Me levanto pronto. Son las siete y voy a desayunar: 25 yuans (2'5 euros). No esta mal ni el precio ni la comida. Salgo disparado para llegar pronto a la Ciudad Prohibida. Entro, voy a las taquillas y hay dos precios: 60 yuans o 40 yuans si eres estudiante. Pues evidentemente le digo que soy estudiante y pago 40 yuans (4 euros) que para algo estudio italiano y euskera.
Toda la Ciudad Prohibida es increíble. Pero nada que no se vea por ahí. No es espectacular, sino grande... todo muy grande. Lo peor es que con motivo de las Olimpiadas de Pekín el próximo año 2008 están muchas cosas con andamios en obras, pero a mi me da igual. Yo sigo viendo. Me ha llevado toda la mañana verlo. Allí me pegue un buen rato a un grupo de turistas italianos que llevaban un guía chino que les daba la charla en italiano. Así me entere de algo de la historia, y estuve hablando algo con ellos.
Como curiosidad decir, que justo cuando iban a entrar, los guardias (creo que militares), estaban calentando el cuerpo o algo así. Estaban formados en grupitos de seis u ocho y un jefecillo por grupo pasaba revista. Luego grupo a grupo y de dos en dos corrían como veinte metros hacia una pared, la tocaban y volvían corriendo en competición entre ellos. Imaginaros el espectáculo para los occidentales.... ver a los polis corriendo para entrenar con todo el uniforme completo (camisa, chaqueta, correaje, pistola, pantalón, gorra de plato...). En fin.... que los jefes de las polis occidentales no pasen por aquí nunca.
Cuando salgo quiero ir a ver el Templo del Tambor, y el Templo de la Gran Campana (la mayor campana del mundo). Sigo a un grupo organizado de guiris chinos porque por la dirécción que tomaban seguro que iban hacia allí, y así me ahorro tener que seguir el plano. Efectivamente acierto. Por entrar al primer y segúndo templo pago 10 y 8 yuans respectivamente (total entre los dos 1'8 euros) y eso porque vuelvo a decir que soy estudiante. En el segúndo templo me piden un carnet de estudiante y yo le muestro el de alberguista de los hostels. Me dice que no tiene foto, a ver si no tengo otro con foto, casi apurado le digo en ingles que en España los carnets de estudiante no tienen foto y le muestro el DNI. Pues que suerte la mía, cuela y genial.
Salgo y busco un taxi. Para una vez que quiero uno y no hay. Empiezo a andar hacia el Templo de los Lamas y el Templo de Confucio. Dos horas mas tarde llego a ellos después de caminar casi 5 kilómetros y ni un puto taxi. Veo el de los Lamas, 25 yuans (2'5 euros) que es súper curioso porque la entrada es como un sobrecito y dentro hay un mini CD-DVD con no se que, que veré en Bilbao a la vuelta. Así da gusto.
Salgo de allí, son las 15:00 ó 16:00 horas, tengo hambre y estoy muerto de andar. Pues hala, ¡que le den por el culo al Templo de Confucio!
Entro al Metro y voy hacia Tian-An-Men. Es un Metro muy muy facil de usar y está perfectamente señalizado. Al llegar a la plaza como en días anteriores, mil vendedores callejeros atacándome intentando que compre un plano de Pekín, una banderita de China, etc... a todos que no. Y luego algo genial para que veáis lo adelantados que están estos amarillos canijos y cabezones: en Europa las chicas malas para sacar dinero, te abordan por las calles para temas sexuales, aquí no. Aquí te abordan para charlar contigo, de paso practican algo de ingles e incluso una que sabia algo de español.... y todo ¿para que? Pues para que las invites a tomar una cerveza a un bar cercano que evidentemente ellas conocen, llegas al bar y te meten una pequeña clavada, que por mucho que sea, para nosotros es una miseria. Ellas se llevan una comisión. Como yo ya lo se porque lo he leído en los foros de viajeros, pues no caigo y paso de todas.
En Tian-An-Men una cosa curiosa: hay niños pequeños, y vi a uno que se cayó al suelo, y cuando cayó me di cuenta de una cosa curiosa y guarra a la vez... NO USAN PAÑALES. En los pantalones, la parte digamos entre las piernas esta abierto y así cuando el crío tiene una necesidad pues cae por ahí al suelo, limpian el culete al crío y a tomar por rasca.
Otra cosa curiosa que me habían avisado es la otra forma de higiene que tienen: no se suenan nunca los mocos, si tienen este problema se soplan los mocos tirándolos al suelo. Si por casualidad te ven sonándote los mocos con un pañuelo piensan que es una guarrería total porque dicen que lo que haces es guardarte los mocos en el bolsillo. Por eso ellos se suenan echándolos al suelo.
Luego esta lo de los escupitajos al suelo. Da igual que camionero, hombre de negocios, chica elegante, etc... Echan unos gargajos al suelo del diez, y encima con un ruido increíble. ¡Ah! y se tiran eructos y pedos sin parar. Son un poco asquerosillos para estas cosas, porque para otras.....
Los aseos están limpios siempre, hay gente limpiándolos. La policía y los militares están continuamente vigilando tooooooooodo. Cada vez que pasa un chino por donde un poli, le hacen mostrar las bolsas, bolsos, o lo que lleven para ver su interior. Hacen controles continuamente.
También en esta plaza han puesto unas esculturas con motivos olímpicos por las próximas olimpiadas. Han hecho a dimensiones gigantes la muralla china, atletas corriendo, lanzando jabalina, haciendo karate, etc.. con flores y plantas. Es realmente increíble y fantástico.
A eso de las 19:00 horas regreso al hotel porque estoy muy cansado. Pregunto a la chinita de recepción si han traído mi mochila del aeropuerto y me dice que nones. Mi mundo empieza a derrumbarse. Intento explicarme con ella y no me entiende. Salgo desesperado y decido ir a la oficina en Pekín de Air China.
Me presento allí, le doy a una chinita mi papel de reclamación y me dice que tengo que enseñar el talón de resguardo de equipaje. Le digo que se lo quedaron en el aeropuerto y que me dieron esa hoja de reclamación. No me entiende y lo peor, yo a ella tampoco. Me dice que sin papel no puede mirar. Le digo que meta el número en el ordenador... ¡¡¡JODER, QUE NO ES TAN DIFICIL!!!! que en el aeropuerto lo hicieron así y supieron que estaba parada en Frankfurt.
Yo creo que me vio tan desesperado que le dio por mirar, y me dijo que ya estaba en Pekín, y que la llevarían esa noche o ya mañana sábado a mi hotel. Me voy algo mas tranquilo dentro de la angustia de no tener mochila, ni ropa, ni neceser, ni nada de nada conmigo.
Vuelvo al hotel y le digo a la chinita de recepción con la que había hablado antes lo que me habían dicho para que cuando llegara me guardaran la maleta. Y no me entiende nada. Me dice que pregunte en la cafetería si alguno de los que hay sabe ingles y español para que me ayude. Y mira que se lo estaba diciendo claro.
Desesperado miro a mi alrededor y... ¡¡¡por fin la suerte empieza a cambiar!!! me encuentro con la chica de la pareja de italianos que conocí el día anterior en recepción. Le pregunto si sabe hablar en ingles y me dice que si. Así que le explico toda la historia en italiano a la chica, y esta se lo va traduciendo a la china de recepción en ingles, y de lo que esta contestaba, me lo pasaba a italiano. Así, solucione mi problema con la mochila.
Esta línea va dedicada a mi aita: ¿Ves como estudiar italiano me podía servir de algo? Tú siempre diciendo que era mejor estudiar inglés, que me serviría de algo, jajaja. Si no supiera italiano, no hubiera podido entenderme en inglés. A mi vuelta, pienso mirar un algo tipo como los que había de Wall Street y empezaré a estudiar la lengua de Shakespeare... que las estoy pasando canutas con el puto idioma.
Solucionado este tema, voy a la oficina de información que hay dentro de mi hotel y pregunto para la excursión a la Gran Muralla China. Cojo la excursión de 150 yuans (15 euros) que incluye el viaje y la comida. He elegido la excursión menos turística y que todo el mundo dice que es la mejor: caminata entre dos puntos que son Jinshanling y Simatai. Son diez kilómetros y medio por la muralla subiendo y bajando. Lo que me habían recomendado. La entrada es aparte, que son 95 yuans (9’5 euros).
Con todo un poco mejor, me voy a dormir que al día siguiente sale al mini-bus a las 6:15 de la mañana (las 0:15, hora de Bilbao).