![]() ![]() VIAJE A INDIA AGOSTO 2016 ✏️ Blogs de India
Viaje por libre a India en Agosto de 2016.
Como hemos ido.
Que hemos visto.
Como nos ha ido.
Volveremos?Autor: Jodima Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.3 (7 Votos) Índice del Diario: VIAJE A INDIA AGOSTO 2016
01: Preparativos e información básica.
02: Nos vamos a la India
03: Primer día en Delhi, a "saco" con el turista.
04: Segundo día en Delhi, estress a tope.
05: En tren de Delhi a jaipur
06: Visitas al Fuerte Amber, Jal Mahal y Ciudad Rosa de Jaipur.
07: En tren de Jaipur a Agra y primera visita a la ciudad.
08: El Taj Mahal y Agra
09: La ciudad abandonada de Fatephur Sikri y Agra.
10: Destino Orchha, la ciudad más relajada de la India.
11: Orchha. Sigue la tranquilidad, a pesar de todo.
12: En tren a Khajuraho.
13: Khajuraho, templos del Kamasutra y cataratas de Raneh.
14: Khajuraho-Satna, la carretera del infierno y Satna-Vanarasi en tren.
15: Vanarasi día 1.
16: Vanarasi día 2
17: Varanasi día 3. Comienza el regreso a casa.
18: Regreso a casa y final del viaje.
19: Reflexiones sobre la India y fin del diario.
Total comentarios: 7 Visualizar todos los comentarios
Etapas 7 a 9, total 19
Hoy vamos a ir en tren de Jaipur a Agra, con salida (prevista) de la primera las 7:00 y llegada (prevista) a la segunda a las 12:00, para un trayecto de unos 250 kms. Nos levantamos a las 06:00 para estar media hora más tarde en la estación (nos gusta ir a los sitios con tiempo de sobra).
A las 07:45, con 3/4 de hora de retraso llega el tren a la estación de Jaipur. Vamos comprobando que la puntualidad no es una prioridad en la India. El tren es eléctrico y un poco más moderno que el primero que cogimos. También tiene aire acondicionado. Al poco de salir de la estación pasa un mozo con te, café y pastas. Amita nos había preparado un almuerzo tipo pic-nic y lo guardamos para más tarde. Cuando llevamos una hora de viaje vuelve a pasar el mismo mozo de antes y esta vez trae bocadillos de embutido y de tortilla y agua y zumos para beber. Todo está incluido en el precio del billete. A las 13:00 llegamos a Agra, salimos de la estación y cogemos un taxi hasta nuestro siguiente hotel, el SEVEN HILLS TOWER. Este hotel estuvo a la altura del anterior (el de Jaipur) ya que estaba bastante limpio, la habitación era grande y espaciosa y el aire acondicionado se podía regular al gusto. El servicio como en Delhi, totalmente compuesto por personal masculino, muy amables y serviciales, eso si. Al lado mismo del hotel hay un restaurante con comida occidental y comemos allí mismo, bastante bien y el precio similar al de todos los restaurantes en los que hemos comido hasta ahora. Nunca hemos pagado más de 1000 rupias los dos ( unos 13'50 euros) y a parte del picante, la comida siempre ha estado bien. Después de comer vamos a visitar el Fuerte de Agra, hecho con piedra arenisca de color rojo. Es bastante grande y está muy bien conservado también. Según nos han explicado, la época de máximo esplendor de la India fue durante la ocupación de los mongoles, los cuales construyeron la mayoría de fortificaciones y palacios, seguidos de los musulmanes y por último los ingleses. Finalizada la visita al fuerte vamos al Sadar Bazar, uno más de la India y de escaso interés para nosotros. Está destinado el público local y es estresante a más no poder por lo caótico que resultó ser. Seguimos hacia el Taj Ganj, cerca de la puerta sur del Taj Mahal, donde habíamos leído que hay multitud de bares y restaurantes que tienen terrazas con vistas al monumento más famoso de la India. Al pasar por la calle principal los caza-clientes nos van invitando a subir a las terrazas. Probamos en una de ellas y al llegar arriba la vista es espectacular y de auténtico lujo. Tomamos unas cervezas con la vista del Taj Mahal mientras va anocheciendo y la sensación es de sosiego y relax total. Ya estamos a punto de poner sobre nuestras espaldas otra de las maravillas del mundo y esto nos hace inmensamente felices. Bien entrada la noche cenamos en la misma terraza y después regresamos al hotel. Mañana dedicaremos toda la mañana al Taj Mahal y no nos queremos perder ningún rincón. Etapas 7 a 9, total 19
Hoy toca visitar una de las (7 o más ) maravillas del mundo, el Taj Mahal.
Se ha escrito mucho sobre este monumento y se seguirá escribiendo mucho más, seguro. Cada persona expresa sus sensaciones, únicas, íntimas e irrepetibles, pero a veces coincidentes con las de otras muchas. Visitar otro icono mundial del turismo y meta de muchos viajeros siempre es una gran satisfacción personal. Nos levantamos con calma, sin prisas, desayunamos y acto seguido nos vamos a visitar el Taj Mahal. Como nuestro hotel está a unos 500 mts. del monumento vamos andando, dando un paseo, todo y que a esta hora ya hace bastante calor. Llegamos a la puerta este y hay pocas personas esperando para entrar, todavía es temprano. Compramos las entradas, 1000 rupias por persona para nosotros, los extranjeros y 60 rupias para los indios. Como aprietan al turista, parece que es la norma nacional. De todas maneras, cuando hacemos la conversión estas 1000 rupias se convierten en 13'5 euros y mirado desde nuestra perspectiva tampoco es tanto. Una vez compradas las entradas nos hacen llevar las mochilas a una consigna con taquillas cerradas. Les explicamos que los monederos y carteras, cámaras fotográficas, flash, baterías, etc, no podemos llevarlos encima. Nos dejan ponerlo todo en una mochila y solo dejamos la más grande. Para entrar al Taj Mahal hay que pasar un control de seguridad más riguroso que el de cualquier aeropuerto europeo ( de los de la India hablaremos más adelante ) y una vez superado este ya podemos visitarlo libremente. Pasamos la puerta principal del conjunto y ya estamos en frente del monumento. Están restaurando las dos torres principales y estas están rodeadas por unos andamios. Es una lástima pero que le vamos a hacer, suponemos que es necesario hacer tareas de mantenimiento del monumento para que este se pueda mostrar con todo su esplendor. Ha dado esta casualidad. Nos hacemos las fotos de rigor con diferentes ángulos y posturas, como todo el mundo. También hay unos cuantos fotógrafos que al ver que ya vamos "armados" con nuestras cámaras no nos molestan. Para hacernos las fotos juntos "tiramos" de algún oriental de los muchos que hay de visita, como nosotros, ya que siempre están dispuestos, si se lo pides, a hacerte alguna foto. Es curioso, nunca nos han puesto ninguna pega al pedirles que nos hagan alguna foto con nuestras cámaras, al contrario, siempre se han mostrado super amables. También hemos decir que nosotros siempre hacemos lo mismo, si alguien nos pide que le hagamos una foto se la hacemos, sin problema. Es cuestión de cordialidad. Continuamos con la visita hacia el edifico principal. A medida que nos vamos acercando nos vamos dando cuenta de las dimensiones y magnitud del mismo. Este monumento lo erigió el emperador mogol Shah Jahan en honor de su tercera esposa (y preferida) Muntmaz Mahal, que falleció al dar a luz a su 14º. hijo y es donde está enterrada. El mismo, al fallecer también fue enterrado en este lugar junto a su mujer. Está hecho con mármol blanco y se levanta una planta por encima del terreno, donde hay una gran explanada. Como el suelo también es de mármol, en el precio de la entrada van incluidas unas pantuflas de protección (también te dan una botella de agua) para ponerlas en los zapatos mientas se visita el edifico principal. Al acceder al interior no dejan hacer fotos, que le vamos a hacer. Las tumbas del emperador y de su esposa no se pueden visitar y están en una cámara inferior. A la salida hay un poco de alboroto en el patio principal, hay una familia de monos que están parados mirando a los visitantes y estos están absortos con los primates. Se ve que la curiosidad es mutua. Cuando se han cansado, la familia de monos se va y se pierde por una arboleda próxima. Seguimos visita por los patios y jardines del Taj y demás edificios secundarios. Todo está limpio y en un estado de conservación excelente. Hay mucha gente ya a esta hora y una vez visto todo salimos, vamos a recuperar la mochila de la consigna y a buscar un sitio para comer. Como hemos salido por la puerta sur y vamos a parar al Taj Ganj, donde están los restaurantes con terrazas, comemos en el que estuvimos ayer que ya nos gustó. Preferimos ir a lo seguro. Después de comer nos da un poco de pereza salir y nos quedamos un rato más en la terraza tomando unos tés. Queremos disfrutar de la vista un poco más. Pasado el ataque de pereza salimos a la calle, paramos un Tuk-Tuk y le pedimos al conductor que nos de una vuelta por la ciudad. Nos lleva primero al Kinari Bazar y luego al Subash Bazar, ambos tan caóticos como el que visitamos ayer, el Sadar. En el segundo encontramos algún recuerdo y souvenir como camisetas, imanes para el frigo etc. Seguimos por la parte más antigua de Agra hasta el Kothi Meena Bazaar. Más de lo mismo, caos y más caos, gente, coches bicicletas, tuk-tuk's y animales sin ningún orden, al menos aparente. Hay de todo por todas partes Hay un cruce, el Bijali Ghar Crossing, por el que hemos pasado algunas veces y es realmente curioso ver que pasar por allí, sea la hora del día que sea, es especialmente complicado. Se hace un tapón y no pasa nadie durante un buen rato. Luego pasan unos cuantos vehículos y se vuelve a taponar de inmediato. Le preguntamos al conductor del tuk-tuk si el cruce tiene alguna cosa especial que no hayamos visto y nos dice que la India es así ( pues este debe de ser más "así" que el resto y seguimos sin entender nada ). Se nos hace de noche y la actividad frenética del día se sigue manteniendo hasta bien tarde. Vamos a cenar al restaurante que tenemos cerca del hotel y después de la ducha de rigor para relajarnos y sacarnos el calor de encima nos vamos a dormir. No tenemos ninguna gana de trasnochar, la verdad. Mañana tenemos previsto ir a visitar la ciudad abandonada de Fatephur Sikri, a unos 35 km. de Agra. Etapas 7 a 9, total 19
Hoy visitaremos la ciudad abandonada de Fatephur Sikri, que está a 36 kim. de Agra y para ir cogeremos un autobús local.
Después de desayunar salimos del hotel y paramos un tuk-tuk para que nos lleve a la estación de autobuses de Idgah y des de allí el autobús a la ciudad abandonada. Una vez en la estación de autobuses sacamos los billetes, que nos han costado 20 rupias a cada uno (unos 27 cms. de euro) y nos indican el número de autobús que debemos coger. En cuanto lo vemos no nos lo podemos creer. Es pura chatarra, suena a chapa suelta y tira humo como una locomotora de vapor, y esto que está al ralentí esperando la hora de salida. Se montan varios turistas más y todos nos miramos los unos a los otros. Seguro que todos pensamos: "donde nos hemos metido"?, pero se van montando unos cuantos indios, que puede que ya estén acostumbrados a estos autobuses y la verdad, en un primer momento nos dieron ganas de bajarnos pero pensamos: "aquí hay que aguantar como sea y lo que haga falta". Arranca el autobús y si parado hacia ruido, en marcha y durante todo el trayecto fue imposible mantener una conversación sin gritar y del aire acondicionado, todas las ventanas y la puerta abiertas para que entrase el aire. Salimos a las 09:30 de Agra y llegamos a la ciudad de Fatephur Sikri a las 10:45. Una hora y quince minutos para hacer 36 km. pero es que en la carretera, a parte de que en el tramo asfaltado apenas cabían dos turismos y también se utiliza buena parte del arcén de tierra para circular, había una cantidad de tráfico intensísima y ya pueden pitar todos que allí no se aparta nadie. Los adelantamientos no son temerarios, rayan el suicidio. Los peatones y las bicicletas, en teoría los más débiles, no se apartan. Las vacas, por supuesto omnipresentes en todas partes e intocables. Ellas van a su aire y no se inmutan, ni por ni para nada. Total, que la media de velocidad, al ser muy baja traerá como consecuencia que los accidentes, si los hay porqué no vimos ninguno, serán todos de carácter leve. Cruzamos el pueblo de Kiraoli y la carretera se convierte en un inmenso barrizal donde el más listo pasa primero. El conductor del autobús no aminora la marcha y va salpìcando de barro a todos y a todo. Seguimos y llegamos al pueblo de Fatephur Sikri sin ningún problema, bajamos del autobús y caminamos unos 500 mts. por la calle principal, que es también un bazar lleno de tiendas y paradas de toda clase de productos. Casi al final de la calle hay una subida y al final de esta está la ciudad abandonada. Entramos y aquí no hacen pagar pero te hacen quitar los zapatos y te los guardan. Seguro que pagaremos a la salida. Después de entrar se nos "acopla" un indio hablándonos bastante bien en castellano. Somos catalanes y hablamos siempre en catalán entre nosotros pero parece que nos ha entendido. Nos dice que el no es ningún guía y que trabaja en la ciudad abandonada para ayudar a los turistas y nos la enseñará sin cobrarnos nada. No nos lo acabamos de creer, seguro que hay gato encerrado pero pensamos que no estará de más una visita guiada y cuando acabemos ya negociaremos "la propina", que seguro que la pedirá. La verdad es que el indio estaba perfectamente "empollado" de las ciudad. Estuvimos con el unas dos horas, nos la enseño toda y nos explicó toda la historia de la misma. Finalizada la visita nos "acompaña" a un rincón donde hay una parada de recuerdos y souvenirs. Ahora lo entendemos, intentará vendernos algo y su beneficio será, suponemos, inflar el precio para compensar el trabajo de la visita. Después de hacer una ojeada a los souvenirs vimos unos cuantos que nos gustaron y empezamos las negociaciones. Al final nos dejamos casi 3000 rupias pero nos llevamos recuerdos para toda la familia y amigos, salimos con las mochilas llenas. Esta vez pudimos mirar con calma y comprar lo que nos gustó. Como hay algún palacio más fuera del recinto principal y todavía es temprano seguimos contemplando y visitando estos edificios. En un momento nos rodean cinco o seis vendedores con un montón de souvenirs e insisten en que les compremos. Les decimos que ya hemos comprado de todo y no necesitamos nada más. Les enseñamos las mochilas llenas para que se lo crean pero siguen insistiendo sin dejar de rodearnos. Amablemente pero firmemente aparto a dos de ellos que están delante de mi mujer y nos vamos. Nos siguen e insisten en que les compremos. Les volvemos a decir que no pero nos van siguiendo hasta que nos paramos sin hacerles caso para ver si se van. No hay nada que hacer siguen insistiendo pero seguimos sin hacerles caso. En un momento uno de ellos va y le tira a mi mujer un montón de collares y pulseras encima y le grita. No soy una persona violenta ni que se altere fácilmente pero esto colmó mi paciencia. Para no darle un tortazo en la cara le di con la mano abierta en el pecho apartándolo unos metros de nosotros. El golpe resonó en todo el patio y todos los vendedores desaparecieron de golpe. Supongo que no se lo esperaban. Durante el resto de la visita no volvimos a ver ninguno más. Fue una verdadera lástima tener que acabar así pero el indio se pasó totalmente y les quedó bien claro a todos que no les íbamos a consentir ninguna agresión ni salida de tono sin la respuesta adecuada. Si ellos están acostumbrados a tratar así a sus mujeres, para otra ocasión se lo pensarán si se trata de una turista. A todo esto ya nos dio la hora de regresar y haciendo el camino inverso volvemos a la estación de autobuses. Si el autobús de ida era chatarra pura, este lo era un poco más. Estaba más destartalado pero hacía el mismo ruido que el de ida. De regreso a Agra nos encontramos lo mismo que a la ida, tráfico y caos pero ya nos lo tomamos de otra manera, hemos pasado la prueba y estamos curados de espanto. En la India se conduce igual en ciudad que en carretera, mal, comparándolo con nosotros, claro. Llegamos a Agra, vamos a comer y después al hotel a descansar. El pequeño incidente de esta mañana ha puesto a mi mujer un poco nerviosa. Una vez descansados y ya calmada mi mujer salimos del hotel y dando un paseo llegamos a Taj Gangj, subimos a la terraza del bar que ya conocíamos y nos relajamos totalmente viendo otra vez la puesta de sol con el Taj Mahal de fondo. Nos sentimos felices y contentos, a pesar de todo. Cenamos y damos un paseo nocturno para ver el ambiente de la zona. No hay muchos extranjeros por lo que decidimos regresar al hotel. Mañana tenemos que coger otro tren con destino Orchha, siguiente etapa de nuestro viaje. Etapas 7 a 9, total 19
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.3 (7 Votos)
![]() Total comentarios: 7 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO
Diarios relacionados ![]() ![]() ![]() ![]() ![]()
![]() |