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Día 5 (30-12-18)- Tam Coc y alrededores: tour en barca, Mua Cave y Thung Nham
Otro día más en el corazón de la tierra del dragón y de nuevo nos encontramos con la ausencia total de sol y el cielo cubierto, a punto de estallar de un momento a otro en un diluvio universal. Inicialmente teníamos esta jornada reservada para visitar el Cuc Phuong National Park, un parque situado a unos 50 km de Tam Coc (demasiado lejos para ir en moto por nuestra cuenta), pero finalmente como el día de nuestra llegada a Tam Coc no pudimos visitar todo lo que teníamos previsto, decidimos eliminar el parque del itinerario y acabar de ver lo que nos faltaba.
Este era nuestro planning inicial de dos días y medio por la zona antes de viajar:
Día 1 (llegada sobre las 12:30): Mua Cave y tour en barca en Tam Coc a última hora.
Día 2: Trang An, Bai Dinh y Hoa Lu (Bich Dong si hubiera dado tiempo)
Día 3: todo el día en Cuc Phuong National Park (coche con conductor o tour organizado)
Ahora sabemos que el día 1, en invierno era poco realista, ya que anochece pronto y por tanto implicaba empezar el recorrido en barca en Tam Coc sobre las 3 de la tarde como mucho, con lo cual instalarnos en el alojamiento, alquilar la moto, ver Mua Cave (unas 2 horas), comer y hacer el tour en barca era bastante justo, justísimo. En verano o con días más largos sí que lo veo posible sin problema, pero en nuestras fechas no. Tampoco nos hubiera dado tiempo a visitar Bich Dong el día 2 por el mismo motivo, nos pillaría anocheciendo, así que hubiese quedado en el tintero.
El tema es que la tarde del día que llegamos llovía bastante y tan solo pudimos descansar un rato en la habitación y visitar el pueblecito de Tam Coc y la zona de Bich Dong, con lo cual rediseñamos el planning de la siguiente forma:
Día 1 (llegada a las 12:30): tarde en Tam Coc y Bich Dong Pagoda (y alrededores)
Día 2: Trang An, Bai Dinh, Hoa Lu y Dong Am Tien
Día 3: barca en Tam Coc, Mua Cave y santuario de aves de Thung Nham
Diferencias respecto a la ruta inicial planeada: no veíamos Cuc Phuong, pero sí Bich Dong, Dong Am Tien y Thung Nham, y además con tiempos mucho más realistas y sin agobios.
Así que tras este cambio de planes que, por otro lado, nos permitió disfrutar de otro día en moto a nuestra bola por la zona (experiencia que no cambiaría), empezaba nuestra última jornada en Tam Coc y alrededores. Nos levantamos y desayunamos una rica tortilla con tomate y pan caliente, recién horneado, un zumo de mango, nuestro café con leche gigante y un poco de fruta. Pese a lo sencillo y el precio del alojamiento, el desayuno estaba muy bien.
Empezábamos por Tam Coc (recomendable a primera hora de la mañana o última de la tarde para evitar la masificación). Se trata de un popular destino turístico de la zona norte de Vietnam, como ya comenté situado en la región conocida como la Bahía de Halong terrestre, y su nombre quiere decir "tres cuevas". Se recorre un precioso y verde paisaje entre campos de arroz y torres kársticas, incluyendo las tres cuevas que le dan nombre: Hang Ca, Hang Hai y Hang Ba.
Como el embarcadero para los tours en barca estaba a 5 minutos andando del alojamiento, nos acercamos hasta allí sin nuestra querida "amotico", ya la pillaríamos más tarde. Eran las 8:30 cuando comprábamos los tickets y allí todavía no había ni un cristo. Aquí en Tam Coc se paga un tanto por persona y otro por la barca (fijo): 120.000 por persona + 150.000 por la barca, que repartido entre los dos sale casi a 200.000 por cabeza como en Trang An. La duración del tour es de casi dos horas, estuvimos de 8:30 a 10:15, y a diferencia de Trang An, la gracia en Tam Coc es que los barqueros reman con los pies. Qué fuerza en las piernas y abdominales, dios mío... Normalmente reman mujeres de la localidad, pero a nosotros nos tocó un hombre (no sé si al ver que había negocio la cosa se ha extendido a todos los géneros).
Hay que decir que hacía un frío importante, sobre los 10 º de temperatura, aunque afortunadamente no llovió en todo el día. Íbamos con toda la ropa de abrigo encima, incluidos el gorro y guantes que había empaquetado en la mochila "por siaca". Fue el día más frío de todos, luego nos enteramos de que era un frente que había entrado del llamado monzón de invierno. Además, hacía bastante viento y a ratos era complicado para el pobre remero, pero aquí no había remos extras para echarle una mano (nunca mejor dicho, porque yo remar con los pies como que no, además con la rasca que hacía ni me los sentía, ahí entendí a Rambo y sus colegas
).
El recorrido, pese a las inclemencias del tiempo, es precioso: rodeados por las curiosas formaciones kársticas, la belleza del paisaje y la tranquilidad que flota en el ambiente es innegable. Además, entre la época del año, el día que hacía y las horas intempestivas, casi no había gente (empezamos a ver barcas que iban cuando nosotros ya estábamos de vuelta). Eso hizo que no nos acosaran demasiado, tan solo nos cruzamos a la ida con una mujer en barca que nos hizo fotos y a la vuelta quería vendérnoslas, y con otra mujer que nos ofreció comida y bebidas, pero dijimos que no firmemente y se fue.
Otra diferencia respecto a Trang An es que aquí no se baja de la barca, se pasa por tres cuevas, pero no se visitan templos (o al menos, nosotros no lo hicimos). El recorrido es ida y vuelta, desde algunos puntos se ve el mirador de Mua Cave a los lejos:
Los campos inundados, con el arroz ya recogido, presentaban un aspecto melancólico y abandonado hasta que volviese a empezar el nuevo ciclo de crecimiento y vida:
Lo único que no nos gustó del tour fue que antes de llegar al embarcadero el barquero nos pidió la propina; igualmente se la pensábamos dar por todo el esfuerzo que había hecho (remando con ese frío, con el viento en contra y todo, considerando la avanzada edad que tenía... uf). Pero no me gustó el detalle de pedirlo, como si fuera obligatorio que se lo diéramos, así que le vino de un pelo quedarse sin propina por su impertinencia. Imagino que se han acostumbrado a las propinas y como no todo el mundo se las debe dar (lógicamente, ya que son voluntarias), quieren asegurárselas pidiéndolas. Craso error, pero bueno, cosas que genera el turismo en masa
.Pillamos de nuevo la moto y en 20 minutos nos plantamos en la entrada de Mua Cave, donde llegaríamos sobre las 11 de la mañana. En el homestay nos habían dicho que el parking de dentro del complejo era gratis y también había leído en diarios que así era, pero ellos intentan de todas todas que aparques fuera pagando. Y en nuestro caso, así fue: pasamos de largo de todos los parkings de la calle que lleva a Mua Cave, seguimos hasta el final como nos dijeron y al llegar allí no nos permitieron acceder al recinto con la moto (se puso un hombre en la entrada, la única opción hubiera sido atropellarlo o pelearnos, ya que nos gritaba agresivamente que no podíamos acceder). Así que, con toda la rabia de mi corazón, aparcamos justo en el primer parking de fuera pagando los 10.000 dongs de rigor. No es por la pasta, es por el hecho... la verdad es que deberían cuidar este tipo de comportamiento, pero vaya, que no es el único país donde algunos tratan como monederos andantes al turista ni mucho menos
.En fin, ése fue el único "incidente" de este tipo que tuvimos en Vietnam y 10.000 dongs no son ni 50 céntimos, así que tampoco le dimos mayor importancia y nos dispusimos a disfrutar de la visita. Mua Cave o Hang Mua es otro imprescindible en cualquier visita a esta zona. La cueva que le da nombre no es demasiado impresionante, pero la colina y los miradores adyacentes tienen unas vistas espectaculares.
La entrada al complejo, donde también se encuentra un alojamiento (el Mua Cave Ecolodge), es bastante peculiar, llena de pongos de plástico a los lados del camino y con buenas vistas a los campos circundantes:
La pequeña cueva con un lindo gatito:
Luego empieza una subida de casi 500 escalones hasta la cima, que se bifurca en dos picos a los cuales se puede acceder. Desde el primero (más bajo), se ven los campos de alrededor y el delta del Río Rojo al este, con la ciudad (imagino que es Ninh Binh) a lo lejos:
Regresando a la bifurcación y siguiendo las escaleras hacia la izquierda se llega a la otra cima, la más alta, desde donde se disfrutan vistas panorámicas a 360 grados, incluyendo el recorrido del río Ngo Dong hacia Tam Coc (el mismo que habíamos hecho a primera hora de la mañana). Si os fijáis bien, se ven las barquitas:
Arriba del todo hay un pequeño altar dedicado a la diosa de la misericordia, Quan Am. Aquí se ve, y el dragón que acompaña, como no:
Pero sin duda lo más impresionante son las vistas de infarto, a ambos lados:
Atención, aviso para navegantes: se aconseja no subir con chanclas, sobre todo si ha llovido, ya que el suelo puede estar muy resbaladizo y los escalones en algún tramo son muy altos y empinados. Pero allá cada uno, claro. En algún sitio también he leído que hay que tener cuidado con las cacas de cabra, pero vaya, me parece un poquitín exagerado.
Como único punto negativo comentar que en el área de Tam Coc éste fue el lugar donde encontramos más gente con diferencia, pero bueno, es normal. También es cierto que lo visitamos a media mañana, cerca del mediodía, hora punta.
Sobre las 12 emprendimos el regreso y en 15 minutos nos plantamos en el centro neurálgico de Tam Coc dispuestos a comer algo. Aparcamos directamente en la puerta de Gia Bao, donde nos habían tratado tan bien el primer día. Y, de nuevo, no nos defraudaron: comimos noodles con pollo, y tofu con verduritas y arroz. Nos obsequiaron con dos mini-plátanos de postre, no sé por qué. El propietario, muy simpático, nos contó que hacía tan solo 2 meses que habían abierto el negocio, imagino que están intentando ganarse buena fama. Además de restaurante también ofrecen alojamiento y funciones de agencia de viaje (reservar tours, transportes, etc). Muy majos, espero que les vaya bien, la verdad. Tenían a toda la familia metida en la cocina en acción, estaba claro que era el negocio familiar.
Por la tarde y tras descansar media horita en el alojamiento nos dirigimos a la cercana reserva de Thung Nham, a unos 20 minutos en moto desde Tam Coc en dirección Bich Dong. Poco antes de llegar a Bich Dong se tuerce por otra carretera a la izquierda, siguiendo las indicaciones, hasta llegar hasta allí.
Thung Nham lo añadimos porque nos lo recomendó la propietaria del alojamiento, es una reserva de aves donde a última hora de la tarde se pueden ver regresar las bandadas cuando se pone el sol (o, aunque no haya sol, volver tienen que volver) tras todo el día por ahí de pingoneo buscando comida. Es un sitio de turismo local, solo encontramos vietnamitas visitándolo y pasando el día. Si vais justos de tiempo, no es un sitio tan espectacular como Trang An, Bai Dinh o Tam Coc, pero si los días os dan para visitarlo sí que lo recomendaría más que nada porque me pareció un lugar mucho menos explotado que los demás. Si además os gustan las aves, altamente recomendable. Nota: para ver las bandadas de regreso a los nidos hay que visitarlo por la tarde y estar en el mirador que sirve de observatorio a la hora que os indiquen en vuestro alojamiento según la época del año. En nuestro caso nos recomendaron llegar a las 3 para tener tiempo de llegar hasta el mirador y verlo.
Thung Nham me pareció una mezcla de jardines con lagos, cuevas y el susodicho santuario de aves. Al llegar entramos primero en una cueva llamada Mermaid's Cave, donde la liamos un poco. Resulta que hay algunos tramos con el techo muy bajo y es necesario agacharse bastante para no descalabrarse contra el techo, pero para tíos de metro noventa eso no es suficiente y se hace necesario gatear o no pasan. Así que cuando el grupo de vietnamitas que teníamos delante giró una curva y quedó encarado hacia nosotros, lo primero que vieron fue un guiri gigante gateando por la cueva, y claro, no pudieron evitar descojonarse de la risa. Fue un poco humillante para mi churri, con todos los vietnamitas ahí riéndose de él, pero bueno, lo que no te mata te hace más fuerte
.
Al finalizar el recorrido por la cueva nos volvimos a encontrar con el grupo de vietnamitas y de nuevo se partieron de risa en nuestra cara, así que no quedó más que tomárselo con humor y decirles "¡never again!", con lo cual todavía se rieron más.
Tras la visita a la cueva seguimos un sendero que se internaba entre la maleza hasta llegar a un mirador con vistas al lago y a la zona donde las aves tenían sus nidos. Allí coincidimos de nuevo con una excursión de vietnamitas expectantes, algunos incluso instalados en sillas esperando que empezase el espectáculo ornitológico. No debían estar muy acostumbrados a los guiris, porque estaban más pendientes de nosotros que de los pajaricos e incluso nos hicieron fotos y nos grabaron en video diciendo que nos gustaban los pájaros y que queríamos ver más. En fin... corramos un tupido velo
.
Acertamos bastante con la hora y pudimos ver hasta tres bandadas regresando, surcando el cielo hasta posarse en sus guaridas entre los árboles. Muy bonito, la verdad, aunque difícil de captar con la cámara (no llevábamos el teleobjetivo). Así que las fotos, como siempre, no hacen justicia:
En Thung Nham también se pueden hacer recorridos en barca, pero nosotros decidimos no hacerlo, ya tuvimos suficiente con Trang An y Tam Coc y además aquí lo chulo es subir hasta el mirador y ver las bandadas, desde abajo en barca no creo que se aprecie tan bien el efecto o bien puedes acabar con las cervicales dislocadas de tanto mirar hacia arriba (además, aconsejable llevar chubasquero o un sombrero o algo para evitar sorpresitas innecesarias caídas del cielo
).
Estuvimos paseando por Thung Nham sobre un par de horas, de 14:30 a 16:30, y luego regresamos hacia Tam Coc antes de que anocheciera, llegamos casi a las 17 ya. Como no pensábamos usar más la moto, devolvimos las llaves y comentamos nuestro día con los propietarios del alojamiento, muy majos como siempre.
Tras una duchita caliente reponedora y un rato de descargar fotos y dar señales de vida, salimos de nuevo a cenar algo. Esta vez lo teníamos claro: directos a Gia Bao. Como hacía bastante frío y el restaurante es abierto, el hombre nos acercó el braserillo que tenían y todo... muy simpáticos, de nuevo nos regalaron el postre. Comida rica, económica, buen servicio y simpatía, qué más se puede pedir (espero que no cambien ese espíritu).
Después de cenar, regresamos al homestay y liquidamos la cuenta, dejándolo ya todo pagado. Nos salió la suma de tres noches de hotel con desayuno, dos comidas, lavandería, alquiler de moto dos días y billetes Tam Coc-Cat Ba por 2.738.000 dongs (unos 100 euros, 50 cada uno). En fin, quedamos muy contentos y si vuelvo regresaría al Westlake Homestay. Como al día siguiente salíamos temprano, dejamos ya encargado el desayuno con lo que queríamos y la hora indicada, así iríamos a piñón. Muy eficientes y con todo bajo control, la verdad.
Y aunque no era demasiado tarde, nos retiramos a descansar, que al día siguiente nos esperaba cambio de zona: nos trasladábamos a la isla de Cat Ba, la puerta de entrada a la impresionante e imprescindible bahía de Halong, uno de los paisajes más maravillosos que he visto nunca.
Información práctica:
Tam Coc (tour en barca)
Dirección: Ninh Hải, Hoa Lư District, Ninh Binh, Vietnam
Horario: 8 a 18:00
Precio: 120.000 dongs/persona + 150.000 dongs/barca
Tiempo: sobre 2 horas
Mua Cave
Dirección: Khê Hạ, Hoa Lư District, Ninh Binh, Vietnam
Horario: 7:00 a 16:00
Precio: 100.000 dongs
Tiempo de visita: 1 hora (más desplazamientos ida y vuelta desde Tam Coc, 1'5- 2 horas)
Thung Nham
Dirección: Thôn Hải Nham, Xã Ninh Hải, Hoa Lư, Ninh Bình, Ninh Hải, Hoa Lư, Ninh Bình, Vietnam
Horario: 7:30 a 18:00
Página web: en.vuonchimthungnham.com/
Precio: 100.000 dongs
Parking: 10.000 dongs
Tiempo visita: 2 horas (sin hacer el tour en barca)
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