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Día 5.- Domingo 01-09-19
Abadía de Pomposa - Ferrara - Modena
A las 10:30 visitamos la Abadía de Pomposa, un monasterio benedictino del siglo VII. Está a 50 minutos de Ferrara. Abierto todos los días de 8.30 a 18 hs.
Abadía de Pomposa fundada en el Siglo VII por monjes benedictinos quienes se establecieron en la que fue una isla situada entre dos afluentes del Río Po. En la Edad Media Pomposa llegó a ser una de las abadías más prosperas y potentes del norte del país. Fue muy frecuentada por nobles, peregrinos y personajes ilustres como lo fue el monje Guido D’Arezzo inventor del pentagrama musical.
Antes de entrar a la Abadía, pegada a ésta hay un museo. Lo que más vale la pena , es la sala capitular, adornada con frescos de inicios del Siglo XIV realizados por un alumno directo de Giotto; el refectorio, que en las paredes tiene un ciclo de frescos atribuidos al Maestro de la Capilla de San Nicolás (que, según los historiadores Roberto Longhi y Federico Zeri sería el pintor de Rímini Giovanni Baronzio). Notable también es el Palazzo della Ragione, un ejemplo de los característicos Palazzos della Ragione del norte de Italia.
Salimos de éste y fuimos a la abadía.
La basílica, de estilo semejante a la de Rávena, fue construida entre los siglos VII y IX; fue luego alargada y se le añadió un pórtico adornado con frisos. Consta de tres naves; las paredes hay frescos del Siglo XIV de la escuela boloñesa, y en el ábside, otros debidos a Vitale da Bologna. A gran altura en relación con el resto del edificio, está el campanario (48 metros) construido en el año 1063 con estilo lombardo y recuerda al de la Abadía de San Mercuriale en Forlí. Gracias a una placa escrita se conoce el nombre del arquitecto, Deusdedit. Procediendo desde la base hasta la parte más alta del campanario las ventanas aumentan de número y se hacen más amplias siguiendo una tendencia clásica de aquel período, aplicada para aligerar el peso de la torre y propagar mejor el sonido de las campanas
Luego fuimos a visitar Ferrara, Yo había averiguado por parking y nos dirigimos allí. Nos hicieron e cuento del tío. Hay una persona que te ayuda con la máquina del parking, como no había nadie, terminamos dándole una propina. Pero grande fue ntra. Sorpresa cuando fuimos a Turismo y nos dijo que los domingos no se cobra el estacionamiento.
Fuimos directo al, Castillo estense”, el castillo de los Este. € 8.- No vale la pena.
De ahí nos vamos para la Catedral. ( no pudimos entrar ya que está en restauración)
Pasamos por la piazza Savonarola, con el castillo a un lado, el antiguo Palacio Ducal a otro y la via Coperta, el pasadizo cubierto que conectaba los dos, a otro. En el cuarto lado de la plaza, se abre el corso Martiri della Libertà, con el palacio arzobispal y la fachada monumental del Palacio Ducal. El corso se vuelve a abrir en la plaza de la catedral y en la gran plaza Trento y Trieste: la antigua plaza del mercado.
Pasamos por la SCALONE D ´ONORE . Esta majestuosa escalera le permite llegar al piso noble de la Residencia Municipal con sus elegantes habitaciones.
Plaza municipal: Desde el Scalone tiene una excelente vista de Piazza Municipale, que alguna vez fue un "Patio" ducal. Aquí tuvieron lugar algunas de las primeras representaciones escénicas del Renacimiento: muchas comedias clásicas preparadas por los Estensi, como Menaechmi de Plauto, recitadas en 1486 en la traducción vernácula, a la que también asistió el adolescente Ludovico Ariosto.
En el lado sur de la plaza se encuentra la estrecha Cara del Cavalletto, una de las antiguas entradas al "Patio", mientras que la El folleto a la entrada de Via Garibaldi se caracteriza por el Volto della Colombina y una logia renacentista, modificada en la parte superior a fines del siglo XIX, cuando el ingeniero Giacomo Duprà ordenó que el cuerpo del edificio del siglo XV adquiriera su aspecto actual.
En otra esquina se encuentra la Torre dell Orologio. Hay quienes lo remontan al menos al siglo XV, pero según varios autores, la torre del reloj se erigió en la segunda mitad del siglo XVI, cuando se colocó la campana del Ragione, dispuesta en una estructura de madera que posteriormente se degradó. .
Caminamos hacia la zona del ex-gueto judío de Ferrara, alrededor de la via della Vittoria, de la via Vignatagliata y de la via Mazzini donde, en el edificio de una antigua sinagoga, está el museo judío. Ferrara tiene una tradición judía muy importante: en la época de los Este, muchos judíos llegaron aquí de todas partes de Europa.
Llegamos hasta Porta Paola y regresamos hacia el duomo porque cerca está el bar llamado Al Brindisi, para almorzar
En este lugar vivía Copérnico, aquí Juan Pablo II vino a pedir perdón a Copérnico en nombre de la Iglesia.
Luego fuimos a Modena, Una hermosa ciudad. De haber sabido, hubiéramos venido a Modena en lugar de Ferrara.
Il Duomo es imperdible, protegido por la UNESCO como patrimonio de la humanidad!! Y luego a visitar el palacio Ducal por fuera pues no se puede entrar.
Volvimos al hotel. Cenamos, otra vez, en Da Nello.
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