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Ruta del sexto día por Skye con final en el castillo de Eilean Donan
Segundo día en la isla de Skye con un buen puñado de sitios a visitar. El día iba a comenzar en la isla pero íbamos a acabarlo ya fuera de Skye. Esa noche dormiríamos cerca del castillo de Eilean Donan.
Mientras desayunábamos en el B&B miramos la previsión del tiempo y eso nos trastocó todos los planes. La idea inicial era hacer la ruta caminando en el Quiraing a primera hora y luego seguir visitando puntos en el norte de la isla. Pero la previsión daba lluvias toda la mañana, que irían despareciendo a mediodía. Así que decidimos dejar la caminata para las 12.00 de la mañana con el objetivo de evitar la lluvia (luego veríamos que sería imposible… ¡la lluvia en Escocia siempre está a la vuelta de la esquina!).
Cogimos el coche y nos dirigimos a Portree para visitar la capital de la isla. En los viajes son inevitables las comparaciones con los sitios por donde has ido pasando y al ver Portree no pudimos más que pensar en Tobermory (la capital de la isla de Mull). Ambos son pueblos costeros ‘con encanto’ pero a nosotros Portree nos supo a poco en comparación con Tobermory. Lo vimos algo artificial, todo pensado para los turistas, y con no demasiados puntos de interés, la verdad.
Vista del puerto de Portree
Dejamos el coche en el aparcamiento gratuito que hay a la entrada (Coach / Car Park se llama en Google). Desde ahí hay un corto paseo hasta el puerto. Estuvimos algo más de una hora por allí pero había poco ambiente. Tiendas cerradas, poca gente y ambiente lluvioso. Era temprano y, además, domingo. Hicimos las fotos de rigor en el puerto, subimos a un par de miradores desde donde se ven las casas de colores del puerto y poco más.
Habíamos leído que hay una excursión de unos 3 km por la parte alta del pueblo. Va rodeando la bahía y los paisajes son bonitos, pero no teníamos tiempo. Aquí tenéis más información de este paseo, que tiene buena pinta. masedimburgo.com/ ...a-de-skye/
Volvimos al parking y pusimos en Google Maps el siguiente destino: Kilt rock y las Mealt Falls. La verdad es que el camino nos lo sabíamos. Es el mismo que lleva al Old Man of Storr por la A855, la carretera que discurre por todo el norte de la isla, por la conocida como península de Trottenish.
Kilt rock y las Mealt Falls es otra de las fotos de Skye que encuentras por todos lados. Desde un concurrido mirador se puede observar como cae una cascada hasta el mar. Al fondo, unas formaciones rocosas que recuerdan a la tradicional falda escocesa, el ‘kilt’. Lo de falda es algo que usamos entre nosotros, los hispanohablantes. No se os ocurra llamar al ‘kilt’ como ‘skirt’, la palabra inglesa para falda, se pillarían un mosqueo fino… El ‘kilt’ no es una falda, era en origen un gran trozo de tela que se enrrollaba alrededor de la cintura. Servía también como manta para las noches al aire libre.
Vista de la cascada con la piedra en forma de ‘kilt’ al fondo
Las vistas para observar Kilt rock y las Mealt Falls están bien pero lo cierto es que no impresionan. La cascada está alejada del mirador y lo de las rocas es curioso, pero poco más. Pero bueno, es el típico punto turístico que está de paso y es sencillo de visitar. Aquí sí hay bastante gente, a diferencia de en las Lealt falls, donde casi no encontramos a nadie.
Ya era media mañana y confiábamos en que el tiempo fuera mejorando. Así que pusimos rumbo al Quiraing, una de las rutas que más nos llamaba la atención en Skye.
El camino hasta llegar al The Quiraing Car Park (así se indica en Google Maps) es bonito. Según subes hacia el norte por la A855, hay un desvío señalizado hacia Quiraing. Está a la altura de la oficina de oficina postal de Staffin (Staffin Post Office). Desde allí, la carretera se estrecha y va serpenteando por las cuestas que llevan hasta este extraño paraje.
Quiraing es considerado como uno de los paisajes más espectaculares de toda Escocia. Y a nosotros no nos defraudó. Este paraje se formó por un enorme deslizamiento de tierra, que a lo largo de miles de años ha ido esculpiendo altos acantilados, mesetas ocultas y pináculos de roca. ¿Sugerente, no?
Lo más habitual para conocer Quiraing es realizar una ruta de casi 7 km que bordea las formaciones rocosas. Se puede hacer en unas 3 ó 4 horas. En estas webs tenéis todos los detalles de la ruta
www.isleofskye.com/ ...e-quiraing
www.walkhighlands.co.uk/ ...aing.shtml
Dicen las webs que es recomendable escoger un día soleado, sin niebla ni viento. Bueno, damos fe que con lluvia y nublado también merece la pena!
Comenzamos a caminar desde el parking. El cielo encapotado amenazaba lluvia pero de momento no caía ni una gota. Las nubes estaban bajas. El ambiente era fresco, ideal para caminar.
Vistas en la primera parte de la ruta
La primera parte de la ruta es sencilla, no hay mucho desnivel y el camino se hace sin problemas. El primer escollo llega cuando hay que superar un arroyo bastante ancho, pegado a una garganta que dificulta atravesarlo. Las lluvias de los días anteriores habían dejado el riachuelo con mucho caudal. Con cuidado y todo no pudimos evitar mojarnos un poco. Nada grave.
Ya las primeras estribaciones de la meseta de piedra son espectaculares. El color oscuro del basalto contrasta con el verde de la hierba. Precioso.
Primeras vistas del Quiraing
Y las formas de los pináculos rocosos son caprichosas y espeluznantes. Tienes la sensación de estar entrando en Mordor. Las nubes bajas acentuaban todavía más esa sensación de caminar por un territorio amenazador.
Frodo entrando en Mordor, ¡así me sentía!
Según se avanza el camino va creciendo en desnivel. Cuesta algo más de esfuerzo pero el paisaje lo compensa.
Las nubes cada vez bajaban más... 
Tras subir una empinada cuesta, aparece una bifurcación. Decidimos tomar el camino de la derecha para volver por la al otra al regreso.¡¡ Error!! El camino de la derecha, lo vimos al volver, no aporta nada. Te deja sin vistas de los acantilados y es mucho más complicado y con un fuerte desnivel. No lo dudéis y seguir por el mismo camino tanto a la ida como la vuelta.
Pronto se llega a una valla metálica. Hay un pequeño puente de madera que la atraviesa. A partir de ahí el camino se hace más suave pero las vistas no son tan espectaculares.
Al fondo esperan los acantilados
Comenzó a llover y decidimos no seguir. Nos faltaba más o menos un kilómetro hasta el final de la ruta. Iniciamos el retorno. Según he visto en fotos, nos perdimos las vistas finales de la costa y de unos pequeños lagos, aunque tampoco sé si se hubiera visto mucho tal y como estaban de bajas las nubes.
Ya de vuelta, y antes de llegar a la valla metálica, arreció la lluvia y tuvimos que refugiarnos un rato en una visera de piedra al borde del camino.
Amainó la lluvia y continuamos la ruta con el cielo completamente cubierto. Pasamos la valla metálica y seguimos de frente, dejando a la izquierda el camino por el que habíamos venido. Como decía antes, esta parte del sendero merece mucho más la pena. Pasas justo bajo los acantilados y puedes ver de cerca los pináculos rocosos.
Y, en ese instante, empezó a diluviar. Corrimos a refugiarnos en una roca. Poco nos podíamos cobijar, la verdad. Al rato, viendo que no paraba de llover, decidimos reemprender el camino. La próxima hora la íbamos a pasar bajo el agua. No paró en ningún momento de llover. Poco pudimos apreciar el paisaje durante la vuelta.
Llegamos al parking completamente calados. Nos metimos en el coche y nos cambiamos TODA la ropa. ¡No quedó NI UNA prenda que nos estuviera empapada
! Comimos algo dentro del coche y nos pusimos de nuevo en marcha. Deshicimos el camino por el que habíamos venido y llegamos de nuevo a la A885, a la altura de la Oficina Postal de Staffin. Desde allí fuimos hacia el norte. Nuestra intención era rodear todo el norte de la península de Trotternish siguiendo la A855, para luego ir bajando hasta Uig y llegar hasta Fairy Glen.
Por suerte paró de llover y pudimos ver lo bonito que es este tramo de la carretera. Según vas subiendo hasta el extremo norte de la península los pueblos van desapareciendo. Las vistas de la costa son preciosas.
En esta zona hay algunas visitas que parecen interesantes, como las ruinas del castillo de Duntulm o la zona de Rubha Hunish y sus acantilados, pero no teníamos demasiado tiempo para parar.
Sí que hicimos una pequeña parada en el Skye Museum of Island Life, que muestra cómo era la vida de los habitantes de esta remota zona de Escocia en los siglos XVIII y XIX. Al salir del coche nos dimos cuenta que… estaba cerrado el museo. Era domingo. Pero al menos pudimos dar un paseo por los alrededores y ver los pintorescos ‘cottages’ que albergan la colección del museo. Son casas de piedra con una cubierta vegetal.
Casitas en el Skye Museum of Island Life
Por esa zona pudimos ver una de esas curiosas cabinas telefónicas escocesas que aparecen en medio de la nada…
¿Usará alguien esta cabina?
A veinte minutos del museo se encuentra Fairy Glen, el que iba a ser nuestro último destino turístico en Skye. Para llegar, hay que salir del pueblo de Uig dirección Portree, y nada más pasar el Hotel Uig, tomar la primera cuesta a mano izquierda (dirección Sheader/Balnaknock), que lleva directamente a Fairy Glen.
Primeras colinas del Fairy Glen
Era ya media tarde y había mucha gente en la zona, es un sitio bastante popular. Estuvimos dando una vuelta por allí algo más de media hora. He de decir que tampoco nos entusiasmó este paraje. Se trata de pequeñas colinas cónicas, promontorios rocosos y formaciones de piedras de ambiente –aparentemente– encantado. Como digo, nos dejó algo fríos la visita. Quizás estábamos cansados o quizás el sitio no da para más.
Los pequeños montículos del Fairy Glen
Algo desilusionados, volvimos al coche a reponer fuerzas y a iniciar el camino hasta nuestro destino final del día, nada menos que el castillo de Eilean Donan.
Al planificar este día, la primera idea fue dormir de nuevo en el mismo B&B de Skye, en Broadford; pero luego pensamos que sería mejor salir de la isla y acercarnos lo más posible al castillo de Eilean Donan con el objetivo de verlo tanto esa tarde como a la mañana siguiente. Al final demostró ser una buena idea, ahora os explico por qué.
Antes, solo mencionar que se nos quedaron algunas cosas de Skye la lista de `pendientes’. La verdad es que la isla hubiera dado para dedicarle un día más sin problema. En un viaje de solo 10 días hay que descartar. Me quedé con ganas de ver la zona de la [b]Bahía de Talisker y su famosa destilería en Carbost[/b]; una ruta por las montañas Cuillin, la zona de Armadale o las Fairy Pools.
Una vez dejamos atrás Fairy Glen, volvimos a pasar por Portree, también por Broadford (donde paramos a comprar algo de comida y echar gasolina a buen precio en un supermercado Coop) y enfilamos hacia el puente Skye Bridge (gratuito no tiene peaje), que une Skye con la localidad de Kyle of Lochalsh. En esta zona teníamos apuntado como posible visita el pueblo costero de Plockton, pero no había tiempo. Lástima.
Pasamos el puente y sus bonitas vistas y llegamos a nuestro alojamiento para esa noche estaba en Balmacara, un pueblo situado en la A87 al poco de pasar Kyle of Lochalsh. No fue fácil encontrar alojamiento cerca del castillo de Eilean Donan a un precio razonable y el B&B The Old Post Office House nos pareció la mejor opción (70£ la doble).
Dejamos las maletas, charlamos un rato con la dueña para que nos recomendara algún sitio para cenar cerca del castillo (en el pueblo de Dornie, donde había sido imposible encontrar alojamiento sin que se disparase el precio) y volvimos al coche para llegar cuanto antes a Eilean Donan.
Nos plantamos allí en menos de 10 minutos, cuando todavía había bastante luz y empezaba a atardecer.
Aparcamos en un parking prácticamente vacío, solo había alguna que otra autocaravana y nos fuimos directos hacia el castillo.
Esta fortaleza tiene una curiosa historia relacionada con España y unos soldados de nuestro país que se vieron asediados dentro del castillo por tropas inglesas. En este link podéis conocer la anécdota histórica, así como más información práctica del castillo.
masedimburgo.com/ ...n-escocia/
Lo cierto es que el de Eilean Donan era uno de los castillos que más ganas teníamos de ver. Su aparición en la película Los Inmortales (film de 1986 protagonizado por Christopher Lambert y Sean Connery) se me había quedado grabada desde la primera vez que vi la película.
A primera vista, llama la atención el puente que une la costa con el pequeño islote donde está ubicado el castillo. La estampa es preciosa. Si miras el castillo de frente, justo al inicio del puente, la vista no es tan espectacular, pero si te vas moviendo a su derecha la panorámica gana mucho. Hay, de hecho, un mirador en forma de promontorio de piedra desde donde se hacen buenas fotos. Más allá, en la carretera (que aquí es un puente) hay vistas también estupendas.
Para nuestra sorpresa… ¡el castillo estaba abierto! No para visitar por dentro pero sí para atravesar el puente y poder pasear por el islote. En horario normal has de pagar entrada para poder acceder al puente. Así que pudimos disfrutar un buen rato del castillo, sin prisa, con apenas un par de parejas más viéndolo. Un lujo.
Nos quedamos a ver el atardecer y nos fuimos de allí con la sensación de haber visto una de las cosas más chulas del viaje. Y con ganas de volver al castillo a primera hora de la mañana siguiente para hacer nuevas fotos con otra luz.
El pueblo de Dornie está pegado al castillo. Era domingo y, según nos dijo la dueña de nuestro B&B, ese día cierran los pubs (nos había hablado muy bien del pub The Clachan, ahí lo dejo por si le sirve a alguien) y solo nos quedaba una opción para cenar, el restaurante del [The Dornie Hotel[/b]. Entramos por la puerta y el sitio estaba a rebosar. Tuvimos suerte y, al ser solo dos, nos sentaron rápido; la mayoría de los clientes que esperaban en la barra iban en grupos grandes. La cena no fue nada del otro mundo. Lo mejor fueron quizás las sopas del día que tomamos de entrante. Llevaban garbanzos, zanahoria y más verduras, todo triturado y con un toque especiado estilo indio muy rico. Los segundos fueron normalitos, una hamburguesa pasable y un estofado de carne olvidable. La cuenta, con una cerveza y agua, fueron 40£. Algo cara, pero bueno, era de esperar en un hotel.
Alojamiento
Como decía, esa noche la pasamos en el The Old Post Office House (70£ la habitación doble). Se trata de un B&B sencillo. La habitación era pequeña y el baño, minúsculo, pero estaba limpio y tenía unas vistas preciosas sobre el Loch Alsh. El desayuno, pues bastante espartano, nada a destacar, solo quizás el plato de quesos. La cama la recuerdo cómoda. Lo mejor de este alojamiento es que está pegado a la A87 y con aparcamiento en la puerta. Un sitio de paso, nada más.
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