Teníamos el vuelo a las 11.45, pero para ir tranquilos madrugamos, volvimos al Espresso House (casi nos hacen tarjeta VIP) a desayunar, último vistazo al Bryggen, y vuelta al hotel.
Cogimos en la estación de autobuses el Flybussen hasta el aeropuerto y plácida espera hasta embarcar.
Del vuelo de vuelta lo más destacado es que el avión de Norwegian tenía wifi, por lo que estuve todo el rato conectado y viendo chorradas, e incluso me di el gustazo de hacer una videollamada a mis padres...

Llegada a Madrid, coger el coche y a León. Fin de un gran viaje en el que vimos muchas cosas, tuvimos una gran suerte con el tiempo y que recomiendo a todo el mundo.
Espero que os haya gustado. Un saludo.