La visita al Lago O'Hara era una de las más complicadas de realizar de todas las que planifiqué en este viaje, ya que el acceso estaba restringido a un número de visitantes diarios.
El autobús que lleva al lago, se tenía que reservar con varios meses de antelación y solamente mediante llamada telefónica (aún conservo el número: 250-343-6433), si no, los 11 kilómetros de la carretera hasta el lago habría que hacerlos a pie, pues no se permiten vehículos privados. Multiplicándolos por dos para la vuelta, sin reserva quedaba descartada la excursión.
Con mi limitado inglés de entonces (más o menos el de ahora) me las apañé para dar mi nombre, el número de personas y el día de la visita. Me dijeron que "OK" y que estuviéramos con suficiente antelación, a la hora indicada, en la parada del autobús que conduce al lago.
Con todo esto, preparé un "plan B" para esa jornada, porque me parecía complicado que pudiéramos tener hecha una reserva fiable de esta forma.
Afortunadamente, el tiempo mejoró algo al de los días anteriores y, saliendo desde Banff, ascendimos por la carretera hacia el lago O'Hara sin amenaza de lluvia.
Llegamos a la parada y nos quedamos expectantes a ver qué ocurría. Al poco, vino el autobús, el conductor leyó mi nombre y cuatro acompañantes en una lista y pudimos hacer una excursión memorable por el lago y su entorno. El autobús nos dejo en el Lodge, a la misma orilla del lago, donde nos dieron un plano muy útil de todos los senderos que recorren los pequeños lagos que se sitúan montaña arriba del lago O'Hara.
Nuestra idea era emplear la jornada haciendo los senderos que recorren los pequeños lagos que están por encima del O'Hara. Se trata de una ruta de montaña bastante exigente para ir con niños, que comienza con una fuerte subida desde la cota 2.020 metros en el Lodge donde para el autobús hasta la cota 2.270 hasta el Lago Oesa y se continúa después hacia el Lago Opabin, desde donde se inicia el descenso al Lago Mary y retorno al O'Hara.
Desde el Lodge, un sendero (llamado "25") bordea el Lago O'Hara en el sentido de las agujas del reloj, hasta que se llega al cruce donde se puede continuar todo el perímetro del lago o empezar la ascensión por el sendero llamado "26".
Tomado el desvío, la primera parte del sendero es de las más complicadas, pues es una subida continuada en zigzag por dentro del bosque de coníferas, en la que se salva un desnivel de unos 140 metros en un trecho bastante corto. Desde aquí se empieza a tener vistas del lago O'Hara desde arriba.
Salvado este tramo de fuerte subida, la pendiente se suaviza y empezamos a subir por un bosque más abierto que deja ya ver las montañas del fondo.
Empezaron a ser frecuentes los encuentros con marmotas y ardillas que no se asustaban de nuestra presencia.
Según se va ascendiendo, el bosque se aclara más y da paso a la roca pelada, la nieve y las primeras lagunas de agua cristalina. El final del sendero "26" está en el pequeño lago Oesa, que ese día era un auténtico espejo.
Estábamos haciendo la excursión completamente a solas y el entorno invitaba a hacer continuas paradas, contemplar el paisaje y tomar numerosas fotos.
Dejando el Lago Oesa, tomamos el sendero llamado 28 que va faldeando el Monte Yukness. Desde él vuelve a haber vistas muy bonitas del lago O'Hara abajo de la ladera y, aunque no hay excesiva pendiente, ésta es otra parte bastante dificultosa del camino, ya que discurre entre canchales y bloques de roca.
Una caminata de más de dos kilómetros y medio nos llevará, finalmente, desde el lago Oesa al Lago Opabin. Más pequeño aún que el anterior, pero igualmente fotogénico. A pesar de estar ya en pleno verano, los dos lagos se encontraban aún parcialmente helados
La caminata hasta aquí había sido bastante dura, así que fue el punto donde tomar un bocadillo y descansar un buen rato, en compañía de las marmotas que aparecían de tanto en tanto.
El lago Opabin es el punto máximo de avance de los senderos y, a partir de aquí, se inicia el retorno que tiene varias opciones, todas ellas alrededor de una serie de pequeñas lagunas y que llevan hasta el lago Mary.
En este descenso se vuelve a tener unas magníficas vistas del lago O'Hara y esa es la foto por la que me decido (no me ha resultado fácil la elección) para cubrir el cupo que permite la etapa.
Llegamos, finalmente, a la orilla del lago O'Hara donde terminamos de hacer el sendero perimetral y nos fuimos a Lodge a esperar el autobús que nos llevara hasta el parking.
Todo el recorrido de senderos nos tomó algo más de siete horas y con esta excursión, que nos pareció magnífica, estábamos poniendo final a la estancia en el Parque Yoho. Después de pasar la noche en Banff, al día siguiente íbamos a iniciar el retorno hacia Vancouver.