Miércoles 24/10
Nos quedan muy pocas horas de estar en Estambul, y volvemos a pasear por la plaza de Sultanahmed pero ya con los ojos vistos en poder retener al máximo el lugar para llevarnoslo de recuerdo. Y en ese momento decidimos que aún tenemos tiempo para poder visitar de nuevo la mezquita azul. Pero cual fué nuestra sorpresa que estaba masificado de turistas. Muchos turistas más que la anterior vez que vinimos. Tanto es así, que pensabamos que bien circulaban por la zona de rezo los pocos musulmanes que allí había. Y solo pudimos observar entre el tumulto, las cúpulas y los techos de la gran mezquita. Tras esta visita un poco decepcionante, volvimos a la plaza de Sultanahmed y avanzamos un poco más hasta llegar al Hipódromo.




Hipódromo
Si no fuera porque se llama Hipódromo, el paisaje no nos hace advertir que nos encontramos en un lugar donde antiguamente había carreras de cuádrigas y otros espectáculos disfrutados por los romanos. Actualmente es una gran plaza con algunos restos que son expuestos como monumentos: la columna serpentiforme o el obelisco de Constantino.




Y tras este breve paseo no da tiempo para más: recogida de taxi hacia el aeropuerto y vuelta a España. Termina nuestra aventura por una región caprichosamente esculpida y una ciudad que te deslumbra y te maravilla.
CONCLUSIONES
Maravillloso viaje que recomendaría a todo el mundo, ya que lo tengo en el recuerdo como uno de los mejores. En el que se compagina unos días de senderismo y arte rupestre en un paisaje esculpido por la naturaleza y la mano del hombre con unos días de un paisaje urbano cosmopolita, donde se abraza oriente con occidente y donde todo lo que ves engrandece aún más a la antigua Constantinopla. Quizás el viaje debería haber sido un poco más largo. Porque después de lo vivido, nos ha faltado un día más en la Capadocia para poder visitar alguna localidad (Urgup o Avanos) o haber tenido más tiempo para recorrer con más profundidad el Valle Rojo. Y en cuanto a Estambul, creo que también un día más hubiera sido perfecto, para profundizar un poco más en el Estambul moderno y en el asiático y haber visitado la Iglesia de San Salvador de Chora. Por tanto, mi recomendación es que un viaje de 12 días por Capadocia y Estambul sería un viaje de 10.
En cuanto a especificar lugares, de Capadocia sin dudarlo me quedaría con los valles de Soganli e Ilhara. Son perfectos para hacer largos paseos descubriendo sus maravillas, y además son tan diferentes. Perfectamente puedes echar 4 horas en cada uno de esos lugares.
Menos extensos pero igual de maravillosos el Valle Rojo, el Valle Blanco-Amor y el Valle de Pasabag. Aqui con un par de horas tienes suficiente pero son recomendables.
Y en menor medida pero curiosos de ver, el Valle de las Palomas y el Valle de Devrent. La ciudad subteránea de Kaymakli es también muy curioso de ver.
En cuanto a los museos al aire libre, me quedo con Zelve. Es una maravilla. Sin embargo, el de Goreme no me lleno. Admito que tiene mayor importancia. Pero que le vamos a hacer, Zelve me transporto, Goreme no.
Y que decir de Estambul, todo en ella es maravilloso. Y enorme. Te puedes perder por el Gran Bazar, por el Palacio Topkapi, por la colina de Eyüp, por el barrio asiático,... No hay que nada que me haya disgustado.
Y las experiencias vividas... bueno. El baño turco, viajar en globo, la danza derviche, fumar narguile, escuchar todos los dias y varias veces la llamada a la oración, los atardeceres, probar el testi kebab, admirar la preparación y después el sabor de un buen bocadillo de caballa en el mercado del pescado junto al puente de Galata,... En fin, no puedo más que decir que si: Capadocia y Estambul son dos auténticas perlas de Turquia que debes conocer una vez en tu vida.
En cuanto a especificar lugares, de Capadocia sin dudarlo me quedaría con los valles de Soganli e Ilhara. Son perfectos para hacer largos paseos descubriendo sus maravillas, y además son tan diferentes. Perfectamente puedes echar 4 horas en cada uno de esos lugares.
Menos extensos pero igual de maravillosos el Valle Rojo, el Valle Blanco-Amor y el Valle de Pasabag. Aqui con un par de horas tienes suficiente pero son recomendables.
Y en menor medida pero curiosos de ver, el Valle de las Palomas y el Valle de Devrent. La ciudad subteránea de Kaymakli es también muy curioso de ver.
En cuanto a los museos al aire libre, me quedo con Zelve. Es una maravilla. Sin embargo, el de Goreme no me lleno. Admito que tiene mayor importancia. Pero que le vamos a hacer, Zelve me transporto, Goreme no.
Y que decir de Estambul, todo en ella es maravilloso. Y enorme. Te puedes perder por el Gran Bazar, por el Palacio Topkapi, por la colina de Eyüp, por el barrio asiático,... No hay que nada que me haya disgustado.
Y las experiencias vividas... bueno. El baño turco, viajar en globo, la danza derviche, fumar narguile, escuchar todos los dias y varias veces la llamada a la oración, los atardeceres, probar el testi kebab, admirar la preparación y después el sabor de un buen bocadillo de caballa en el mercado del pescado junto al puente de Galata,... En fin, no puedo más que decir que si: Capadocia y Estambul son dos auténticas perlas de Turquia que debes conocer una vez en tu vida.