KERMAN ✏️ Diarios de Viajes de Iran

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Varias horas de autobus nos separaban de Kerman, ciudad situada en la direccion de las fronteras con Afganistan y Pakistan. Por esos lares ya se notaba otro tipo de ambiente, quiza mas pobre y no tan acostumbrado al turista como en otras ciudades iranies.
Llegamos sobre las tres de la tarde y nos encaminamos en taxi al hotel Omi. El tipo del hotel no es muy simpatico, o bien no nos quiso alojar o el hotel estaba lleno, no lo termine de entender, lo que esta claro es que pasaba totalmente de nosotros. El taxista nos llevo a otro mucho mas centrico pero mucho mas cutre, aunque curiosamente fue donde mejor dormi durante las 20 noches que pase en Iran. En esta ocasion el taxista iba de listo y nos queria cobrar muchisimo mas de lo que habiamos pactado, el pobre se topo con la iglesia, como decia don Quijote, por tanto lo despache descaradamente, aunque el bueno de Daniel añadio una pequeña propina por traernos a el segundo hotel.

Nuestra intencion era quedarnos una noche en Kerman y contratar un guia con coche para que nos llevara a los Kaluts, unas formaciones geologicas que se elevan en una zona del desierto a unas dos horas de coche de Kerman, pasar alli la noche y regresar despues del amanecer, la idea surgio de Daniel, su intencion era fotografiar esas formaciones con la luz unica del crepusculo y del amanecer, yo tenia otro plan que era coger un tour y visitar la ciudadela de Rayen y demas atractivos turisticos cercanos a Kerman, pero me sedujo mas el plan de Daniel, sobre todo por dormir en el desierto, ya lo experimente en otras ocasiones y es algo verdaderamente único.

Como no sabiamos por donde empezar, decidimos acercarnos a una agencia de viajes, un señor y su mujer nos acercaron a una en su coche y en ese momento caemos en la cuenta de que es viernes y todo esta cerrado, obligatoriamente hubo que esperar a la mañana siguiente.

Por otro lado, durante mi estancia en Isfahan, cuatro dias antes, habia conocido a una gente magnifica, Ali, Hadi y Mohamed, tres chicos que estaban de turismo en coche por su pais, me dijeron en aquella ocasion que los llamase cuando llegara a Kerman por lo tanto decidi llamarles. Ali se alegra un monton de oirme y me dice que sin ningun problema estarian en Kerman en unas dos horas, yo pensaba que su pueblo estaba mas cerca, por lo tanto le digo que esta muy lejos y que no se molesten, ya que me sabia mal hacerles venir de tan lejos, por descontado que Ali desoye mi comentario diciendome que me llamara mas tarde cuando lleguen a Kerman.

El bazar de Kerman es muy antiguo y tradicional, basicamente es una calle larguisima, totalmente abovedada, con unos techos de escandalo y con patios ajardinados, todo muy bien conservado y tambien muy bien restaurado. Al final se encuentran varias mezquitas y mausoleos, la mas importante y monumental es la del Viernes, que fue donde quedamos con Ali y sus amigos, por cierto, se nos hizo un calvario encontrar la mezquita en cuestion, nos mandaron a otro sitio y dimos una vuelta que no veas. Al final la mezquita esta pegada al bazar, vamos que si es untoro nos pilla. Fue un encuentro entrañable volver a ver a esos amigos y fundirnos abrazos, parecia que nos conociamos de toda la vida y que llevabamos años sin vernos.

Fuimos en coche a Mahan, pequeña y cercana ciudad, inevitable si se viaja a Kerman, alli visitamos uno de los famosos palacios del antiguo Sha con su correspondiente jardin persa y el mausoleo de un poeta muy querido en Iran. Resaltar que algunos poetas son venerados en Iran como santos y los mausoleos son espectaculares como se dio en el caso de este.

En palacios, yacimientos arqueologicos, museos, jardines persas y algunas mezquitas, los extranjeros pagamos un equivalente entre 1.10 y 4.30 euros aproximadamente, segun el lugar, y los iranies pagan unas diez veces menos, Ali y los colegas se las ingeniaron para colarnos como iranies, otro detalle a tener en cuenta. Algunos españoles, por el parecido con las caras orientales, solo tienen que sacar un billete pequeño y pagar sin decir nada, a veces funciona segun tengo entendido. Aunque no venga al cuento, yo mismo pase por una situacion parecida en Cuba, donde fui atendido por un medico-podologo, haciendomelas pasar por mudo, surrealista total, pero eso es otra historia.

Lo mejor de todo con gran diferencia fue cenar en un restaurante-jardin, rodeados de arboles plantas y fuentes, sentados sobre las alfombras de un divan. La comida fue soberbia ya que ibamos de la mano de unos iranies y no es para nada lo mismo que si vas a ciegas, aunque vayas al mejor restaurante. Despues de cenar nos fumamos un narguile o pipa de agua. No hace falta añadir que no hubo manera de que nosotros pagaramos la cuenta, la hospitalidad irani vuelve a brillar una vez mas. La comida y la situacion en general fueron en si todo un puntazo, sin duda uno de los mejores momentos del viaje. Nos despedimos de los amigos y prometemos mantener el contacto por telefono e internet, desde estas lineas agradezco a Ali, Hadi y Mohamed el trato tan especial que nos dieron esa tarde noche.

Por la mañana nos encaminamos a la agencia de viaje a que nos orienten sobre los Kaluts, enseguida nos ponen en contacto con un tipo. Quedamos en un restaurante teteria, donde nos acompaño una chica de la agencia simpatiquisima y superhabladora. El tipo con el que quedamos ronda los sesenta y algun años, no me gusto mucho, tenia pinta de mafiosillo, pero al final contratamos con el un viaje a los kaluts, con cena, pasar la noche en el desierto, desayuno y vuelta a Kerman por la mañana temprano, nos acompañan el chofer y un guia, el precio no fue una ganga, pero no nos parecio mal en ese momento. Al dia siguiente nos dariamos cuenta de que lo hubiesemos sacado mas barato y en mejores condiciones contratandolo por otra lado. Fijamos la hora de salida a la una de la tarde con lo cual todavia teniamos unas tres horas por delante.

En el bazar nos encontramos casualmente con Ana y Raul, los amigos catalanes, ellos por su parte habian contratado un tour por los alrededores de Kerman que incluia Mahan y la ciudadela de Rayen, quedamos con ellos en Shiraz, pero desgraciadamente fue la ultima vez que los vimos.

Salimos de Kerman con direccion al desierto, hicimos una parada para comer a la orilla de un rio, al fresco. El resto del viaje lo pase durmiendo y desperte justo al llegar a los kaluts.

Los kaluts, son unas enormes, en ocasiones gigantescas formaciones de tierra y arena que se elevan en el desierto, solamente en esa zona concreta del pais. La llegada a los kaluts tambien fue algo desconcertante y extraño, parecia que estabamos en otro mundo, digno escenario de peliculas de ciencia ficcion o de mundos de fantasia. La verdad es que es un sitio unico y digno de visitar.

Los guias se quedaron a preparar el campamento y la cena y Daniel y yo nos perdimos literalmente hasta que anochecio, eso si con un punto de referencia y brujula en mano por si acaso. Nos encontramos con una pareja de alemanes que llevaban un jeep alquilado y tenian una tienda de campaña instalada, coincidimos con ellos en que el lugar era lo mas extraño que te puedes encontrar para pasar la noche.

Cuando regresamos del paseo nos dimos cuenta de que los guias no habian traido tiendas de campaña y ni siquiera sacos de dormir, por suerte nosotros traiamos los nuestros, vamos que habia que dormir al raso sobre unas gruesas mantas.

La cena fue de lujo, totalmente cocinada in situ y el colofon el inevitable narguile, que le dio al momento un toque exotico y misterioso en pleno desierto, alumbrados tan solo con la triste luz de los carbones de la pipa. Desgraciadamente comenzo a hacer viento, y lo que parecia ser una ligera brisilla desertica se empezo a complicar progresivamente. Si hubiesen traido tiendas el problema se hubiese mas o menos solventado. El guia viendo la situacion nos propuso ir a un hotel-jardin a dormir, pero con la condicion de no regresar a los kaluts por la mañana ya que el lugar esta a 30 km. A Daniel no le cuadraba mucho la idea ya que su plan era fotografiar los kaluts con la luz del amanecer, pero se convencio enseguida al notar que el viento aumentaba, y todo, inevitablemente empezaba a llenarse de arena, incluido sus equipos de fotografía. El guia llama al mafiosillo y me lo pone al telefono, le doy las quejas por lo de las tiendas, sale del paso diciendo que el hotel-jardin nos va a gustar mucho y que por la mañana regresaremos a los kaluts sin problemas.

El mafiosilo tenia razon el hotel jardin estaba de lujo, situado en una especie de oasis en el medio de la nada, las habtaciones estaban echas de cañas y hojas de palmera, un colchoncito en el suelo encima de las alfombras, con una mosquitera de proteccion y todo rodeado de vegetacion, tenia un punto que no veas. Por la mañana decidimos no ir a los kaluts, habia como una nieblecita que impedia tomar una buenas fotos, pero en su lugar fuimos a un cadavasar y visitamos tambien los famosos tuneles subterraneos que cruzan todo Iran y que funcionan como conductores de agua desde hace 2000 años, toda una obra de ingenieria avanzada que todavia no se explican como construyeron los antiguos persas. La verdad es que al final todo termino bien. Hacer notar tambien el buen rollo y camaraderia que nos transmitieron en todo momento los guias, les llamo asi porque no recuerdo los nombres, ambos fueron lo maximo durante toda la etapa.

De regreso a Kerman, el siguiente plan era cojer un bus nocturno a Shiraz y gastar todo pateando la ciudad. Hicimos todas las visitas pertinentes y como anecdota a resaltar fue el encuentro de Daniel en plena calle con una chica fotografo de Mieres, conocida suya, algo inconcebible y surrealista, ya que Daniel no se imaginaba que ella estaba en Iran, ni ella tampoco, es algo alucinante y casi imposible que suceda, pero asi fue.

Pasamos la tarde deambulando principalmente por el bazar, gastando el tiempo hasta la hora de coger el bus hasta nuestro siguiente destino Banddar-E-Abbas. Como casualidad, de visita turistica en un antiguo hamman nos encontramos a la pareja de alemanes que tambien estaban en los kaluts, nos informaron que pasaron una noche terrible, pese a estar dentro de la tienda.

Otra cosa a resaltar en Kerman fue la cantidad de mendigos y de gente en general que nos pedia dinero por cualquier cosa, incluso a veces por pedir informacion, no ocurria asi en otros lugares del pais, donde es raro que la gente te pida dinero en la calle, esta claro que Kerman no es tan rica ni es tan visitada por el turismo como otras ciudades iranies, ademas Kerman esta en la ruta de las fronteras del Este y por alli pasan muchos emigrantes pakistanies y afganos.

A estas alturas y despues de pasar tantas horas al lado de Daniel, la compenetracion entre nosotros ers total, congeniamos muy bien y todo el tiempo ibamos a una, me senti agraciado de tener un compañero de viaje de semejante talla.

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