DATOS PRÁCTICOS ✏️ Diarios de Viajes de SuizaNOMBRE DEL PAÍS: Confederación Suiza o Confederación Helvética (nombre oficial derivado del latín). CAPITAL: Berna. POBLACIÓN: 7,9 millones de habitantes. El 10% de la población es inmigrante (el 22% de los trabajadores), predominando italianos...Diario: Suiza en tren con Swiss pass⭐ Puntos: 4.8 (4 Votos) Etapas: 15 Localización: SuizaNOMBRE DEL PAÍS: Confederación Suiza o Confederación Helvética (nombre oficial derivado del latín). CAPITAL: Berna. POBLACIÓN: 7,9 millones de habitantes. El 10% de la población es inmigrante (el 22% de los trabajadores), predominando italianos, alemanes, españoles y turcos. Residen 10.000 españoles que emigraron durante las décadas de los 50 y 60. Actualmente se vuelve a dar este fenómeno. El sector de población inmigrante ha llegado a Suiza atraído por su alto nivel de desarrollo y su carácter de país neutral. Los núcleos urbanos se concentran en ciudades, pueblos y aldeas ubicadas en las planicies centrales, sobre todo en las riberas de los grandes lagos. Buena parte de la población vive en localidades pequeñas, núcleos dispersos y casas diseminadas. RÉGIMEN POLÍTICO: Suiza es una República federal de 26 estados, llamados cantones. Tiene tres niveles políticos: el gobierno federal (para todo el país), 26 cantones (20 enteros y 6 mediocantones) y los municipios. En el ámbito federal, el órgano legislativo es la Asamblea Federal, que tiene dos cámaras: el Consejo Nacional (200 miembros elegidos por sistema proporcional) y el Consejo de los Estados (elegidos uno o dos por cada cantón). Los parlamentarios tienen su propio oficio y no cobran un sueldo por su función representativa, sólo dietas por las tareas vinculadas a la labor parlamentaria. Los cantones y los municipios son muy autónomos. Cada cantón tiene su propia constitución, leyes, parlamento y tribunales. Esta división descentraliza el poder porque se considera que los problemas se resuelven mejor en el nivel más cercano posible (es el principio de subsidiariedad). Suiza también se caracteriza por su sistema de democracia directa o semidirecta, ya que además de las elecciones periódicas se someten a referéndum muchas de las decisiones políticas. Se realizan una media de 4 a 5 referéndums al año y en el mismo referéndum se pregunta al electorado sobre varios temas. En ciertos cantones tradicionales todavía se reúnen periódicamente todos los ciudadanos en asambleas al aire libre y deciden las cuestiones legislativas locales. A nivel del gobierno federal, tradicionalmente se forma por una coalición de los principales partidos políticos (la llamada “fórmula mágica”): Social demócrata; Demócratas cristianos; Liberal Demócrata y la Unión de Centro Democrático, que es ultraconservador y contrario a los inmigrantes (el más votado en las últimas elecciones). El Presidente de la Confederación se elige por el Consejo Nacional y se produce rotación anual entre los diferentes ministros (consejeros federales). Este año ha sido elegido presidente el ministro de Exteriores, Didier Burkhalter (Partido Liberal), el cual no tiene más poder que los otros ministros, sólo ejerce la función de representación del país. En la ejecución de las tareas gubernamentales el Gobierno Federal es asistido y asesorado por la Cancillería Federal, que ejerce actualmente Corina Casanova (Partido Demócrata Cristiano). Diplomáticamente se caracteriza por su política de relaciones exteriores neutral, sin haber participado activamente en ningún conflicto internacional desde 1815. Suiza es la sede de varias organizaciones internacionales, incluyendo la Cruz Roja, la Organización Mundial del Comercio, una de las dos oficinas de la ONU en Europa, de la FIFA (máximo organismo de fútbol a nivel mundial), de la UEFA (mayor ente del fútbol europeo) y del COI (máximo organismo encargado de la realización de los juegos olímpicos). LENGUA OFICIAL: son 4 los idiomas nacionales: el alemán (64%), el francés (20%), el italiano (casi 6,5%) y el romanche (0,5%). El alemán se habla en el norte y centro de Suiza pero existe una gran variedad de dialectos. El francés predomina en la parte oeste y en Ginebra. El italiano sobrevive en el sur, al norte del lago Como, en el cantón del Tesino. El romanche lucha por mantenerse en una pequeña zona al sureste, en el cantón de los Grisones. Se trata de una variante del rético (lengua muerta prerromana que se hablaba en el sur de los Alpes). El romanche tiene 5 dialectos regionales, lo que dificulta su normalización. Por otra parte el inglés es el idioma más extendido para todo lo relacionado con los negocios. PRINCIPALES CIUDADES: Zúrich (376.000); Ginebra (191.000); Basilea (171.000); Lausana (140.000); Berna (130.000); Winterthur (103.000); Lucerna (77.000); San Galo (73.000) y Lugano (59.000). El número de habitantes se refiere a la ciudad y no incluye los de su área metropolitana. La ciudad de Zúrich es la más poblada, pero si se tiene en cuenta su área metropolitana tiene más habitantes Ginebra (1,2 millones frente a un millón de Zúrich). Suiza tiene el mismo huso horario que España. MONEDA: Franco suizo (CHF), que también es la moneda oficial de Liechtenstein. Suiza no pertenece a la Unión Europea. Un franco suizo equivale a 0,82 euros aproximadamente. Un euro equivale a 1,22 francos suizos aproximadamente. En las grandes ciudades y en los lugares turísticos también se acepta el euro. Se suele aceptar el euro en restaurantes, tiendas y hoteles (aunque con un cambio desfavorable) pero se necesitan francos para pequeños pagos. Un franco se divide en 100 céntimos (“rappen”, en alemán). En muchos comercios el precio, además de en francos, suele estar en euros pero vale la pena pagar en francos, si es posible, o con tarjeta de crédito. RELIGIÓN: El 46% de la población es cristiana católica y el 40% cristiana protestante. En las urbes más importantes existen influyentes minorías como los judíos. Los inmigrantes de origen musulmán han hecho aflorar esta religión que alcanza aproximadamente un 3% si bien un referéndum de 2009 prohibió la construcción de minaretes en el territorio. GEOGRAFÍA: Suiza es un pequeño país sin salida al mar, con una extensión inferior a la de Aragón y que limita al norte con Alemania, al oeste con Francia, al sur con Italia y al este con Austria y Liechtenstein. Es uno de los países más montañosos de Europa; los Alpes ocupan cerca del 60% de su territorio, en el centro y sur, mientras que otra cordillera, el Jura, lo hace en el noroeste. Suiza se puede dividir en tres áreas topográficas básicas: a) Los Alpes suizos, en el sur. Los Alpes son una cordillera de montañas altas que se extienden por varios países europeos (básicamente Suiza, Francia, Austria, Alemania e Italia). En Suiza ocupan cerca del 60% de la superficie y forman los tramos interiores de los Peninos, del Tesino, de los Réticos, del Glarona y de los Berneses. El pico más alto de Suiza es la Punta Dufour (Dufourspitze), con 4.634 metros. Entre los picos más altos de los Alpes se encuentran múltiples valles, con cascadas y glaciares. Éstos conforman la cabecera de algunos de los ríos más importantes de Europa, como el Rin, el Ródano y el Tesino. Otros ríos corren por el país y desembocan en los grandes lagos que hay en Suiza. Una de las montañas más famosas del país es el Cervino (4.478 metros), en los Alpes Peninos, formando parte de la frontera con Italia. Otros picos destacados son el Dom (4.545 metros) y el Weisshorn (4.506 metros). En los Alpes berneses, al norte de Lauterbrunnen, se encuentra un valle de Interlaken (entre los lagos de Thun y Brienz) con 72 cascadas, también conocido por las montañas Jungfrau (4.158 metros) y Eiger (3.970 metros) y otros de los valles más pintorescos de la región. En el sureste destaca el valle de Engadina, donde se encuentra el municipio de Saint Moritz y el pico más alto de la zona, el Piz Bernina (4.049 metros). b) La Meseta suiza, en el centro y parte del norte. Ocupa cerca del 30% de la superficie del país, es también llamada la Tierra Media (“Mittelland”). Cuenta con amplios valles con colinas, bosques y pastizales, usualmente utilizados para la agricultura y la ganadería. Es en esta zona donde se ubican las ciudades y los lagos más grandes de Suiza. El lago más grande es el lago Lemán, ubicado en la parte oeste y compartido con Francia. c) Las montañas de Jura, en el oeste de Suiza, en la frontera con Francia, sin superar nunca los 1.700 metros. Con montañas más bajas, redondeadas y con clima más benigno que los Alpes, ha permitido un mayor asentamiento humano. Suiza posee más de 1.000 lagos naturales y dispone de abundante energía hidroeléctrica en sus centrales. Cabe destacar el lago Lemán (compartido con Francia), el lago de Zúrich, el lago de Neuchâtel, el lago de Constanza (compartido con Austria y Alemania), Lugano (compartido con Italia), Cuatro Cantones o Biel. CLIMA: Suiza tiene un clima continental, de carácter alpino en las cordilleras, que se caracteriza por una gran variabilidad. En el sur se hace notar la influencia del clima mediterráneo, que suaviza las temperaturas. Las precipitaciones son abundantes de mayo a agosto, aunque se reducen en el sur por la influencia mediterránea. En agosto, las temperaturas oscilan entre una media mínima de 13ºC y una media máxima de 25ºC, pero al subir a los picos las temperaturas pueden descender mucho. Así, la temperatura máxima media en agosto en el monte Jungfrau (4.158 m) no llega a 2ºC. Vale la pena llevar siempre por si acaso un paraguas y algo de abrigo. ECONOMÍA: La tradicional prosperidad de la sociedad suiza y su alta capacidad económica (entre los cinco países con mayor renta por habitante del mundo) nacen de un compromiso moral asumido en los siglos XVII y XVIII, cuando el país era un territorio árido poblado por una masa de campesinos montañeses dedicados a la agricultura y al pastoreo. La mentalidad del puritanismo de la reforma religiosa protestante cuajó en los espíritus de las gentes y convirtió a Suiza en una potencia financiera y tecnológica de primer orden. El suelo no es rico y presenta obstáculos naturales. Las actividades agrícolas conservan cada vez menos peso en la balanza sectorial. Dado el predominio de las zonas montañosas y estériles, las explotaciones agropecuarias de los valles difícilmente alcanzan para cubrir las necesidades básicas de la población. Sólo la abundancia de acuíferos y pantanos ha proporcionado riego suficiente para prados y campos de labranza, además de la materia prima energética para poner en funcionamiento todo el sector hidroeléctrico. Condicionado por el déficit alimentario estructural, el laborioso suizo enfocó la economía hacia la especialización al transformar materias primas en productos elaborados que se reexportan a terceras naciones. La actividad industrial es muy importante, pese a la inexistencia de materias primas. Basan su riqueza principalmente en una mano de obra muy especializada dedicada a la fabricación de objetos de precisión, de gran calidad y muy valorados mundialmente, tales como relojes y la electrónica en general. La electrometalurgia (especialmente en lo referente al aluminio) se ha desarrollado bastante en los últimos tiempos. También recientemente las industrias química y farmacéutica, particularmente en Basilea, han experimentado un gran impulso. La industria textil tiene una gran tradición principalmente la de algodón, lana, seda (cantones de Zúrich y Basilea) y fibras artificiales. También tiene una extraordinaria industria de los derivados lácteos (leche, queso, mantequilla y chocolate). El sector terciario es igualmente muy relevante. Junto al turismo, la banca suiza ha gozado de gran protagonismo internacional, capitalizando muy sabiamente el ahorro ajeno (por aquello del secreto bancario) y gestionando inversiones y créditos que generan unas plusvalías cuantiosas. Ese secreto bancario por el que los bancos no estaban obligados a proporcionar ningún dato sobre sus cuentas ha hecho que Suiza, junto a otros destinos, se convirtiera en uno de los llamados “paraísos fiscales”. El 1 de febrero de 2013 la ley prohibió ese secreto y a partir de ese momento los bancos deben informar a los ministerios de hacienda de los países que hayan firmado con Suiza un acuerdo de transparencia fiscal (entre ellos España) sobre datos referidos a las cuentas de los inversores sobre los que se sospeche que tengan cuentas en Suiza de manera irregular. El turismo también tiene un peso relevante en la economía suiza, tanto en invierno, por las pistas de esquí de los Alpes, como en verano. No en vano los suizos se vanaglorian de haber inventado el turismo en el siglo XVIII. También crearon los trenes cremallera para ascender por las montañas. Por último, Suiza ha sabido potenciar las multinacionales de servicios creando enormes conglomerados de fábricas en los alrededores de las grandes ciudades. Suiza mantiene un intenso comercio con la Unión Europea excepto en lo concerniente a la agricultura. La economía suiza actual es una de las más estables y modernas del mundo. El índice de desempleo no llega al 4% (casi el 26% en España). GASTRONOMÍA: La cocina suiza se distingue por su variedad. En cada región se nota la influencia de la cocina francesa, alemana o italiana. Al mismo tiempo, cada cantón tiene sus propias especialidades y sus propios gustos. El problema es que muchos suizos no se sienten orgullosos de su cocina. El país tiene fama de comida “pesada”, adecuada a un trabajo duro o a un clima adverso que necesita comidas fuertes que aporten calorías. Muchos restaurantes y hoteles prefieren ofrecer un menú “internacional” y los que deseen conocer la cocina local deben escoger restaurantes especializados. Toda comida en un restaurante comienza generalmente con una sopa o crema y cada región tiene la suya típica: en Tesino la famosa sopa de verduras (“minestrone”); en Berna, la sopa de guisantes con oreja de cerdo; en el cantón de Schwyz tiene como base la mantequilla, crema de leche y harina, etc. Tras la sopa tenemos el primer plato, con una enorme variedad de posibilidades: carnes secas o ahumadas, distintos tipos de salchichas (más populares en las zonas alemanas), pescados de río o lago (trucha o salmón), quesos fuertes, huevos cocinados de distintas formas, pasteles salados calientes (tarta de queso o legumbres), champiñones frescos o secos, etc. El plato fuerte, casi siempre carne con alguna guarnición, representa la riqueza de la cocina suiza, por su cantidad y por sus ingredientes, con mucha mantequilla, una estupenda crema y excelentes salsas. Un ejemplo de un plato de este tipo es el guiso de carne troceada de ternera a la zuriquesa (“geschnetzeltes Kalbsfleisch”), preparado con mantequilla, crema, vino, champiñones y otros manjares. Generalmente no se incluye el postre, que debe pedirse por separado. La mayoría de los postres están basados en chocolate y leche. Los pasteles, ricos en mantequilla o crema batida, son parte importante de la selección, como el pastel de pera al estilo de Ginebra, el bizcocho de chocolate tipo San Gall, el bizcocho de miel de Lucerna, el pastel de cerezas al estilo de Basilea, la tarta de Kirsch de Zug (con licor de cerezas), la tarta de zanahoria de Argovia o las “lenguas de Schaffhausen”. No se puede dejar de probar los bombones. Lo más conocido en el extranjero de la cocina suiza es la “fondue” de queso, que se considera el plato nacional, especialmente en los cantones franceses. Cada cantón suizo tiene su fondue típica con diferentes guarniciones y es un plato festivo y alegre. En principio, la fondue se realiza con los quesos emmental y gruyère o con “vacherin”, fundidos todos en vino blanco seco o licor de cerezas (“kirsch”) hirviendo en un bol de cerámica, cuyas paredes se han frotado con ajo. A la mezcla, suave y sedosa, se le añaden especias y un poco más de alcohol; se lleva a la mesa y se coloca encima de un hornillo para mantenerla hirviendo mientras se come. La fondue se come con unos tenedores especialmente largos y un trozo de pan en su extremo. Se introduce el pan en el bol, se mueve un poco en la mezcla y se espera un poco para no quemarse la lengua. Si su pan se cae en el bol, se le castiga: si la comida es en casa, lavará los platos y si es en otro lugar, pagará el vino blanco bebido durante la comida. Otra especialidad suiza y relacionada con la fondue es la “raclette”. Tiene su origen en Valais y se hace casi exclusivamente con un queso típico de la zona. Se prepara colocando medio queso cerca de un fuego y la parte que se funde se vierte en el plato y se sirve sobre patatas cocidas sin pelar, guarnecidas con pepinillos en vinagre. La carne suiza es de gran calidad, tanto la ternera como la carne de caza (jabalí, corzo, rebeco). Una especialidad del cantón de los Grisones es la famosa carne seca (“Bünderfleisch”), que es carne de vaca medio cocida que se ahúma y se seca y se corta en tiras muy finas. Otros platos nacionales son: a) El “plato bernés” (“Berner Platte”), que es un conjunto de ahumados fríos, salchichas y carne cocida, servidos con chucrut (col agria) y judías verdes. b) El “Rösti”: patatas cocidas, cortadas en dados y fritas en mantequilla. En algunos cantones se añade queso emmental, en otros salsa de manzana y a veces se incluyen huevos en la mezcla. Tiene aspecto de tortilla española pero de sabor muy diferente. Suele acompañar platos de carne o verdura. La comida rápida típica de Suiza es la salchicha de ternera (“Kalbsbratwurst”), que tiene su origen en Zúrich. Otros embutidos de la tierra son los salchichones, longanizas, lomo embuchado, tasajo (corte de carne de vacuno) ahumado o chopped. Respecto a la bebida, los suizos son muy aficionados a la leche pero también a los alcoholes, que se gravan con fuertes impuestos y son caros. La bebida nacional es la cerveza, pero también la producción y consumo del vino tienen tradición en algunos cantones. Igual que en el resto de Centroeuropa, también se consume el tradicional y especiado vino caliente (“glühwein”). Para ahorrar se puede optar por agua del grifo, que es de una potabilidad absoluta y muy buena, a veces incluso mejor que el agua embotellada. HOTELES: el prestigio de la hostelería helvética tanto en el funcionamiento del servicio como en el óptimo equipamiento técnico y humano es el resultado de la secular tradición turística del sector. En cualquier caso, los precios de los hoteles son de los más elevados de Europa, en sintonía con la alta capacidad económica del país (una de las cosas que harán encarecer más el viaje a Suiza). En su favor cabe decir que los precios garantizan la calidad incluso en los más modestos alojamientos. Los hoteles reservados en este viaje son un total de 9 y todos ellos son de 3 estrellas. Todos han estado bien. RESTAURANTES: Hay que tener claro que comer en Suiza es caro aunque existen opciones para todos los gustos y bolsillos. Para conseguir precios económicos se puede optar por cervecerías, tabernas o bistrots que ofrecen comidas caseras y platos combinados. Los restaurantes tienen un servicio a la carta, generalmente muy caro, y menú del día (-plat du jour-), que puede ser completo (sopa o crema y dos platos) o sopa y un plato principal o un único plato (aunque con ración generosa). Los supermercados, grandes almacenes y centros comerciales mantienen abiertos autoservicios y centros de comida rápida, más económicos y de calidad aceptable (como Manor; Migros; Globos o Coop City). Además de poder comprar algo de comida para llevar (preparada o no) esos grandes almacenes disponen en algunas ciudades de restaurantes tipo self service que harán que puedas comer bastante bien y por mucho menos precio que en otros establecimientos. Conviene entrar y echar una mirada primero a todo lo que tienen (aunque casi siempre la vista se pierde en la extensa variedad de postres). En algunos como en Manora o Coop suele haber buffets en los que pagas según el tamaño del plato escogido; en Migros, en cambio, va a peso. SEGURIDAD: Suiza tiene uno de los índices de criminalidad más bajos del mundo. Los robos no son frecuentes pero en cualquier caso siempre hay que tomar precauciones como vigilar siempre nuestras pertenencias y no exhibir el dinero u objetos de valor, especialmente en los lugares de mayor concentración turística. Ladrones los hay en todas partes. MEDIOS DE TRANSPORTE: el vuelo desde Barcelona a Ginebra es directo, en un avión de la compañía suiza Swiss Airlines, el viernes 25 de julio (de 9 a 10:30 horas). El aeropuerto de Ginebra se encuentra a 5 km. de la ciudad (en Cointrin) y se puede acceder a ella en autobús o en tren (en 10 minutos). La vuelta se efectuará desde Zúrich, en vuelo directo a Barcelona, el miércoles 6 de agosto (20.50-22.35 horas). El aeropuerto de Zúrich (en Kloten) se amplió en el 2003 con una nueva terminal, conectada con la anterior por tren subterráneo y es la base de la compañía Swiss International Airlines. Se encuentra a 11 km. del centro de Zúrich y se puede llegar rápidamente en tren. Uno de los símbolos de Suiza es su red de trenes, amplia y eficaz, que enlaza todos los cantones del país. La red ferroviaria cuenta con más de 5.000 km. que corren a cargo de las compañías SBB-CFF-FFS. Hay una parte del territorio, concretamente en la zona de los Grisones, en la que la red ferroviaria corresponde a la compañía Ferrocarril Rético (son los que llegan a Saint Moritz). La red se caracteriza por su limpieza y puntualidad, reflejo de la naturaleza de este pueblo. Esa puntualidad no es sólo de palabra, existe realmente. Eso no significa que no se produzcan retrasos (nosotros tuvimos algunos de escasos minutos) pero siempre te avisan por megafonía de la incidencia al mismo instante de producirse. Existen trenes de diferentes tipos: intercitys, expresos, cremalleras, regionales, rápidos o con trasbordos en estaciones, diurnos y nocturnos o los turísticos con vagones artísticos. Los trenes comarcales y de montaña son más lentos pero ofrecen unas hermosas referencias paisajísticas. En todas las estaciones funcionan las consignas, que cuestan entre 5 y 10 CHF. Como ya comentaré en el recorrido, esas consignas son mucho más grandes de lo que parecen a simple vista. No devuelven el dinero que se ha consignado. Conviene llevar encima monedas. Además de los trenes normales y de la red de ferrocarriles réticos, hay unos trenes especiales pertenecientes a la red Golden Pass, que pueden ser panorámicos o retro, que van dirigidos a turistas para recorrer las zonas más emblemáticas. Nuestro viaje se realizará básicamente en tren y tenemos reserva en cuatro de estos trenes especiales: - Tren Golden Pass: desde Montreux a Interlaken (aunque acaba en Lucerna). - Tren Glacier Express: desde Zermatt a Chur (aunque acaba en St.Moritz). - Tren Bernina Express: desde Chur hasta Lugano, pasando por Tirano (Italia). Desde Tirano a Lugano se hace el trayecto en autobús. - Tren Guillermo Tell: desde Lugano a Lucerna (el tramo final se hace en barco). Gracias a la tarjeta Swiss Pass podremos utilizar cualquier medio de locomoción público -tren, autobús, tranvía, metro y barco- sin límite ni horario durante todo el viaje y en un total de 35 ciudades. También incluye los trenes especiales. Igualmente la mencionada tarjeta permite el acceso libre a unos 400 museos de todo el país y entre el 25% y el 50% de descuento en las excursiones de montaña (tren cremallera o teleférico). Asimismo se pueden realizar travesías en ríos y lagos a través de barcos. La mayoría de ciudades suizas tienen tranvías además de una eficaz red de autobuses. Sólo la ciudad de Lausana tiene metro. La tarjeta Swiss pass tiene varios tipos y cada uno comprará la que le convenga más. Existen descuentos por familias y otros (“saver”) para grupos de más de 2 personas viajando juntas. El precio para una tarjeta de 15 días es de 348 euros pero a la larga compensa si vas a coger muchos trenes. A título de ejemplo daré unos cuantos precios. El Golden pass cuesta 51 euros, el Glacier (en el trayecto que hicimos) 113, el Bernina 112, el Wilhelm Tell 194, los cruceros de los lagos de Thun y Brienz unos 30 y 25 euros respectivamente, etc. Además, como comentaba, te hacen descuentos significativos en teleféricos y funiculares. Así el Jungfraujoch tiene una rebaja de casi 50 euros, el Gornegratbahn de unos 35 ó 40 euros menos, el Rochers de Naye vale algo menos de la mitad, etc. Los museos (la gran mayoría) también son gratis con la tarjeta (15 francos el museo de la Cruz Roja; 18 el Olímpico, 15 el castillo de Gruyères ó 15 el Castillo de Chillon). La bicicleta es popular entre el segmento más joven de la población y la mayoría de ciudades ofrecen bicicletas de forma gratuita por 3 o 4 horas. COMPRAS: Suiza es un país caro y por tanto no hay que esperar gangas. Ofrece una gran variedad de recuerdos de calidad. Puede comprarse un reloj hecho en el país del mundo que mejor los elabora, en Ginebra o Zúrich principalmente. También puede hacerse con un reloj de cuco (que no son para nada baratos). Merece la pena comprar las famosas navajas multiuso del ejército suizo (rojas y decoradas con la cruz blanca nacional). La reputada marca Victorinox es popular y apreciada en el mundo entero. Las encuentras en todas partes y para todos los gustos. Para obtener buenos precios lo mejor es ir a la tienda de la fábrica, en Schwyz. Otras compras pueden ser de joyería de Ginebra, encajes y bordados de Lauterbrunnen, cajas de música, cerámica, figuras de madera pintadas, tejido de algodón y lino, pañuelos, juguetes de madera, porcelana de Berna y Largnau o bisutería de Lausanne. En el apartado gastronómico, destacan especialmente los chocolates (son de grandes marcas como Nestlé, Lindt, Suchard o Tobler o de talleres artesanales) y las diferentes variedades de quesos, como emmental y gruyère. Los artículos deportivos, especialmente ropa, tienen una envidiable calidad y son muy apreciados por los turistas con gran poder adquisitivo. Imagenes relacionadas Índice del Diario: Suiza en tren con Swiss pass
01: Recorrido
02: DATOS PRÁCTICOS
03: GINEBRA
04: LAUSANNE, VEVEY Y MONTREUX
05: FÁBRICA DE QUESO, GRUYÈRES, CHOCOLATE CALLIER, CHILLON, ROCHERS DE NAYE
06: MONTREUX Y PASEO DE LAS FLORES AL CASTILLO DE CHILLON, TREN GOLDEN PASS A
07: LAUTERBRUNNEN, CATARATAS DE TRUMMELBACH, TELEFÉRICO A GIMMELWALD (subida
08: TREN A ZERMATT. VISITA AL PUEBLO. SUBIDA AL GORNERGRATBAHN (Cervino)
09: TREN GLACIER EXPRESS A CHUR. VISITA A CHUR. VISITA A AROSA.
10: VISITA A VADUZ ( Liechtenstein), MAIENFELD (Pueblo de Heidi), SAN GALLEN
11: BERNINA EXPRESS. TIRANO . AUTOBÚS BERNINA EXPRESS. LUGANO
12: BELLINZONA. TREN y BARCO WILHELM TELL. LUCERNA
13: MONTE PILATUS. STANSERHORN.ALTDORF. BÜRGLEN. SCHWYZ
14: BERNA Y ZURICH
15: BASILEA. REGRESO A BARCELONA DESDE ZURICH
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