En tres días finaliza nuestro viaje, así que debemos ir emprendiendo el camino de regreso a Denver. Desayunamos tranquilamente, cargamos bártulos y nos ponemos en marcha.
Como Ouray nos encantó queremos hacer una última incursión en esta zona, así que haremos hoy noche allí.
Para ir hacia Ouray y no repetir carreteras ni paisajes, esta vez tomamos la Hwy 191 al sur de Moab, hasta el cruce de La Sal Junctión, allí tomamos la Byw 90 hasta Vancorum, donde enlazaremos con la Byw 145 que nos llevará a Ouray.
Abandonamos estas tierra salvajes y bellas de Utah.
A medida que nos adentramos de nuevo en el estado de Colorado, el paisaje va cambiando, pasamos de la tierra roja de Utah, de sus montañas de arenisca de todos los colores de ocres posibles, sus desiertos abrasados por el sol... al amarillo de los pastos de Colorado, al blanco de la nieve que comienza a cubrir sus extensas praderas. Atravesamos de nuevo inmensas llanuras con la promesa de las montañas recortadas en el horizonte, pasamos por pequeños pueblos, ranchos, caravanas solitarias....América profunda.
Nos vuelve a llamar la atención ese esquema que se repite a lo largo de millas y millas, la vivienda tipo bungalow de madera, una caravana casi mas grande que la casa, de 1 a 3 camionetas aparcadas en el terreno, algún caballo y en muchos casos un barco!!!!
Qué pintan estas embarcaciones en medio de la llanura???

Mas tarde descubrimos que a la gente le gusta navegar a través de esos barrancos escondidos en estas llanuras, labrados por ríos como el Colorado.
Llegamos al mediodía a Ouray, así que podemos aprovechar para dar unos pioletazos de nuevo. Como se nota que vamos hacia finales de febrero, la temperatura es mucho mas agradable y en consecuencia las cascadas se van deshaciendo pero sigue habiendo hielo para aburrir.
Dormimos de nuevo en el River´s Edge Motel, como la anterior vez y acabamos el día con unas ricas pintas de cerveza.
- Noche en River´s Edge Motel: 84$. Habitación cuádruple con desayuno.
Al día siguiente, madrugamos para aprovechar bien el día. Hay mucha gente, así que encontrar vías libres es al principio un poco complicado, después de patear a lo largo del barranco encontramos una buena zona donde podemos pasar toda la mañana escalando. El dia es soleado y hasta caluroso, que extraño escalar en hielo sin congelarse las manos!!
Disfrutamos como niños, que sitio tan fantástico Ouray!!
Después de una mañana intensa y divertida, decidimos recoger y ponernos en marcha, pues hoy dormiremos de nuevo en Gunnison. Damos un último paseo por el pueblo para despedirnos de esta preciosidad. Al ser fin de semana y hacer tan buen tiempo, el pueblo está lleno de gente y las piscinas termales petadas!
Camino de Montrose paramos antes en Fairplay, otro pueblo con un encanto Far West en cada rincón. Hemos entrado en una tienda que parece salida de una peli del oeste y me he comprado un sombrero vaquero, no es un stetson pero me vale!!
En Montrose paramos a comer algo en el Taco Bell, antes de proseguir nuestro camino a Gunnison, donde pasaremos la noche.
De nuevo todo vuelve a estar nevado y la temperatura ha vuelto ha bajar de los 0ºC.
Pasamos nuevamente por el lago Fork y parte del hielo se ha ido derritiendo y ya no es tan profundo, sin embargo volvemos a ver a gente pescando.
Está atardeciendo y el paisaje es bellísimo.
En Gunnison nos alojamos en el Days Inn y aunque la habitación es un poco mas pequeña que las anteriores, está muy bien y el hotel tiene jacuzzy y gimnasio. Sudamos un rato en el gimnasio y acabamos el día en el jacuzzy. Aunque la temperatura en el exterior es de varios grados bajo cero, dentro de la piscina se está de maravilla, el agua está supercaliente.
Conocemos a unos chicos de Denver que nos recomiendan para mañana un sitio para cenar, tomarnos unas cañas y echar unos bailes al son de música country. Buen plan para acabar este fantástico viaje.
- Noche en Days Inn Gunnison: 79$. Habitación cuádruple con desayuno.