Día 2: Kyoto ✏️ Diarios de Viajes de Japon

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Hoy decidimos darle una oportunidad al desayuno del Citadines, que por 540Y lo mismo nos apaña. Y sí, no está mal del todo. A ver, por 5€ no vamos a pedir jamón ibérico, mucho menos estando en japón, pero sí hay café y té, zumo de naranja de brick, mantequilla y mermelada, varios panes, ensalada de patata, salchichas, brócoli ( ), huevos revueltos y algo de bollería.

Preguntamos en recepción por la tarjeta de bus diaria y nos indican que podemos comprarla en la estación de metro de Gojo Karasuma, que es la que tenemos al lado del hotel, y donde la compraríamos el resto de los días. No es nada sencillo comprarla pero al ver nuestras caras de noentiendonadadeloqueponeenestamaquinita un servicial funcionario salió de su taquilla raudo y veloz y por señas nos indicó que le acompañáramos a la ventanilla que él nos las vendía. Que majos los japos.

En este segundo día ponemos rumbo a la zona noreste de Kyoto. Nos disponemos a visitar Ginkaku-ji, Nanzen-ji, Eikan-do, Honen-in y como no el famoso Paseo de la Filosofía. Cogemos el bus al lado del hotel y nos plantamos en la estación en unos 7 minutos. Una vez allí cogemos el bus número 5 hasta la parada Ginkaku michi. El trayecto nos lleva unos 35 minutos y desde la parada hasta Ginkaku-ji tenemos como unos 15 minutos caminando, a pleno sol.

Ginkaku-ji es..... increíble!! Un lugar de absoluta paz. En realidad lo bonito, más que el templo en sí, que no tiene mucho más que un edificio, son los jardines y el entorno. Varios parterres de arena al principio y un sendero por medio de la vegetación lo convierten, para mí, en un templo imprescindible.




Al llegar tan pronto tuvimos la suerte de ver a varios "jardineros" rastrillando los jardines de arena. Es algo totalmente hipnótico y me hubiera quedado allí la mañana entera. Si podéis id pronto.


No sé ni el tiempo que estuvimos por allí pero como cada vez hacía más calor y queríamos ver muchas cosas durante el día nos obligamos a salir de allí y continuar la ruta. La idea era caminar por el Paseo de la Filosofía y parar en los templos situados por el camino. Al salir de Ginkaku seguimos las indicaciones para el Paseo pero sólo encontramos un camino bastante anodino así que volvimos hacia atrás un par de veces hasta descubrir que ese camino era el valoradísimo Paseo de la Filosofía!!!! Pero qué broma es ésta???!!! Yo no sé dónde le ve todo el mundo el atractivo al paseíto, una camino con una mini canal a un lado y casas a otro. No sé, me lo había imaginado como un sendero en el que resolvería todos los enigmas del universo a través de la meditación pero no, nada más lejos. Tan perpleja estaba que olvidé hacer fotos...

Un poco decepcionados, seguimos el camino hasta Honen-in, que no estaba en nuestros planes en un primer momento pero que decidimos incluir tras la recomendación de 4 líneas y media de nuestra guía. El templo prometía pero cuando conseguimos llegar estaba cerrado por un oficio budista. Con cara de pena y un calor tremendo nos fuimos a Eikando.

Todo el calor y el cansancio se evaporaron cuando entramos en Eikando. Qué lugar tan absolutamente maravilloso!!!! Desde luego está en mi top 5 de templos en Japón. No es tan conocido o mencionado como otros pero a nosotros nos encantó. Es muy grande y tiene muchísimas cosas que ver y lugares por los que perderse. Aquí os dejo una muestra.





Creo que fue el templo de Kyoto al que más tiempo le dedicamos.

De ahí rumbo a Nanzen-ji, que debe ser precioso pero hacía tanto calor que no pudimos sacarle todo el partido que seguramente tenga. Se trata de un recinto con varios edificios que hay que pagar por separado. Nosotros sólo entramos en el templo y claramente no acertamos. También hay un acueducto rosa que no pinta mucho pero ahí en medio lo tienen.




El problema de Nanzen-ji o lo que creo que a nosotros no nos gustó es que lo que más hemos valorado del resto de templos que hemos visitado es la paz que transmiten y lo recogidos que son. Este recinto, al contrario, es una explanada inmensa y con el calor pegando con muchísima fuerza ir de un sitio a otro se hacía bastante agonioso.

Aunque por la zona hay muchos otros templos nosotros teníamos ración suficiente así que emprendimos camino de vuelta para buscar un lugar para comer.

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