Georgia, tierra de los kartvelianos ✏️ Blogs de Georgia

Georgia es un pequeño país, a caballo entre Europa y Asia aunque tradicionalmente se ha considerado que, tanto culturalmente como históricamente, pertenece a Europa. Hasta 1991 formó parte de la URSS.


Hoy en día es una democracia representativa y estado asociado a la Unión Europea desde 2016. Aunque han solicitado su ingreso oficialmente, aún no lo han conseguido. Es miembro de Naciones Unidas, el Consejo de Europa, entre otras Instituciones. También aspira a ser miembro de pleno derecho de la OTAN.

Quizás puede parecer raro decir esto pero en Georgia el país no se llama así. En la Constitución especifica que el nombre oficial es Sakartvelo, que significa algo así como “tierra de los kartvelianos”. En Occidente, sin embargo, desde hace mucho se conoce a esa tierra como Georgia, unos dicen que por su vinculación con San Jorge y otros por su significado literal griego, “labrador de la tierra”. Tanto una explicación como otra son plausibles. San Jorge, natural de Capadocia (Turquía), es el santo patrón de Georgia. En cuanto a la vinculación con la agricultura, se trata de un país muy fértil.

La capital de Georgia es Tiflis (en castellano; Tbilisi en georgiano).

La bandera del país es bastante llamativa. Tiene una cruz de san Jorge grande y cuatro más pequeñas (dicen que vinculadas con Jorge V de Georgia, que expulsó a los mongoles de esas tierras). Es un símbolo muy actual pues se usa desde 2004.


Se trata de un país pequeño (más que Catalunya) y muy montañoso, dominado por el Cáucaso, con algunas cimas de más de 5.000 metros. Tiene una población de entre 4 millones y medio y cinco millones de habitantes, de los que la mayoría son georgianos. En el país hay un 6% de azeríes, un 5,7% de armenios y un 1,5% de rusos.

Hablar de Georgia es hacerlo también de las regiones de Abjasia y Osetia del Sur. Abjasia, con capital en Sujumi, se autoproclamó república independiente en 1992. La mayoría de la comunidad internacional la considera como una república autónoma perteneciente a Georgia; países como Rusia, Venezuela o Siria creen que es un estado independiente. Algo parecido pasa en Osetia del Sur. Esto dio lugar a la Guerra ruso-georgiana en 2008. Lo trataré más detenidamente más adelante.

El idioma oficial del país es el georgiano. Tanto la lengua como su alfabeto son terriblemente complicados. Pertenece a las lenguas caucásicas meridionales, dicen que emparentada con el euskera. Sin embargo, en algunas partes del país se hablan otras lenguas. El megreliano o mingreliano se habla en el oeste del país; el esvano en el noroeste y el laz en la orilla suroriental del Mar Negro. También son presentes el osetio y el abjasio.

Tengo que reconocer que me resulta imposible aprender ese alfabeto de 33 letras y que apenas si habré aprendido dos palabras oralmente (una de ellas es “gamarjoba”, literalmente “que ganes” y que se usa para decir “hola”).


Georgia fue uno de los primeros países del mundo en adoptar el cristianismo como religión oficial (hablaremos ampliamente de eso). Hoy en día más del 80% de la población pertenece a la Iglesia ortodoxa y apostólica georgiana. La iglesia armenia también está presente en el país. Los musulmanes, casi todos azeríes, representan el 7% de la población, los católicos no llegan al 1% y más o menos igual los judíos. Eso no significa que la población sea practicante; casi la mitad de los ciudadanos se consideran no practicantes y no llega al 30% el porcentaje de personas que asisten a las interminables misas.


Aunque el turismo va cobrando importancia, mi impresión es que aún les queda bastante por aprender al respecto. Hay cada vez más hoteles pero los guías, por ejemplo, parecen contentarse con contar cuatro datos sin profundizar demasiado. Económicamente Georgia depende de los cultivos, la minería (manganeso o cobre) y el vino.

Pese a los intentos por erradicarlo, la corrupción y las drogas aún están muy presentes.

Llegar a Georgia desde Barcelona se puede hacer mayoritariamente por dos vías. Una, la que nosotros usamos, pasa por París y la otra, muy habitual pero con llegadas de vuelos de madrugada, es por Turquía. Tbilisi tiene un moderno pero bastante pequeño aeropuerto.

Debemos pensar que el país se va modernizando todo lo rápido que puede pero económicamente no es posible hacer muchos dispendios. Desde principios de los 2000 se está modernizando la flota de trenes y Tbilisi tiene metro (es la única ciudad del país que dispone de él). La Saburtalo Line cubre el territorio oeste de la ciudad y es la línea más pequeña. La más amplia y más antigua es la First Line. Funciona entre las 6:00 y las 00:00 horas y para usarlo se debe comprar en la taquilla una tarjeta Metromoney (2 laris). Luego se puede recargar en las máquinas (en inglés). Los precios de los transportes son muy baratos y las tarjetas sirven para varias personas. El precio de los billetes va disminuyendo cuantos más viajes se hacen. Es raro de comprender. La tarjeta se puede devolver durante los 30 primeros días y, presentando la factura de compra, te devuelven los dos laris.


Las estaciones se hicieron a imitación de las de Rusia y son incomprensiblemente profundas (no les hacía falta). Eso hace que muchas paradas sean muy oscuras. El tiempo de espera es de unos 2-3 minutos en hora punta y unos 6 en el resto de horario. Algunas estaciones están decoradas pero que nadie espere ver la suntuosidad del metro de Moscú.

Los nombres de las paradas y las indicaciones también están en inglés.

La tarjeta sirve para viajar en metro, bus (allí no puede recargarse) y en el aéreo que sube a la Fortaleza de Narikala.

Tbilisi también cuenta con un funicular que sube a la colina de Mtatsminda. La tarjeta para subir es propia, se compra en sus taquillas y sirve para recargarla y poder usarla en el parque de atracciones que hay arriba.


La ciudad también cuenta con microbuses, más caros que un autobús normal pero más rápidos (ya que paran menos). No son caros tampoco. Desde hace unos años no circulan por las arterias principales para no dar la sensación de país anticuado.

En Tbilisi se ven muchos taxis. Es necesario negociar antes el precio y algunos intentan timarte. Dicen que lo más normal es llamarlos por aplicación y con precio fijado de antemano. Nosotros solo cogimos un taxi en la calle y la experiencia fue regular por no decir mala.
Nota de 2023: descargamos la aplicación Bolt y es fiable y no muy cara.

En la ciudad hay estaciones de autobuses que conectan con otras localidades. Son accesibles en metro. Las más destacadas son la de Didube y Station Square 1. Como el alfabeto es muy raro, debes guiarte por el número de bus o pedir ayuda a alguien.

La moneda oficial de Georgia es el lari (se abrevia GEL). Para redondear un poco diré que más o menos 3 GEL son 1 euro. Hay billetes y monedas (conviene siempre llevar algunas para los wc, que suelen ser de pago). El lari se divide en 100 tetri.

En cuanto a la cocina georgiana, es buena pero creo que no saben venderla convenientemente. Es riquísima en frutas y verduras pero el plato que más se conoce es una bomba calórica, riquísima pero poco apta para comer a menudo, llamada khachapuri (pronunciado jachapuri). No es más que pan relleno de queso al que se le pueden añadir otros ingredientes como el huevo. Uno de los más comunes es el imeretian o imeruli, que simplemente es una masa de pan redondo con el queso por dentro.


Muy común también es el megruli khachapuri, relleno de queso y con más queso por encima. El adjarian es el más fotogénico. Tiene forma de barca y lleva queso, mantequilla y huevo. Para comerlo, se debe revolver todo y luego ir mojando trocitos de pan de los extremos. Una variedad muy curiosa es el lobiani, relleno de judías pintas.


Casi tan famoso como el khachapuri pero más ligero que éste tenemos el khinkali (se pronuncia jinkali). Para entendernos es un dumpling relleno (ya puede ser de carnes, patata, queso o champiñones). Se suele morder en un extremo y tragarse el jugo (si lo tiene) para luego dejar de lado el rabito superior (más duro).


Personalmente me gustó mucho un guiso a base de judías pintas llamado lobio.


El satsivi no lo vi en ningún sitio aunque es un plato famoso. Consiste en carne de pollo o pavo acompañado de salsa de nueces.

Los pkhali son una especie de ensaladilla fría de verduras. Yo probé el de espinacas. Me gustaron más los bradijani, láminas de berenjena a la plancha o fritas que envuelven una pasta de nueces y especias.

En las comidas georgianas nunca se acostumbra a comer postre. De hecho, en los menús los hay pero no es nada tradicional. Y eso que dulces sí que hay (aunque creo que muchos menos de los que podrían tener, gracias a su rica variedad de frutas y frutos secos). Es muy famosa una chuchería llamada churchjela. Visualmente es como una especie de fuet o salchicha. Se trata de nueces, avellanas o almedras bañadas en jugo de uva, tan espeso que se solidifica. Los frutos secos van ensartados en un hilo. Cuando lo comes parece un poco pan de higo. ¿Está bueno?. Pues, hombre, pasable. Hay algunas variedades con otros jugos como kiwi, albaricoque, etc.


Para mi desgracia, no me gustaron los quesos georgianos (y eso que yo soy como una rata). El Sulguni se elabora con leche de vaca, búfala, o una mezcla de estas leches, de pasta semiblanda hilada y cocida, sin corteza. Su color varía del blanco al amarillo pálido. Es el queso georgiano más famoso y es muy salado. El curado o el ahumado es más salado aún. Incomible, Se usa para hacer el khachapuri (y entonces sí está bueno).


A lo largo de mi explicación iré nombrando algún restaurante o local de restauración que visité.

Ir a un supermercado a comprar es encontrarte con muchos productos de importación y bastante caros. Supermercados hay muchos (Carrefour market o city, Spar, Nicora - nosotros decíamos el del toro, pornel dibujo que lo identifica-...). En los centros comerciales hay hipermercados Carrefour o Goodwill. Hay muchas farmacias o establecimientos que tienen algún producto de farmacia pero también de belleza. Hay grandes droguerías llamadas Clean house. Si se viaja con niños destaco las tiendas Wishlist (aunque en casi todos los centros comerciales hay, la mejor es la del Tbilisi mall. En realidad son dos tiendas y hay juguetes (muchos), ropa, todo tipo de artículos para los bebés, cochecitos, coches, motos, toboganes, etc. No faltan locales de estética y belleza para mujeres (no hay tantas barberías de hombre).

Los vinos georgianos son buenos, no en vano son uno de los productores más antiguos del mundo. Hablaré de ellos más extensamente pero solo destacar que los semidulces gustan mucho. En su momento también hablaré del agua de Borjomi. Por ahora solo decir que el agua en Georgia es abundante y potable.

Aunque hay bastantes centros sanitarios, conviene hacerse un seguro de viajes con buena cobertura al respecto. Antes de las visitas ya cobran y no poco. Una visita rutinaria ronda los 70 laris (25 euros). No destacan por ser maravillosos profesionales. Tenemos experiencia y detectamos casos de mala praxis que nos afectaron directamente o consejos que contradicen normas ya establecidas por la OMS, claro ejemplo de cierto retraso en la aplicación de la medicina.

Otra cosa que he visto es que los georgianos son poco dados a reconocer sus errores y tienden a culparte de algo, incluso sin motivo, aunque la culpa sea suya. Y eso pasa en muchos ámbitos (taxis, medicina, etc). Es algo que me pone mala. Se dice en muchas guías de viaje que son amables y hospitalarios. No es cierto. A muchos taxistas les cuesta devolver el saludo, en los restaurantes te toman el pedido o te cobran sin más (sin un ¿te ha gustado?,¿ todo bien?). En algunas tiendas parece que hasta les da pereza atenderte, cuanto más mostrarte el producto. He visto varias veces cómo intentan colarse para pagar.

Tbilisi en particular está llena de perros callejeros. Hay muchísimos y no son precisamente razas pequeñas. Eso sí, suelen ser muy pacíficos. En el centro también hay muchos gatos.

Seguramente el viajero pase tiempo en Tbilisi ya que, como capital, tiene muchos monumentos y rincones por descubrir. Pero seguro que tarde o temprano acaba recalando en Kajetia, dominada por la cadena del Daguestán, en el espacio más oriental del cristianismo. Por allí han entrado los invasores a lo largo de los siglos (persas, turcos...). En Kajetia encontramos muchos encantos, paisajísticos y monumentales. Abundan los monasterios (Gremi, Nekresi, Bobde) y otros monumentos como la catedral de ALAVERDI, David Gareja, la ciudad de Signani... Además Kajetia es la capital del vino georgiano.

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En 1991 se descubrió en Dmanisi, a 85 km de Tbilisi, un cráneo de homínido. En posteriores excavaciobes hasta el 2005 se han encontrado cinco cráneos y cuatro mandíbulas que se han fechados entre, aproximadamente, 1,85 y 1,75 millones de años. Se piensa que estos fósiles representan a las poblaciones de homínidos que inicialmente emigraron de África. Para entendernos, los primeros europeos.


A fines del segundo milenio a. C., en el Asia Menor, al este del llamado Ponto Euxino (mar Negro) y al sudoeste de Transcaucasia, surgieron dos reinos, el de Diaoji y el de Cólquida. Los colcos y su reino destruyeron la confederación de Diaoji (siglo VIII a. C.), lo que los puso en contacto directo con Urartu (posible antecesor de los armenios). En la Cólquida había un rey y en cada provincia había un gobernador.

En la Cólquida podría tener lugar el mito griego de Jasón y los argonautas, con la búsqueda del vellocino de oro.


Hacia 750-748 a. C. el rey Sarduri II de Urartu invadió el país y devastó el sur. Cimerios, medos y escitas hicieron lo propio.

Desde el siglo VI al V a. C. el rey de la Cólquida pagó tributo a los reyes persas hasta que fueron liberados en el 330 a.C. por Alejandro Magno.

A partir del siglo VIII a. C., los milesios comenzaron a colonizar la costa de la Cólquida. Fundaron Fasis (Poti), Guienos (Otxamtxira), Dioscuria, llamada después Sebastópolis, que es la actual Sujumi, y una de nombre desconocido en Adjaria.

Al otro lado de lo que hoy es Georgia nos encontraremos con Iberia. El área estaba habitada por varias tribus emparentadas entre sí, llamadas generalmente íberos por los autores antiguos. El reino se llamaba Kartli y recibía su nombre de un jefe mítico, Kartlos. La principal tribu eran los mtskheta, que darían nombre a la capital.

Hacia el siglo IV a. C., la parte oriental cayó bajo domino del reino de Iberia, y Cólquida pasó a ser llamada Egrisi.

Mitrídates VI del Ponto (111 a. C.-63 a. C.) incorporó el territorio e hizo gobernador a su hijo Macares, pero intentó independizarse y su padre lo hizo matar. Algunos aristócratas tomaron el poder. El año 66 a. C., los romanos expulsaron a Mitrídates, que huyó a Cólquida y después al Bósforo Cimerio.

Caído Pompeyo, Farnaces II del Ponto, hijo de Mitrídates, aprovechando que César estaba ocupado en Egipto, se apoderó de Cólquida, Armenia y parte de Capadocia (49 a. C.) derrotando a Gneo Domicio Calvino. Cuando el reino de Ponto desapareció, Cólquida se incorporó a Roma como parte de la provincia de Galacia.

La presencia romana duró hasta el siglo II, cuando los príncipes locales de los Lazes, Apxiles o Apsides, Abasgues o Abascis, Samiges y otros menores se hicieron prácticamente independientes. El principado de los Lazes conquistó los otros principados entre los siglos III y IV d. C. dando origen al reino de Lázica.

En 337, tras la conversión del rey Mirian III y de su esposa Nana, el cristianismo se convierte en la religión oficial del reino.

El año 446 (o 460), Vakhtang I cabeza de lobo-Gorgasali- (446-502) funda la dinastía bagrátida y escoge la ciudad de Tiflis como capital. Vakhtang I liberó el país de los sasánidas y extendió sus dominios a toda la Transcaucasia (actual Georgia, Armenia, Azerbaiyán). Pero acabó siendo derrotado por los persas.



En el 502 Georgia fue dividida en dos: la Georgia Oriental, que fue anexada al reino de Kartli, y la Georgia Occidental, que corresponde a Cólquida, la cual tomó el nombre de Reino de Lázica.

En el siglo VI los persas abolieron la monarquía de Karthlia, pero con la ayuda del Imperio bizantino fueron expulsados y los aznauris (nobles) restablecieron la administración y el poder del reino. En 654, los persas y los bizantinos se disputaron la región, la cual, finalmente, fue conquistada por los georgianos a fines del siglo VIII.

El ascenso de la dinastía Bagrationi se remonta al siglo VIII, en el principado de Iberia, cuando llegaron a gobernar Tao-Klarjeti. La restauración de la monarquía georgiana comienza en el año 888, cuando Adarnase IV de Iberia tomó el título de "rey de los georgianos".


El reino unificado de Georgia fue establecido en 1008. En ese año Bagrat III, hijo de Gurgen II se convirtió en el gobernante del reino de Georgia occidental (reino de Abkhazeti), que incluía los principados de Imericia, Samegrelo, Abkhazeti (Abjasia), Guria y Svaneti.

David IV el Constructor (1089-1125) repelió los ataques selyúcidas y completó la unificación de Georgia con la reconquista de Tiflís en 1122.


Georgia vivió un momento de esplendor durante los reinados de Demetrio I (1125-1156), Jorge III (1156-1184), y sobre todo, de su hija Tamar (1184-1213).


La edad de oro terminó con las invasiones de los jorezmitas en 1225 y de los mongoles. Con el consentimiento de Gengis Kan, los mongoles entraron en Armenia, entonces bajo control georgiano, y derrotaron a sesenta mil georgianos y armenios mandados por el rey Jorge IV Lasha de Georgia. El rey fue gravemente herido. Poco después regresaron. Poco después tuvo lugar la conquista de Tiflis en una tercera invasión mongola. La sumisión tuvo lugar en 1243 y Georgia oficialmente reconoció al Gran Kan como su señor. El país fue obligado a pagar un tributo anual de cincuenta mil piezas de oro y apoyar a los mongoles con un ejército.

Los mongoles crearon el valiato de Gurjistan, que comprendía a Georgia y a todo el sur del Cáucaso, que gobernaron indirectamente, a través del monarca georgiano. Guyuk Kan hizo cogobernantes en 1247 a los dos pretendientes al trono, David VII Ulu, hijo ilegítimo de Jorge IV, y su primo David VI "Narin", hijo de Rusudan (hija de Tamar).

En 1256, Georgia fue incluida en el Ilkanato, cuyo núcleo era Persia (Irán). En 1259-1260, nobles georgianos, dirigido por David Narin, se levantaron contra los mongoles, y lograron liberar Imereti (Georgia occidental) de la Georgia oriental controlada por los mongoles. David Ulu decidió unirse a su primo, pero fue derrotado cerca de Gori y se sometió nuevamente a los mongoles.

En 1266, el príncipe Sargis Jakeli de Samtsje (con Ajaltsije como capital) recibió protección y patrocinio del kan Abaqa Kan, que se independizó virtualmente de la Corona georgiana.

Hubo un periodo breve de reunificación y resurgimiento bajo Jorge V el Brillante (1299-1302, 1314-1346).


En 1319 Jorge V y los mongoles suprimieron la rebelión del gobernador ilkanida de Georgia, Qurumshi. Seguramente debido a los conflictos internos entre los kanatos mongoles y los generales ilkanidas, casi todas las tropas mongolas se retiraron de Georgia en la década de 1320.

En 1330-1331 Jorge V el Brillante se anexionó Imerecia.

Los ocho ataques del conquistador turco-mongol Timur entre 1386 y 1403 significaron un duro golpe para el reino de Georgia. Su unidad quedó finalmente destrozada y, en 1491, Georgia quedó desmembrada en numerosos principados y reinos. Emergieron tres reinos independientes, cada uno dirigido por ramas rivales de la dinastía Bagrationi —el reino de Kajetia (en el este), el reino de Kartli (en el centro), el reino de Imericia (en el oeste, con Kutaisi como capital)—, y cinco principados semiindependientes dominados por sus propios clanes feudales: Odishi (Mingrelia), Guria, principado de Abjasia, Svaneti y Samtsje (fronterizo con Armenia).

Georgia se vio sometida a ataques de otomanos y persas durante el siglo XVI. La paz de Amasya fue un tratado firmado el 29 de mayo de 1555 entre el sah Tahmasp I del Imperio safávida y el sultán Solimán el Magnífico del otomano en la ciudad de Amasya, de la que tomó el nombre. Eso dividió Georgia en dos áreas de influencia: el este, con influencia iraní (incluye Tiflis) y el oeste, con influencia turca (las actuales provincias costeras y a veces Kutaisi).

En 1490, después de varias décadas de luchas internas dinásticas, un consejo nacional acordó la división del reino de Georgia en tres reinos. Los reyes de Georgia retuvieron la mayor parte del reino dividido, que volvió a su antiguo nombre de reino de Kartli. El reino de Imericia y el reino de Kajetia emergieron como los otros dos reinos Bagrationi creados a partir de dicha división.

En 1783, el Imperio ruso y el reino oriental georgiano de Kartli-Kajeti suscribieron el Tratado de Gueórguiyevsk, de acuerdo con el cual Georgia y Rusia se obligaban brindar mutualmente apoyo militar. Pese a ello, Tiflis fue saqueada por los persas en 1795.


El 22 de diciembre de 1800, el zar Pablo I de Rusia violó el tratado de Gueórguiyevsk y firmó la proclamación correspondiente a la incorporación de Georgia (Kartli-Kajeti) al Imperio ruso. La proclamación fue anunciada el 18 de enero de 1801. Como es de esperar, muchos nobles georgianos se rebelaron.

En 1810, después de una breve guerra, el reino georgiano occidental de Imereti fue anexado por el zar Alejandro I de Rusia. El último rey imeretio y último bagrátida georgiano Salomón II murió en el exilio en 1815.

El principado de Guria fue abolido en 1828 y el de Mingrelia en 1857. La región de Svanetia fue anexada entre 1857 y 1859.

Después de la Revolución rusa, en 1918 se creó la República democrática de Georgia. Duró hasta 1921. Se puso bajo protección alemana por el Tratado de Poti. El apoyo alemán permitió a los georgianos repeler las amenazas bolcheviques desde Abjasia. Pese a todo, no pudo evitar la invasión del Ejercito rojo y en 1921 se incorporó a la URSS.

Georgia fue incorporada de manera forzosa en la República Socialista Federativa Soviética de Transcaucasia que abarcaba Armenia, Azerbaiyán y Georgia. El gobierno soviético forzó a Georgia a ceder varias provincias georgianas históricas a Turquía (la provincia de Tao-Klarjeti) a Azerbaiyán la provincia de Ereti, y de Sainguilo, a Armenia (la región de Lore) y a Rusia parte de la costa del Mar Negro.

Un georgiano que no amaba mucho a su tierra, Stalin, acabó siendo el líder y sucesor de Lenin.


Desde 1941 hasta 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, cerca de 700 000 georgianos pelearon como soldados del Ejército Rojo contra la Alemania nazi y casi 350 000 de ellos murieron en los campos de batalla del frente oriental.

Eduard Shevardnadze, el georgiano que trabajó como ministro de Relaciones Exteriores de la Unión Soviética, fue uno de los artífices de la perestroika durante los años 1980.

El 9 de abril de 1991, poco antes de la disolución de la URSS, Georgia declaró su independencia. El 26 de mayo de ese año Zviad Gamsajurdia fue elegido como el primer presidente de la Georgia independiente. No obstante, Gamsajurdia fue depuesto mediante un sangriento golpe de Estado entre el 22 de diciembre de 1991 y el 6 de enero de 1992. El golpe fue instigado por parte de la Guardia Nacional y una organización paramilitar llamada Mjedrioni, de la que se decía que estaba apoyada por unidades militares rusas con base en Tiflis.

Estalló una guerra civil. En 1992 Eduard Amvrósiyevich Shevardnadze accedió a la presidencia aunque en realidad se unió a los líderes del golpe —Tengiz Kitovani y Dzhaba Ioseliani— para encabezar un triunvirato llamado "Consejo de Estado".


En 1995 sí fue elegido presidente. Abjasia y Osetia del sur declararon su independencia.

En marzo de 1989, los nacionalistas abjasios exigieron en la Declaración de Lykhny el establecimiento oficial de una República Socialista Soviética separada (basada en el precedente de la existencia de una RSS de Abjasia separada desde 1925 a 1931, que fue asociada a la RSS de Georgia). La Declaración fue firmada por el rector de la Universidad Estatal de Abjasia. No tardaron en surgir tensiones.

En junio de 1992, las tensiones por la autonomía se acercaron a una etapa crítica, cuando los militantes abjasios atacaron los edificios gubernamentales en Sujumi. El 23 de julio de 1992, el gobierno de Abjasia proclamó la independencia de la región, aunque esta no fue reconocida internacionalmente. El 14 de agosto de 1992, la policía georgiana y las unidades de la Guardia Nacional fueron enviadas para restablecer el control del gobierno sobre Abjasia. Hubo muchas violaciones de los derechos humanos por ambas partes. La batalla de Sujumi el 27 de septiembre de 1993 fue seguida por una campaña de limpieza étnica contra la población étnica georgiana, a gran escala.

Osetia declaró formalmente la independencia unilateral el 28 de noviembre de 1991, convirtiéndose en una república independiente de facto. En 2008 Georgia intentó recuperar ese territorio, sin éxito.

La ONU, la Unión Europea y Estados Unidos de América rechazan la independencia de ambos territorios.

Georgia no se recuperaba. La situación económica era desastrosa y la corrupción, cada vez mayor. El 21 de noviembre de 2003 manifestantes, liderados por Mijeíl Saakashvili, irrumpieron en una sesión del parlamento con rosas en la mano. Fue el inicio de la llamada Revolución de las rosas. Las protestas duraron 20 días, del 3 al 23 de noviembre de 2003, y trajeron como consecuencia nuevas elecciones presidenciales y parlamentarias que convirtieron al Movimiento Nacional Unido en el principal partido de gobierno. Saakashvili se convirtió en el nuevo presidente.


Saakashvili decidió librarse de la hegemonía rusa, por lo que adoptó una política de acercamiento a Occidente, sobre todo a los Estados Unidos, intentando así entrar a formar parte de la OTAN. Intenta también recuperar el control de Osetia del Sur y de Abjasia. El gobierno ruso se vio forzado a cerrar sus bases militares en Georgia y, tras una negativa de la OTAN al ingreso de Georgia, Saakashvili invadió por la fuerza las dos regiones secesionistas, sin éxito.

El 3 de febrero de 2005, el primer ministro Zurab Zhvania murió debido a envenenamiento por monóxido de carbono en una aparente escape de gas en la casa de Raul Usupov, gobernador de la región de Kvemo Kartli. Poco después, un amigo cercano de Zhvania y aliado desde hace mucho tiempo, Zurab Nogaideli, fue designado ministro de Finanzas por el presidente Saakashvili.

En septiembre de 2007, el exministro de Defensa, Irakli Okruashvili fue detenido tras acusar al presidente Mijeíl Saakashvili de haber ordenado en el pasado la muerte de diversas personalidades «importantes e influyentes». Fue acusado de «extorsión, blanqueo de dinero, abuso de poder y de negligencia durante sus funciones en el Ministerio de Defensa». Varios millares de manifestantes se reunieron el 28 de septiembre frente al Parlamento en Tiflis para denunciar este arresto y en llamada a los partidos de oposición.

La economía mejpró ostensiblemente en ese período y se redujo la corrupción. Hubo mejoras educativas, militares y en el sistema de salud. Pero no todo era tan bonito. Se criticó abiertamente que su gobierno acosaba a las minorías rusas. Se dijo también que la justicia actuaba con mano demasiado dura y que a los policías se les iba la mano al interrogar a sospechosos. Se generalizó la tortura policial y carcelaria, había una vigilancia masiva, escuchas telefónicas, cierre de canales de tv de la oposición, etc.

El 8 de noviembre de 2007, el presidente Saakashvili anunció una solución de compromiso para celebrar elecciones presidenciales anticipadas para el 5 de enero de 2008. También propuso celebrar un plebiscito en paralelo sobre cuándo celebrar elecciones parlamentarias.

Saakashvili fue criticado por dispersar con balas de goma y gas lacrimógeno a cientos de manifestantes que bloqueaban la principal arteria de transporte de Tiflis, la avenida Rustaveli, por el arresto de unos deportistas, acusados de chantaje.

El 5 de enero de 2008, se celebraron elecciones presidenciales. Fue reelegido.

El 28 de octubre de 2008, Mikheil Saakashvili propuso a Grigol Mgaloblishvili, embajador georgiano en Turquía para el cargo de primer ministro. Eso provocó muchas protestas contra el presidente.

La presión contra Saakashvili se intensificó en 2009, cuando la oposición lanzó manifestaciones masivas contra el gobierno de Saakashvili. En 2012 salió a la luz un vídeo donde se veía a presos torturados y sodomizados en la prisión de Tbilisi Gldani.

El 2 de octubre de 2012, Saakashvili admitió la derrota en las elecciones parlamentarias de Georgia contra Bidzina Ivanishvili en las elecciones del día anterior. Se marchó de Georgia y aceptó el cargo de conferencista y estadista sénior en la Universidad de Tufts en los Estados Unidos.

El 30 de mayo de 2015 Saakashvili fue nombrado gobernador del Óblast de Odesa, en el suroeste de Ucrania. Se mantuvo en el cargo hasta el 9 de noviembre de 2016.

El 4 de diciembre de ese año, el presidente georgiano Giorgi Margvelashvili privó a Saakashvili de la nacionalidad georgiana y decretó una orden de búsqueda y captura por su posible responsabilidad en numerosos delitos. Según la Fiscalía podría estar involucrado en la muerte del primer ministro Zurab Shvania, en el homicidio del empleado del Banco Unido de Georgia Sandro Girgvliani, y en la malversación de fondos públicos por un valor de 5 millones de dólares. Fue detenido a su vuelta al país en 2021. Fue condenado en 2018 en ausencia a tres y seis años de cárcel por corrupción y abuso de poder. Además, se enfrenta a otros cargos.

Giorgi Parménovich Margvelashvili fue presidente de Georgia desde el 17 de noviembre de 2013 hasta el 16 de diciembre de 2018.

La actual presidenta de Georgia es Salomé Zurabishvili desde diciembre de 2018. Pertenece a una familia importante de Georgia. Sus abuelos abandonaron el país en 1921 cuando llegó el Ejército Rojo. Su madre Zeïnab Kedia nació durante el exilio en Estambul y llegó a Francia a los cuatro años. Su padre Lévan Zourabichvili, ingeniero y expresdiente de la Asociación Georgiana en Francia, tenía catorce años cuando llegó también a este país. Salomé nació y estudió en París. Pata ser presidenta de Georgia tuvo que renunciar a su nacionalidad francesa.


Irakli Garibashvili, de Sueño georgiano, es el Primer ministro del país.

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Tbilisi (en castellano Tiflis) es la capital de Georgia.


Desde al aeropuerto se puede ir al centro con los siguientes medios de transporte:

La línea 37 de Tbilisi Transport Company viaja regularmente hacia el centro de la ciudad las 24 horas del día, con salidas desde frente a la sala de llegadas. El tiempo de viaje es de 35-40 minutos. Las paradas incluyen la iglesia Saint Nikoloz, Orkhevi, Kakheti, Sante, Samgori, Pushkin Square, Heroes Square y Station Square.

Hay servicios de trenes hacia el centro de Tiflis que parten desde la estación ubicada a 70 metros de la terminal, con un recorrido de 40 minutos.

Se puede coger un taxi. El tiempo de viaje hasta el centro de la ciudad es de 20-30 minutos, dependiendo del tráfico.

Nosotros no usamos ninguna de esas opciones porque nos vinieron a recoger.

Viniendo desde el aeropuerto nos encontramos el gran centro comercial East Point. A diferencia de los otros, es abierto (malo en días llubiosos o ventosos, como cuando yo lo visité). Hay alguna zona cubierta. Encontramos, entre otras, tiendas conocidas (Mango, Zara, Stradivarius o H &M). En la planta inferior cubierta hay una zona de recreativos con una torrecita con asientos en redondo que sube hasta arriba y luego se deja caer. En la planta superior está la restauración (aunque también hay en la parte descubierta). Cenamos en Tashir pizza, una cadena armenia. Jsvi tomó sopa de pollo con verduras (generosa ) y cogimos dos pizzetas y dos limonadas..Pagamos unos 3 euros cada uno.

Separado de la zona de tiendas hay un Carrefour, tiendas de bricolaje y varias de electrodomésticos y electrónica.

Allí llegan algunos autobuses (524, creo que vi el 527 tambíen) o se puede ir en taxi.

Nos alojamos en el barrio de Ablavari, tradicionalmente armenio, en el hotel Voyager. Es de 3 estrellas pero conseguimos una habitación enorme con desayuno en el último piso, con vistas inmejorables.


A escasos dos minutos del hotel está la parada de metro del mismo nombre (hoy con la plaza en obras) y hay varios supermercados, tiendas y casas de cambio. La oficina de la agencia con la que haremos excursiones está a tres minutos.

Justo delante del hotel encontramos la iglesia armenia Echmiadzin. El edificio está construido con ladrillo y sigue el estilo de las iglesias medievales de Armenia y Georgia, aunque cuenta con algunos elementos típicos del clasicismo. La iglesia fue inaugurada en el año 1808, y desde entonces ha sido renovada en numerosas ocasiones. A finales del siglo XIX se hizo más grande dado el creciente número de habitantes armenios en la zona. Poco después de la caída de la Unión Soviética y la declaración de independencia de Georgia se instaló frente a la iglesia un monumento dedicado a las víctimas de la Tragedia del 9 de Abril, en el que un grupo de manifestantes fueron asesinados por el Ejército Soviético durante una protesta pacífica en contra de gobierno de Moscú.


El interior es sencillo, con cuadros religiosos. Al ser armenia, no es necesario cubrirse la cabeza con un pañuelo.

A un lado de la iglesia hay un pequeño parque público (que sobre todo se llena por la tarde-noche) y un gimnasio público; al otro, una casa destruída, fruto de los efectos de un terremoto reciente que afectó al barrio.

Aproximadamente a unos 15 minutos a pie se llega a la impresionante catedral de Tbilisi, cuya entrada es gratis.

La catedral está situada en una colina. Para acceder a ella debes pasar por un recinto amurallado y cruzar un bonito un tranquilo parquecillo que es la antesala de la enorme construcción.

La catedral de la Santísima Trinidad es la principal catedral de la Iglesia ortodoxa y apostólica georgiana. Se construyó entre 1995 y 2004 y es la tercera catedral ortodoxa más alta del mundo. La altura de la catedral desde el suelo hasta la parte superior de la cruz es de 105,5 metros.

Se edificó en terrenos que incluían lo que había sido un antiguo cementerio armenio llamado Khojavank. El cementerio tuvo una vez una iglesia armenia, destruida durante el período soviético por órdenes de Lavrenti Beria. La mayoría de las lápidas y monumentos del cementerio también fueron destruidos y el cementerio se convirtió en un parque, lo que representó un escándalo y una absoluta falta de respeto.

La catedral es imponente y, al estar a lo alto de unas escaleras, aún impacta más. La cúpula está coronada por una por una cruz con dorado en oro de 7,5 metros de altura.


La catedral consta de nueve capillas (capillas de los Arcángeles, Juan el Bautista, San Nino, San Jorge, San Nicolás, los Doce Apóstoles y Todos los Santos); cinco de ellas en una enorme cripta. Nosotros no bajamos porque en nuestra visita estaban en plena misa (sin fieles).

Alberga bonitos iconos y es resultona aunque quizás demasido grande (o es que, al verla vacía, resultaba muy desangelada).

Un paseo nos lleva hasta al Palacio Presidencial, que, claro, no se visita. El antiguo edificio de la "Gendarmería Imperial" fue completamente renovado para albergar el nuevo Palacio Presidencial de Georgia. El proyecto del arquitecto italiano Michele De Lucchi, el mismo que hizo el Puente de la Paz (del que ya hablaré), se terminó en 2009. Tiene aspecto clasico pero seguramente lo más impresionante es la cúpula de vidrio diseñada por los arquitectos Vakhtang Zesashvili (georgiano) y Franc Zagari (italiano).


Regresando al metro de Ablavari, tenemos que cruzar la calle por un paso subterráneo que nos lleva al otro lado, delante de un Carrefour no tan abastecido como los nuestros.

En escasos minutos llegariamos al Palacio de la reina Darejan. Darejan fue reina consorte de Kajetia, y más tarde Kartli-Kajetia en el este de Georgia, como la tercera esposa del rey Erekle II (también conocido como Heraclio II). Era hija de Katsia-Giorgi Dadiani, miembro de la casa principesca de Dadiani del principado de Mingrelia. El palacio se encuentra en la calle Urbnisi.

En los años 70 del siglo XVIII (1776), sobre las ruinas del antiguo castillo, se erigieron el palacio de la reina y la iglesia de la puerta de San Irakli y Santa Daria. Se salvaron cuando el sha de Irán arrasó la ciudad en 1795. En el período siguiente, la iglesia se transformó en un monasterio que lleva el nombre de la Transfiguración del Salvador. El monasterio se llama "Monasterio de Darya" y el palacio se llama "Sachino". Después del exilio de la reina Darejan a San Petersburgo, el exarca Theophilacte compró el palacio y la iglesia, y aquí se organizaron un seminario y escuelas parroquiales. El monasterio dejó de funcionar durante el régimen comunista. En los años 70 del siglo XX, aquí se encontraba el museo distrital de 26 comisionados. Durante algún tiempo la iglesia también se utilizó como almacén. Luego se estableció aquí un teatro y se llevaron a cabo representaciones teatrales hasta los años 90. En 1991, la iglesia fue transferida a la administración del Patriarcado. La iglesia y el palacio junto con los edificios de diferentes propósitos formaban un solo conjunto arquitectónico, que estaba rodeado por una valla de piedra. La parte inferior de la torre del palacio está construida con piedra triturada, con capas de ladrillos cuadrados. Llama la atención el hermoso balcón decorativo situado sobre una torre defensiva. Desde el balcón hay espectaculares vistas. Solo es accesible de 12 a 14 horas. Ojo con las tablas del suelo; algunas están rotas.

La iglesia, con horario menos restringido, tiene muchas pinturax, unas más antiguas que otras.

Las calles adyacentes tienen antiguos y tradicionales. Los hay bien restaurados pero muchos están casi en ruinas. Pese a eso pertenecen a casas habitadas. No faltan los hoteles con encanto y los apartamentos.

Descendemos un poco y encontramos la pequeña iglesia de David el profeta. Según pone es la única dedicada aceste personaje en Tbilisi. Hay pinturas (me parecieron modernas). Desde el muro se pueden ver vistas sobre el río.

Si bajamos un poco más no tardamos en encontrar, elevada, la iglesia de Metekhi, en la orilla izquierda del río Mtkvari. Según las fuentes históricas, el rey Vakhtang Gorgasali construyó aquí una iglesia y una fortaleza. También sirvió como residencia para los reyes georgianos. Santa Shushanik está enterrado en la iglesia de Metekhi por orden del rey Gorgasali. Shushanik era hija del comandante militar armenio Vardan Mamikonian y se casó con el gobernante mihraní ( pitiakhsh ) Varsken, hijo de Arshusha II. Varsken adoptó una postura pro-persa, adoptando el zoroastrismo y renunciando al cristianismo, que sí seguía su esposa. Intentó por todos los medios que Shushanik renunciara a su fe y, al no conseguirlo, la mató.


Debido a muchas invasiones, Tbilisi fue a menudo y la iglesia también sufrió daños. Sin embargo, los georgianos lo reconstruyeron una y otra vez. La última restauración fue realizada por el rey Deméter II entre 1278 y 1289. La iglesia de Metekhi tiene una cúpula, que es similar a la estructura medieval.

Después de que Georgia se convirtiera en parte del Imperio Ruso en el siglo XVIII, se construyó una prisión bajo la Iglesia de Metekhi. Stalin y otros revolucionarios fueron encarcelados aquí. Hay un agujero que fue cavado por los prisioneros para escapar de la prisión. En las paredes, aún se ven los rasguños de los prisioneros. Después de un tiempo, la prisión fue cerrada. A partir de 1988, gracias al Patriarca Ilia II, la Iglesia de Metekhi volvió a su función original y se colocó una nueva cruz en la cúpula. Choca mucho la estampa de la iglesia y la enorme prisión en antiguas fotografías.

Hay una leyenda que relacionada con el nombre de'Metekhi'. El jefe de los osetios, llamado Bakatari, secuestró a la hermana del rey Vakhtang Gorgasali. El rey decidió salvar su vida. Ella le informó por carta que Bakatari siempre llevaba una armadura para protegerse. Sin embargo, era posible matarlo disparándole en la axila. Cuando se encontraron, el jefe de los osetios pidió al rey que no le disparara hasta que cruzara el río Mtkvari. Sin embargo, el rey rompió su promesa y lo mató. Como Gorgasali rompió su promesa y eso pesaba en su conciencia, decidió construir una iglesia y la llamó 'Metekhi', que se traduce como "Rompí mi promesa'.

Tiene planta de cruz griega y, de acuerdo con la tradición local, está diseñada como prolongación del acantilado sobre el que se sitúa. Tiene tres ábsides, decorados exteriormente con grabados, tal y como solía hacerse en época medieval en Georgia. Las pinturas murales que contenía su interior no se han conservado. Pese a todo, vale la pena entrar por su importancia histórica. Junto a ella se levanta la estatua ecuestre del rey Vakhtang I, erigida en 1961 cómo homenaje al monarca.

Vajtang I Gorgasali fue rey de Iberia desde 443 hasta 502/522. Se dice que el actual territorio de Tiflis estaba cubierto de bosques hasta el 458. Una variante de la leyenda de la fundación de Tiflis ampliamente aceptada es que el rey Vakhtang I Gorgasali fue a cazar a esta región con un halcón. El ave apresó un faisán pero ambos animales cayeron cerca de las aguas termales y murieron escaldados. El rey Vakhtang llegó a estar tan impresionado con las aguas termales que decidió talar el bosque y construir allí una ciudad. El nombre Tbilisi deriva de la antigua palabra georgiana tpili que significa caliente, a causa de las numerosas aguas termales sulfurosas que había.


La estampa de la iglesia y la escultura es impresionante.

Muy cerca está la Plaza de Europa, con banderas de la UE y Georgia y un mapa de Europa. Ya dije que Georgia no es miembro de la UE, aunque aspira a serlo, pero es estado aliado. Destaca la curiosa escultura de hierro llamada El árbol de la vida y un fragmento del muro de Berlín.

Al lado está el Parque Rike. Se trata de un parque moderno, lugar de paseo y entretenimiento. Hay alguna escultura, como un piano, aunque algo dejado. La zona de flores sí está bien. Podemos sentarnos, ver los chorros de la fuente o comprar un helado. A ratos la fuente hace juegos de agua y parece que a veces también de luces.También es posible subir en un globo amarrado para ver la ciudad desde lo alto (50 GEL, unos 10 minutos).

Lo más llamativo del parque son dos enormes tubos que conforman un solo edificio. La parte norte del edificio contiene el Teatro (con 566 asientos), las instalaciones y varios vestíbulos, junto con espacios técnicos para la maquinaria teatral y varios almacenes. La Sala de Exposiciones está en la otra parte. Se construyó entre 2010 y 2016 pero parece que no están en uso y buscan nuevo dueño.


Muy cerca, en el mismo parque, está la estación baja del teleférico para subir a la Fortaleza de Narikala. Se puede viajar por muy poco cargando la Metromoney.


En Rike encontramos también una estatua de Ronald Reagan sentado en un banco. En la estatua está inscrita una de las citas más conmovedoras de Reagan: "La libertad nunca está a más de una generación de la extinción".

Al parque se accede, entre otros, por el Puente de la Paz. Podemos acceder también desde el Nikoloz Baratashvili Bridge, que tiene una parte superior descubierta por la que también pasan coches y una semicubierta para peatones. No me da tanto vértigo como su vecino famoxo. Este puente fue construido en los años 60 del siglo XX, en el sitio del puente Mukhrani (construido en el siglo XVII). Tiene 150 metros de largo y 26 metros de ancho. Hay mucho arte callejero pintado en los muros subterráneos de acceso. En 2008 se instalaron las esculturas "Juventud" en el puente. All otro lado nos recibe el Hotel Ambassatori y un poco más allá accederíamosva la torre del reloj.

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