Hoy yo amanezco en Busan con un poco resfriado, no tengo fiebre ni tos, pero sí bastante congestión, pero intentaremos aprovechar el día lo que podamos.
Empezamos desayunando en una cafetería al lado del hotel, como siempre un café muy bueno, y precio acostumbrado, 9,5 euros.
35°09'34.2"N 129°03'40.7"E

El plan que tenemos hoy es ir al Blueline Park, y tal vez ver la playa y llegar hasta el templo Yonggungsa si nos apetece. Subir a las Sky capsule lo descartamos porque estaban agotadas las entradas.
Vamos en metro hasta Jungdong, que es la parada más cercana a la estación Mipo donde empieza el Blueline Park, cuando salimos del metro, hace un viento tremendo al lado de la playa Haeundae, aunque la previsión de temperatura no es baja, unos 12-15 grados, el viento frío que viene del mar hace que la sensación térmica sea baja y además bastante incómodo.

Cuando llegamos a la estación Mipo, ya descartamos hacer un tramo andando en ese momento, así que nos ponemos a la cola, tremenda cola por cierto, para coger el beach train. Yo tenía anotado que había un billete para subir y bajar cuando quisieras, pero me dicen que no, es ida y vuelta y solo se puede usar una vez, los billetes para los dos adultos nos cuestan casi 24 euros.

Decidimos ver el recorrido a la ida, donde para y donde podría ser recomendable bajarse para hacer algún tramo andando.
Es un recorrido bonito, y hay una parada intermedia, en el pueblo Cheongsapo que podría ser interesante, aunque con el viento que hace no sabemos si nos supondrá demasiado hacerlo caminando a la vuelta.
De momento vamos hasta el final de la línea, Songjeong, y damos un paseo por el pueblo, la verdad es que no está mal pero nos resultó un poco decepcionante, tampoco es que tenga gran cosa, y con viento que hace no resulta muy agradable caminar por la playa, así que también desistimos de llegar hasta el templo Yonggungsa, desde aquí podría cogerse un autobús o un taxi.

No vemos gran cosa que nos llame la atención para comer, así que cogemos el tren de vuelta otra vez. Cuando pasamos por el pueblo Cheongsapo hay mucha gente haciendo fotos en la intersección famosa justo para coger una imagen del tren y la cápsula a la vez, además aquí también hay una cafetería con unas vistas chulas pero ya os adelanto a los que vais con niños que no los admiten, así que decidimos pasar de largo.



Cuando llegamos al final de la línea, hacemos algunas fotos a las cápsulas y salimos pitando de al lado del mar para dejar atrás el viento.
Dejando a un lado que yo estoy constipada y el viento que hace, no me parece que sea tampoco la visita imprescindible de la que se habla, no niego que pueda estar bien con un clima mejor, pero teniendo en cuenta que lleva casi una hora llegar hasta aquí, sumado a los 25 eurazos que cuesta el tren, y las cápsulas son aun mas caras, creo que hay cosas mejores que visitar. Yo creo que se ha hecho tan famoso por el postureo de instagram en Cheongsapo con las fotos que os comentaba. Pero a nosotros creo nos hubiera gustado más ir al templo directamente, y tal vez ahí si que compense el tiempo invertido, pero bueno, esta es mi opinión personal.
Entramos a un restaurante muy local ya cerca de la estación de metro, y aunque comemos bien y barato, creo que fue el sitio donde más secos fueron con nosotros de todo el viaje. Pedimos una sopa, un tonkatsu y unos mandu, y nos cuesta 13 euros.
35°09'56.5"N 129°10'07.3"E


Después de comer nos volvemos a Seomyeon, y vamos cavilando qué podemos hacer por la tarde. Decidimos ir al parque que tenemos cercano al hotel, que al parecer hay una biblioteca infantil muy chula, habíamos leído que tiene mucho ambiente el parque el fin de semana, pero claro, teníamos que haber ido por la mañana. Paramos antes de llegar a tomar el café ya que la niña se nos duerme en la mochila, y esta vez tiramos de un Ediya otra vez para no perder mucho tiempo.



La pena es que aun así cuando llegamos a la biblioteca ya está cerrada, aún no son las 18 de la tarde pero ya está todo apagado, fue una pena pero al menos damos una vuelta por el parque, pero ya anocheciendo, aunque tienen unas luces muy chulas.


Por cierto, nos vuelve a tocar recarga de T-money y estos 10000 wones para cada tarjeta ya serán los últimos.
Mi catarro me está dejando KO, y el frío que hemos pasado no me ha ayudado nada, así que decidimos por tercera noche consecutiva cenar de combini. No es un día en el que nos hayan salido las cosas como nos hubiera gustado, pero a veces estas cosas pasan, con y sin niños.