Tras un largo día de viaje, en pie desde las 4 de la mañana hora española, llegamos a las 14:30h a Vancouver, recogimos el coche de alquiler en el aeropuerto, y comenzaba nuestra aventura por el oeste de Canada.
Buscamos el alojamiento que habíamos reservado por internet, International Hostelling Central, albergue juvenil en el centro de Vancouver, la zona con bastante ambiente nocturno.
Destacar en Vancouver que el aparcamiento es todo de pago, de 6 de la tarde a 6 de la mañana 10$. Esa tarde nos costó un poco encontrar un lugar para dejar el coche y cuando por fin damos con un aparcamiento público cercano al albergue, no sabemos como sacar el ticket, en eso que se nos acerca un hombre muy peculiar, hablando ese inglés tan y tan claro, explicándonos como funciona, al acabar nos pide una limosna, nos miramos los bolsillos y le damos unos centimillos, él nos mira con cara de 'os estáis quedando conmigo?' cuando vimos su cara decidimos darle 2$ más para asegurar la integridad de nuestro coche, el hombre todo contento nos dice que nos vigilará el coche toda la noche y que si queríamos guia contaramos con él, se aposentó en un sofá, que tenía al lado de un container de basura y allí lo dejamos vigilando el parking.
Una vez acomodados en el albergue, nos fuimos a pasear por la ciudad, primer lugar el Seawall promenade y el Canada place, este segundo es el nuevo símbolo de la ciudad, edificio blanco en forma de barco atravesado en el puerto, estuvimos caminando en dirección al Stanley Park por el seawall, viendo las barcas amarradas, la gente cenando en los restaurantes y otros haciendo deporte comenzó a anochecer, el colorido del cielo era espectacular y decidimos que era suficiente para la primera tarde que pasábamos en la ciudad, volvimos al hostal a dormir.
Buscamos el alojamiento que habíamos reservado por internet, International Hostelling Central, albergue juvenil en el centro de Vancouver, la zona con bastante ambiente nocturno.
Destacar en Vancouver que el aparcamiento es todo de pago, de 6 de la tarde a 6 de la mañana 10$. Esa tarde nos costó un poco encontrar un lugar para dejar el coche y cuando por fin damos con un aparcamiento público cercano al albergue, no sabemos como sacar el ticket, en eso que se nos acerca un hombre muy peculiar, hablando ese inglés tan y tan claro, explicándonos como funciona, al acabar nos pide una limosna, nos miramos los bolsillos y le damos unos centimillos, él nos mira con cara de 'os estáis quedando conmigo?' cuando vimos su cara decidimos darle 2$ más para asegurar la integridad de nuestro coche, el hombre todo contento nos dice que nos vigilará el coche toda la noche y que si queríamos guia contaramos con él, se aposentó en un sofá, que tenía al lado de un container de basura y allí lo dejamos vigilando el parking.
Una vez acomodados en el albergue, nos fuimos a pasear por la ciudad, primer lugar el Seawall promenade y el Canada place, este segundo es el nuevo símbolo de la ciudad, edificio blanco en forma de barco atravesado en el puerto, estuvimos caminando en dirección al Stanley Park por el seawall, viendo las barcas amarradas, la gente cenando en los restaurantes y otros haciendo deporte comenzó a anochecer, el colorido del cielo era espectacular y decidimos que era suficiente para la primera tarde que pasábamos en la ciudad, volvimos al hostal a dormir.