
Hoy toca madrugar para poder salir pronto para el turisteo... Nuestra primera parada será la Isla de Alcatraz.
Nosotros compramos las entradas con bastante tiempo, ojo con esto porque se acaban rápido, por lo que es una de las cosas que yo compraría si tienes claro las fechas. La visita dura unas 3 hrs, contando ya el transporte desde el muelle a la isla, visita de la isla y la vuelta. La idea de comprarlo cuanto antes es, sobre todo, porque el número de visitantes en el ferry es limitado.
Nosotros lo compramos directamente con City Experiences, en su web, nos costó 43$ por persona.
Tomamos el tranvía que nos dejará cerca del Pier 33, al ser pronto por la mañana todavía se puede montar bien, y tener buenas vistas del trayecto.


Vamos con tiempo con lo que nos permite dar un agradable paseo hasta el muelle, nuestro ferry sale a las 08:45. Allí, en el propio embarcadero, hay una pequeña exposición de lo que va a ver en la isla y en la carcel, con un poco de su historia.

El viaje hasta la isla son unos 15 min de trayecto, se hace super corto porque te quedas embobado con las vistas de la ciudad, el Golden Gate y la isla, que hay desde el barco.



Es muy buena hora, somos el primer grupo que entra en la mañana, por lo que hay muchas partes que no hay nadie. Desembarcas en el muelle de la isla, allí te esperan rangers del parque para contarte un poco lo que vas a ver y darte pequeñas indicaciones que te van a permitir tener un primer contacto.



Cogemos la audio guía y nos perdemos por toda la zona. Es una excursión muy interesante donde visitas las celdas de la carcel, las zonas comunes que te dan un poco de idea de como vivían y convivían los presos. También se cuenta la famosa historia de la fuga. Lo chulo de la audio guía es que todo viene narrado por cuatro o cinco presos (con sus voces reales) que pasaron sus días allí y alguaciles, por lo que lo hace un poco más íntimo.



En unas tres horas estamos de vuelta, nos pasamos todo el viaje de vuelta comentando lo que hemos visto. Es una historia bastante conmovedora.
Damos un paseo hasta el Pier 39, donde se encuentran los leones marinos. Es una zona de ocio llena de restaurantes y tiendas, todo muy playero. Allí aprovechamos y hacemos algunas compras con souvenirs, compramos hasta un adorno navideño en una tienda navideña que hay!





Encontramos el famoso restaurante Fog Harbor Fish House y nos metemos para comer. Allí probamos la famosa sopa de pescado en un pan (Choutter), también probamos sus calamares, una cerveza propia del sitio. Todo nos cuesta 60,89$. Estaba todo de 10!!!!




Seguimos por todo Fisherman Warf , y llegamos hacia el Parque del Presidio. Un remanso de paz dentro de una gran ciudad. Allí está el Palacio de Bellas Artes de estilo greco-romano y sus magníficas vistas del Golden Gate.


Tomamos el bus que nos llevara a Lombard Street y su serpenteante cuesta de bajada. Es un lugar lleno de coches que quieren bajar y turistas sacando fotos, imposible estar tranquilo allí por lo que no paramos mucho, la verdad. En San Francisco, las calles en cuesta es lo normal




Caminamos dando un paseo hasta nuestra siguiente parada, Little Italy, el barrio italiano de San Francisco. Visitamos el famoso café Tieste, y como no hicimos parada de avituallamiento para probar el tirmisú. Tomamos una porción de este maravilloso manjar y otra de tarta de limón, dos cappuccinos, todo por 30$. El lugar está muy ambientado con fotos de famosos italianos como Pavarotti.




También llegamos hasta la librería City Lights, fundada por el poeta Lawrence Ferlinghetti y Peter D Martin, especializada en literatura política progresista. La verdad es que esperábamos un ambiente un poco más revolucionario, pero (para mis ojos, que no soy un experto) me pareció una librería sin más.
Desde allí, y sin darnos ni cuenta, nos metimos de lleno en China Town. Tomamos un bus que nos llevara a Castro, el barrio LGTBI de San Francisco. Barrio colorido como los halla, con tiendas un poco estrambóticas y sus famosos pasos de cebra con el arco iris.



Ya se hacía tarde y estábamos un poco cansados, las cuestas en San Francisco empezaban a pasar factura, por lo que decidimos volver al hotel. Tomamos un bus y un tranvía para el último tramo. El tranvía llenísimo de turistas, por lo que esta vez las vistas eran un poco más complicadas. Aunque estábamos cansados, nos acercamos hasta el Ferry Building, que ya estaba cerrado. Es parecido al Pier 39, pero con gente local sin tanto turista. Dentro hay tiendas gourmet y productos artesanales locales. Es una pena que no lo pudimos ver abierto, pero las vistas también son la caña. Se ve perfectamente el Bay Bridge.






Ya reventados de caminar, sí que sí, nos dirigimos al hotel. Decidimos cenar en el bar que tiene, bastante animado por cierto. Tomamos un sándwich de pollo, una berenjena rellena y agua. Todo por 60$.
Y a descansar
