Hoy sería mi quinto día en la ciudad, y eso significaba que ya había superado el ecuador del viaje, y la verdad es que el pensarlo da un poco de pena, no quieres que se acabe nunca un viaje así, pero bueno, aun quedaban muchos lugares por visitar. El itinerario para el día de hoy sería el siguiente:
Hoy me pude permitir dormir un poco más y recuperar horas de sueño, pues mi primer destino de hoy estaba a 10 minutos andando desde el hotel. A eso de las 7:50 salí del hotel, y puse rumbo al Madison Square Garden, iba a ser mi segunda visita del día de hoy, pero recomiendo ir a sacar la entrada el día de antes o a primera hora del mismo día. La misma, está incluida en el Explorer Pass, y tenéis que entrar dentro del mismo Madison por la entrada principal de la 7th Ave. Una vez dentro, os hacen pasar por un control de seguridad, y luego tendréis que dirigiros al mostrador de la tienda que se encuentra allí para reservar hora para el tour mostrando tu pase.
Hacen tours en inglés y en español, eso sí, las horas disponibles de estos últimos son menores, por eso os recomiendo ir con tiempo. Cuando fui yo, el primer tour en español que era a las 9:00 ya no estaba disponible, aunque yo aún así lo quería para más tarde, así que me dieron la entrada para las 12:00.
Mi primer destino de hoy iba a ser el Madame Tussauds, también incluido en el Explorer Pass, y como ya había salido del hotel, decidí ir a desayunar ese día por ahí. Tras decantarme por un montón de sitios, al final me decadí por uno llamado Angelina Bakery, localizado en la 8th Ave. (a medio camino entre el Madison Square Garden y el Madame Tussauds). Desconozco si se trataba de una franquicia, pero el local era muy moderno, con una gran variedad donde elegir y tenía un muy buen precio.
Tras desayunar con calma, ya se hicieron las 8:50, así que salí del local y continué caminando. El Madame Tussauds no abre hasta la 10:00 al público general, pero si disponéis de un pase, podéis entrar una hora antes, a las 9:00. Así que a esa hora estaba yo allí para aprovechar todo lo posible. Una vez es la hora de apertura y tras canjear tu entrada en el mostrador, subes en un ascensor hasta la planta más alta del museo, y ya te dejan recorrido libre a partir de ahí. Por si alguno no lo sabe, es un museo en el que se exponen figuras de cera de personajes famosos, y está dividido en salas temáticas según la profesión de los mismos, por ejemplo hay una sala dedicada a actores, dónde puedes encontrarte a Brad Pitt, otra dedicada a cantantes, otra a deportistas, a personajes históricos de los EEUU, a los cazafantasmas y así... Además también hay salas dirigidas al visitante, como una sala de los espejos (cuidado con chocarse con alguno que no es tan fácil como puede parecer ) y otras donde te permiten interactuar con las mismas figuras.
El recorrido dura unas dos horas más o menos y puede ser un poco lioso, yo por ejemplo me salté unas salas del principio, pero puedes decírselo a cualquier trabajador que te encuentres, y te indicará cómo volver al principio, incluso te acompañará si se lo pides.
Como para mi siguiente destino no tenía cita hasta las 12:00, decidí ir yendo a la zona y entrar en alguna tienda de camino. Una de las tiendas en las que entré fue una llamada Modell's, localizada en el cruce entre la W 34th St y la 7th Ave. Es una tienda dedicada a la moda deportiva, en la que puedes encontrar desde prendas y zapatillas de marcas, hasta equipaciones de baseball, mayoritariamente de los Yankees, a muy buen precio, unos 15$ por camiseta si no recuerdo mal. También disponen de equipaciones de baloncesto de muchos equipos, a un precio mucho más barato que en la tienda oficial.
Otra de las tiendas fue Target, localizada en la W 34th St. entre la 7th y la 8th Ave. y es una especie de hipermercado en el que puedes encontrar de todo, desde comida y ropa, hasta una sección de souvenirs a muy buen precio, como no disponía de mucho tiempo ya, decidí venir otro día a realizar alguna compra.
Unos minutos antes de las 12:00 ya estaba de nuevo pasando el control de seguridad del Madison Square Garden, a esa hora ya había cola para reservar entrada para los tours, menos mal que fui a primera hora... Una vez te escanean la entrada, te dan un colgante para el cuello para que sepan que perteneces al siguiente tour, y te piden que esperes hasta que venga el guía en una zona que dispone de un photocall con un montón de elementos deportivos.
No soy un fanático de los deportes, todo lo contrario más bien, pero no podía irme de la ciudad sin haber visitado uno de los pabellones más famosos del mundo y por el que han pasado tantos artistas. El tour comienza visitando el pasillo de exhibición que rodea a toda la arena, y en el que, en los días de partido y de conciertos se encuentran los puestos de comida, allí también hay un calendario que da la vuelta a la zona y que índica eventos importantes sucedidos allí. El recorrido continua con la visita de algunos palcos VIPs, y allí te cuentan qué personajes famosos han pasado por aquel lugar, así como del precio desorbitado de uno de estos en un acontecimiento importante.
Después, subiréis hasta la planta más alta, en donde os pondrán unas gafas de realidad virtual para que podáis sentir en primera persona cómo se viven algunos de los eventos celebrados allí, y también aprovechan para explicar alguna cosilla más. Ya para terminar con la visita, bajaréis hasta la zona de los vestuarios, los cuales solo pueden verse desde fuera, no dejan entrar dentro.
El tour tiene una duración de hora y media, y permite conocer más acerca del pabellón y de quienes han pasado por allí. A eso de las 13:30 ya estaba fuera, y justo en la acera de enfrente, vi un restaurante italiano (no recuerdo el nombre) que tenía buena pinta, así que decidí ir a comer ahí.
Mi siguiente parada sería Bryant Park, un parque de casi 4 hectáreas en medio de Manhattan, más concretamente entre la 5th y 6th Ave. justo detrás de la New York Public Library. Un gran espacio verde rodeado de rascacielos en el que hacen un montón de actividades gratuitas para todo el mundo, como yoga, ajedrez, etc. También hay un montón de mesas para que la gente pueda disfrutar y descasar un rato. Justo hay una pequeña cafetería en la entrada del mismo, así que no me lo pensé y me senté allí a disfrutar de las vistas junto a un cafecito.
Mi siguiente visita sería el edificio que se encuentra justo allí, la Public Library, coronada en su entrada por los dos famosos leones, así que para allá que fui. Su entrada es libre y gratuita aunque tienes que pasar un control de seguridad para entrar, ah y eso sí, cuidado con la hora porque cierra a las 17:45! Una vez entras, me dio la sensación de estar en el escenario de una película de Harry Potter con aquella arquitectura y esos candelabros:
Aunque la entrada no es lo más famoso de aquel lugar... sino la sala Rose Main Reading Room, con una capacidad para más de 600 personas y unos frescos en el techo increíblemente bonitos. Es la biblioteca por excelencia, con todos los libros colocados perfectamente en los estantes, un silencio absoluto y una decoración exquisita... No dejan pasar a partir de cierto punto si eres turista y tampoco se permiten tomar fotografías, y aunque suelo cumplir siempre este tipo de indicaciones por respeto, no podía irme sin una instantánea de aquel lugar.
Hay varias salas más de lectura y otras tantas con exposiciones, pero no podía entretenerme mucho. En la planta baja, hay una tienda con objetos muy interesantes que recomiendo que visitéis. Tras salir del edificio, me dirigía a otro lugar emblemático, la Grand Central Terminal, una de las estaciones de tren más grandes del mundo y una de las más emblemáticas.
Yo entré por la esquina inferior izquierda, y me costó un poco encontrar la sala central de la estación, creo que está un poco mal indicado para los turistas. Tras darme una pareja que había allí las indicaciones para llegar, iba caminando por un pasillo normal y corriente cuando de repente llegas y dices GUUAU! Es inmenso... empiezas a caminar por aquella sala y ves las taquillas a los laterales, el reloj central que había visto en tantas películas y si miras al techo, puedes ver ese característico techo verde con las estrellas y constelaciones. Tras quedarme un rato impresionado viendo aquella belleza arquitectónica, puse rumbo a buscar la Galería de los Susurros o Whispering Gallery, la cual es una bóveda que por su arquitectura hace viajar al sonido desde una columna hasta su opuesta, sin que la persona que esté entre medias oiga nada. Muy escéptico de mí, pensé que no sería cierto, pero me equivoqué, y animo a todo aquel que vaya a que lo pruebe.
Mi siguiente punto de la ruta, era el edificio de la Organización de las Naciones Unidas en la 1st Ave. De camino, os encontraréis con el famoso rascacielos Chrysler y además, podéis visitar su recibidor si vais antes de las 18:00! En esta parte no me quise entretener mucho rato, pues a las 18:00 quería estar en el Empire State Building para poder ver el atardecer y aún me quedaba una parada que hacer antes de ir, el Flatiron Building, así que con un paso más ligero me dirigí allí. Este se trata de un edificio histórico, pues cuando acabó su construcción era el más alto de toda la ciudad de Nueva York, y tomó este nombre por su similitud a las planchas de la época.
Me di un poco más de prisa para subir la calle desde el Flatiron Building, y no podía dejar de mirar donde iba a estar en unos escasos minutos... en lo más alto del Empire State Building!
En torno a las 18:00 me encontraba pasando la puerta principal del edificio, y nada más entrar están las taquillas. Si dispones de un pase, no hace falta que hagas cola en las taquillas, puedes dirigirte directamente a los tornos y allí te lo escanearán directamente sin esperas. Tras pasar por una maqueta del Empire, subes en ascensor hasta la planta 80, en donde te ofrecen una exposición para conocer más acerca de su construcción y de películas y personajes famosos que pasaron por allí. Una vez acabas, te diriges a otro ascensor para subir, ahora ya sí, al mirador, localizado en la planta 86.
Cuando sales del ascensor y sales a fuera, lo primero con lo que te encuentras es con unas vistas increíbles de todo el sur de Manhattan, con el reciente One World Trade Center coronando la estampa al fondo. Lo que más me gustó de este, es que no hay cristal, sólo una verja, y permite que queden unas fotos preciosas sin reflejos. Puedes dar todas las vueltas que quieras por el recinto y ver cualquier lugar de Nueva York desde allí, aunque mi vista favorita sin lugar a duda es la que he comentado con anterioridad
Lo bueno es que no hay límite de tiempo a estar allí arriba, yo permanecí por una hora u hora y media hasta que anocheció por completo, y pude disfrutar del espectáculo de ver la ciudad iluminada desde allí arriba, destaca mucho la iluminación que desprende Times Square así como la 5th Ave. y el distrito finaciero.
Tras disfrutar de las vistas y llenar la tarjeta de memoria de la cámara, bajé en el ascensor, para el cual había una cola enorme en la que estuve mínimo media hora, pero mereció la pena por poder disfrutar de aquella estampa. Ya en la calle, eran las 20:30, y me dirigía a la zona del hotel para ver si cenaba algo. De camino me encontré con el Target que he mencionado anteriormente en esta etapa del diario, y como no era muy tarde y cerraba a las 22:00, decidí entrar y aprovechar que ya iba de camino al hotel para comprar y poder dejar las cosas.
Aproveché a comprar varias botellas de agua y alguna cajas de cereales Froot Loops, a 2.99$ cada una. Sorprende el precio de la comida sana en comparación a la comida basura: la fruta, las verduras y la carne estaban carísimos. También compré unas botellas de Coca-Cola de edición especial con un diseño de Nueva York (estas botellas suelen estar en todas las tiendas que hay de souvenirs por ahí por 5$, pero aquí las vendían a 1$ cada una!) y alguna camiseta con la temática del subway de la ciudad por 7$. Muy recomendable ir si queréis comprar cualquier cosa y evitéis pagar de más. Además, a pesar de ser principios de septiembre, ya estaban montando una sección destinada a Halloween, casi dos meses antes!
Con dos bolsas llenas salí de allí y me dirigí al hotel a dejarlas, cuando me quise dar cuenta ya eran las 21:30, y muchos restaurantes ya no permitían la entrada. Tras dar varias vueltas por la zona, me encontré con un restaurante chino de la franquicia Panda Express justo detrás del Madison Square Garden, y menos mal que entré, menuda delicia, el mejor chino que he comido en mi vida.
Tenían muy buenos precios y te permitían combinar varios platos en uno sin tener que pedir raciones individuales de cada, además al final te daban una galleta de la suerte. Si vuelvo algún día tengo claro, que allí tengo que volver. Ya iba de vuelta al hotel, sólo me quedaba cruzar una calle y llegaba, cuando de pronto me encuentro con un cartel rosa en una farola y en esa misma calle un poco más adelante un grupo de personas más grande de lo habitual, leí el cartel y no me lo creía, estaban grabando una serie justo ahí, se trataba de Blue Bloods, una serie policiaca muy conocida allí. Sabía que graban con bastante frecuencia en la ciudad cualquier tipo de series o películas, pero no pensaba que vería una en vivo, así que allí que me acerqué a bichear un poco.
Más adelante empecé a fijarme si había carteles de estos rosas por las calles, y me encontré más de uno la verdad, aunque ninguno que me resultase de interés, así que con la escena de esta noche ya me quité el gusanillo de ver una. Con toda la ilusión de haber visto un rodaje, llegué al hotel y me acosté, mañana tocaba despertarse más pronto de lo normal.
Hoy me pude permitir dormir un poco más y recuperar horas de sueño, pues mi primer destino de hoy estaba a 10 minutos andando desde el hotel. A eso de las 7:50 salí del hotel, y puse rumbo al Madison Square Garden, iba a ser mi segunda visita del día de hoy, pero recomiendo ir a sacar la entrada el día de antes o a primera hora del mismo día. La misma, está incluida en el Explorer Pass, y tenéis que entrar dentro del mismo Madison por la entrada principal de la 7th Ave. Una vez dentro, os hacen pasar por un control de seguridad, y luego tendréis que dirigiros al mostrador de la tienda que se encuentra allí para reservar hora para el tour mostrando tu pase.
Hacen tours en inglés y en español, eso sí, las horas disponibles de estos últimos son menores, por eso os recomiendo ir con tiempo. Cuando fui yo, el primer tour en español que era a las 9:00 ya no estaba disponible, aunque yo aún así lo quería para más tarde, así que me dieron la entrada para las 12:00.
Mi primer destino de hoy iba a ser el Madame Tussauds, también incluido en el Explorer Pass, y como ya había salido del hotel, decidí ir a desayunar ese día por ahí. Tras decantarme por un montón de sitios, al final me decadí por uno llamado Angelina Bakery, localizado en la 8th Ave. (a medio camino entre el Madison Square Garden y el Madame Tussauds). Desconozco si se trataba de una franquicia, pero el local era muy moderno, con una gran variedad donde elegir y tenía un muy buen precio.
Tras desayunar con calma, ya se hicieron las 8:50, así que salí del local y continué caminando. El Madame Tussauds no abre hasta la 10:00 al público general, pero si disponéis de un pase, podéis entrar una hora antes, a las 9:00. Así que a esa hora estaba yo allí para aprovechar todo lo posible. Una vez es la hora de apertura y tras canjear tu entrada en el mostrador, subes en un ascensor hasta la planta más alta del museo, y ya te dejan recorrido libre a partir de ahí. Por si alguno no lo sabe, es un museo en el que se exponen figuras de cera de personajes famosos, y está dividido en salas temáticas según la profesión de los mismos, por ejemplo hay una sala dedicada a actores, dónde puedes encontrarte a Brad Pitt, otra dedicada a cantantes, otra a deportistas, a personajes históricos de los EEUU, a los cazafantasmas y así... Además también hay salas dirigidas al visitante, como una sala de los espejos (cuidado con chocarse con alguno que no es tan fácil como puede parecer ) y otras donde te permiten interactuar con las mismas figuras.
El recorrido dura unas dos horas más o menos y puede ser un poco lioso, yo por ejemplo me salté unas salas del principio, pero puedes decírselo a cualquier trabajador que te encuentres, y te indicará cómo volver al principio, incluso te acompañará si se lo pides.
Como para mi siguiente destino no tenía cita hasta las 12:00, decidí ir yendo a la zona y entrar en alguna tienda de camino. Una de las tiendas en las que entré fue una llamada Modell's, localizada en el cruce entre la W 34th St y la 7th Ave. Es una tienda dedicada a la moda deportiva, en la que puedes encontrar desde prendas y zapatillas de marcas, hasta equipaciones de baseball, mayoritariamente de los Yankees, a muy buen precio, unos 15$ por camiseta si no recuerdo mal. También disponen de equipaciones de baloncesto de muchos equipos, a un precio mucho más barato que en la tienda oficial.
Otra de las tiendas fue Target, localizada en la W 34th St. entre la 7th y la 8th Ave. y es una especie de hipermercado en el que puedes encontrar de todo, desde comida y ropa, hasta una sección de souvenirs a muy buen precio, como no disponía de mucho tiempo ya, decidí venir otro día a realizar alguna compra.
Unos minutos antes de las 12:00 ya estaba de nuevo pasando el control de seguridad del Madison Square Garden, a esa hora ya había cola para reservar entrada para los tours, menos mal que fui a primera hora... Una vez te escanean la entrada, te dan un colgante para el cuello para que sepan que perteneces al siguiente tour, y te piden que esperes hasta que venga el guía en una zona que dispone de un photocall con un montón de elementos deportivos.
No soy un fanático de los deportes, todo lo contrario más bien, pero no podía irme de la ciudad sin haber visitado uno de los pabellones más famosos del mundo y por el que han pasado tantos artistas. El tour comienza visitando el pasillo de exhibición que rodea a toda la arena, y en el que, en los días de partido y de conciertos se encuentran los puestos de comida, allí también hay un calendario que da la vuelta a la zona y que índica eventos importantes sucedidos allí. El recorrido continua con la visita de algunos palcos VIPs, y allí te cuentan qué personajes famosos han pasado por aquel lugar, así como del precio desorbitado de uno de estos en un acontecimiento importante.
Después, subiréis hasta la planta más alta, en donde os pondrán unas gafas de realidad virtual para que podáis sentir en primera persona cómo se viven algunos de los eventos celebrados allí, y también aprovechan para explicar alguna cosilla más. Ya para terminar con la visita, bajaréis hasta la zona de los vestuarios, los cuales solo pueden verse desde fuera, no dejan entrar dentro.
El tour tiene una duración de hora y media, y permite conocer más acerca del pabellón y de quienes han pasado por allí. A eso de las 13:30 ya estaba fuera, y justo en la acera de enfrente, vi un restaurante italiano (no recuerdo el nombre) que tenía buena pinta, así que decidí ir a comer ahí.
Mi siguiente parada sería Bryant Park, un parque de casi 4 hectáreas en medio de Manhattan, más concretamente entre la 5th y 6th Ave. justo detrás de la New York Public Library. Un gran espacio verde rodeado de rascacielos en el que hacen un montón de actividades gratuitas para todo el mundo, como yoga, ajedrez, etc. También hay un montón de mesas para que la gente pueda disfrutar y descasar un rato. Justo hay una pequeña cafetería en la entrada del mismo, así que no me lo pensé y me senté allí a disfrutar de las vistas junto a un cafecito.
Mi siguiente visita sería el edificio que se encuentra justo allí, la Public Library, coronada en su entrada por los dos famosos leones, así que para allá que fui. Su entrada es libre y gratuita aunque tienes que pasar un control de seguridad para entrar, ah y eso sí, cuidado con la hora porque cierra a las 17:45! Una vez entras, me dio la sensación de estar en el escenario de una película de Harry Potter con aquella arquitectura y esos candelabros:
Aunque la entrada no es lo más famoso de aquel lugar... sino la sala Rose Main Reading Room, con una capacidad para más de 600 personas y unos frescos en el techo increíblemente bonitos. Es la biblioteca por excelencia, con todos los libros colocados perfectamente en los estantes, un silencio absoluto y una decoración exquisita... No dejan pasar a partir de cierto punto si eres turista y tampoco se permiten tomar fotografías, y aunque suelo cumplir siempre este tipo de indicaciones por respeto, no podía irme sin una instantánea de aquel lugar.
Hay varias salas más de lectura y otras tantas con exposiciones, pero no podía entretenerme mucho. En la planta baja, hay una tienda con objetos muy interesantes que recomiendo que visitéis. Tras salir del edificio, me dirigía a otro lugar emblemático, la Grand Central Terminal, una de las estaciones de tren más grandes del mundo y una de las más emblemáticas.
Yo entré por la esquina inferior izquierda, y me costó un poco encontrar la sala central de la estación, creo que está un poco mal indicado para los turistas. Tras darme una pareja que había allí las indicaciones para llegar, iba caminando por un pasillo normal y corriente cuando de repente llegas y dices GUUAU! Es inmenso... empiezas a caminar por aquella sala y ves las taquillas a los laterales, el reloj central que había visto en tantas películas y si miras al techo, puedes ver ese característico techo verde con las estrellas y constelaciones. Tras quedarme un rato impresionado viendo aquella belleza arquitectónica, puse rumbo a buscar la Galería de los Susurros o Whispering Gallery, la cual es una bóveda que por su arquitectura hace viajar al sonido desde una columna hasta su opuesta, sin que la persona que esté entre medias oiga nada. Muy escéptico de mí, pensé que no sería cierto, pero me equivoqué, y animo a todo aquel que vaya a que lo pruebe.
Mi siguiente punto de la ruta, era el edificio de la Organización de las Naciones Unidas en la 1st Ave. De camino, os encontraréis con el famoso rascacielos Chrysler y además, podéis visitar su recibidor si vais antes de las 18:00! En esta parte no me quise entretener mucho rato, pues a las 18:00 quería estar en el Empire State Building para poder ver el atardecer y aún me quedaba una parada que hacer antes de ir, el Flatiron Building, así que con un paso más ligero me dirigí allí. Este se trata de un edificio histórico, pues cuando acabó su construcción era el más alto de toda la ciudad de Nueva York, y tomó este nombre por su similitud a las planchas de la época.
Me di un poco más de prisa para subir la calle desde el Flatiron Building, y no podía dejar de mirar donde iba a estar en unos escasos minutos... en lo más alto del Empire State Building!
En torno a las 18:00 me encontraba pasando la puerta principal del edificio, y nada más entrar están las taquillas. Si dispones de un pase, no hace falta que hagas cola en las taquillas, puedes dirigirte directamente a los tornos y allí te lo escanearán directamente sin esperas. Tras pasar por una maqueta del Empire, subes en ascensor hasta la planta 80, en donde te ofrecen una exposición para conocer más acerca de su construcción y de películas y personajes famosos que pasaron por allí. Una vez acabas, te diriges a otro ascensor para subir, ahora ya sí, al mirador, localizado en la planta 86.
Cuando sales del ascensor y sales a fuera, lo primero con lo que te encuentras es con unas vistas increíbles de todo el sur de Manhattan, con el reciente One World Trade Center coronando la estampa al fondo. Lo que más me gustó de este, es que no hay cristal, sólo una verja, y permite que queden unas fotos preciosas sin reflejos. Puedes dar todas las vueltas que quieras por el recinto y ver cualquier lugar de Nueva York desde allí, aunque mi vista favorita sin lugar a duda es la que he comentado con anterioridad
Lo bueno es que no hay límite de tiempo a estar allí arriba, yo permanecí por una hora u hora y media hasta que anocheció por completo, y pude disfrutar del espectáculo de ver la ciudad iluminada desde allí arriba, destaca mucho la iluminación que desprende Times Square así como la 5th Ave. y el distrito finaciero.
Tras disfrutar de las vistas y llenar la tarjeta de memoria de la cámara, bajé en el ascensor, para el cual había una cola enorme en la que estuve mínimo media hora, pero mereció la pena por poder disfrutar de aquella estampa. Ya en la calle, eran las 20:30, y me dirigía a la zona del hotel para ver si cenaba algo. De camino me encontré con el Target que he mencionado anteriormente en esta etapa del diario, y como no era muy tarde y cerraba a las 22:00, decidí entrar y aprovechar que ya iba de camino al hotel para comprar y poder dejar las cosas.
Aproveché a comprar varias botellas de agua y alguna cajas de cereales Froot Loops, a 2.99$ cada una. Sorprende el precio de la comida sana en comparación a la comida basura: la fruta, las verduras y la carne estaban carísimos. También compré unas botellas de Coca-Cola de edición especial con un diseño de Nueva York (estas botellas suelen estar en todas las tiendas que hay de souvenirs por ahí por 5$, pero aquí las vendían a 1$ cada una!) y alguna camiseta con la temática del subway de la ciudad por 7$. Muy recomendable ir si queréis comprar cualquier cosa y evitéis pagar de más. Además, a pesar de ser principios de septiembre, ya estaban montando una sección destinada a Halloween, casi dos meses antes!
Con dos bolsas llenas salí de allí y me dirigí al hotel a dejarlas, cuando me quise dar cuenta ya eran las 21:30, y muchos restaurantes ya no permitían la entrada. Tras dar varias vueltas por la zona, me encontré con un restaurante chino de la franquicia Panda Express justo detrás del Madison Square Garden, y menos mal que entré, menuda delicia, el mejor chino que he comido en mi vida.
Tenían muy buenos precios y te permitían combinar varios platos en uno sin tener que pedir raciones individuales de cada, además al final te daban una galleta de la suerte. Si vuelvo algún día tengo claro, que allí tengo que volver. Ya iba de vuelta al hotel, sólo me quedaba cruzar una calle y llegaba, cuando de pronto me encuentro con un cartel rosa en una farola y en esa misma calle un poco más adelante un grupo de personas más grande de lo habitual, leí el cartel y no me lo creía, estaban grabando una serie justo ahí, se trataba de Blue Bloods, una serie policiaca muy conocida allí. Sabía que graban con bastante frecuencia en la ciudad cualquier tipo de series o películas, pero no pensaba que vería una en vivo, así que allí que me acerqué a bichear un poco.
Más adelante empecé a fijarme si había carteles de estos rosas por las calles, y me encontré más de uno la verdad, aunque ninguno que me resultase de interés, así que con la escena de esta noche ya me quité el gusanillo de ver una. Con toda la ilusión de haber visto un rodaje, llegué al hotel y me acosté, mañana tocaba despertarse más pronto de lo normal.