Día 12: Wat Benchamabophit, zona de Dusit, Wat Intharawihan, Khao-San Road y Loha Prasat
Todo lo bueno se acaba y en nuestro caso llegaba el último día en Bangkok

Para este último día en Bangkok teníamos previsto visitar: el Wat Benchamabophit (o templo de mármol), el barrio de Dusit (el Palacio Dusit y la Mansión Vimanmek) y la zona de Khao San Road.
Desde el hotel había unos 20-30 minutos andando hasta el Wat Benchamabophit, así que nos acercamos hasta allí dando un paseo. El tráfico a primera hora de la mañana es bastante aceptable



Por el camino, para no perdernos, seguimos las claras indicaciones de los carteles


Wat Benchamabophit
Entrada: 20 Bath
Horario: de 8 a 18:00 h.
Ubicación: distrito de Dusit

También llamado Templo de Mármol, es la figura que aparece al dorso de la moneda de 5 bath. Fue construido con mármol blanco importado de Italia y es una preciosidad:

El bot o salón de ordenaciones fue construido por Rama V en el siglo XIX y las cenizas del monarca reposan en la base del Buda principal (copia del Phra Phuttha Chinnarat de Phitsanulok, aunque nosotros ahí no fuimos, así que nos quedamos con la copia).
Se trata de un templo excepcional, ya que es un ejemplo de arquitectura moderna tailandesa. Su interior cuenta con diversas muestras de la influencia europea, como el uso de alfombras rojas, los vitrales y la pared de color azul de detrás del Buda.


También el patio y el resto del recinto valen mucho la pena, albergan 52 imágenes de Buda (aunque 20 de ellas son copias) y un bonito canal ornamental con puentes de estilo chino:




En este templo vimos muchos perros y gatos, todos muy mansos y conviviendo en armonía (también con las guiris locas de los gatos que les tocan los güevines de vez en cuando



Tras la visita seguimos andando hasta el Parque del palacio Dusit, otra clara muestra de la influencia europea sobre el monarca Rama V.
Parque del Palacio Dusit
Entrada: 100 bath (gratis con la entrada al Gran Palacio durante una semana)
Horario: de 9:30 a 16:00 de martes a domingo
Este parque alberga varios lugares de interés: la mansión de teca Vimanmek y el salón del trono Abhisek Dusit, entre otros. Se construyó tras la primera visita a Europa del rey Rama V, cuando decidió imitar la arquitectura que había visto pero conservando un toque tailandés.

La mansión de teca Vimanmek se visita en tour guiado cada 30 minutos entre las 9:45 y las 15:15, y la ruta dura sobre 1 hora, pero nosotros no pudimos entrar porque estaban haciendo reformas.
Esta visita en nuestro caso resultó frustrada por el destino, así que lo vimos todo desde fuera. Conforme nos acercamos a la verja de entrada, flanqueada por guardias, nos abordó un conductor de tuk-tuk diciendo que el Palacio estaba cerrado. Pensando que era el clásico listillo que te dice eso para llevarte a otro sitio y cobrarte un pico por la carrera, nos lo quitamos rápido de encima y proseguimos nuestro camino. Pero al llegar a la puerta el guarda nos dijo que era cierto

Esto fue todo lo que pudimos conseguir (que no estuviera en obras):

A esas alturas estábamos ya asados de calor, y decidimos ir a tomar algo y después seguir paseando hasta Khao San Road. De camino a esa zona pasamos por una calle con muchas paraditas de comida y un mercado thai (no había nada para guiris, era simplemente la ropa que usan ellos, gran parte de luto por el rey fallecido).


También de camino a Khao San pasamos por el siguiente templo: Wat Intharawihan
Wat Intharawihan y el Buda Gigante
Entrada: gratuita
Horario: de 8 a 20:00 h

Situado en pleno centro de Bangkok, este templo no es uno de los más espectaculares de la ciudad ni mucho menos, pero destaca por su famosa estatua gigante de Buda. La estatua en cuestión, también conocida como Phra Si Ariyamettrai, mide más de 32 m de altura y está bañada en oro. Se dice que la estatua tiene en su interior una reliquia de Buda, traída desde la vecina Sri Lanka. Aquí hay mucha devoción:


Este recinto religioso tardó más de 60 años en construirse, y data de principios del período Ayutthaya. Aparte del Buda gigante destaca también la estupa, aunque no tengo buenas fotos.


Aquí sí que es necesaria la sombrillica, pega un sol de justicia

Seguimos nuestra ruta y pasamos por la calle Rambuttri antes de llegar hasta la mítica Khao San Road. Más comida callejera y arte urbano:




Ya hay hambre, y no podemos resistir la tentación de sentarnos a comer en un puestecillo callejero. No podía tener un nombre mejor, nos encanta la comida tailandesa:


En otra paradita cercana y altamente recomendable el helado de coco que te sirven dentro de un coco de verdad… Buenísimo y muy bien de precio, no os quedéis sin probarlo.
Finalmente llegamos a Khao San Road, la meca mochilera por excelencia en Bangkok, con su trasiego de tiendas, bares y guiris en plena ebullición, y eso que todavía era temprano:


Tras la visita a la zona, que no es de las que más me gustan de Bangkok (aunque es verdad que está bien situada cerca de los principales teplos), seguimos paseando hasta el muelle de Panfa Leelard, junto a Golden Mountain, con la intención de regresar en khlong hasta el hotel (está muy cerca de la parada Sapan Hua Chang).
Antes de llegar al embarcadero del khlong nos encontramos con el Loha Prasat, un complejo espectacular que los primeros días en la ciudad no habíamos visitado.
Loha Prasat
Entrada: gratis, se puede dejar la voluntad
Horario: de 8 a 17:00 h

El Loha Prasat o Wat Ratchanatdaram, también llamado castillo o monasterio de hierro, fue construido bajo el reinado de Rama III y completado en 1846. Está formado por cinco torres, tres de las cuales contienen grandes agujas de metal. Concretamente hay 37 agujas de metal que representan las 37 virtudes requeridas para alcanzar la iluminación.


Con 36 m de altura y diferentes niveles, se puede ir subiendo por las torres y leyendo sobre la doctrina budista en múltiples plafones explicativos que hay en los pasillos. El estilo del Loha Prasat muestra influencias birmanas, pero de hecho es una copia de antiguos estilos budistas encontrados en Sri Lanka, concretamente en Anuradhapura.

Las vistas desde lo alto de la torre merecen la subida:

En resumen: muy bonito y viene de paso si se está por la zona de Golden Mountain, vale la pena hacerle una visita.

Tras la visita al Loha Prasat, seguimos con nuestra idea: tomamos el khlong en el embarcadero de Panfa Leelard hasta Sapan Hua Chang (8 bath por persona). Desde allí en dos minutos andando nos plantamos en el hotel.
Recogimos las mochilas y tomamos el BTS en Ratchathewi hasta Phaya Thai, donde hicimos trasbordo al Airport Rail Link dirección aeropuerto de Suvarnabhumi. Sin embargo, no llegamos hasta el final: bajamos en Lat Krabang, donde teníamos nuestra última noche de hotel. Tomamos un taxi que por 65 bath nos llevó hasta el At Residence Suvarnabhumi, muy recomendable.
Tras instalarnos para pasar nuestra útima noche (sniff…), nos acercamos a un centro comercial que teníamos a 10 minutos andando del alojamiento. Como siempre, pese a tratarse de un centro comercial repleto de tiendas y restaurantes, no faltaban en pleno centro un montón de paraditas de comida y ropa, al más clásico estilo thai. Nunca dejarán de sorprenderme… Por supuesto, éramos los únicos guiris, la gente no suele visitar los centros comerciales de Lat Krabang.
Cenamos allí mismo en un restaurante y compramos algo para desayunar al día siguiente, ya que nos íbamos muy temprano y no nos daba tiempo a hacerlo en el hotel. Tras la cena, reservamos un taxi para la mañana siguiente en recepción y a descansar, que tocaba madrugar.
- Alojamiento: At Residence Suvarnabhumi, habitación doble
Precio: 35 euros
Hotel muy nuevo y cercano al aeropuerto internacional de Suvarnabhumi (5- 10 minutos en taxi). Buena base si se vuela temprano al día siguiente. Nos dieron una habitación nueva, con cama enorme, lavabo, baño moderno y totalmente equipado, agua, café, té y noodles instantáneos gratis (que no comimos, ya que cenamos fuera, pero fue un detalle por su parte). Muy recomendable y genial relación calidad/precio.
Día 13: vuelo de vuelta y regreso a casa
Poco hay que contar acerca de este día… Nos levantamos a las 5 de la mañana y a las 5:20 ya estábamos en el taxi dirección aeropuerto. En 10 minutos y por 100 bath nos plantamos allí. Había poca cola para facturar y pasar los controles, a esa hora todavía no habían puesto las pistas de aterrizaje

Salimos con algo de retraso, pero llegamos a Doha con tiempo de sobra para no perder el enlace. En Doha no tuvimos que pasar ningún control adicional, fuimos directos de una puerta a otra. Finalmente, a las 19:40 h, hora prevista, aterrizábamos en Barcelona y finalizaba nuestra primera aventura por tierras tailandesas (pero no la última, ya que a partir de entonces nos declarábamos oficialmente enamorados de Tailandia

Reflexión final
Por una vez, en lugar de escribir una etapa de conclusiones, me voy a guiar por los hechos, más que por las palabras: tras este viaje, al año siguiente regresamos a Tailandia para visitar la zona del Norte haciendo ruta por Chiang Mai, Mae Hong Son y Pai. Solo viendo eso ya queda clara nuestra opinión sobre tan maravilloso país.
Comparando los dos viajes, sí que puedo decir que, por ejemplo, me parecieron más impresionantes los paisajes kársticos de la zona de Krabi, pero en cambio me enamoró la autenticidad y sencillez del norte, sobretodo de Mae Hong Son. Además en el Norte lo encontramos todo más económico y menos masificado, otro punto a su favor. Aunque no hay duda de que las playas de Krabi son espectaculares. Por eso lo mejor es ir a todas las zonas posibles y experimentarlo por uno mismo

Si os apetece saber más sobre Tailandia, os invito a leer la historia de nuestro segundo viaje en el siguiente enlace, espero que os guste


Y de momento esto es todo...
¡Hasta la próxima entrega de "Navidades sin Suegra", compañer@s!

