Las praderas de alrededor del campamento y de enfrente de las tiendas estaban invadidas por cebras y ñus. La gran migración se había desplazado hasta nuestro campamento.


Pero son huidizos. En cuando queríamos hacernos una foto relativamente cerca, se daban a la fuga aumentando la distancia.
En el safari de la tarde nos desviamos a otra zona desconocida por nosotros con el fin de localizar un rinoceronte negro. Una zona que suele ser su hábitat normalmente. Pero la zona es tan amplia y los rinocerontes son tan pocos… que es muy difícil verlos. No tuvimos suerte.
Antes de llegar a esta zona y no muy lejos del campamento hay que atravesar un riachuelo que ya lo habíamos cruzado en otras ocasiones. Es por dónde suele merodear la jirafa más mayor que ya comenté. La de los ojos tristes.
Esa tarde estaba la jirafa por allí también. Pero tenía compañía. Se habían instalado bastantes cebras juguetonas a hacerle compañía.


Una maraña de rayas blancas y negras que hacen que la vista patine un poco. Y precisamente es uno de los fines de estas rayas. Son un don de la naturaleza que hace que los animales que quieran atacarlas se despisten y no sepan que ejemplar era el que tenían localizado o que no vean con claridad donde acaba y donde comienza el cuerpo de la cebra que quieren atacar.
Aunque estas rayas siempre ha sido motivo de especulación y estudios. Hay teorías varias.
Además de para despistar y camuflarse dicen que las rayas son un mecanismo para regular su temperatura corporal, para deslumbrar a los insectos y repeler moscas,

Por esta zona no suele haber guepardos, no es su hábitat normal. Pero avistamos uno de ellos al lado de un termitero. Podría ser un macho nómada de los que suelen frecuentar la reserva.

Grandes manadas de ñus acompañados de cebras, jirafas, alcéfalos (hartebeest), gacelas, impalas y topis.




Hemos visto algunos topis de lejos anteriormente. Hoy también hay varios ejemplares por estos valles. Son también antílopes, algo parecidos a los alcéfalos o hartebeest pero tienen un par de características que los distinguen, Son sus patas de color más claro y como manchas de color morado oscuro en la parta superior de las patas. Por esta característica es que se les conoce como blue jeans yellow shocks. Así se conocen y diferencian a los topis, por sus vaqueros azules y sus medias amarillas. Necesitan pastos verdes y por eso suelen seguir a los ñus en su migración.

La tarde no había sido rica en avistamientos “especiales” porque animales vimos un montón. Pero no importaba demasiado.



Los paisajes fabulosos se sucedían. El aire nos revoloteaba el pelo y por momentos nos traía ecos de melodías.
Precisamente del tema central de Memorias de Africa. Un sonido evocador de los majestuosos paisajes africanos, de sus extensas llanuras. Ahora es al revés, estos paisajes me evocan esa melodía.


Nos topamos con una magnífica manada de búfalos. Se encuentran tranquilamente pastando.
Al búfalo lo hemos visto de pasada en nuestras salidas. Pero casi siempre íbamos persiguiendo alguna meta más importante y no nos habíamos parado ni siquiera a echarles una foto.
El búfalo parece tener cara de pocos amigos y tener mal carácter, pero a mí me cae muy bien. Creo que no se mete con nadie y es buena gente. A no ser que se sienta amenazado.
Es el llamado búfalo Cafre o del Cabo y pertenece a la lista de los “cinco grandes”. Porque era un trofeo muy preciado y peligroso de conseguir. El animal, una vez herido, es sumamente peligrosos. Es uno de los animales africanos más temidos.
Es un herbívoro enorme y fuerte de color negruzco en el que destacan sus cuernos, gruesos y alargados, curvándose en los extremos. En ejemplares mayores la base de estos cuernos es bastante rugosa. Son sus “arrugas”, los signos de la edad.



Estos búfalos son altamente gregarios, sociables por naturaleza, y les gusta vivir en manadas que pueden ser coyunturales y de pocos miembros, como una reunión de machos, o mucho más grande, como es este caso que estamos viendo.


En estas manadas suelen poner en el interior de las mismas a las crías y hembras, a los más vulnerables y los machos y más fuertes cierran filas.
En cierta ocasión vi un documental sobre eso mismo y por eso digo que me caen bien.
La hora del ocaso se va acercando. Grandes nubes en el horizonte tapan el sol cuyos rayos pretenden escaparse.


Los cielos de Masai Mara, los cielos de Äfrica. Son cielos que enamoran. Cielos cambiantes con juegos de formas y colores en los que la luz y las nubes tienen un gran papel protagonista.
