Después de desayunar salimos a pie hacia la playa de Bingin que está muy cerca del hotel, a no más de 5 minutos andando. Aclaro que "Pantai" significa playa. Así que a cualquier playa la llamaremos así.
Hay que bajar muchas escaleras.
Como hemos llegado bastante pronto no hay casi nadie y además hay mucha sombra. Me tumbo y Jordi vuela el dron. Nos bañamos un par de veces y damos un paseo. El agua no está muy limpia pero la playa con marea alta es visualmente bastante bonita.


A eso de las 13.00h cuando ya se requiere sombrilla nos vamos a comer al Lucky Fish. Terraza super fresquita con vistazas al mar. Elegimos un pescado fresco de la caja, unas cuantas almejas y 6 gambas y nos lo cocinan a la brasa. Pedazo comilona rica con Bintang de 600ml, una maravilla.


Luego nos toca subir escalones...
Nos bañamos en la perfecta piscina del hotel y Jordi se va a pegar una siesta. Yo me voy calle abajo para alquilar una moto. Me vuelvo con un scooter bastante cutrefacto y unos cascos viejos que nos van a proteger lo mismo que un gorro. Falta de existencias.
Por la tarde nos bajamos a la zona más animada de Bingin con la moto para dar un paseo y me entra el miedo. No me siento segura yendo en moto por esas carreteras y ese volumen de tráfico tan caótico y desordenado.
Volvemos al hotel y para tratar de llegar al sunset en coche al Templo de Uluwatu llamamos a un Gojek (1,68€ nos cuesta el trayecto al cambio)
La entrada al templo solo puede pagarse en efectivo. Creo que eran 100.000 idr por persona. Y te prestarán un sarong.
Es un templo marino hindú, situado en un acantilado a unos 70 metros de altura sobre el nivel del mar. Se supone que el templo protege a Bali de los demonios y honra a Dewi, una Diosa del mar. Si bien no es tan espectacular arquitectónicamente en comparación con otros templos de Bali, las vistas del Océano Indico son muy bonitas. A mí parecer, el gran atractivo del templo es la observación de la macro-pandilla de monos ladrones y revoltosos que habitan allí. De lo peorcito visto. Uno comiéndose unas gafas, otro comiendo unas hojas de libreta, otro masticando unos collares de colores, monos con gorras, móviles etc... cualquier cosa que lleves que sea extraíble puede ser extraída sin previo aviso. Desde un árbol, por el suelo o incluso asomándote al muro del acantilado. El robo se ejecuta para un posterior intercambio por comida o algo que interese más al mono, pero el animal debe aceptarlo y eso no siempre acaba bien, muchas pertenencias acaban lanzadas por el precipicio. Los monos son super bonitos y hay muchos bebes muy chiquitines.
Un show 5 estrellas. Me pareció una visita genial. Hubiera pagado solo por ver a esos monos aunque no hubiera estado allí el Templo ni las vistas.


Volvimos en Gojek por el mismo precio irrisorio y fuimos a cenar un sitio que nos encantó y que recomendamos: Laggas Uluwatu. (Los dumplings están deliciosos, tanto los fritos como los hervidos y los nachos también)
Para no andar de noche volvimos a pedir un Gojek hasta el hotel.
La moto alquilada se quedó en el hotel aparcada muerta de la risa.