Idioma: English Español
Mostrar/Ocultar Blogs / Diarios
Mostrar/Ocultar Fotos / Pics
Blogs 
Sexta etapa: Teherán

Sexta etapa: Teherán ✏️ Diarios de Viajes de Iran Iran

En torno a las diez y media de la noche llegué a una de las estaciones de autobuses de Teherán, la sur creo recordar. Allí, traté de seguir el último consejo que Abbas me había dado antes de despedirse de mí: que en Teherán sólo cogiera taxis...
Luxastu Autor:   Fecha creación:   Puntos: 0 (0 Votos)

Diario: Irán a buen ritmo

Puntos: 4.9 (14 Votos)  Etapas: 9  Localización:Iran Iran

En torno a las diez y media de la noche llegué a una de las estaciones de autobuses de Teherán, la sur creo recordar. Allí, traté de seguir el último consejo que Abbas me había dado antes de despedirse de mí: que en Teherán sólo cogiera taxis oficiales, aunque fueran algo más caros. Por este motivo, recorrí toda la estación buscando taxis amarillos aunque no encontré ninguno. Teherán me imponía y más de noche. Por este motivo, al ver un puesto de policía en la estación, entré a preguntar por un taxi. El responsable del puesto, cuando le pregunté por un taxi, mandó a un joven que estaba con él (creo que debía estar haciendo el servicio militar porque, por lo que me dijeron algunos universitarios iraníes, que era a los que solía preguntar por aquello de tener más posibilidades de que hablaran inglés, era frecuente hacerlo bien en el ejército, bien en la policía) a buscarme uno. Primero me trajo uno que me pedía 30 tomans por llevarme a mi hotel. Yo le dije que me parecía mucho porque Abbas me había indicado que no pagara más de diez o veinte tomans (reducida horquilla…), aunque acepté pagarle 25. Al final el capitán le despidió de no muy buenas maneras porque, según me comentó, no era honesto y mandó a su ayudante a buscar otro. Al cabo de otros diez minutos, apareció con un segundo taxista, que me pidió 20 tomans (5 euros) y que fue el que me llevó al hotel Hafez (evidentemente en un coche que no era un taxi amarillo como el que yo buscaba). El taxista era agradable aunque hizo uso de todo el inglés que sabía cuando me preguntó de dónde venía. En cuanto le dije que de España, empezó a recitarme la lista de equipos de fútbol españoles, que en Irán son muy conocidos, y constituyen siempre un tema para iniciar una conversación. Todos conocen al Madrid y al Barcelona, pero lo que más me sorprendió es que casi todos conocían Gijón (por el Sporting) y el Osasuna, porque según me enteré (ya que yo no soy ningún forofo) en este equipo habían jugado varios iraníes.

El hotel Hafez fue, sin duda, mi peor hotel en Irán. Había estado dudando entre elegir este hotel y el Golestan, ambos próximos, cercanos a varios museos, al bazar y al palacio Golestan. Al final me decidí por el Hafez no sé por qué motivo y me pregunto si el Golestan hubiese sido una mejor opción. Cuando llegué, estaba contento porque esa noche tenían una habitación para mí, lo que me evitaba tener que buscar hotel por Teherán a esas horas de la noche. Sin embargo, el hecho de que el recepcionista me dijera a mi llegada que era la última habitación que les quedaba porque el hotel estaba lleno, que me ofreciera una “very nice room” para las noches siguientes que tenía reservadas de antemano, y que me pidiera pagar por adelantado (lo que hasta entonces no me había ocurrido nunca en Irán, y sólo me volvería a pasar en Ahwaz) levantaron mis sospechas.
La habitación que me tocó aquella noche era terrible. Totalmente vacía, contaba como única decoración con dos camas, una televisión y un perchero lleno de ropa de no sé quién. El baño, aún peor, imposible ducharme allí la mañana siguiente. Pese a todo, supongo que mayormente por el cansancio, dormí a pierna suelta en una de las camas. A la mañana siguiente, cuando estaba en mi cama pensando cómo iba a hacer para lavarme en el baño común próximo a la recepción (que siempre estaría en mejor estado que aquél), a eso de las ocho menos cuarto, llaman a mi puerta. Era el recepcionista de la noche anterior que, acompañado por un botones, venía a informarme de que acababa de quedar libre una “very nice room” y a ofrecérmela antes de que otro cliente se hiciera con ella. Con el pijama todavía puesto, me cambié a la nueva habitación que, pese a no ser ninguna maravilla, sí era una habitación mejor (aunque tampoco una “nice room”), porque al menos tenía decoración y las camas tenían cabeceros. Sin embargo, el baño, pese a ser mejor, ha sido el peor baño que he tenido, y no sólo por el hecho de que se inundara cada vez que me duchaba, pues ya era consciente de que eso es una constante en todos los baños iraníes. El caso es que después de desayunar un desayuno bastante bueno ya veía el hotel con mejores ojos. Aun así, seguía siendo el hotel más caro (49 $ por noche) y el peor.

Como no tenía previsto hacer noche en Teherán, no tenía preparado el programa del día. Como sabía que una de las visitas imprescindibles de Teherán era el palacio Golestan, decidí encaminar mis pasos hacia allí. Paré un taxi, le pregunté su tarifa y tuve que aceptarla porque cuando traté de regatear con él me invitó amablemente a coger la puerta. Realmente no hubiese necesitado taxi para llegar. El hotel no estaba lejos (ése había sido uno de los motivos para elegirlo) y la zona circundante al palacio no es accesible en coche porque es una zona de acceso restringido al ser la zona ministerial. El problema era que no había hecho los deberes y no me había estudiado la zona. En cualquier caso, de haberlo hecho, probablemente hubiese cogido también un taxi porque ya he dicho que en Irán las distancias engañan.

Como había leído en los foros, a la entrada del palacio hay que sacar las entradas para las zonas que se quiere visitar. Yo saqué la entrada general, que incluye los jardines y el trono de mármol, y las entradas para el edificio del sol y la galería de los espejos. Desgraciadamente no pedí una de las dependencias a la que me asomé y parecía también muy interesante. Aunque la visita a los palacios de Teherán son caras (Golestan lo es, pero también los palacios de Sa’dabad y Niyavaran), merecen la pena. De hecho, el único interés de Teherán son sus museos y sus palacios. La ciudad tiene poco que ofrecer pero gracias a estos atractivos, no debe perderse. Me llamó mucho la atención el rústico sistema que siguen con las entradas de los palacios. En Irán, todas las entradas a los sitios de interés son iguales. Ninguna referencia al sitio que se visita, con lo cual no sirven para coleccionarlas. Pues bien, en estos palacios, tú dices lo que quieres visitar y pagas por ello (cada dependencia tiene su precio). A la hora de visitar aquello por lo que has pagado, te cogen cualquiera de las entradas que se corresponda con el valor de la entrada de ese concreto sitio. Vamos, las entradas no son nominativas, sino cuantitativas.

Yo visité los tres palacios reales de Teherán. Golestan es el más visitado porque es el más céntrico. Los otros dos se encuentran en las afueras, en el norte de la ciudad, no demasiado lejos el uno del otro. Tanto Sa’dabad como Niyavaran tienen bonitos jardines pues se encuentran en plena naturaleza. El primero era la residencia de verano de los shahs y el segundo es el palacio en el que vivió el último shah. De los tres palacios, este último es quizás el menos interesante, pero de él también guardo un buen recuerdo porque veía en él un hogar, una casa como la de cualquiera de nosotros, obviamente más lujosa, pero un hogar familiar. De hecho, me llamó mucho la atención ver las habitaciones de los hijos del shah, sus salas de juego e incluso sus baños, unos baños que podían ser como los de cualquier casa española de los años setenta. Curiosamente allí se hallaba colgado un retrato del heredero Reza Ciro de niño, hecho por Vidal-Quadras. Yo no conocía este pintor pero he visto en internet que es un pariente del político catalán del PP, entre cuya obra destaca su faceta de retratista de miembros de casa reales. Golestan y Sa’dabad son, en cambio, palacios mucho más lujosos, y por tanto, mucho más bonitos. No recuerdo lo que pagué por las visitas, pero debieron ser unos 50 tomans (unos 12,50 euros) por palacio, visitando únicamente las zonas seleccionadas que consideraba podían interesarme.

Tras visitar Golestan me tocaba un día de museos. Empecé por el Arqueológico Nacional que, pese a ser pequeño, porque la mayor parte de las piezas importantes están en el Louvre y en el British, es un buen aperitivo. De allí me fui al cercano museo Ebrat, dedicado a las torturas de la policía secreta del shah. Había leído en un foro algo de él y me sedujo conocer algo más de esa faceta macabra del shah desconocida en Occidente. Tal como se decía en el foro, la visita se hace con un antiguo prisionero de esta cárcel en la que eran torturados sistemáticamente los disidentes del régimen del shah. Aquí estuvo también preso Jomeini, de quien se guarda una foto junto con la del resto de prisioneros y prisioneras. La visita se acompaña con vídeos en farsi con subtítulos en inglés de las distintas torturas a las que eran sometidos y con una visita a las celdas. Con no ser algo agradable, creo que es recomendable ver la imagen de dictador sanguinario de alguien que en Occidente hemos considerado una víctima del fanatismo. Sin embargo, no me parece el sitio más idóneo para ir con niños, como sí hacen algunos iraníes.

De allí me fui al museo de las joyas nacionales. Pregunté a varias personas pero nadie lo conocía. Al final di con un iraní que dijo conocerlo y que se ofreció a conducirme hasta allí montado en su moto, experiencia que no repetía desde mi adolescencia. Pese a sus buenas intenciones, en realidad me llevó al museo de cerámica, que junto con el de alfombras, son dos museos que parecen ser muy recomendables pero que yo no llegué a ver. Pregunté y pregunté pero nadie conocía el museo de las joyas nacionales. Increíble: el que resultó ser el mejor museo de Irán, que debería ser un orgullo nacional, y nadie lo conocía. Quizás ello era debido a que sólo abre de 14.30 a 16.00 cuatro días a la semana. Al final, después de mucho preguntar, resultó que me encontraba cerca y me di cuenta de que había dado con él cuando vi una multitud de turistas. A este museo no se puede entrar con absolutamente nada y sólo se puede acceder tras pasar varios controles. Dentro de la cámara acorazada de la sede del banco Melli se halla la mejor colección de joyas del mundo, entre las que destacan el mayor diamante rosa del mundo, el trono del pavo real adornado con joyas y las coronas del shah y de su esposa. Si tuviera que elegir lo imprescindible de Teherán elegiría, sin lugar a dudas, este museo y los palacios de Golestan y Sa’dabad.

Tras abandonar el museo, aproveché para cambiar dinero en las casas de cambio próximas y pasarme por mi cercano hotel. De allí fui al no muy lejano bazar, que aunque no especialmente interesante, merece una visita, así como la mezquita y el mausoleo que se hallan perdidos en su interior. Al regreso a mi hotel, y mientras trataba de comprar una mascarilla que me protegiera de la contaminación de la ciudad, tuve una animada conversación con el dueño de la tienda, quien echaba mucho de menos la época de prosperidad del shah y la comparaba con las penurias que había sufrido la población desde la revolución islámica. Siempre es conveniente tener distintos puntos de vista…

A la mañana siguiente, tras desayunar, me fui a primera hora al palacio Sa’dabad. Se puede llegar en metro hasta Tajrish y de allí coger un taxi, que no está demasiado lejos. En total, desde mi hotel el viaje fue de una hora. Tajrish es un barrio animado. Según me contó Shabah al día siguiente, él había vivido aquí. Anteriormente había sido un pueblo independiente pero hoy en día ya está absorbido por Teherán, aunque conserva parte de su encanto de antaño, en particular su variado bazar. En Sa’dabad, residencia de verano de los shahs, rige un sistema similar al de Golestan. A la entrada hay que sacar los billetes para los distintos palacios que se quieren visitar, por lo que hay que tener las ideas muy claras desde el principio. Yo saqué entradas para el palacio blanco o palacio nación, para el museo nacional de arte y para el palacio verde, pero el complejo lo completan muchos otros palacios convertidos en museos. El palacio verde es pequeño pero es muy bonito, todo lleno de artesonados y cristales. No se pueden hacer fotos y al entrar hay que ponerse unos patucos para no rayar los suelos (las mismas restricciones que para visitar la galería de los espejos en el palacio de Golestan). El palacio verde lo mandó construir el padre del shah Reza Pahlevi y guarda su cama, pero Reza Palehvi apenas lo usó porque le resultaba pequeño y construyó el pabellón blanco. Por fuera, este otro pabellón no da mucha idea de su importancia (algo común a todos los palacios que construyó), pero por dentro es magnífico, con todas las excentricidades y lujos del último shah. Yo había sacado también una entrada para visitar su sótano -que requiere entrada independiente- porque aquí tenía su sala de cine Farah Diba. Sin embargo, hoy está convertido en museo (de hecho se ha redenominado como museo nacional de arte) y pese a tener algún Chagall expuesto, me resultó totalmente prescindible.

De Sa’dabad volví a deshacer el camino de la mañana para irme a visitar el museo Reza Abbasi. No tenía demasiadas referencias de él pero parecía que me iba a gustar. Sin embargo, cuando llego allí, delante de mí cierran la persiana. Miro el reloj y era la una en punto. ¡Menuda sorpresa desagradable! Había leído que tenía horario continuado y ahora tendría que buscar un sitio donde comer y hacer tiempo hasta las dos, pienso. Voy hasta la esquina a ver si existe otra puerta lateral y veo que alguien entra por allí, pero la puerta se me cierra delante de las narices. Un señor que me ve, me pregunta y le explico lo que me ha pasado. Él también quiere visitarlo y me acompaña a la entrada principal. En ella, otra mujer está indignada llamando por teléfono. El señor también se pone a llamar. Al final me explica que la señora es profesora y que tenía concertada una visita con sus alumnos para esa hora. Parece ser que están arreglando la puerta de acceso principal y por eso han bajado la persiana. Nos la abren para que entremos y mientras a mí me hacen dejar mi mochila en la taquilla y pagar la entrada, los otros dos visitantes desaparecen, supongo que en el interior del museo. Afortunadamente puedo visitarlo. Al principio me parece poco interesante porque toda la primera planta está dedicada a caligrafía. Sin embargo, la segunda planta, dedicada a cerámica, y la tercera, con restos aqueménidas, son excelentes y hacen que la visita merezca la pena.

A la salida pregunto por la torre Azadi (libertad), que había creído entender que se hallaba cerca del museo. Sin embargo, como no me acuerdo del nombre, trato de explicar lo que busco y me mandan a lo que resulta ser la mezquita de Hossein. Teóricamente estaba a diez minutos, pero a mí me lleva más de media hora llegar. No tenía ningún interés especial en verla, pero ya que estoy allí decido entrar. Sin embargo, no es tan fácil. La recepcionista me da el alto y mientras me hace esperar, llama a alguien. A los cinco minutos aparece una chica hablando inglés que me pide el pasaporte. Le enseño una copia y decide hacerle una copia. Me acompaña a la mezquita que a esa hora está cerrada. Me explica que todos esos trámites no son habituales en las mezquitas (cosa que yo ya sabía), pero que esa mezquita sólo la abren a las horas de oración porque la mezquita guarda una biblioteca muy valiosa y, como ni quieren que se cuele ninguna persona indeseada, sólo permiten el acceso fuera de las horas de oración a quien se identifica. Tras verla, le pregunto si el palacio de Niyavaran está muy lejos de allí. Ella me dice que no, pero que cree que está cerrado a esa hora. Tras llamar por teléfono para informarse, me dice que está abierto, que aún queda una hora para que cierren y que si quiero ir a verlo, aunque sea algo perteneciente al “Antiguo Régimen”, me llama un taxi. En todo caso, concede, los jardines merecen ser disfrutados. Accedo a su propuesta y al cabo de unos diez minutos llega el taxi. Ese no quedar lejos significó que tardé cincuenta minutos en llegar en taxi. Como yo me temía, eran las 16.02 horas y a las 16 ya no vendían más entradas porque en la última hora de apertura de los palacios ya no venden entradas. De nada me sirvió tratar de explicarle al portero que había tardado 50 minutos en llegar allí y que había hecho el viaje sólo para verlo. No le dije que había pagado 18 tomans por la carrera porque esos 4,50 euros me parecieron un chollo después de temer lo que me iba a cobrar el taxista. Lo único que conseguí fue que me vendiera la entrada para visitar los jardines e ir al salón de té. Afortunadamente, esto me permitió acceder al recinto y, ya dentro, pude acercarme a la antigua residencia, cuyo portero fue bastante más comprensivo que el de la entrada y me dejó pasar sin entrada porque vio que efectivamente eran poco más de las 16.05.

Tras recorrer ese palacio, las pistas de tenis en las que jugaba la familia real y los preciosos jardines que lo rodean todo (como me habían informado en la mezquita de Hossein), a las cinco de la tarde, hora de cierre, tomé un taxi na dar baste hasta el metro de Tajrish. Tras el atasco de esas horas y tomarme una merienda-cena en un restaurante muy agradable próximo a la estación del metro, regresé a mi hotel.

Al final, acabé pasando tres noches en Teherán, el lugar donde más larga fue mi estancia, aunque en ningún momento había sido ésa mi intención. Había llegado mi último día pues esa tarde-noche había reservado un vuelo para Mashhad. Hubiese querido reservar un vuelo de la compañía Iran Air Tour a las cinco de la tarde, pero cuando traté de reservar el billete en Isfahan ya no quedaban plazas y tuve que contentarme con uno de la compañía Mahan Air que salía de Mehrabad a las 19.45. Hasta entonces tenía el día libre para disfrutarlo con mi amigo Shabah.

A Shabah lo había conocido por mera casualidad mediante what’s up. Cuando estaba buscando información acerca de Irán, encontré su what’s up por casualidad y decidí escribirle. Él me contestó inmediatamente y yo seguí preguntándole. Al final me facilitó mucha información, que me fue muy útil en la preparación del viaje. Por eso una de mis metas era conocerlo personalmente cuando estuviera en Teherán. Parece ser que es un reputado médico iraní que tiene buenos contactos en el país y que, pese a haber recibido ofertas para trabajar en Europa, siempre ha preferido quedarse en Irán, si bien viaja con frecuencia al exterior. Yo quedé con él en mi último día en Teherán porque los días anteriores había estado visitando a su madre en Ahwaz. De hecho, he de agradecerle que quedara conmigo, por un lado, debido a que esa noche apenas había dormido por el vuelo de Ahwaz a Teherán y, por otro, porque aunque para él era día laborable en su hospital, pidió permiso para ausentarse “porque había venido a visitarle su amigo desde España”. El pobre trató de buscar sitios de la ciudad que mostrarme, pero yo ya los había visitado todos. Al final me llevó a la torre Azadi, me enseñó la torre Milad, la más alta de Irán y una de las torres de comunicaciones más altas del mundo, y me llevó a la zona de Tajrish y más concretamente al barrio de Darband, donde se acumulan muchos de los restaurantes a los que van a comer los habitantes de Teherán los fines de semana. De hecho, allí me invitó a comer el famoso dighi, un plato tradicional que a mí me recordaba un poco al cocido madrileño que había comido en La Bola, pero sin patatas. Tras despedirme de él en su hospital ya por la tarde, me volví a mi hotel a recoger mi maleta y de allí, pasando nuevamente por la torre Azadi en la que había estado por la mañana, al aeropuerto de Mehrabad, del que salen los vuelos internos.

En el aeropuerto, mientras esperaba, charlé primero con un perito de seguros que iba a acompañar a su hija que se iba a estudiar a la universidad de Mashhad y luego, una vez pasados los controles, con un chino que, al final, resultó ser mi compañero de vuelo. Se trataba de un ingeniero chino que estaba construyendo obra civil en Irán y que venía a este país con mucha frecuencia (de hecho su pasaporte estaba lleno de visados iraníes). Conocía bien el país, aunque ninguno de sus atractivos turísticos al margen del palacio Golestan. Me pareció que no era un país en el que se sintiese muy a gusto porque no le gustaba nada el caos y realmente el país es caótico en muchos aspectos. Sin referirme ya al tráfico, que es el summum, diré que los iraníes son incapaces de formar una cola. Como él me previno, el avión salió con retraso. Cuando estábamos a punto de despegar, con la información de seguridad ya dada y todo, de pronto vuelven a encender las luces y nos hacen esperar sin ningún tipo de información. Al final salimos con hora y media de retraso. Pese a todo, bastante mejor que las cuatro horas de retraso que había tenido Wu, el chino, la última vez que había volado de Teherán a Mashhad. Mi idea inicial era haber cogido un vuelo a media tarde para llegar pronto a Mashhad y disfrutar de paso de la sauna del hotel y la realidad era, sin embargo, que llegaba a esta ciudad pasadas las once de la noche.



📊 Estadísticas de Etapa ⭐ 0 (0 Votos)
  Puntos Votos Media Visitas
Actual 0 0 Media 5
Anterior 0 0 Media 3
Total 0 0 Media 614

05 Puntos
04 Puntos
03 Puntos
02 Puntos
01 Puntos
Para votar necesitas conectarte como usuario registrado.
Te puedes registrar gratis haciendo click aquí

comment_icon  Últimos comentarios al diario: Irán a buen ritmo
Total comentarios: 9  Visualizar todos los comentarios
Spab  spab  24/11/2016 16:34   📚 Diarios de spab
Enorme trabajo en este diario, muy detallado y descriptivo. Leyéndole es un perfil de viajero exigente y que sabe lo que busca, a la par que organizado, se nota que hay mucha labor previa. Me alegra (y me sorprende a la vez) que por "mi último empujón" finalmente visitase Persia, espero que se lo haya pasado bien. Me sumo a la petición de los demás para que le añada alguna foto (yo me lo leí entero de todas formas) y puestos a pedir, si hace un balance personal del viaje, pues yo también lo leería *****
Gadiemp  gadiemp  24/11/2016 23:25   📚 Diarios de gadiemp
Un diario espléndido. Lo he leído despacito para digerir bien la gran cantidad de información que hay en él. Irán es un destino que me atrae enormemente, por su historia, su arquitectura, porque creo que guarda gran variedad de paisajes y porque tiene que ser muy peculiar. Pero sobre todo por todo lo que se dice de la amabilidad de sus gentes. Sin embargo le veo la dificultad de combinar sus grandes distancias. Es una país inmenso

El diario está excelentemente escrito. Con mucha información y muy buenas descripciones. Y también creo que unas cuantas fotos le daría otro "lustre". Te dejo un enlace con un tutorial sobre cómo añadir fotos a tu diario, por si te animas:

www.losviajeros.com/ ...122#438122

Por supuesto 5* y un saludo Amistad
Peloto5  peloto5  30/11/2016 13:27
Comentario sobre la etapa: Octava y última etapa: Ahwaz
Excelente aventura. Muy bien contada. Me ha puesto los dientes largos...
Mluisacr  mluisacr  20/08/2017 18:55
Comentario sobre la etapa: Segunda etapa: Shiraz
Sólo darte las gracias. Estamos organizando el viaje a Irán para 28 días y tu blog orienta muy bien.
Batllory  batllory  13/07/2023 13:01   📚 Diarios de batllory
Comentario sobre la etapa: Generalidades
Impresionante diario. Muchas gracias.
CREAR COMENTARIO EN LA ETAPA


👉 Registrate AQUÍ

Diarios relacionados
¿Y por qué viajas a Irán?¿Y por qué viajas a Irán? Viaje de 17 días por el sur de Irán visitando Teherán, Kerman, Yazd, Shiraz, Ahwaz, Isfahan, Kashan y Qom ⭐ Puntos 4.96 (24 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 159
"WELCOME TO IRÁN""WELCOME TO IRÁN" Luna de miel en Irán durante el Ramadán, pocos locos mas lo harán. recorrido, alojamientos, presupuesto, consejos para visitar por libre Shiraz, yadz... ⭐ Puntos 4.94 (33 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 130
19 DÍAS POR IRÁN EN AGOSTO DEL 201719 DÍAS POR IRÁN EN AGOSTO DEL 2017 Nuestro viaje por Irán visitando Teherán, Kashan, Abyaneh, Natanz, Isfahan, Yadz, Meybod... ⭐ Puntos 4.92 (13 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 103
24 días viajando sola por Irán24 días viajando sola por Irán Después de pasar 15 días en Georgia y Armenia, llegué a Irán con muchas expectativas y no solo... ⭐ Puntos 4.71 (14 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 89
VIAJAR A IRÁN DURANTE EL NOWRUZ (Nouruz)VIAJAR A IRÁN DURANTE EL NOWRUZ (Nouruz) 23 días recorriendo Irán durante la celebración del Nowruz, el año nuevo persa. ⭐ Puntos 5.00 (36 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 83


forum_icon Foros de Viajes
Pais Tema: Viajar a Irán
Foro Oriente Próximo y Asia Central Foro Oriente Próximo y Asia Central: Foro de viajes de Oriente Próximo y Asia Central: Jordania, Emiratos, Líbano, Israel, Turquía, Irán, Siria, Yemen, Uzbekistán, Kirguistan, Turkmenistán, Kazajistán, Tajikistán
Ir a tema del foro Ir a tema del foro
Últimos 5 Mensajes de 939
487476 Lecturas
AutorMensaje
gamling
Gamling
New Traveller
New Traveller
21-02-2007
Mensajes: 9

Fecha: Sab Abr 13, 2024 10:20 pm    Título: Re: Viajar a Irán

Hola, finalmente hemos decidido mover la parte de Iran y estamos buscando como locos una opción de 12 días que nos encaje entre Estambul que era la parte inicial y Dubai que era la final.
Muchas gracias a todos por la info!!
Osiris79
Osiris79
Super Expert
Super Expert
21-06-2016
Mensajes: 654

Fecha: Sab Abr 13, 2024 10:46 pm    Título: Re: Viajar a Irán

"gamling" Escribió:
Hola, finalmente hemos decidido mover la parte de Iran y estamos buscando como locos una opción de 12 días que nos encaje entre Estambul que era la parte inicial y Dubai que era la final.
Muchas gracias a todos por la info!!

Según las noticias... Irán ya está atacando con drones y misiles a Israel.

Por ahora es todo confuso... Pero ya se está produciendo el ataque...
Abdelkrim
Abdelkrim
Dr. Livingstone
Dr. Livingstone
03-04-2008
Mensajes: 9971

Fecha: Dom Abr 14, 2024 03:35 pm    Título: Re: Viajar a Irán

Francia recomienda hoy a sus ciudadanos abandonar Irán temporalmente

www.lemonde.fr/ ..._3210.html#
carolco
Carolco
Willy Fog
Willy Fog
23-01-2014
Mensajes: 23697

Fecha: Dom Abr 14, 2024 05:25 pm    Título: Re: Viajar a Irán

Significados de la ofensiva de Irán sobre Israel y el grave peligro sobre lo que se viene El ataque de Irán buscó exhibir capacidad de disuasión pero esencialmente limitar el daño para escapar de una guerra ampliada. Sin embargo la escala de la ofensiva encendió una mecha que marcará desde ahora el escenario. El no de EE.UU. A una réplica. www.clarin.com/ ...vOVy0.html
[i]Es esta la primera vez que ambos países golpean de modo directo en los territorios del otro. Los ataques previos, en el...  Leer más ...
traveller3
Traveller3
Willy Fog
Willy Fog
20-04-2013
Mensajes: 17519

Fecha: Dom Abr 14, 2024 10:17 pm    Título: Re: Viajar a Irán

Por la involucración que tiene Iran en la situación de la zona, lo mas prudente es no viajar allí, excepto por causas plenamente justificadas e inexcusables.
Cualquier zona del pais puede ser objetivo de ataques.
Respuesta Rápida en el Foro

¡Regístrate Aquí para escribir en el Foro!


Mostrar/Ocultar Galería de Fotos
Iran
iran
Feldavid2
Iran
Ghom por la mañana
Claudio61
Iran
Cerezos en flor en Sa´adabad
Claudio61
Iran
Hola!
Enalicante
All the content and photo-galleries in this Portal are property of LosViajeros.com or our Users. Aviso Legal - Privacidad - Publicidad
Nosotros en Redes Sociales: Pag. de Facebook Twitter instagram Canal de Youtube