Ikseondong, Changdeokgung y paseo por Myeongdong ✏️ Diarios de Viajes de Corea Sur

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Nos despertamos en nuestro primer día completo en Seúl después de una noche intensa. A la niña le ha dado fuerte el jet lag y a la 1 de la madrugada estaba con los ojos como platos, ha pasado mitad de la noche despertando, y nosotros intentando dormirla, finalmente nos hemos quedado dormidos todos hasta bien pasadas las 9, así que lo de empezar el día temprano como normalmente hacemos es una de esas cosas que hay que flexibilizar.

Este será el primer y único día que desayunamos en el hotel, está incluido pero solo hay algo de pan y un tipo de cereales, una cafetera bastante lenta, y tienes que prepararlo y limpiarlo todo tu, y si de algo vamos a estar escasos es de tiempo, así que de aquí en adelante haremos los desayunos fuera.

El día está fresco pero precioso así que decidimos ir caminando a Ikseondong para familiarizarnos con la ciudad aprovechando que la niña va tranquila en la silla.


Ikseondong es un barrio lleno de casas tradicionales (Hanoks) que en su momento se salvó de ser demolido y ahora está protegido, se restauraron los hanoks como negocios, ya sea de tiendas o restauración, y está prohibido montar grandes cadenas.

Es un barrio chulísimo, si vais temprano por la mañana lo encontraréis muy tranquilo y con muchas de sus famosas cafeterías de especialidad cerradas, pero a partir de las 11 ya se empieza a animar. Me parece muy buena opción para alojarse.



Algo que hay en cada esquina de Corea del Sur son los fotomatones, tiendas donde tienes maquinas para hacerte fotos y customizarlas, y un montón de cosas para disfrazarse y arreglarse, incluyendo planchas del pelo. También es muy común en Japón pero nos pareció que en Seúl especialmente había muchísimos más.

En este barrio también hay y encima en un hanok restaurado, así que aprovechamos para probar la experiencia y de paso darle de mamar a la peque jeje. Al principio cuesta pillar la máquina pero la verdad es que es divertido y nos quedó un recuerdo chulísimo. Nos costó 4000 wones, es lo que suelen costar todos.



Seguimos caminando por el barrio hacia nuestra siguiente visita que se encuentra justo al lado, el Palacio Changdeokgung. Como comentaba en la etapa de visitas, este es uno de los palacios que se pueden visitar en Seúl, y que además cuenta con el famoso jardín secreto. Elegimos visitar este palacio hoy porque el día está precioso y suponemos que el jardín lucirá mucho.

Nos dirigimos a la taquilla y nos sacamos la entrada conjunta para todos los palacios, que nos cuesta 10000 wones por adulto. Ahí ya nos informamos de la siguiente entrada para el jardín secreto con sitio, nos da igual el idioma ya que con la niña vamos a ir a nuestra bola.



Al entrar en el palacio se produce un milagro, y es que la peque por primera vez en su vida se duerme sola en la silla de paseo, cosa que no ha vuelto a ocurrir por cierto, lo que no hace el jet lag jeje. Vemos el palacio con calma y la verdad es que es una preciosidad.



Cuando se acerca la hora de entrada al jardín secreto, nos vamos hacia la cola, y ya según entramos se arranca el primer ohh de los visitantes por el enorme arce de la entrada que está en pleno esplendor otoñal.


Yo me llevé una alegría tremenda, porque después de mucho hacer seguimiento del otoño coreano, había asumido que nos íbamos a quedar sin verlo, y era uno de los grandes motivos para haber escogido estas fechas (originalmente para ir a Japón).

Aquí ya se nos despertó la peque así que pudo disfrutar del jardín secreto, esta visita nos encantó, además de ser una pasada y estar super cuidado, el sol resaltaba los colores de los árboles, fue un gran acierto ir en este momento ya cercano al mediodía, tal vez si hubiéramos conseguido madrugar no lo hubiéramos visto igual.



Después de la visita, vamos a comer y nos cuesta elegir restaurante, estamos indecisos y aun algo espesos, todo hay que decirlo, y al final vamos a lo fácil y entramos en un local de barbacoa coreana.

Pedimos una de las opciones que recomendaban y bebimos agua, que es gratis en todos los restaurantes, la comida nos cuesta 32000 wones, algunas comidas las iré poniendo en wones o en euros según lo tengo anotado. Aquí además nos regalan unas galletitas típicas coreanas, Yakgwa, que están super ricas.
Iré dejando si puedo, la ubicación de los lugares en los que comimos, sacada de google a través de las fotos que hacía de la comida, pero es posible que tengáis que buscar después en Naver para ver bien el sitio si os interesa.
37°34'24.2"N 126°59'28.3"E


La peque está bastante inquieta y es que aunque haya dormido la siesta de la silla, el cansancio le pasa factura, se queda dormida y conseguimos pasarla a la silla y seguir paseando un poco hacia Myeongdong mientras descansa.



Nosotros también estamos cansados, así que decidimos tomar un café para recargar pilas, entramos en una cadena coreana tipo Starbucks, y probamos el primero de muchos cafés, esta cadena no es de las mejores ni mucho menos pero el café está bastante bueno y el precio es más contenido, nos costaron dos cafés con leche 8400 wones.

Damos otro paseo por Myeongdong y flipamos mucho con las decoraciones de navidad del centro comercial Lotte, volveremos para sacar mejores fotos.


Nos vamos al hotel para descansar un poco, darle de cenar algo a la peque y que pase un rato tranquila y jugando.

Cuando ya está cansada le ponemos el pijama y nos la ponemos en la mochila, la idea es que se quede dormida y cenar en los puestos del mercado, así luego volvemos al hotel y ya no hay necesidad de cambiarla y puede seguir durmiendo en la cama.

Empezamos la ronda de comida callejera con un clásico, un bollito que hay en casi todos los mercados, que tiene un huevo encima, Gyeran Bbang. Es como dulzón y está bastante rico, tengo anotado lo que pagamos en total pero esta es una de las comidas más baratas del mercado.
Después otro clásico, pollo frito, hay varios puestos y varios tipos de salsas, está super rico también. Luego probamos el potato sausage, que también estaba bueno. Y de postre otro típico del mercado, el marshmallow con helado que se tuesta por fuera, la verdad es que sabe a justo a lo que es, y si os gusta, está delicioso. Por todo esto pagamos 22000 wones.



Damos por concluido el día porque también estamos agotados.

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