Mi sensación durante el viaje y ahora en casa es que Kenia es un país bonito, pero es un tostón visitarlo.

Todo lo que hemos visto me ha gustado y me ha resultado interesante: los parques, la vida animal, la naturaleza, los pueblos, la forma de vida de la población…

El safari está planificado para occidentales comodones,

A mí me hubiera gustado poder pasear por algún pueblo, poder elegir algún restaurante, poder dar una vuelta por el aire libre, pero el safari no incluye esto. (Imagino que si se pide específicamente al guía te pueden hacer una parada en algún pueblo, algún mercado…)
Nosotros salimos un poco decepcionados con el safari porque no cumplieron los tiempos de desplazamiento prometidos. Si teníamos escrito que un desplazamiento sería de unas cuatro horas, tardábamos cinco o seis. No sabemos si la culpa fue de la comercial de la agencia o del conductor que iba demasiado lento, o del vehículo que no daba más de sí.

Fue maravillosa ver la vida salvaje en directo, pero el coche actuaba de frontera entre nosotros y el resto y me costaba sentirme “presente” en la escena. Es el opuesto de un zoo, en este caso somos los humanos que estamos dentro de una jaula, y los animales son los libres, pero en ningún caso estás tú CON los animales.
Ahora sé que en la isla de Crescent island y en Hell’s Gate, cercano al Lago Naivasha, se puede pasear entre los animales, porque todos son herbívoros y no es peligroso. Si pudiera modificar ahora el viaje, sin duda añadiría una visita a cualquiera de estos dos sitios, a pie o en bicicleta.
Espero que mi experiencia sirva para ayudar a futuros viajeros. Gracias a todos por leer y sobretodo gracias a Roger por las maravillosas fotos.
