22º.- Las vacaciones se acaban ✏️ Diarios de Viajes de Egipto

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Como nuestro vuelo salía a las 11 de la noche, nos levantamos tarde, desayunamos y dejamos las maletas en el hotel.

Nos fuimos hacia Heliópolis, el barrio nos pareció bastante anodino con algún edificio interesante, pero nada especialmente reseñable, me dio la impresión que están un tanto dejado. Nos dirigimos al centro comercial Sun City mall para hacer algunas compras que teníamos pendientes, es otro de los mall modernos con 8 plantas de tiendas., la gran mayoría de marcas internacionales, para mí lo mejor está en la planta baja donde hay un magnífico supermercado en el que encuentras de todo y a precios mas que asequibles para el bolsillo occidental, por ejemplo las especies que en zocos ofrecían a cada paso, aquí las tienes perfectamente envasadas y a mucho mejor precio.

Tras comer y tomar un café, regresamos al hotel donde nos recogería nuestro transporte para el aeropuerto, que habíamos contratado también con Booking por 9€. Muy puntual llega y no vamos al aeropuerto, la terminal era la 1 ya que volábamos con Iberia.

Los trámites aeroportuarios cairotas son una cuestión aparte, una autentica gynkana , antes de entrar en la terminal pasas tu equipaje por un escáner, una vez dentro miras en los paneles a que zona te tienes que dirigir, cuando lo has localizado nuevamente pasas otro escáner con cacheo incluido, ahora te tienes que dirigir a la zona de facturación, cuando abren tu mostrador, con la calma propia del país, entregas tus maletas y recibes tus tarjetas de embarque y un impreso igual al que nos dieron en el avión a la llegada y que hay que rellenar. El proceso continúa, ahora toca pasar el control de pasaportes, la cola es muy amplia y solo dos personas en los mostradores, cuando por fin te toca y comprueban todo, te sellan en pasaporte y te indican que pases, pero aúnqueda otro control un policía comprueba que tu pasaporte ha sido sellado en el mostrador que está a 10 metros de su puesto de control. Por fin nos podemos sentar a tomar algo tranquilos.

Cuidado si os han quedado libras, hay una zona de cambio pero solo cambia a dólares y con billetes grandes por lo que si os queda cantidades pequeñas, tendréis un recuerdo mas que llevar a casa.

Teniendo un ojo en los paneles informativos, vemos que nuestra puerta de embarque la cambian hasta tres veces, cuando parece que tenemos la definitiva hacemos la típica cola, al rato llegan unos señores y nos dicen que hay que haces dos filas, una los hombres y otra las mujeres, todo un caos porque el espacio no es precisamente amplio y con una, única puerta para entrar poco a poco, nuevo control con escáner y cacheo, y directamente a los autobuses que nos llevan al avión, que agotamiento por dios.

El vuelo tranquilo y de madrugada aterrizábamos en Madrid, hay que empezar a preparar el próximo viaje.

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