Día 5, 12 de agosto: Masai Mara-Nairobi
Este día volvemos a madrugar, a las 6:15, para regresar en coche desde el Masai Mara hasta Nairobi. En vista de lo largo que se nos había hecho el viaje de ida y al descubrir que en todos los parques hay aeropuerto (una caseta y una pequeña pista de tierra), intentamos sacar billetes para hacer la vuelta en avioneta, pero no había plazas, así que a las 7:10 estábamos montados en el coche para volver a Nairobi, viaje que nos llevó otras 6 horas. Uno empieza a hartarse del "masaje africano".
Además, íbamos a las afueras a comer a un restaurante, por lo que tuvimos que recorrer los alrededores de la ciudad en plena hora punta. Por cierto, el restaurante se llama El Carnívoro y es una turistada a la que va todo el mundo que viaja a Kenia, pero realmente es algo totalmente prescindible.
Durante el viaje paramos en un mirador desde el que se veía el valle del Rift. Como pega mucho el sol siempre hay calima, así que no se ve demasiado bien, pero se adivina la inmensidad.
Con el fin de aprovechar el día, habíamos pensado en la posibilidad de ir a visitar un orfanato de animales. En un principio le dijimos a nuestro guía que nos lo organizara, pero resultó que nos cobraba una pasta, así que intentamos hacerlo por nuestra cuenta desde el hotel, pero no nos daba tiempo porque cerraban muy pronto (menos mal que no aceptamos la oferta del guía, porque después de pagar un dineral tampoco habríamos tenido mucho tiempo).
Así que, como teníamos la tarde libre, hicimos unas compras en un centro comercial que había detrás del hotel (de nuevo era el Jacaranda), entre ellas el diccionario de inglés-castellano que habíamos prometido enviar al hijo del jefe del poblado masai. Después cogimos un taxi y fuimos al centro de la ciudad, al “City Market” mercado de artesanía en el que según entras te agobian tanto que tienes que salir huyendo. Como no habíamos caminado nada en los días que llevábamos en Kenia decidimos volver andando al hotel (más o menos una hora de camino). Después fuimos a cenar a una pizzería y a la cama, que al día siguiente, como todos, había que volver a madrugar.
No tengo fotos de Nairobi, porque nos dijeron que no había que llevar nada de valor al centro, ni el pasaporte ni nada, que no llevábamos ni la cámara, aunque luego no era para tanto. Paseamos muy tranquilos y sin problemas, solo que éramos los únicos con la piel blanca y llamábamos mucho la atención.
Así que, como teníamos la tarde libre, hicimos unas compras en un centro comercial que había detrás del hotel (de nuevo era el Jacaranda), entre ellas el diccionario de inglés-castellano que habíamos prometido enviar al hijo del jefe del poblado masai. Después cogimos un taxi y fuimos al centro de la ciudad, al “City Market” mercado de artesanía en el que según entras te agobian tanto que tienes que salir huyendo. Como no habíamos caminado nada en los días que llevábamos en Kenia decidimos volver andando al hotel (más o menos una hora de camino). Después fuimos a cenar a una pizzería y a la cama, que al día siguiente, como todos, había que volver a madrugar.
No tengo fotos de Nairobi, porque nos dijeron que no había que llevar nada de valor al centro, ni el pasaporte ni nada, que no llevábamos ni la cámara, aunque luego no era para tanto. Paseamos muy tranquilos y sin problemas, solo que éramos los únicos con la piel blanca y llamábamos mucho la atención.
ALOJAMIENTO NAIROBI:
Hotel Jacaranda:
http://www.jacarandahotels.com/