El desayuno continuo en el mismo sentido del día anterior, dejamos la habitación y tomamos la carretera hasta Castellammare del golfo, nuestro siguiente destino.
La autopista en esta zona es gratuita y tiene menos obras que las del sur, el camino fue tranquilo excepto el cruce de Palermo donde nos tocó un buen atasco, unido como no, a obras en la ciudad, autobuses, carriles que desaparecen, etc, Sicilia al volante en estado puro.
El Castellammare nuestro alojamiento fue La casa azul, todo un acierto, está a unos 10 minutos en coche del pueblo, tiene una vistas preciosas, y todas las instalaciones con geniales, la habitación, el baño, el jardín, la piscina, todo perfecto (93€noche).
El ruta de llegada es un poco complicado, pero el día anterior nos habían mandado un mensaje explicándonos como llegar, el camino es muy desangelado y lleno de basura, cosa por desgracia muy habitual en la isla, pero cuando llegas es una preciosidad.
Dejamos nuestras cosas y nos fuimos a la piscina un rato, ya que en estos días el calor era sofocante, se llegó a los 44 grados por una ola de calor del desierto.
Cuando la tarde caía nos bajamos al pueblo para cenar, aparcamos en el parking Blue 5€ como precio fijo, es el mas cercano a la zona centro. nos dimos un paseo y nos sorprendió mucho el pueblo, pequeño pero muy agradable y con bastante ambiente de restaurantes, bares, etc.
Cenamos en Don sushi, tiene un aperitivo con sushi que tenía muy buena pinta, pero nosotros nos decidimos por una fritura de pescado y una hamburguesa, ambas cosas muy ricas, dos agua con gas 35€