Entre las olvidadas montañas del Occidente, a la sombra de los populares Picos de Europa, se ha conservado el mejor bosque atlántico de toda España, la mayor extensión de roble albar de la Península y una de las mayores de Europa. Muniellos es un recuerdo perdido del Paraíso Terrenal que se ha conservado de forma admirable desde que lo comprase el estado, allá por los años setenta, y que hoy se abre a las visitas de forma restringida como legado a las futuras generaciones
La ruta la hicimos el jueves 5 de junio. Para hacerla requiere un permiso especial que se obtiene del Principado de Asturias, solo 20 personas pueden acceder al día. El 15 de diciembre salen las plazas del año siguiente, los días de por semana que no sean de julio y agosto sobran plazas (nosotros hicimos la reserva un par de semanas antes y sobraron 6 plazas al final), pero tanto julio y agosto como los fines de semana y puentes requieren reservar con varios meses de antelación, por lo que las condiciones meteorológicas son una auténtica lotería. La reserva se realiza aquí:
sede.asturias.es/ ...030a0aRCRD
Nosotros tuvimos suerte y nos tocó un día perfecto, de sol sin que pegara demasiado y nada de niebla ni lluvia, lo que hubiera estropeado la ruta por completo. Decir que no es ningún paseo, la ruta más larga es dura y el cansancio psicológico está ahí, da la sensación de no avanzar y el firme hace que no se tenga un buen ritmo de marcha, se echan unas 8 horas en cubrir el recorrido contando con las paradas y se hace eterna, pero es un regalo para la vista. Hay que ir una vez en la vida como mínimo a este secreto tan bien guardado del Paraíso.
COMO LLEGAR
La ruta arranca en Tablizas, en la caseta del guarda. Para llegar hay que ir hasta Cangas del Narcea (para ello se va por la A-8 hasta la salida de Soto del Barco-Pravia y se va hacia Cornellana hasta que encontremos las señales de Cangas del Narcea; o si vamos desde Oviedo o Gijón tomamos la A-63 -la autopista a Grado- hasta que se acabe y seguimos la señalización) una vez en Cangas debemos ir siempre hacia Degaña, y a partir de ahí hay cartelería de Muniellos.
DATOS TÉCNICOS
Distancia: 23,4 kms
Dificultad: Media
Desnivel positivo: 836 metros
Itinerario: Circular
Cota máxima: Lago Grande (1450 metros)
Niños: Solo si están muy acostumbrados a caminar, es demasiado dura. Tienen la alternativa de la ruta por el río, bonita y mucho más fácil
Señalización: Nula, solo un cartel en el cruce de las lagunas. No hay pérdida de todas maneras.
LA RUTA
La ruta comienza en la casa del guarda, donde la amable guardabosques nos explica la ruta y las opciones que tenemos, además de darnos consejos útiles para caminar por esta reserva natural. Elegimos hacer la ruta completa empezando por la parte más difícil, el Robledal, para llegar a las Lagunas y bajar por el Río.
Así empezamos a subir desde el principio, internándonos en el mayor robledal de la Península, dejando al lado preciosos arroyos que bajan cargados de las aguas del deshielo y de las lluvias de los útlimos días
El robledal se asienta en las laderas de varias montañas, que nosotros vamos a cortar tras ganar altura y la cota de 1.200 metros más o menos. Así tendremos una gran parte del camino hacia las Lagunas practicamente llana. Las laderas son de piedra suelta que está aguantada por las raíces de los árboles, es algo increible.
Pero lo mejor es cuando llegamos a un pequeño claro y tenemos la visión del valle del Río Muniellos y de todas las montañas que lo rodean, cubiertas completamente de bosque. Es una sucesión de imágenes espectaculares y que explican el porqué de tanta protección de esta Reserva Natural
La sucesión de laderas cubiertas de verde es infinita y la dureza mental y psicológica de la ruta (se nos hizo eterna, no es un paseo para nada, da la impresión de que no avanzas) merece la pena por tener estas vistas tan privilegiadas. Los bosques se extienden allá donde llega la vista y se acercan mucho a las cimas de algunos de los picos de este extremo occidental de la Cordillera Cantábrica. Como siempre las fotos desmerecen el lugar, la sensación de tranquilidad y de estar inmersos en la naturaleza es indescriptible.
Llegados a un claro, miremos hacia donde miremos solo vemos bosques, es precioso, es el Paraíso.
Tras llegar al cruce de las Lagunas empezamos a subir a la primera, es un camino fácil y está en el fondo del valle, en una de las paredes, por lo que las vistas al mirar hacia atrás son de todo el Valle de Muniellos con laderas cubiertas de bosques y fuera ya de la reserva de parte del concejo de Cangas de Narcea, muy verde y plagado de sierras.
La primera es la Laguna de la Isla, llamada así por tener una pequeña isla en el centro, la mejor forma de verla es por el camino que sube hacia la segunda (se toma dejando a la derecha la primera)
Para acceder a la segunda debemos ascender por el lecho seco de un arroyo, sin duda la parte más dura de la ruta, pero las vistas lo merecen. Esta es la Laguna La Honda
Llegamos derrotados sin ganas de subir a la tercera, pero un grupo de excursionistas (las únicas personas con quienes nos cruzamos en todo el día) que bajaban nos dijeron que estaba a unos 100 metros, y así es como llegamos a la Laguna La Grande, la más bonita de las 3 que hay en lo alto de Muniellos (realmente hay 4, pero la cuarta es muy pequeña e inaccesible)
Comimos en unas rocas en la orilla de la segunda e iniciamos el complicado descenso, y es que había una parte que la ladera caía con piedras sueltas y había que bajar por un pequeño corte en la pendiente que daba algo de miedo, sobre todo porque al pisar las piedras te bajaban 1 o 2 metros, pero sin mayor problema. En este tramo si miramos hacia la derecha tenemos la que fue, sin duda, la mejor vista del día, con la Laguna La Isla como protagonista y todo el Valle de Muniellos conformando un precioso fondo.
Volvemos al cruce y nos lanzamos por la Senda del Río, que baja hasta la altura del Río Muniellos para recorrer el fondo del valle, son 6.5 kms que se nos hicieron eternos, el río baja muy alegre formando saltos de agua y varios puentes lo cruzan, pero como ya nos había advertido la guardabosques íbamos pensando en llegar al coche y no le prestamos demasiada atención; una pena que el cansancio nos impidiera disfrutar de esta maravilla.
Lo increible de Muniellos es que aúna un robledal, lagunas y unas pequeñas foces; por separado todo sería precioso, pero junto hace que sea un espacio único e incomparable con nada más; cuna de muchas leyendas de la mitología asturiana y un espacio tremendamente protegida; en conclusión, nos sentimos tremendamente afortunados, puesto que ayer pudimos disfrutar en unas condiciones ideales del secreto mejor guardado de esta tierra que tanto enamora.
Y ya sabeis, si os gustó dejar los puntinos, y si quereis sugerir o aconsejarnos alguna ruta o lugar que ver, no dudeis en hacerlo.
Un saludo viajeros!
Volver al índice de rutas: www.losviajeros.com/ ...hp?e=33243
La ruta la hicimos el jueves 5 de junio. Para hacerla requiere un permiso especial que se obtiene del Principado de Asturias, solo 20 personas pueden acceder al día. El 15 de diciembre salen las plazas del año siguiente, los días de por semana que no sean de julio y agosto sobran plazas (nosotros hicimos la reserva un par de semanas antes y sobraron 6 plazas al final), pero tanto julio y agosto como los fines de semana y puentes requieren reservar con varios meses de antelación, por lo que las condiciones meteorológicas son una auténtica lotería. La reserva se realiza aquí:
sede.asturias.es/ ...030a0aRCRD
Nosotros tuvimos suerte y nos tocó un día perfecto, de sol sin que pegara demasiado y nada de niebla ni lluvia, lo que hubiera estropeado la ruta por completo. Decir que no es ningún paseo, la ruta más larga es dura y el cansancio psicológico está ahí, da la sensación de no avanzar y el firme hace que no se tenga un buen ritmo de marcha, se echan unas 8 horas en cubrir el recorrido contando con las paradas y se hace eterna, pero es un regalo para la vista. Hay que ir una vez en la vida como mínimo a este secreto tan bien guardado del Paraíso.
COMO LLEGAR
La ruta arranca en Tablizas, en la caseta del guarda. Para llegar hay que ir hasta Cangas del Narcea (para ello se va por la A-8 hasta la salida de Soto del Barco-Pravia y se va hacia Cornellana hasta que encontremos las señales de Cangas del Narcea; o si vamos desde Oviedo o Gijón tomamos la A-63 -la autopista a Grado- hasta que se acabe y seguimos la señalización) una vez en Cangas debemos ir siempre hacia Degaña, y a partir de ahí hay cartelería de Muniellos.
DATOS TÉCNICOS
Distancia: 23,4 kms
Dificultad: Media
Desnivel positivo: 836 metros
Itinerario: Circular
Cota máxima: Lago Grande (1450 metros)
Niños: Solo si están muy acostumbrados a caminar, es demasiado dura. Tienen la alternativa de la ruta por el río, bonita y mucho más fácil
Señalización: Nula, solo un cartel en el cruce de las lagunas. No hay pérdida de todas maneras.
LA RUTA
La ruta comienza en la casa del guarda, donde la amable guardabosques nos explica la ruta y las opciones que tenemos, además de darnos consejos útiles para caminar por esta reserva natural. Elegimos hacer la ruta completa empezando por la parte más difícil, el Robledal, para llegar a las Lagunas y bajar por el Río.
Así empezamos a subir desde el principio, internándonos en el mayor robledal de la Península, dejando al lado preciosos arroyos que bajan cargados de las aguas del deshielo y de las lluvias de los útlimos días
El robledal se asienta en las laderas de varias montañas, que nosotros vamos a cortar tras ganar altura y la cota de 1.200 metros más o menos. Así tendremos una gran parte del camino hacia las Lagunas practicamente llana. Las laderas son de piedra suelta que está aguantada por las raíces de los árboles, es algo increible.
Pero lo mejor es cuando llegamos a un pequeño claro y tenemos la visión del valle del Río Muniellos y de todas las montañas que lo rodean, cubiertas completamente de bosque. Es una sucesión de imágenes espectaculares y que explican el porqué de tanta protección de esta Reserva Natural
La sucesión de laderas cubiertas de verde es infinita y la dureza mental y psicológica de la ruta (se nos hizo eterna, no es un paseo para nada, da la impresión de que no avanzas) merece la pena por tener estas vistas tan privilegiadas. Los bosques se extienden allá donde llega la vista y se acercan mucho a las cimas de algunos de los picos de este extremo occidental de la Cordillera Cantábrica. Como siempre las fotos desmerecen el lugar, la sensación de tranquilidad y de estar inmersos en la naturaleza es indescriptible.
Llegados a un claro, miremos hacia donde miremos solo vemos bosques, es precioso, es el Paraíso.
Tras llegar al cruce de las Lagunas empezamos a subir a la primera, es un camino fácil y está en el fondo del valle, en una de las paredes, por lo que las vistas al mirar hacia atrás son de todo el Valle de Muniellos con laderas cubiertas de bosques y fuera ya de la reserva de parte del concejo de Cangas de Narcea, muy verde y plagado de sierras.
La primera es la Laguna de la Isla, llamada así por tener una pequeña isla en el centro, la mejor forma de verla es por el camino que sube hacia la segunda (se toma dejando a la derecha la primera)
Para acceder a la segunda debemos ascender por el lecho seco de un arroyo, sin duda la parte más dura de la ruta, pero las vistas lo merecen. Esta es la Laguna La Honda
Llegamos derrotados sin ganas de subir a la tercera, pero un grupo de excursionistas (las únicas personas con quienes nos cruzamos en todo el día) que bajaban nos dijeron que estaba a unos 100 metros, y así es como llegamos a la Laguna La Grande, la más bonita de las 3 que hay en lo alto de Muniellos (realmente hay 4, pero la cuarta es muy pequeña e inaccesible)
Comimos en unas rocas en la orilla de la segunda e iniciamos el complicado descenso, y es que había una parte que la ladera caía con piedras sueltas y había que bajar por un pequeño corte en la pendiente que daba algo de miedo, sobre todo porque al pisar las piedras te bajaban 1 o 2 metros, pero sin mayor problema. En este tramo si miramos hacia la derecha tenemos la que fue, sin duda, la mejor vista del día, con la Laguna La Isla como protagonista y todo el Valle de Muniellos conformando un precioso fondo.
Volvemos al cruce y nos lanzamos por la Senda del Río, que baja hasta la altura del Río Muniellos para recorrer el fondo del valle, son 6.5 kms que se nos hicieron eternos, el río baja muy alegre formando saltos de agua y varios puentes lo cruzan, pero como ya nos había advertido la guardabosques íbamos pensando en llegar al coche y no le prestamos demasiada atención; una pena que el cansancio nos impidiera disfrutar de esta maravilla.
Lo increible de Muniellos es que aúna un robledal, lagunas y unas pequeñas foces; por separado todo sería precioso, pero junto hace que sea un espacio único e incomparable con nada más; cuna de muchas leyendas de la mitología asturiana y un espacio tremendamente protegida; en conclusión, nos sentimos tremendamente afortunados, puesto que ayer pudimos disfrutar en unas condiciones ideales del secreto mejor guardado de esta tierra que tanto enamora.
Y ya sabeis, si os gustó dejar los puntinos, y si quereis sugerir o aconsejarnos alguna ruta o lugar que ver, no dudeis en hacerlo.
Un saludo viajeros!
Volver al índice de rutas: www.losviajeros.com/ ...hp?e=33243