Qué SUBIDÓN que traigo. El concierto de Vaya con Dios espectacular. Me hubiera quedado allí escuchando a Dani Klein & Co. horas y horas. Qué gozada. Qué bien arregladas las canciones. Dios, estoy en una nube...
Mañana escribo el diario. Hoy no puedo
El trayecto desde Budapest hasta Veszprem lo he hecho en autobús, porque la parada de éste está dentro de Veszprem, mientras que el tren te deja a 4 kilómetros. Ha tardado unas 2h 15'. Compré el billete por internet (no es posible comprar muchos trayectos, pero este estaba disponible: 2.375HUF)
Me alojo en un hotel a las afueras (10 minutos andando) del casco urbano. Se llama Hotel Magister.
Reservé mediante Booking, estancia en dormitorio comunitario de 4 camas, por 15€.
Cuando he llegado, me ha sorprendido lo grande que es el establecimiento. En la planta en la que me alojo hay más de 70 habitaciones.
Lo que ha sido la leche es que me han metido en una habitación doble, con frigorífico, microondas y baño completo para mí solito... y todo por los 15€. La habitación es una pasada.
He venido a esta ciudad, no porque la conociera de antemano (si bien desde siempre me ha llamado la atención la zona del Balatón), sino porque en abril me enteré que aquí iba a recalar la última gira de Vaya con Dios. Así que compré entrada y al mes siduiente empecé a pensar en la ruta que podía hacer para pasar por aquí: ruta que estoy siguiendo en este diario.
Tampoco me hubiera importado ver el concierto de Katie Melua, pero ya no quedaban entradas.
El concierto ha sido en una plaza del casco antiguo. La capacidad era muy reducida. No creo que fueramos más de 1500 personas. Ha durado algo menos de 2 horas, de una intensidad y emoción para recordar. Todo el grupo se ha entregado a tope, los arreglos fantásticos, era imposible apreciar todo el trabajo que había por detrás cuando parecían improvisar versionando canciones propias.
Además del concierto de la noche, que es de pago, también hay otra plaza con conciertos gratuitos desde las 18:00 hasta medianoche, con el mismo estilo jazzistico del festival. Eso toca mañana.
VIERNES 18 DE JULIO
Como estaba sólo en la habitación me he dormido con la discografía de Vaya con Dios sonando suave en el portátil.
Aprovecho para desayunar en la habitación (eso que ahorro) y para el barrio del castillo de Veszprem que me voy, ya que ayer no se podía acceder hasta la noche por motivo del concierto.
Mientras me encamino para allá, paso por delante de un teatro muy chulo: Teatro Petöfi, pero que no tiene representaciones hasta acabar el festival.
Para apreciar la belleza del barrio del castillo recomiendo alejarse unos 20-25 minutos hasta el viaducto de San Esteban, cerca del Zoo (idea de la lonely).
El casco antiguo está muy ambientado por motivo del festival. Tiene muchas terrazas superchulas donde merendar algo, con gente bastante engalanada. (las fotos las he hecho hoy a primera hora de la mañana)
El ayuntamiento
El principal edificio de la zona del castillo, el Palacio arzobispal, está ocupado por el escenario de los conciertos del festival
Del resto, que en conjunto son más espectaculares que en solitario, destaca la Catedral de San Esteban
Si bien por fuera es bastante sobria, en el interior todos los muros están pintados, formando una decoración preciosa. Además de tener unas vidrieras muy bonitas. Da sensación de pulcritud, amplitud y elegancia.
La entrada-salida de la ciudadela se hace por la llamada puerta de los héroes
Donde se encuentra también la torre del fuego
Después del recorrido rápido por la ciudadela de Veszprem, me he acercado a la estación de autobuses destino Balatonfüred. Hay un montón de autobuses, de distintas compañías privadas, a cuál más antiguo.
El trayecto dura cerca de 50 minutos y cuesta cerca de los 400HUF.
Balatonfüred es muy diferente a como me lo había imaginado. Pensaba que sería algo parecido al mediterraneo español, por no citar una ciudad concreta que todos pensamos. Muy al contrario, hay muchas casas que alquilan szobas (habitaciones), pero no hay gran cantidad de hoteles (sólo he visto 1, de unas 7 alturas).
No hay playas propiamente dichas (es un lago), pero te puedes meter en muchas zonas diferentes, no cubriendo más allás del metro, en los primeros 100 metros. Es muy práctico para las familias.
El ambiente es muy agradable. Tienes muchos jardines arbolados donde descansar y hacer un picnic.
El turismo es autóctono (no he visto letreros en inglés, ni siquiera en alemán).
Al parecer, la fama de la ciudad se debe a un balneario-hospital muy activo desde el siglo pasado. Incluso el sistema nacional de salud prescribe la estancia en el mismo. El mismo Rabindranath Tagore estuvo aquí ingresado y salió curado.
Siguiendo el consejo de la lonely, otra vez, he ido a "comer" a la Cafetería Bergman, un poco alejada de la zona más populosa, cerca de la estación de tren y bus. Allí me he zampado un par de tartas y un capuccino, después de desesperar a la chica de la barra, pues no sabía por cuál decidirme.
Espectacular (1700HUF). Lo recomiendo a todo el que venga por aquí.
Con el estómago lleno, sin dar tiempo al clásico consejo "hay que hacer la digestión 2 horas", me he ido a una pequeña zona que incluye una zona termal, una pequeñísima playa y un montón de servicios hosteleros. Sorprendentemente la entrada cuesta 3€ (otros tantos si quieres ir a la zona termal).
Allí he aprovechado el tiempo durante unas 3-4 horitas. Respecto al agua, no sé. Tal vez esté más caliente que en España, pero después de haber estado en tres balnearios con temperatura media de 35ºC, pues no me ha parecido caliente. Pero no soy fiable. Supuestamente estaba cerca de 26ºC.
A la vuelta, me he detenido otra vez en la cafetería Bergman, donde me he comprado un par de helados: Mozart (tipo bombón praliné) y otro de Lavanda (sí, no me he equivocado... he flipado al leerlo y me he pedido uno)
La guía recomendaba esta cafetería por los helados. Yo, por mi parte, confirmo que la cremosidad de los helados (y sabores rarísimos) es espectacular. Tanto como la variedad de las tartas. Un acierto.
Además hay una parada de autobús para Veszprem está justo en frente.
Ya de vuelta a Veszprem, toca actualizar el diario, planificar el viaje a la siguiente ciudad (Keszthely) y dar una vueltita por el festival.