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Quedé con mi amigo bien temprano, a las 7am en los ghats para ver la otra cara de éstos. Por la mañana es muy diferente, recomiendo verlos tanto al atardecer como al amanecer. En un principio había bastante neblina y no se veía el otro lado del río, pero cuando empezó a levantar, una oleada de gente apareció para su baño matutino. La verdad es que para mi una de las estampas más bonitas de la India. Cada uno va a lo suyo, no es como por ejemplo en Pushkar que están más pendientes de si el turista lleva los zapatos o no, hace una foto, o se le puede vender algo. Vanarasi tiene algo diferente. El que se baña se baña sin importarle los demás, lo mismo el que hace meditación, el turista observa y hay una paz y equilibrio que no puedo describir.
En cambio, en el camino me he encontrado con mucha gente que aborreció esta ciudad. “La más sucia” “ni salimos por la tarde” “me quise ir en cuanto pude”... Como bien me habían avisado, o te encanta o la odias. Me posiciono en el polo positivo. Seguimos caminando hasta el “final” (donde los ghats ya no aparecen en el mapa) y vimos la zona donde hacen la colada. Me sigue sorprendiendo lo impolutos que suelen ir a pesar de la suciedad general del país. Preciosa la imagen de decenas de sábana blancas níveas secando al sol en el suelo del ghat. No he visto nada igual aún.
Nos paramos unas dos horas en el MANIKARNIKA GHAT que es donde hacen las cremaciones. La verdad es que es algo tan alejado de nuestra cultura, que no puedes sino observar e intentar empaparte al máximo de esta esperiencia. No se si puede parecer un poco macabro el que comente esto. Cuando llegamos llevaba un cuerpo en el fuego un buen rato, pero se podía ver el pie. Se cayó al suelo, y con dos palos lo recogieron y volvieron a poner a quemar. Soy así de explícita porque justo para ellos esto es lo habitual y no hay un tabú o respeto de la forma que nosotros entendemos. Por ello me permito hablarlo tal y como ellos lo viven. Es un honor ser quemado y de hecho pedían donativos para la casa de enfermos terminales que estaba al lado, dado que son pobres y no tienen dinero para permitirse el coste de la madera para poder ser quemados. Por lo visto se necesitan 400kg de madera robusta para que el cuerpo en unas 5 horas se consuma por completo. Dependiendo del dinero que se tiene la persona/familia se puede permitir una calidad de madera u otra. La madera es especial ya que recibe un baño de hierbas/inciensos (no se muy bien qué exactamente) que neutraliza el olor del cuerpo al ser quemado. La verdad es que no olía a nada más alla que el de una hoguera. [nota, las fotos que pongo son o desde la barca, o fuera ya del terreno sagrado, donde no hice fotos]
Tras estar bastante rato ahí, un par de monjes (nos dijeron que trabajaban en la casa de enfermos terminales) se pusieron un poco pesados con que diéramos un donativo. Bastante persistentes. Dimos 10R y ya dejaron de avasallar aunque insistieron en que entráramos a la casa. Mi compi fue, pero yo no quise ir. Si pudiera hacer un voluntariado, o ayudar en alguna forma... Hubiera entrado. Pero entrar al estilo turista para ver a personas moribundas, me parecía un poco irrespetuoso, así que esperé fuera.
Mientras conocí a una pareja alemana, un padre y su hijo y estuvimos hablando bastante a cerca de lo que estábamos presenciando. Por lo visto no se quema el cuerpo al completo. De la mujer se conserva la cadera y del hombre otra parte. Niños y mujeres embarazadas no se queman.
Luego me pidieron ya que marcháramos, especialmente porque “es un sitio en el que las mujeres no están permitidas”. Y es verdad que luego vimos salir la procesión de una camilla con un cadáver enflorado y embalsamado, llevado exclusivamente por hombres, y con su cántico dando a entender que se les abriera paso... Y de repente tras ellos, 20 mujeres llorando, sólo ellas lloraban, no está permitido en la ceremonia. A los 20 metros caminados en la calle ellas se volvieron a retirar a la intimidad de la casa. Los hombres son los únicos permitidos.
• Entre el calor que hacía, la caminata que nos pegamos y la humareda de las hogueras, estabamos muertos. Nos adentramos en el bazar de Varanasi y dimos con el BLUE LASSI. Tengo que decirlo: INCREIBLE!! El mejor Lassi hasta ahora! N°1, seguido por el N°2 del Lassiwala de Jaipur. Me tomé uno de banana, 60R. Mi compi se tomó uno de apple-banana que le gustó tanto que quiso un segundo de fresa. Dijo que estaba bastante mejor el de banana. (Queríamos mango, uno muy popular, pero no era temporada. Hasta agosto nada). El hombre hace uno a uno los Lassi con esmero, a manos machacando la fruta en un mortero. Nada que ver con otros sitios que tienen un cuenco y en un minuto dan 10 lassis. Aqui tarda bastante en servirte, pero ves cómo lo hace, y luego lo decora por encima precioso. Merece mucho la pena. Y el sitio también tiene encanto con fotos de carnet de las 1000es de personas que han pasado por ahí.
• Ahí conocimos a nuestros compañeros de viaje por el resto del día. Americanos, de San Francisco, primos entre ellos. Nos preguntaron si podían unirse a nuestro paseo y permanecimos el día juntos. Casualmente, uno de ellos había vivido 1 mes en Varanasi 2 años atrás, con lo que fue un lujo contar con sus explicaciones y que nos enseñara pequeños recovecos locales. Fue genial pasar tiempo con ellos.
• Comimos en el ASHOK RESTAURANT. Comida india local muy barata y que estaba muy buena. Algo picante, pero para mi gusto deliciosa. Pedí arroz jeera, dal fried, alu jeera, plain naan. Todos quedamos muy satisfechos.
• Bajamos hasta el ASSI GHAT caminando. Esta zona es mucho más turística, con establecimientos de comercio y mas hippie. Tomamos un café en un local para descansar de la solera. Verdadero cafe expreso! Lo echaba de menos. El sabor, la crema, la robustez...
(en general el cafe en la India es malísimo, así que ya no lo pido).• Dimos una vuelta por una zona sólo de locales que nuestro amigo conocía bien ya que su casa estaba alli. Era de noche pero fue muy agradable pasar por mini calles y juntarnos con los niños. Estuvimos haciendo algunas fotos con ellos y yo ya enseguida me tuve que despedir. Ellos tomaron otro Lassi muy bien hecho. Yo no tenia espacio ya.
• A las 7 tomé un rickshaw hacia la Universidad de Varanasi, ya que a las 7:30 empezaba la boda. Llegué super puntual. Me recibieron con los brazos abiertos, muy contentos de que fuera. Me metieron a una habitación y las mujeres me ayudaron a ponerme el shari que me había comprado. Obviamente era bastante mas feucho que los suyos, sin pedrería, pero igualmente ellas estaban super sorprendidas que hubiera encontrado esa pkeza por 300R. Dicen que de normal los comerciantes se hubieran reído de mi, ya que no suelen vender nada por debajo de 500 (los de diario). Así que parece que no iba ni tan mal, y vieron que hice el esfuerzo.
• En cuanto salí del cuarto empezó la INTENSDAD! Me dijeron que no me preocupara por la hora, que cuando terminara la boda, ellos me llevarían en coche a mi hotel. Y tras decir eso, empezaron las órdenes. “Ponte aqui”, “siéntate aqui”, “ahora levántate”, “vuelvete a sentar”, “come”, “foto”... Es impresionante como estaban 100% pendientes de mi.
Por ejemplo, ellos tenían que actuar delante de los invitados porque bailaban y representaban delante de los invitados un teatrillo de cómo se conoció la pareja. Pues cada vez que cada uno de ellos bajaba del escenario venía a preguntarme cómo estaba, o me traían comida o me hacían moverme a otro lado... Increíble, la verdad.
Como anécdota: me pidieron que no saludara a la gente. (Yo iba haciendo el gesto con las manos y diciendo “namasté” a todo el mundo). Me dijeron que mucha gente del pueblo se “cola” en la boda sin ser invitados por comer. Y si yo les saludaba era como darle el visto bueno a que estuviera ahí. Que notaría por sus sharis si eran de la boda o no. (La verdad sea dicha, yo no notaba prácticamente nada... Porque me parecen tan bonitos todos los saris, que me resultaba complicado diferenciar los “de diario” y los “de arreglado”). Pero les hice caso y calladita el resto del tiempo!
Mientras ellos hacían sus representaciones me dieron sopa, rollitos de primavera, un montón de cosas para picar y por fin la tarta de boda. Yo estaba llena, y pensé que ya había cenado. Cuál es mi sorpresa que cuando terminan me dicen: “ahora vamos a cenar”. Me llenaron un plato y fui comiendo. Pero me decian “no estás comiendo”, yo alucinaba, ya que incluso con la boca llena les decía “si no he parado de comer!” Y su contestación fue: “si no comes es grosero porque da a entender que no te gusta la comida”. De verdad, muy insistentes. Me empaché! Literalmente. Al día siguiente, primer día que tuve la tripa mal en todo el viaje. Y no por el agua ni nada. EMPACHO!!
• Otro punto a comentar y que noté, es que pese al eufemismo de “ya no existen las castas”... Es todo una pantomima. Entre ellos crean unas diferencias abismales. Para mi fue muy curioso (y eso si que me pareció ser grosero, jaja) cómo las chicas, que tendrían entre 16-20 años, trataban a los camareros de la boda. “tráeme esto” “tráeme lo otro” “esto no está caliente, tráeme otro”... Con tono despectivo, frívolo, sin mirarles a la cara y como si fueran personas non gratas. Yo venga decir “gracias” cuando me servían. Ellos habrían pensado que entre el namasté y las gracias... Les arruinaba la boda! Jaja
• Luego bailamos bastante. Sudé y todo! Y con el sari, pese a que me lo habían agarrado con imperdibles... No es tan fácil bailar! Jaja. Pero fue una experiencia muy auténtica y que recuerdo con mucho cariño!
Me llevaron al nuevo hotel... Que la verdad era bastante bastante peor que el otro. Y para colmo, me en ontré una araña peluda del tamaño del puño de mi mano en la pared... Y porque se nos hicieron la 1:00am, al día siguiente madrugaba para el tren y estaba muerta... Pero no llega a ser por la mosquitera, o con ese bicho ahí no duermo!
Cree mi “tienda de campaña” con la mosquitera elevada con mi maleta tras mi cabeza....
Y a dormir!!
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