Arriba a las 4, cogimos un bus hasta el centro y después el tren de cercanías nos dejaba en el aeropuerto. El vuelo despegó a las 7 desde Málaga, con Vueling pusimos rumbo a Copenhague llegamos a las 10 y a las 13 salía nuestro vuelo con Norwegian hasta Los Ángeles. En Copenhague nos hicieron un rápido Check in, nos miraron la ESTA y listos para viajar en Low Cost hacia Los Ángeles. No reservamos asientos, ni comida ni nada, así que no sabíamos que pasaría, yo nunca había volado fuera de Europa, pero genial nos pusieron juntos y a las 2 horas de vuelo, bandeja de comida para todos, pasta-pescado y yogurt, cuando quedaban 3 horas para aterrizar pasaron otra comida, en plan sándwich con café y zumo.

En 11 horas estábamos en Los Ángeles. Llegada a las 17:30, hora local, cogimos el Shuttle Bus d la compañía con la que habíamos alquilado el coche y nos llevaron hasta sus oficinas. En Thrifty más o menos nos hicimos entender y cogimos nuestro Chevrolet y en busca del hotel. Lo teníamos en Santa Mónica. Llegada más o menos fácil y una vez en el hotel y con la emoción queríamos ver el Muelle y así nos arreglamos y a andar, como nos gusta a nosotros, aquí fue donde empezamos a darnos cuenta de que las distancias en los Estados Unidos eran bastante grandes, así que una hora y media de caminata hasta la playa de Santa Mónica y a lo lejos se veía la gran Noria y las luces del muelle.

Fuimos por el camino que va junto a la arena de la playa, hicimos nuestras primeras fotos del viaje. Recorrimos el muelle y con algo de frío y hambre cenamos en un McDonald's que estaba justo a la entrada famosa del muelle. La vuelta al hotel la hicimos en Bus, eran las 23. Repasamos nuestra agenda para el día siguiente y a dormir, muy cansados y emocionados, nuestra gran aventura se había puesto en marcha.