Nos despedimos con mucha pena de Jasper ese pueblo tan acogedor que tanto nos ofreció y nos encaminamos a la que sería la última etapa por las Rockies.
Desde Jasper a Banff teníamos aproximadamente unos 286 km. Volvimos a coger la carretera 93 pasando de nuevo por aquellos bellos parajes que días atrás habíamos visto.
Como en la anterior ocasión no pudimos ver en todo su esplendor el lago Peyto decidimos acercarnos antes de proseguir con la ruta.
El día era soleado y la temperatura muy agradable. Aparcamos el coche en el parking inferior y un corto paseo de 30 minutos nos llevó hasta el mirador por el camino habían paneles explicativos de la fauna y flora. Nos hicimos algunas fotos pero desde donde mejor se veía la belleza de este lago era desde el Belvedere, la cima de la pequeña montaña que tiene presidiéndolo.
Este lago es famoso porque dependiendo de la época del año sus aguas cambian del verde al azul brillante.
Con los palos en mano empezamos la ascensión hasta lo alto de la colina. Es un pequeño trail entre medio de grandes árboles y se hizo un poco más duro en el último tramo porque el camino estaba muy empinado. Las vistas desde allí eran espectaculares.
Desde Jasper a Banff teníamos aproximadamente unos 286 km. Volvimos a coger la carretera 93 pasando de nuevo por aquellos bellos parajes que días atrás habíamos visto.
Como en la anterior ocasión no pudimos ver en todo su esplendor el lago Peyto decidimos acercarnos antes de proseguir con la ruta.
El día era soleado y la temperatura muy agradable. Aparcamos el coche en el parking inferior y un corto paseo de 30 minutos nos llevó hasta el mirador por el camino habían paneles explicativos de la fauna y flora. Nos hicimos algunas fotos pero desde donde mejor se veía la belleza de este lago era desde el Belvedere, la cima de la pequeña montaña que tiene presidiéndolo.
Este lago es famoso porque dependiendo de la época del año sus aguas cambian del verde al azul brillante.
Con los palos en mano empezamos la ascensión hasta lo alto de la colina. Es un pequeño trail entre medio de grandes árboles y se hizo un poco más duro en el último tramo porque el camino estaba muy empinado. Las vistas desde allí eran espectaculares.
Después del Peyto Lake y aprovechando que teníamos tiempo nos fuimos al Bow Lake para llegar hasta las cataratas y hacer un poco de trekking.
Empezamos el trail por la orilla bordeando este fantástico lago por un solo costado, y llegando al final nos desviamos siguiendo el río por una gran llanura de piedras blancas. Subimos un poco la montaña volviéndonos a encontrar otra llanura de piedras y a lo lejos se veían las cataratas. A medida que nos acercábamos el fresco del ambiente se hacía más presente. Allí nos plantamos a picotear un poco con aquella naturaleza pura de fondo y grabando cada detalle del paisaje en nuestras retinas.
Sobre las 17 h llegamos a Banff. Nos alojábamos en una cabina en el centro del pueblo. Su nombre era Holiday Lodge B&B & Cabins. Era un combinado entre bed & breakfast y cabinas, de hecho creo que habían solo 2 cabinas. Dejamos el coche delante de la casa y picamos al timbre, no nos contestó nadie y entramos al recibidor. De repente apareció bajando por las escaleras Scott, era el propietario del lodge, un tipo un tanto extraño y con aspecto de loco a primera vista pero que luego en cuanto lo conoces muy agradable y atento. Nos vino a recibir y a enseñar nuestra cabina descalzo por toda la parcela con unos simples calcetines y llevando en la mano un trapo y el glasex, todo un cuadro.
Fue muy divertido el momento en que me estaba enseñando donde estaba todo y a la vez lo veías como iba repasando con el trapo los muebles, los cristales de la puerta de entrada mientras me comentaba lo que podíamos hacer en el pueblo con ese acento tan difícil de entender.
Fue muy divertido el momento en que me estaba enseñando donde estaba todo y a la vez lo veías como iba repasando con el trapo los muebles, los cristales de la puerta de entrada mientras me comentaba lo que podíamos hacer en el pueblo con ese acento tan difícil de entender.
Dejamos las maletas y nos fuimos a inspeccionar la zona. En nuestra misma calle había un liquor shop que cerraba a las 22 h. y un supermercado que nos vino de lujo para nuestros almuerzos y cenas ya que la cabina tenía una pequeña cocina.
Dimos una vuelta por el pueblo. Banff es más turístico que Jasper, la avenida principal Banff Avenue está muy animada a cualquier hora en verano, en ella están todas las tiendas de souvenirs, un centro comercial, tiendas de deporte etc… Hay todo tipo de restaurantes es muy agradable callejear en Banff.
Descubrí una tienda donde elaboraban toda clase de dulces de chocolote. Realmente cada vez que pasábamos por allí los días posteriores se me hacía la boca agua y no pude resistir en comprar estas delicias para los amantes del chocolate, como es mi caso, que me volvía loca solamente con el aroma que salía de la tienda.
Tras las compras de víveres nos metimos en nuestra humilde morada para cenar, descansar y coger fuerzas para día siguiente.