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Tras nuestro cambio de planes, decidimos tomarnos la estancia en Georgia con algo más de calma y sólo organizamos excursiones de un día en lugar del extenuante, principalmente, por el calor, trek a Ushguli. De este modo, tras revisar las diferentes alternativas decidimos hacer la excursión al glaciar Chaaladi, y realmente, mereció la pena.
La excursión en sí comienza en un puente colgante sobre el río. Se puede llegar andando desde Mestia, en una caminata de unas 2horas, pero nosotros preferimos coger un taxi hasta el comienzo (60 GEL, 20EUR ida y vuelta, precios de turista…). Realmente, es recomendable, puesto que el camino hasta el punto de inicio es una carretera llena de obras. El trek comienza con una subida escalonada a través de un frondoso bosque, dejando las caudalosas, blanquecinas y heladas aguas del río a la izquierda. Puedo atestiguar, que con sólo meter 1 segundo el pie en el agua, se pierde la sensibilidad durante un 1 minuto o más…. La cercanía del río y la vegetación refrescan el ambiente, y convierte la caminata en, por fin!, algo placentero. El último tramo hasta llegar al glaciar es un pedregal sin vegetación.
Finalmente, tras aproximadamente una hora de camino, llegamos al glaciar, donde las vistas son espectaculares: de frente la imponente cueva de hielo, de la que, constantemente, se desprenden piedras y pedazos de hielo de diferentes tamaños, uno de los cuales casi aplasta mi cámara de fotos, y eso que no me acerque más allá de la señal de peligro. A nuestra espalda, el espectacular bosque esmeralda en el que nos adentramos el día anterior camino de Zabeshi. El camino de vuelta, nos lo tomamos con calma, parando a hacer fotos o a refrescarnos junto al río.
Volvemos a Mestia, donde comemos en el restaurante Sunseti, en la calle principal, otro de los más populares del pueblo y fuimos al hotel a descansar y a protegernos de los calores. Por la tarde, aprovechamos para subir algunas de las imponentes torres de vigilancia medievales, muchas de las cuales se encuentran abiertas y su visita es completamente gratuita. También, reservamos el traslado para el día siguiente a Ushguli, y la vuelta a Kutaisi en marshrutka en uno de los puestos de la plaza principal.
Cenamos en el New Café Daeli, más tranquilo que el Sunseti o el Café Laila, pero de una calidad inferior.
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