Nos levantamos pronto porque queremos aprovechar el día. Las primeras horas hemos dormido muy bien porque estábamos hechos polvo.
Nos dirigimos a la Ciudad Prohibida, el monumento más conocido de Pekín. El hotel está cerca así que vamos andando. Así podemos desayunar por el camino. Al final no encontramos ninguna cafetería o similar. Acabamos comprando unas galletas Oreo en una tienda y desayunando en la calle.
Llegamos a la Ciudad Prohibida y vamos a las taquillas a por las entradas. En la fila de la taquilla sólo estamos otra persona y nosotros. Y SE NOS CUELA UN CHINO!!!! Es increíble. Pero también se cuelan en una cola de 2 personas?
Empieza a ser normal oir el ruido que hacen los chinos para escupir. Lo hacen constantemente. Al menos tienen algo de ciudado y no lo lanzan muy alegremente.
Fuera hay gente pero cuando entramos ... flipamos!!!! Qué de gente!!! Y son las 09:00 o 09:30. El 99% son asiáticos.
Nada más entrar nos damos cuenta que este sitio es espectacular.
La Ciudad Prohibida era donde vivía el emperador y su corte. El pueblo llano no podía entrar. De ahí el nombre de prohibida. Es un entramado de edificios, patios, jardines, ...
Los salones tienen una decoración, sobre todo en los techos, preciosa. La mayoría de los salones son antiguas residencias de la corte donde ahora hay exposiciones.
Cada vez hay más gente, sobre todo excursiones organizadas que te vuelven loco con sus micrófonos. Pero aun así, la Ciudad Prohibida sigue siendo espectacular.
Visitando el jardín con sus saloncitos de te, terminamos la visita.
En total estamos casi 4 horas dentro y os aseguro que nosotros no somos pesados viendo las cosas.
Al salir nos hacemos una foto con una niña china porque nos lo pide su padre. A pesar de estar en un sitio tan turístico, apenas vemos occidentales.
Ya tenemos hambre así que vamos a comer. Decidimos ir a una zona comercial que hay cerca de Tiananmen. No tenemos muchas ganas de chino después de la experiencia de anoche así que vamos a un KFC. La comida es similar a la de aquí pero tiene un toque chino. Supongo que será el aceite con el que la fríen. Tenemos suerte y una de las camareras (sólo una y son unos cuantos) sabe hablar inglés.
Esta zona, con calles llenas de tiendas, es bastante occidental. Volvemos a pasar por Tiananmen para coger el metro ya que queremos ir al Templo de los Lamas.
El Templo de los Lamas es espectacular. Por fuera está lleno de puestos donde venden barras de incienso para hacer las ofrendas en el templo.
El templo tiene varios altares con distintos Budas.
Delante de cada altar hay unas llamas encendidas para poder prender las barras de incienso.
La verdad es que nos gusta mucho este templo. Aquí la mayoría somos turistas occidentales no asiáticos.
Al salir nos damos cuenta de que una de las mejores cosas del templo es el olor. Con lo bien que olía a incienso dentro!!! Fuera vuelve a oler a una mezcla de basura y comida.
De aquí nos vamos al hotel. Es increíble que en todas las estaciones de metro hay control de escáner. Del hotel nos vamos a cenar. Después de casi 1 hora andando sin encontrar nada decidimos ir a un McDonalds. Parece nuestra salvación, pero no. Todo está en chino y en las fotos las hamburguesas no parecen hamburguesas. Son algo rebozado en algo.
Decidimos ir a cenar a otro hotel que hemos visto por el camino. Son sólo las 8 pero ya es de noche cerrada. Aun así las calles no parecen inseguras. Nos llama la atención que hay pocos mendigos por la calle y que casi todo el mundo les da dinero.
Entramos en el hotel donde queremos cenar porque fuera pone western food. Tenemos antojo de pizza. Al entrar nos cuesta hacernos entender y eso que sólo hemos pedido una mesa para 2. Nos sentamos, nos traen el menú y, ... horror!!! Está en chino. Se acerca una camarera, muy maja por cierto, y en un inglés un poco raro pero entendible nos dice que le digamos qué cosas nos gustan y ella nos sugiere. José se quiere ir. Le apetece comida occidental y aquí no sabemos qué nos van a traer. Al final, nos quedamos y no cenamos tan mal.
Después, a dormir a nuestro hotel, que queremos levantarnos pronto para ir a la Gran Muralla.
Reflexión del día: la ciudad huele fatal. El metro en hora punta es horroroso. Desde luego estar en India el año pasado nos ha valido aunque todavía se puede decir que estamos en periodo de adaptación. Llevamos poco tiempo así que todavía no tenemos una opinión clara sobre China, su cultura, la gente, ...