Una vez más con las maletas en el coche emprendemos camino al Gran Cañón del Colorado, otro de los platos fuertes de este viaje. en una hora nos ponemos en la entrada del parque.
Al llegar nos encontraremos en la entrada una caseta de madera donde pagar el ticket para entrar, cuesta 30 dólares.Se suele recomendar usar los autobuses para no desesperarse buscando aparcamiento en los miradores.

Estas son las tres rutas que hacen los Shuttle bus gratuitos:


Autobús azul Gran Cañón: Nos llevará por la zona llamada ‘la villa’, ahí están la mayoría de los alojamientos, un supermercado, la estación de tren, varias tiendas y algún que otro precipicio.
Este autobús se coge en la puerta de Información, veremos fácilmente la parada, aquí podemos coger también los autobuses de la ruta verde.
La última parada del autobús azul, (Hermits Rest Route Transfer) es la primera de la ruta que hace el bus rojo, todas las rutas son circulares, y vuelven al mismo sitio donde nos recogen, van parando en varios sitios y pasan cada 15 o 20 minutos aproximadamente.
Autobús rojo Gran Cañón: Va hacía el oeste del Parque. Tiene las mejores paradas para ver el Gran cañón y el Río Colorado, 75 minutos aproximadamente. Nosotros hicimos uso de este bus, es puntual y ese día no había mucho visitante para ser sábado.

Después de este recorrido que nos lleva prácticamente hasta el mediodía, buscamos alguna zona de picnic para comer las ensaladas y refrigerios que compramos por la mañana y seguimos con el coche para pasar por la Desert View, (que es la línea verde) pero nosotros la haremos con nuestro coche, porque seguimos con nuestra ruta parando por los distintos miradores del Gran Canyon rumbo Kayenta, nuestra próxima parada para dormir.
El día es precioso y nos permite tomar unas magníficas fotos de ese lugar increíble, hace calor pero no aprieta en exceso, eso si, imprescindible gorra, protector solar y agua, mucha agua.

La visita a este parque es una auténtica gozada, todo es magnífico y enorme, el contraste rojizo de esas lomas con el cielo azul queda en la retina para siempre, a veces me pregunto cómo hubiera sido desde un helicóptero, nunca lo sabremos. Lo que si que está claro es que poco más de medio día para esta visita es muy poco, las exigencias de nuestro particular guión de viaje no daban para más pero yo particularmente si volviera dedicaría más tiempo y pensaría seriamente la excursión en helicóptero.
La carretera cuando salimos del Gran Cañón es bastante bonita. Salimos del GC por la carretera 64, llegamos a la 89 y luego cogemos la US-160 E hasta Kayenta.

Allí llegamos sobre las ocho de la tarde y hacemos la entrada en el Wetherhill Inn motel en el que pasaremos esa noche, mañana toca Monument Valley, hay que descansar.
