VARANASI ✏️ Travel Journeys of India

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Tras un viaje algo largo, pero tranquilo, llegamos a Varanasi, donde encontramos una estación con una algarabía muy potente. Seguimos las indicaciones, para salir de la estación, por que el tren nos dejo al final del todo, y buscamos un rickshaw para que nos lleve a nuestro alojamiento en Lalita Ghat. Resulta, que la zona más interesante de Varanasi no es apta para rickshaw, y aunque te dejen cerca, hay que callejear mucho por ese entramado de calles sin orden, por el que es muy seguro que te vas a perder. Por suerte, cuando nos dejo el conductor, encontramos un hombre, que sabía cual era el hotel y nos llevo a él a cambio de unas pocas rupias.
Nos dieron una de las habitaciones de la planta más alta, con vistas al Ganges, y una terraza enrejada. Al principio me extrañó, hasta que ví a un simpático mono subirse por estas con cara de pocos amigos. Luego me fijaría, que casi todos los hoteles de la zona, tenían las ventanas enrejadas.
Mi compañera Sonia, decidió hecharse un rato, y yo por mi parte decidí darme una vuelta para empezar a investigar la ciudad que tanto me gustaría. Como estabamos en Lalita ghat, lo primero que hice fue dirigirme a este, para poder ubicarme facilmente, y es que aunque luego te pierdas por las calles, si llegas a un ghat, luego es facil llegar.
Perdonar mi ignorancia, pero no se por que, yo creía que la ciudad estaba construida a ambos lados del río. Craso error, por que solo está en una de las orillas, mientras que el otro lado estaba pelado. Bueno, sigamos. Nada más llegar al ghat, vi una fogata enorme a mi izquierda, hacía donde dirigí mis pasos, pensando que se trataba de algún rito. Ignorante de mi de nuevo. Según me acercaba vi que se trataba de uno de los lugares de incineración que hay por Varanasi. Me quedé asobradísimo, y pese a que tuve que esquivar a algún borracho que me pedía dinero por estar allí y soportar a algún local, que te cuenta la historia de que "yo trabajo aquí, la madera cuesta tanto....quieres ayudar con la causa..." me subía un pequeño miradory miré el espectáculo. Perdón por llamarlo de esa forma, o de lo morboso que puede parecer, pero a mi era algo que me llamaba mucho la atención, y me quedé mucho rato viendo como llegaban cadaveres por un lado, mientras que por otro iban avivando los fuegos. Incluso ver como hechaban a algún cadaver esquelético al fuego y sobre el ponían más madera. Quizá lo que mas me sorprendía, era la bandada de niños, a orillas del río, a la busqueda de algo de valor, que se desprenda de los cadáveres.
Tras esto, decidía callejear un poco por la ciudad, esquivando mierdas y motos. La verdad es que la ciudad tiene mucho encanto. Decidí dejarme llevar, e intentar no guiarme, ya que luego sería cuestión de encontrar algún ghat que me lleve hasta el mio. Ver tiendas, gentes, templos (Aunque en esta ciudad no entramos en ninguno), etc. Cuando paso un rato me fui en busca de Sonia para contarle lo que había visto y hacer el mismo recorrido con ella, bueno, más o menos. Empezando por la incineración, que ella no sobrellevó tan bien, de hecho, nos tuvimos que ir por que se puso a llorar. Es totalmente comprensible.
Empezamos a patear las calles, que siempre parecían distintas, y cuando el sol empezó a caer, una oleada de niños se acercaban para venderte flores, velas, y demás, para ponerlas a flotar en el río. Era un espectaculo precioso, pero en mi mente no dejaba de pensar en la mierda que se estaba acumulando en el río. Es increible, que ellos se bañen ahí en esas condiciones. Tras una copiosa cena, en el hotel , luego nos dirigimos al ritual nocturno que hacen a orillas del ganges. Es muy curisoso como en un ghat están quemando a gente, y en el otro celebrando la vida. Es un detalle que hizo que me enamorara mas de esta ciudad.
Por la noche, recomiendan no callejear mucho por las calles, así que nos dirigimos al hotel, tras darnos una vuelta, y nos pusimos a descansar, al día siguiente todavía podríamos perdernos por la ciudad un rato mas.

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