Nos ponemos rumbo al Lago Retba, conocido popularmente como el Lago Rosa. Se encuentra a 40km de Dakar. Su color se debe a los minerales que contiene el lago, y la intensidad varia según el momento del día. Aparcamos el coche y la primera imagen son estos grafitis coloridos.

La mejor hora para visitarlo dicen, es en el amanecer y en el ocaso por el reflejo de los rayos del sol. Nosotros fuimos el primer día por la tarde y al día siguiente por la mañana y de rosa sólo tiene el nombre. Tenía muchas ganas de conocerlo y sobre todo rezaba para verlo de ése color, aunque mucho me temía que no sería así, una cosa son las fotos que ves en internet y otra la realidad. Os pongo una foto de internet y otra mía para que veáis la diferencia.


Como veis no tiene nada que ver la una con la otra, se ve claramente que pasan antes por Photoshop, jajajajaja. Somos los únicos turistas que hay en el lago y ya se empiezan acercar las típicas vendedoras de artesanía, los niños y algún adolescente que había por allí.


Que insistentes eran las vendedoras, mi marido picó y les compró algún llavero y le regalaron alguna pulsera y collar pero yo no caí, tengo demasiada bisutería y tampoco es plan comprar por comprar. Me pedían por un simple collar 10 euros y yo qué???, les decía que no se los iba a comprar a ése precio porque en España me los compro por un euro, ósea que ése era mi precio máximo para pagar, después de estar una hora que si tal que si cual no accedieron y yo no les compré nada, me parecía abusivo pagar más porque no lo valen, una cosa es ayudarles y otra pagar las cosas mucho más caras que en España, paso de malgastar a lo tonto. A mí marido le racioné el dinero por si acaso que es de mano floja, jajajaja. Mi marido acabó hasta el moño de ellas, porque allá donde íbamos, ellas detrás y él tiene poca paciencia, eso le pasa por comprar a la primera, anda que no le esperaba tener que aguantar a los vendedores. Estas son las barcas de los trabajadores que recogen la sal en el Lago Rosa.


En los alrededores se pueden ver los montones de sal que van sacando del lago.




También hay varios chiringuitos para comer en la zona, normalmente comen aquí los trabajadores de la sal.


Nos quedamos un rato viendo como trabajan sacando la sal.


También estuvimos repartiendo ropa y regalos a los niños.

Chiringuitos de artesanía local y souvenirs que hay junto al Lago Rosa.


Después de casi una hora en la zona del lago, nos vamos a comer al restaurante que hay en el Hotel Chez Salim Lac Rose. El hotel es muy bonito y tiene buena pinta.



El restaurante es bastante grande y tiene una curiosa decoración y en los jardines tiene unas esculturas talladas en madera.




La comida es bastante sencilla y con pocas opciones donde elegir pero muy rica. Comimos un menú que para que me trajera la ensalada sin lechuga fue un show, tres veces me la cambió y las tres veces me la trajo con lechuga, jajajajaja, eso que el guía se lo explicaba y ni por esas lo hacía bien, al final me comí todo menos la lechuga, vaya tela de servicio.




Aquí tenemos a nuestro guía Demba con su hija y un músico que iba amenizando la velada.

Artesanía local.


Después de comer, volvimos a Dakar y continuamos visitando la ciudad. Al día siguiente volvimos al Lago Rosa, esta vez vinimos al mediodía a ver si teníamos más suerte en verlo rosa, pero nada, seguía del mismo color oscuro con una pincelada de color rosado, sin más.

Se nos empezaron arrimar un montón de niños y jovencitas, y empezamos a regalarles ropa y otros artículos que trajimos de España. Volvimos a ver a las mismas vendedoras que ya nos conocían y nos llamaban por nuestros nombres y todo. Volvieron a intentar vendernos algo, mi marido ya se retiraba y yo intenté hacerles razonar el precio y nada de nada, son duras de pelar y eso que les llevé cosas para regalar, ni por esas me hicieron descuento, que agarradas las tias





Y me despido de nuestra visita al Lago Rosa con estas dos muñequitas



Ya sabéis, si queréis verlo rosa tenéis que madrugar o ir al atardecer, a ver si tenéis más suerte que nosotros
