MI PRIMERA VUELTA AL MUNDO ✏️ Blogs de Global

En píe a las 7, salimos a buscar unos cafés calentitos y desayunamos en la habitación, me enamoré del café de San Francisco y en general del Americano, muy aromático y suave, me encantan esos enormes vasos. Nuestra idea era ver el Parque Hungtinton, la magnífica Iglesia que había en esa plaza y estaba inspirada en Notredame, bajar al inicio de Chinatown, recorrerlo llegando a North Beach, Little Italy para muchos, en ese parque pudimos ver a varios grupos de chinos haciendo Taichí y unos bailes tradicionales orientales. En este parque se me ocurrió ir a ver la Torre de Telégrafos o Coit Tower, decir que está en la cima de una empinada colina, pero las vistas merecieron la pena.
[img]imageshack.com/ ...THIIef.jpg
Tras su visita y llenar las botellas de agua, nos dispusimos a la gran caminata hacia Fort Maison, son unos muelles enormes rodeados de un gran parque. Durante el paseo entramos en una gran Chocolatería Gillerdine, degustamos unos bombones y seguimos, admiramos la playa de San Francisco detrás del Acuario y donde varios valientes estaban nadando. Tras ver Fort Maison y sus maravillosas vistas del Golden Gate y de Alcatraz, continuamos hacia el Impresionante Palacio de Bellas Artes,
en el Parque de Presidio, donde deleitándonos de su belleza dimos cuenta de un tentempié y una paradita, ya que las distancias son bastante largas y las cuestas muy continuas. Sobre las 12:45 pusimos rumbo a los muelles famosos, empezando por Pier 45 y Pier 43, donde se encontraban atracados, para el disfrute de la gente, varios Navíos militares de distintas épocas y un submarino. En Pier 41 vimos un museo del pasado, con objetos, maquetas, recreaciones y máquinas de juegos antiquísimos. Ni que decir tiene q los muelles estaban a reventar de gente, restaurantes, tiendas de souvenires, músicos y artistas callejeros. En Pier 39 nos esperaban una de las grandes atracciones de los muelles, los leones marinos.
Cuando llegamos aquí, decidimos almorzar unos sándwiches y algo de fruta. Detrás del espectáculo de los leones marinos se encuentra un curioso y entretenido centro comercial. A las 15:50 teníamos nuestra entrada reservada para Alcatraz, era la última visita de la mañana, las entradas para ver Alcatraz de noche se habían agotado semanas antes a que nosotros estuviéramos cerrando la planificación del viaje. Pues a las 15:20, estábamos recogiendo nuestras entradas para subirnos al Ferry y visitar La Roca. De la visita a Alcatraz me gusto todo, las vistas de San Francisco desde el Ferry son espectaculares
y desde Alcatraz claro. Al llegar vimos la película que te ponen de la Historia de Alcatraz, muy recomendable, rodeamos paseando toda la prisión, como es normal en nosotros fuimos los últimos en entrar a la Cárcel, esto nos permitió verla tranquilos, sin gente alrededor y con un silencio y oscuridad a esas horas, que en algunos momentos del paseo nos hizo mirar de reojo en los largos y solitarios corredores. Me encanto poder bajar al patio de la cárcel, recorrerlo a nuestro antojo, pero lo que más nos gustó fue poder escuchar y ver las celdas de los 3 únicos presos que consiguieron escapar de La Roca, película buenísima que ya había visto protagonizada por Clint Eastwood. Terminamos la visita con el comedor y prácticamente ya iban cerrando a nuestro paso, volvimos en el último Ferry sobre las 18:45, empezando a anochecer pusimos rumbo al hotel, un camino bastante largo e intentamos subir las menos cuestas posibles. Como cada noche las nubes, como una neblina, van cubriendo parte del puente y de San Francisco, así que nos apresuramos lo máximo posible. Sobre las 20:30 estábamos en el Supermercado natural comprando la cena. Duchita y cena e Internet, para las 21:30 de ese día caímos rendidos, vaya paliza de andar nos habíamos dado.

---

Nos levantamos un poco más tarde de lo habitual, a las 8:30 y tras el desayuno en la habitación partimos a patearnos San Francisco otra vez. Hoy empezamos por visitar Japantown, las Ladies Painted y Haigh Asbury, aquí mi GPS personal no se orientó muy bien y dimos un buen rodeo, tanto que casi volvemos a subir a Twin Peaks, por suerte preguntamos y conseguimos llegar a Haigh Asbury y pasear en dirección al Golden Gate Park. Impresionante este parque con más de 5km de longitud, cogimos su mapa y empezamos a andar por el Jardín Botánico, estuvimos viendo jugar al tenis, a la petanca en versión americana, atravesamos varios campos de béisbol y el jardín japonés. Por aquí hicimos nuestra parada para el picnic, nos acompañó una amigable ardilla con la que compartimos una banana. Después foto en unas pequeñas cataratas, atravesamos el lago grande y bordeamos lo que parecía un recinto para un gran Festival de música. Tras esto pasamos por unos 15 ó 20 campos de fútbol. Pusimos dirección a la meta en la Playa tras el parque, sobre las 15 llegamos y aunque no hacía tiempo para bañarse, sacamos unas fotos muy chulas y el regreso a Haigh Asbury lo hicimos en bus. Una vez en Haigh Asbury decidimos ir al centro, Union Square para ver el cambio de los tranvías y tomarnos un café americano tranquilamente. Anocheciendo y de camino al hotel parada en el saludable supermercado y al hotel a descansar, hicimos el check out y a preparar el asalto a Yosemite del siguiente día. San Francisco no supera a Santa Mónica pero me encantó.

---

Arriba a las 6, no queríamos que nos pasase como el viaje de Los Ángeles a las Sequoias, así que sacamos el coche del parking y a tirar millas. Según te vas acercando a Yosemite el paisaje va cambiando y empiezas a parar el coche a cada rato para hacer fotos, a las 12 estábamos entrando en el Parque Nacional de Yosemite, buscamos nuestro alojamiento Curry Village, check in con muchas advertencias sobre los osos y la comida. Nos acomodamos en nuestra tienda, que por cierto nos dieron la más alejada de todo y más cerca al bosque. La tienda muy grande y en alto, con el suelo de madera y una repisa con una caja fuerte, un espejo y su gran cama en el centro, en el exterior estaba la famosa caja para osos, en esa caja enorme había que dejar toda la comida, bebida y todos los productos que desprendieran algún olor, así lo hicimos, en el momento de cerrar nos dimos cuenta que no tenían cerradura, candado, teclas, pero como pudimos comprobar nadie coge nada de tu caja, ni los osos. Dentro de la tienda está prohibido comer, así que almorzamos fuera, llenamos las botellas de agua, nos echamos protección solar y a hacer el Trail duro que teníamos preparado, Nevada y Vernal Falls, una ascensión muy dura de unas 3 horas a pleno sol, fue extenuante, pero cada vez que concluíamos un tramo la naturaleza te agradecía el esfuerzo con unas vistas espectaculares del Half Dome, El Capitán y el Valle de Yosemite.
Perdí la cuenta de las ardillas que nos cruzamos, jugueteaban alrededor de los turistas, pájaros de distintos colores y tuve la mala fortuna de ver hasta a una serpiente de cascabel muy cerca del sendero por donde los visitantes íbamos transitando, me dan escalofríos de solo recordarlo. Bueno las cascadas son un espectáculo, arriba de cada cascada se puede descansar y mojarse las piernas cansadas en la gélida agua del río. La bajada la hicimos siguiendo otra ruta, un poco más larga pero que nos llevaba por la falda contraria a la que habíamos subido y nos daba unas vistas muy distintas de los dos grandes referentes del parque y del camino que habíamos recorrido en la subida. Llegamos a las 18:30 a la tienda y sabiendo que el día siguiente también era muy largo, decidimos no parar. Cogimos el coche y pusimos rumbo a Glacier Point para ver el atardecer, de camino paramos y sacamos las maravillosas fotos desde Tunel View, espectaculares. Tardamos unos 40 minutos en llegar a Glacier Point, es una carretera que está cortada 5 meses al año, así que tiene mucho tránsito de animales y cuando bajábamos vimos la figura a contra luz de un ciervo, paramos en el arcén y corriendo fuimos a acercarnos y fotografiarlo, atardeciendo y a esas alturas empezaba a hacer frío, así q seguimos hacia Glacier Point, donde había unas 30 personas sentadas en silencio disfrutando de aquella postal, Impactante.
Lo disfrutamos y con bastante frío vuelta al coche en peregrinaje, saliendo del parking y entre 2 coches nos aparece un ciervo mayor al que habíamos visto antes, ya había más gente haciendo fotos y observando como el ciervo se paseaba tranquilo entre los coches y su bosque. Llegamos de noche a la tienda, ahora tocaba ducharse en unas instalaciones muy buenas y a intentar descansar y sobretodo esperanzados de no tener una visita nocturna del oso.

---