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Tras la "serie de catastróficas desdichas" y volviendo al viaje, Sydney!!! Que estamos en Sydney!!!
Mi vista favorita de Sydney, al otro lado de la bahía:
¿Qué decir de una ciudad tan icónica y emblemática?
Pasa a menudo cuando estás en ciudades que has visto en cientos de películas, series, documentales o anuncios que una vez que estás allí las sientes tan familiares como si estuvieras paseando por la calle mayor de tu ciudad, te sientes cómoda, como dentro de un decorado conocido y su visita y la impronta que te deja es muy emocional, deja una huella imperecedera.
Me gusta quedarme con una visión positiva de las vivencias, y la parte buena de perdernos el centro rojo fue disfrutar de Sydney más de una semana. La hicimos nuestra con calma, paseando, conociendo sus rincones y simplemente disfrutando de lo que nos ofrecía.
Supongo que a la gran mayoría os interesará más bien poco el trasfondo poético de mis impresiones sobre la ciudad, así que intentaré describir, por una parte datos útiles para su visita y, por otra, qué visitas son las más importantes.
Si no disponéis de mucho tiempo os diría que, al menos, estéis en Sydney 4 días. Además del centro, hay excursiones muy recomendables como las playas o las Blue Mountains.
Lo primero que necesitaréis al llegar al aeropuerto es información sobre cómo desplazaros a vuestro alojamiento. Os explicaré las diferentes opciones disponibles:
El nombre del aeropuerto es Kingsford Smith (SYD) y está situado al sur de la ciudad, a unos 10 kilómetros del centro. Los desplazamientos de o hacia él no son económicos, ni en tren o autobús, ni en transporte privado.
El tren de cercanías quizás sea la forma más rápida y cómoda de desplazarse. La línea es la T2 (Airport – East Hills) y hace dos paradas en el aeropuerto, en la Terminal Internacional y en la doméstica, como parte de su recorrido normal.
La estación de tren de la Terminal Internacional se encuentra hacia el lado derecho de la misma y allí es donde podéis comprar el billete, bien en efectivo o bien con tarjeta de crédito o débito, pero antes de bajar al nivel inferior, donde están los andenes.
El trayecto hasta la Estación Central (Central Station) dura menos de un cuarto de hora y cuesta unos 20 dólares australianos. Como veis el coste para la duración y distancia recorrida es caro.
En cuanto al autobús, no existe ningún servicio “público” directo entre el Aeropuerto de Sydney y el centro de la ciudad.
La alternativa es usar la línea de autobús local número 400 (fuera de la terminal T1 y hacia el lado derecho o en el exterior de la T3) para llegar hasta la parada de Bondi Junction, y desde allí tomar otro autobús hasta el centro, existen varios.
Otra opción es coger la línea de autobús local número 400, bajaros en la primera parada y caminar 300 metros hasta llegar a la estación de tren de Mascot. Desde allí ya podéis ir al centro de la ciudad.
Desde vuestro hotel o hostel también podéis contratar servicios privados tipo shuttle. Suelen ser económicos pero compartiréis el viaje con otras personas y harán paradas en sus hoteles.
Por lo que he consultado, en la actualidad el desplazamiento desde el aeropuerto al centro en taxi cuesta unos 50 dólares.
Aquí os dejo enlaces actualizados sobre:
El aeropuerto.
Preguntas frecuentes en español.
Tipos de transporte.
Servicios Privados.
Y el tren.
Por último, resumen de todas las formas de llegar al centro desde el aeropuerto, algunas inverosímiles
En cuanto al transporte público para moveros por la ciudad, partiendo del hecho de que es caro, la ventaja que tiene es que funciona como un sistema integral, de modo que combina los autobuses, trenes y ferrys. Así mismo, existe una línea de tranvía pero limitada a la zona centro.
El billete sencillo se puede usar durante 2 horas. Es más conveniente el abono TravelTen porque lo pueden usar varias personas y sale algo más económico que comprar los sencillos sueltos. Los hay para 1, 2 ó 3 zonas, con precios diferentes.
Existe un Free Bus, el 555, que circula cada 10 minutos en ambos sentidos de 09:30 a 15:30, entre semana, y hasta las 18:00 los fines de semana. Es muy útil porque circula entre Circular Quay y Central Station. Recordad su número porque es FREE!!
Nosotras lo usábamos a diario y ahorramos mucho.El tren es muy sencillo y funciona en la práctica como un metro.
Además hay 4 líneas de metro.
El ferry es la mejor manera de visitar la bahía sin pagar el dineral de un tour turístico. También se puede usar para ir a la playa de Manli o al zoo. En el ferry también existe un abono TravelTen, y nosotras lo amortizamos bien
Mirad qué vistas desde el ferry:
Los abonos combinados para varios medios de transporte son individuales y sólo compensan si vais a estar muchos días y utilizarlos mucho.
Por supuesto hay descuentos si sois estudiantes, mayores de 65 años o tenéis niños pequeños.
Por último, existe una tarjeta monedero recargable llamada Opal, como la Oyster de Londres.
Aquí tenéis la web oficial en español.
En esta web podéis consultar las diferentes opciones.
Y esta web sobre transporte en español.
Para obtener información turística podéis acudir a las oficinas situadas en Circular Quay, The Rocks o Darling Harbour.
En esta web podéis ver tours gratuítos, visitas recomendadas y otros consejos interesantes.
Para llegar a las playas en transporte público tenéis varias opciones:
A Bondi Beach podéis llegar en las líneas de autobús número 333 ó 380. Se cogen en Circular Quay. O también podéis ir en la 381 hasta Bondi Junction y ahí hacer conexión con el tren, así es como lo hicimos nosotras.
A Manli os recomiendo la opción que elegimos nosotras, en el ferry desde Circular Quay, disfrutaréis de las vistas en un trayecto muy entretenido y a un precio mucho más económico que el de los tours turísticos. Un poco al estilo del ferry a Staten Island en Nueva York.
A Coogee Beach podéis ir en los autobuses 373 ó 374 desde Circular Quay.
El Sydney Opera House, se puede visitar y existe un tour en español. Este edificio es patrimonio de la humanidad
Es algo magnífico, por dentro y por fuera, puedes rodearla, tocar las placas que la recubren y sentirla. Está tan integrada en la ciudad que es como su corazón, bombea el ritmo de sus habitantes que pasean y corren a su alrededor, se sientan a su sombra y la admiran desde todos los puntos posibles. Es maravilloso ver todas sus perspectivas y visitarla a diferentes horas y con diferentes luces.
Sydney fue el primer asentamiento colonial británico en el país, tiene unos 4 millones de habitantes, es una ciudad cuya extensión es amplia pero asequible, y cuando estás allí sientes uno de los tópicos más australianos, su amor por el deporte y la vida sana, y la ausencia de estrés y prisa.
Es una ciudad que sabe guardar el equilibrio y la armonía.
El magnífico puente Harbour Bridge se ve desde muchos puntos de la ciudad, así como su emblema principal, la Opera House.
Cosas que se pueden hacer en Sydney, y que tuvimos la fortuna de disfrutar:
-Uno de los mejores puntos para ver la Sydney Opera House y Sydney Harbour Bridge “juntos” es ir unos metros a la izquierda de Mrs. Macquairie´s Chair en el Royal Botanic Garden:
-Dar fantásticos paseos por el espectacular sendero de Bondi hasta Coogee, enlaza varias playas y se puede admirar el mar, los surfistas y la vida sencilla y tranquila de sus habitantes. En este camino os encontraréis cafés, rincones donde nadar y los televisivos vigilantes de Bondi beach.
-Subir al maravilloso puente del puerto, llamado coloquialmente como “la percha” y admirar estas vistas aéreas de la ciudad:
La empresa que lo lleva es BridgeClimb y la visita es segura y apta a cualquier persona que no sufra vértigo.
-Una de las zonas más interesantes y animadas es la zona con pasado penitenciario llamada The Rocks.
La empresa The Rocks Walking Tours ofrece un entretenido retrato del primer asentamiento europeo en Australia, os cuentan interesantes datos históricos y os llevan a Fort Denison, una isla con su propio fuerte y cañones. Una visita muy recomendable.
-El Barrio Chino es un barrio lleno de vida, tiendas y cultura. Lo que más nos gustó de la zona de Chinatown fue el mercado Paddy’s Market, muy animado y lleno de actividad durante los fines de semana, al estilo de Candem en Londres.
-Otros barrios que merecen una mención especial, son Paddington, con sus casas victorianas, su mercado cada sábado y cerca del Centennial Park, el barrio joven de Newtown, un barrio lleno de mezclas, y Kings Cross, repleto de albergues baratos y populares para los jóvenes.
-Pasar el día en Darling Harbour: Para llegar a Darling Harbour se puede coger un ferry desde el centro de la ciudad y admirar las vistas mientras se va aproximando. Nosotras lo hicimos en varias ocasiones, porque en este puerto se realizan muchos eventos públicos, como conciertos, bonitos jardines, como el jardín chino, el Museo Marítimo Nacional y el Acuario de Sydney.
-Tomar un ferry a Manly ya os digo que es económico y te permite vivir una las mejores experiencias como es navegar por el puerto de Sydney. Otra experiencia que repetimos, aprovechando los días que teníamos a mayores.
-Imprescindible explorar los Jardines Botánicos Reales de Sydney. Ese lugar donde los árboles no dan frutos sino murciélagos
Sí, eso son murciélagos
Pero hay mucha más fauna y flora.
Es gratuito y supone un paseo muy agradable por una zona muy cercana al centro de la ciudad y el Puerto, con unas vistas estupendas y una gran cantidad de fauna y flora.
Si dividís las visitas en Sydney por zonas tenéis estas opciones ordenadas:
En el Centro tenéis Sydney Harbour con la Opera House y el puente de la bahía, el barrio de The Rocks, Darling Harbour y Circular Quay.
En la zona este podéis disfrutar de una de las playas más afamadas, Bondi, pero también tenéis otras playas y zonas como Coogee, Watsons Bay, o Double Bay.
En la zona norte encontraréis otra de las playas icónicas, Manly y también Palm Beach, Northern Beach y Hawkesbury.
Opciones menos conocidas son el Sydney Sur.
Y el Sydney Oeste.
En este enlace tenéis información sobre los diferentes mercados de Sydney con una agenda actualizada de actividades.
Ya veis que es mucha información y que, aunque la mayoría de gente está pocos días, nuestra desgracia inicial nos permitió sacarle mucho partido a esta ciudad que nos enamoró
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La verdad es que, efectivamente, fue desastroso y esa fue la tónica, jajaja, hay que tomárselo con humor, aunque allí era difícil... 
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