acaparando el tuk tuk, y cenamos en el 7 eleven para intentar compensar.
A la mañana siguiente, ya mas serenos, descubrimos que el ordenador que habíamos comprado era muy buena compra, ya que amazon lo vendía 100€ más caro. Sin embargo al poner Buda Negro(black Buda) en google vimos un sin fin de blogs relatando la historia de sus timos. En todos ellos contando una historia similar a la nuestra.
Avergonzados de nuestra ingenuidad, decidimos llamar a la tienda, pero nadie respondía, ir a la policía, donde no nos hacen ni el más remoto caso. Así que decido pedir a un tuk tuk que nos lleve a la tienda (con la idea de conseguir una devolución a costa de destrozarles el local), pero al ver la factura nos dicen que no, y salen escopetados. Lo intento incluso escribiendo la dirección en un papel y diciendo que queríamos ir a comprar joyas. Pero el tuk tuk nos lleva entonces a otra tienda. Finalmente desistimos, y tras comer algo insisto a Raquel, que ya quería abandonar y olvidar el tema, y aseguraba que le gustaba el anillo y quería quedárselo, y en plena discusión, encontramos un tuk tuk que sin conocer el sitio hace todo lo posible por encontrarlo preguntando a la gente por la calle e incluso haciendo varias llamadas. El caso es que finalmente llegamos al lugar. Raquel enfadada porque quería olvidarse del tema se queda esperando fuera, y yo entro a armarla. Sorprendentemente en apenas 20 minutos he conseguido que acepten la devolución, y un recibo de la devolución en la tarjeta de crédito(no mencioné el mundo timo para no ofender, ni entrar en una discusión sobre la autenticidad del anillo, que yo por mis conocimientos, no podía ganar), y nuestro tuk tuk nos espera para llevarnos de nuevo al hotel. Sólo quedaba esperar 3 ó 4 días para ver que la devolución se hacía efectiva en la cuenta(y así sucedió).
Era nuestra última noche en Bangkok, y fuimos al mercado nocturno de Patpong, tiene una calle peatonal con más puestos de lo mismo y locales de striptease y ping pong a ambos lados, sin embargo al llegar al final, descubrimos que era el epicentro de uno de los mítines del movimiento revolucionario "Shutdown Bangkok", que nos costo varios cambios en nuestro viaje de Malasia a Tailandi el día 12 (Todo estaba organizado para el 13 así que cortaron la lineas de tren para impedir que se colapsara Bangkok. Aprovechamos la oportunidad para echar un vistazo (siempre temerosos de meternos en algún follón) pero guardando las distancias, nos compramos un par de camisetas a modo de souvenir y nos volvimos al mercado a cenar y tomar una copa en uno de esos ping pong show. Esta vez mucho más barato que en Patong(300 Bahts de entrada +100 por cada cubata por los 500 por cerveza y 1000 por cubata que costaban en la playa de Phuket). Y tras ver el show completo nos volvimos a Khao San en taxi para tomar la última. Allí nos adosamos a una graciosa pareja de ingleses maduros con los que echamos unas risas, nos compramos un globo de Helio que al día siguiente fue las delicias de la piscina, y echamos el resto.
Al amanecer un importante dolor de cabeza rezumaba por toda la habitación. Tampoco ayudaban las obras frente al hotel. Así que solicitamos late check out y nos desplazamos a agonizar en la piscina(eso si con nuestro globo de helio convenientemente atado). Amenicé mi resaca leyendo artículos sobre el movimiento "Shutdown Bangkok" Comimos frente al hotel y esperamos para que nos recogiera una furgoneta gestionada por el hombre menos gentil de Tailandia, que primero quiso cobrarnos más por llevar varias maletas, tras enfrentarse a mi me ofreció abandonar la furgoneta (invitación que muy a mi pesar no estaba dispuesto a aceptar), y por último nos hizo portar las maletas sobre nuestras rodillas por no querer pagarle esa "propina".
Una forma triste de despedirnos de este maravilloso pais que nos ha tratado tan bien y nos ha encantado. El caso es que llegamos al aeropuerto con todas nuestras maletas, cenamos algo y nos preparamos para 16 horas de viaje Bangkok-Cairo-Dubai.
Adios Thailandia. Kop-un-kap(gracias).
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