Hoy haremos escala en Alesund, atracando en puerto desde las 10 hasta las 18.30. El plan para hoy es tranquilo, subir al mirador y conocer la ciudad por nuestra cuenta, sin estrés ni prisas, así que nos lo tomamos con calma. Subimos al bufet a desayunar y disfrutamos de las vistas mientras el barco hace las maniobras de atraque. La mañana se presenta nublada y con algunas lloviznas, nada que nos impida disfrutar el día.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Una vez abajo cogemos camino para subir al mirador Fjellstua en el monte Aksla. El inicio de las escaleras está dentro de un parque realmente bonito. En total 418 escalones que se nos hacen mucho menos pesados de lo que pensábamos y las vistas mientras vas subiendo lo hacen más ameno. También hay un bus turístico que te lleva por la zona centro y sube al mirador, pero salvo problema físico que lo impida, recomiendo muy mucho hacer la subida por los escalones.
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¿¡hasta ahí arriba hay que subir!?
Llegamos al mirador cuando aún no hay demasiada gente, ha sido buena idea subir directos. El cielo se ha despejado e incluso sale el sol, así que dedicamos un buen rato a hacer fotos de las increíbles vistas panorámicas que tenemos de Alesund y a dar alguna vuelta por la zona. Nos acercamos detrás del mirador a ver los restos de un bunker de la II Guerra Mundial y nos ponemos rumbo al descenso. En un principio planeábamos bajar por el sendero a través del bosque, pero estaba enfangado de las lluvias, así que deshicimos el camino bajando por los mismos escalones.
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vistas desde el mirador
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woww, mereció la pena!!
El siguiente plan del día es visitar el centro. En el invierno de 1904 hubo un gran incendio que asoló gran parte de la ciudad. Ésta se reconstruyó poco tiempo después siguiendo el estilo Art-Nouveau. Aquí no llevamos itinerario fijo, nos dejamos llevar paseando por sus calles, observando detenidamente las fachadas de los edificios y nos acercamos al muelle donde hay varias decenas de pequeños barquitos e incluso una recreación de un auténtico barco vikingo. Al ser domingo solo están abiertas un par de tiendas de souvenirs y las calles están prácticamente desiertas.
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vistas desde el puerto
Y así, paseando tranquilos, llega el mediodía y decidimos subir al barco a comer. Sale el sol en la cubierta 11 y se está francamente bien, así que damos por terminada la visita y pasamos el resto de la tarde de relax en el barco, además de aprovechar para conocer a los compañeros con los que días después viviríamos la aventura del Púlpito. Esta noche pronto a la cama que mañana nos espera un gran madrugón.