AUCKLAND Y REGRESO A CASA ✏️ Diarios de Viajes de Nueva Zelanda

Nos despertamos en el que va a ser nuestro último día en nueva Zelanda y aún nos queda una cosa por hacer: visitar su ciudad más grande y poblada, Auckland.

Tras dejar el equipaje en la consigna del hotel fuimos a recorrer la ciudad. Nuestro hotel estaba muy céntrico, así que hicimos la visita andando. Fue fácil, sólo seguimos el itinerario que proponía nuestra guía.

Nada más salir de nuestro hotel teníamos a la vista la Sky Tower. Comenzamos atravesando St. Kevin’s Arcade, que es una especie de galería comercial, donde hay muchas tiendas de ropa de segunda mano.

Justo a la salida de la zona comercial, desde la que bajamos por estas “grafiteadas escaleras”, se encuentra el Myers Park, con una reproducción del Moisés de Miguel Ángel.

Se atraviesa el precioso parque que, como era aún temprano, estaba bastante desierto, para salir a Queen St. y llegar a Aotea Square, donde se encuentra el Ayuntamiento. Al pobre Sir Dove-Myer Robinson, que fue alcalde de la ciudad 18 años le habían colocado una bandera francesa, en memoria de las víctimas de ayer.

Pasada la plaza se encuentre el Civic Theatre y bajando un poco, girando a la derecha por Wellesley se encuentra Khartoum Place, con un mural en homenaje a las sufragistas. En 1893 Nueva Zelanda fue el primer país que permitió el voto a las mujeres sin restricciones, fundamentalmente de raza, como había ocurrido en otros países, en los que sólo se dejaba votar a las mujeres blancas. No obstante hasta 1919 no se permitió el sufragio pasivo en Nueva Zelanda, es decir, que las mujeres pudieran ser votadas.

Justo al lado de la placita se encuentra el impresionante edificio de la Art National Gallery y detrás Albert Park.

El parque está lleno de jardines y flores muy cuidados. Una vez que se atraviesa el parque se llega a la Torre de la Universidad, ya que parte del campus se encuentra dentro del propio parque.

En Princess St. Se encuentra una fila de casas de estilo victoriano que pertenecieron a antiguos mercaderes.

Si seguimos caminando por Princess, al llegar a la esquina con Bowen, nos encontramos con otro edifico que hoy pertenece también a la Universidad, pero que fue la antigua sinagoga.

Ya abandonamos Albert Park y llegamos al exclusivo barrio de Chancery, con sus imponentes edificios de viviendas.

Tras atravesar una calle muy comercial se llega a Vulcan Lane, que es una calle en la que se encuentran los pubs más antiguos de la ciudad, para llegar de nuevo a Princess y ver su mezcla de casa antiguas con los nuevos edificios.

Nuestro paseo por Auckland termina en Quay St., que es la zona del puerto deportivo. Al lado del puerto se encuentra la antigua estación de ferries, aunque lo que más nos gustó fue la zona donde están los barcos de la Copa América.

Con esto dimos por terminada nuestra visita a Auckland. Ya era la hora de comer, así que buscamos una terraza de los estupendos restaurantes que hay en el puerto. Escogimos un italiano, Portofino, normalita la comida, pero el sitio muy agradable, y después de la comida, Queen St. arriba regresamos al hotel, donde nos pegamos una ducha y nos fuimos mentalizando para el larguísimo viaje de vuelta a casa.

Devolvimos el coche en la agencia de Omega, en Auckland tampoco tiene oficina en el aeropuerto, y después nos llevaron en su shuttle al aeropuerto. Esta vez la ruta era Auckland-Melbourne-Dubai-Madrid. No fue mal, excepto el último trayecto desde Dubai, que ya se hizo eterno.

Llegamos muy puntuales a Madrid y a las 14:00 del domingo 10 de enero estábamos en casa y con nuestro viaje terminado.

¡¡HASTA EL PRÓXIMO!!